sábado, 20 de agosto de 2016

Fortificaciones por países - Brasil


El Forte de Bragança se localizaba en la margen derecha del río Guaporé, a cerca de dos kilómetros río abajo del lugar del actualFuerte Príncipe de Beira, en el municipio de Costa Marques, estado de Rondonia, en el Brasil.

Ante la ruína del Presidio de Nossa Senhora da Conceição, debido al rigor del clima ecuatorial y a las embestidas españolas, la estructura fue reconstruida a partir del 26 de septiembre de 1767 (17681 ), y rebautizada, en 1769, por el gobernador y capitán general de la Capitanía de Mato GrossoLuis Pinto de Sousa Coutinho (1769-1772), como Forte de Bragança.2
GARRIDO (1940) cita a Antonio Leoncio Pereira Ferraz (Memória sobre as fortificações em Mato Grosso), para complementar las informaciones sobre el Forte de Bragança:
(...) la elevó Antonio Rolim en el mismo lugar en donde él destruyó cinco años antes la misión española de Santa Rosa, situada en la margen derecha del Guaporé, enfrente a la boca del Itonamas, en donde había habido un entrincheramiento y empalizada, procurando ya en 1756 asegurar la posesión de aquél punto conquistado con la creación de um distrito militar. Fue construida y armada con material de guerra llegado del Pará por la vía fluvial del Madeira, nada se sabe en cuanto a su primitivo trazado, pues que a primera noticia que a su respecto se tuvo data de la época en que en ella introdujo modificaciones otro Capitán General, João Pedro da Câmara, que le dio la forma abaluartada, de sistema Vauban, midiendo el cuerpo principal del fuerte 40 brazas de frente por ochenta de profundidad.
En ruinas debido a las crecientes regulares en la región, el gobernador y capitán general Luis de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres, determinó su sustitución, a partir de 1776, por una estructura permanente: el Fuerte Príncipe de Beira.







El Fuerte Porto Carrero, más conocido como Fuerte de Coímbra y también como Fuerte Nuevo de Coímbra o Fuerte de Nueva Coímbra, se localiza en la margen derecha del río Paraguay a 19°55′S 58°02′O, en posición dominante sobre el estrecho de São Francisco Xavier, en el actual distrito de Forte Coimbra, municipio de Corumbá, estado de Mato Grosso del Sur, en el Brasil.

Historia

Antecedentes

De acuerdo con el investigador Raúl Silveira de Mello, el primitivo fuerte fue oficialmente fundado el 13 de septiembre de 1775, aunque la decisión de establecerlo había sido tomada mucho antes, en el contexto de las demarcaciones del Tratado de Madrid (1750).
La región del llamado Mato Grosso era conocida desde el inicio del siglo XVIII tanto por los bandeirantes paulistas que por los misioneros Jesuitas de Asunción del Paraguay. Ante la necesidad de demarcación de las tierras por ambas coronas, era conveniente la implantación de algún punto de apoyo en aquella región. Por parte de Portugal, de ese modo, floreció la idea de construir un presidio lo más al sur y próximo a los españoles.
A partir de la llegada a la región del primer gobernador de la capitanía de Mato Grosso, en 1751, y de varias mudanzas gubernamentales y planos consolidados de defensa y expansión, el cuarto capitán general de la capitanía, Luís de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres, determinó la fundación de un fuerte en el curso del río Paraguay para impedir el avance español y frenar las acciones de los payaguás. Para esa tarea, designó al capitán Mathias Ribeiro da Costa.

Fuerte de Nossa Senhora do Carmo de Coimbra

El capitán Ribeiro da Costa, que partió de Cuyabá al frente de una expedición de 245 hombres, distribuidos en 15 canoas, divididas en tres grupos, guiada por unindígena idóneo (22 de julio de 1775). A pesar de las instrucciones para que se dirigiera a un lugar conocido como "Fecho dos Morros", a 20 días de canoa de Cuyabá, próximo a la actual ciudad de Puerto Murtinho, 292 km al sur de la actual posición del fuerte, Ribeiro da Costa se estableció en el estrecho de São Francisco Xavier, en la margen izquierda del río Paraguay (13 de septiembre de 1775), incorrección que le costó el puesto, y sobre la cual nacerían algunas leyendas locales.
La primitiva estructura, una estacada de barro y tierra con planta en formato de un polígono rectangular con cerca de 40 brazas por el lado mayor, fue erigida bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen (Forte de Nossa Senhora do Carmo), siendo inaugurada el 17 de septiembre. En los vértices se erguían cuatro pequeñosbaluartes bajo la protección de San Gonzalo (norte), Santiago (este), Santa Ana (sur) y Nuestra Señora de la Concepción (oeste). En el interior, se erguían las edificaciones de servicio (Casa de Comando, Cuartel de la Tropa, Casa da Palamenta, Almacenes). La artillería fue recibida por vía fluvial desde Belém de Pará, una vez que la Corona Española no permitía el paso de material bélico portugués por la cuenca del Río de la Plata en esa época. Luego de la inauguración, el mando fue entregado al sargento mayor Marcelino Rodrigues de Campos.1
También conocido como Presidio de Coímbra, en pocos meses sufrió un incendio que lo dañó seriamente. Más tarde, fue atacado por los guaycurúes (1777). El nuevo gobernador y capitán general de la capitanía de Mato Grosso, João de Albuquerque de Melo Pereira e Cáceres (1789-1796), ordenó al sargento mayor Joaquim José Ferreira, comandante de la plaza de Coímbra, pacificar a los indígenas, lo que fue logrado en 1789, junto a los jefes João Queima y Paulo Ferreira.2
Luego de un nuevo ataque de los guaycurúes (1791), que diezmó a 54 hombres de la guarnición,3 la estructura fue sucedida por el Forte Novo de Coimbra.

El fuerte nuevo de Coímbra

A partir de 1791, dado el precario estado de conservación del Forte de Nossa Senhora do Carmo, fueron iniciadas obras para reconstruir su estructura, en piedra y cal. En 1795 asumió el comando del fuerte el capitán Francisco Rodrigues do Prado.3
El gobernador y capitán general de la Capitanía de Mato Grosso, Caetano Pinto de Miranda Montenegro (17??-1804), teniendo en vista las iniciativas españolas delFuerte Borbón y del Fuerte de San Carlos en la región fronteriza, decidió erigir una fortificación más sólida "na ponta do morro, onde fazem um grande ângulo obtuzo dois compridos estirões do [rio] Paraguai, que ficarão flanqueados pelo novo forte, o que não faria a antiga estacada."4
A partir de 1796, las obras del Forte Novo de Coimbra quedaron a cargo del teniente coronel Ricardo Franco de Almeida Serra, ingeniero militar y geógrafo, que prosiguió las obras de reconstrucción (3 de noviembre de 1797) en la calidad de comandante del fuerte.5 El plano de su autoría (Planta do novo Forte de Coimbra, situado na margem ocidental do Paraguai, 1797. AHEx; BN, Río de Janeiro) muestra la primitiva estacada al lado de la cual fue erguida una fortificación orgánica, adaptada al terreno, con el trazado de un polígono estrellado irregular. Las murallas envolvían toda la fortificación. Había dos baterías en plano horizontal, cruzando fuegos sobre el río, con ocho cañoneras por el lado del río y ocho más por el lado de la tierra. Al sudoeste, un foso protegía la fortificación de un asalto por el lado de la tierra. Completaban el conjunto de edificaciones la capilla, la Casa de Pólvora y cuarteles para la tropa.

El cerco español de 1801

Esa nueva estructura aún se encontraba en obras cuando una expedición de cuatro escunas y dos canoas con 600 hombres, al mando del gobernador del Paraguay,Lázaro de Ribera, atacó el Forte Novo de Coimbra entonces guarnecido con apenas 42 hombres, que resistieron un cerco de diez días, del 16 al 25 de septiembre de1801).3
Ricardo Franco de Almeida Serra falleció al comando de la plaza el 21 de enero de 1809.6

Guerra de la Triple Alianza

Combate del Fuerte de Coimbra (Monumento a los héroes de Laguna y Dourados, Río de Janeiro)..
En 1851 el armamento del fuerte fue aumentado con cuatro piezas de calibre 24 libras y algunas de calibres 9 y 6, que yacían desde 1820 en las márgenes del río Guaporé, destinadas al Real Fuerte Príncipe da Beira, de acuerdo con información del Almirante Augusto Leverger, Barão de Melgaço.7 Obras de reforma y de ampliación fueron ejecutadas entre 1855 y 1856.
En la Guerra de la Triple Alianza (1864-1770), la invasión paraguaya se materializó cuando cinco batallones de infantería y dos regimientos de caballería a pie, con un total de 3.200 hombres, armados con doce cañones rayados, una batería de treinta foguetes franceses de 24 mm, protegidos por diez embarcaciones de guerra (entre las cuales el Marquês de Olinda, adaptado) bajo el mando del coronel paraguayo Vicente Barrios, intimaron al fuerte la rendición (27 de diciembre de 1864). A pesar de que el mando de la plaza era del capitán Benito de Faria, en ese momento se encontraba en visita de inspección el teniente coronel Hermenegildo de Albuquerque Porto Carrero, comandante delCorpo de Artilharia de Mato Grosso y del Distrito Militar do Baixo Paraguai, que asumió, a título eventual, el comando del fuerte, frente a la amenaza. La posición brasileña estaba entonces artillada con once piezas de broncede alma lisa en batería, y otras veinte sin reparos, guarnecido por 125 oficiales y soldados de artillería a pie, reforzados por cerca de 30 guardias nacionales, algunos guardias de alfandega, media docena de prisioneros y dos decenas de indios mansos. Durante dos días, los combates fueron intensos. Las esposas y familiares de los oficiales y soldados preparaban cartuchos de pólvora, ataduras, y atendía como podían a los heridos. Sin recursos para resistir y distante de refuerzos, el fuerte fue evacuado en orden, en la noche del 28 para 29, en la cañonera Anhambaí. El fuerte (y la batería de frontera, en el Morro da Marinha8 ) permaneció ocupado por las fuerzas paraguayas hasta abril de 1868, cuando lo abandonaron conduciendo a su artillería y todo lo que en el existía.9
Finalizado el conflicto, se inició la reconstrucción del fuerte, cuyos daños sufridos habían sido considerables, casi perdiendo las propias murallas bajo el fuego de la artillería.10 Comandó las obras el mayor Joaquim da Gama Lobo d'Eça, por determinación del gobierno imperial.11 En 1872, el mayor Francisco Nunes da Cunha, que lo comandó, procedió a las obras de ampliación, mejorando las defensas por el lado oeste.

Del siglo XX a la actualidad

Nuevas mejoras se sucedieron, inclusive en la artillería, en el bienio 1907-1908, cuando fueron montadas piezas de Marina en la Batería Ricardo Franco:12 dos cañones Armstrong de 120 mm, que habían pertenecido al Crucero Barroso.13 BARRETO (1958), indica que nuevos cuarteles fueron construidos en 1930. Por el Decreto-Ley N° 4.027, del 16 de enero de 1942, recibió la denominación de Forte Porto Carrero, en homenaje al héroe de la Guerra de la Triple Alianza. Estaba guarnecido en esa época por la 1ª Batería del 6° Grupo de Artillería de Costa y artillado por cuatro cañones Armstrong de 152,4 mm, dos en el Morro del Fuerte (margen derecha del río Paraguay) y dos en el Morro de la Marina en la margen opuesta.14
De propiedad federal, el conjunto fue adquirido por el Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional a partir de 1974. En 1983 se concibió la implantación delProjeto Parque Histórico-Turístico Forte de Coimbra.
Las dependencias del monumento pertenecen actualmente a la 3a. Companhia de Fronteira e Forte Coimbra, subordinada a la 18a. Brigada de Infantaria de Fronteiradel Ejército brasileño.

Leyendas y tradiciones del fuerte

Una de las leyendas locales acerca de la fundación del fuerte afirma que Santo Tomé transitó por Fecho dos Morros en su viaje en dirección al Perú, razón por la cual ese lugar era considerado sagrado y por lo tanto no pasible de ocupación militar. Otra leyenda afirma que el capitán Mathias tenía la bendición de Nuestra Señora del Carmen, conmemorada el 16 de julio, bajo cuya advocación el primitivo fuerte fue colocado. Esa fecha era una de las más importantes del Fuerte de Coímbra. Se registra además una antigua tradición, ligada a esa devoción a la Señora del Carmen, entre los oficiales del Ejército brasileño que servía en el fuerte: al recibir la patente de general, de donde quiera que estuviesen, enviaban una de las estrellas de oro de sus charreteras.
También es importante para la región el nombre del coronel Ricardo Franco de Almeida Serra, abrigando el fuerte sus restos mortales en un monumento.







El Fuerte Iguatemí o con el nombre completo de Fuerte de Nuestra Señora de los Placeres y San Fernando de Paula del Igatemí (o bien en portugués como Forte de Nossa Senhora dos Prazeres e São Fernando de Paula do Iguatemi), se localizaba en la margen izquierda del río Iguatemí —a unos 15 km nordeste de la actual ciudad brasileña de Paranhos fronteriza con la localidad paraguaya de Ypejhú— del estado de Mato Grosso del Sur, en el Brasil.
El lugar, hoy en ruinas, se encuentra en el área indígena de la aldea kaiwá Yvykuarusu/Paraguassu, es considerado como un sitio arqueológico por el Instituto do Patrimônio Histórico e Artístico Nacional del Brasil.
El Fuerte Iguatemí que había existido desde 1765 hasta 1777, estaba cerca donde hoy cruza la moderna ruta MS-295 al río de igual nombre, que une Paranhos conTacuru y Sete Quedas. No confundir con la homónima actual ya que el fuerte no se encontraba en donde hoy está la ciudad de Iguatemí, sino a unos 60 km oeste distante de ella y en las proximidades del antiguo «Puerto 1° de Outubro», en donde terminaba la navegación del río Iguatemí.

Historia

Antecedentes

Después de las primeras demarcaciones del Tratado de Madrid (1750), la Corona portuguesa comprendió la necesidad de su presencia efectiva para fijar la línea que dividiría los territorios del Mato Grosso con los de la Gobernación del Paraguay. Era necesario trazarlas al sur del curso de los ríos por donde transitaban las embarcaciones que ligaban Araritaguaba (actual Porto FelizSP) a Cuiabá, vía curso de los ríos Tietê-Paraná y las contra-vertientes del río Paraguay, y por esa razón, fijar un establecimiento lo más próximo posible de las posesiones españolas.
Sin recursos, la Corona ordenó a la capitanía de San Pablo esa tarea, ya que los de la capitanía de Mato Grosso fueran precarios y el acesso fluvial norte-sur, dificultoso.
Inicialmente había sido proyectado a orillas del río Ivaí, o para la margen izquierda del río Paraná (en territorio del actual Estado homónimo), pero prevaleció la idea de asentarlo sobre territorio de la banda derecha de aquél gran río.
Fijado el lugar en la región del río Iguatemí, conforme reiteradas solicitudes del Marqués de Pombal (1750-1777) y del virrey Antônio Álvares da Cunha (1763-1767), el gobernador de la capitanía de San Pablo, capitán general Luíz Antônio de Sousa Botelho Mourão quien fuera el cuarto mayorazgo o morgado de Mateus (1765-1775), hizo establecer una colonia militar o presidio, bajo la invocación de Nuestra Señora de los Placeres con el nombre de Praça de Armas Nossa Senhora dos Prazeres e São Fernando de Paula.

Origen y descripción

El Forte do Iguatemi sería erigido desde 1765 a 1770, por una fuerza de 356 hombres (del Regimento de Dragões Auxiliares da Capitanía de São Paulo) comandados por el capitán João Martins de Barros. En barro y tierra, presentaba planta en el formato de un polígono heptagonal irregular, con cinco baluartes y dos medio baluartes en os vértices.2
Según el informe del gobernador Luíz Pinto, en junio de 1770, estaba artillado con 14 piezas de diferentes calibres.3 El Morgado de Mateus remetió para Araritaguaba, a fines de 1772, artillería, municiones y más pertrechos destinados al Iguatemí, para donde serían transportados por doce canoas, conjuntamente con setenta presos destinados a reemplazar las bajas de la guarnición, diezmada por la malaria.
Habitualmente el fuerte era atacado por indígenas y amenazado por los españoles, sufriendo el ataque más serio en 1774 por parte de los guaycurúes, que devastaron las propiedades circunvecinas de los colonos, matando a varios de ellos,4 que asiduamente también eran víctimas de la malaria.
Durante la invasión española del sur del Brasil, luego de la toma de la isla de Santa Catarina en febrero de 1777 y de la Colonia del Sacramento en junio del corriente, la colonia en el Iguatemí fue atacada por las fuerzas del gobernador del Paraguay, Agustín Fernández Pinedo, el 25 de octubre del mismo año. El comandante de la plaza, capitán José Rodrigues da Silva, consiguió repeler los ataques iniciales de los españoles, teniendo que capitular ante la superioridad de los atacantes (2.500-3.000 hombres contra un centenar de defensores),5 retirándose con honras militares el 27 de octubre de 1777. Sin que lo supieran las fuerzas atacantes ni las defensoras. En febrero se había firmado un tratado de paz entre las coronas que ponía fin a la guerra.
Arrasado y abandonado por los españoles,6 en 1854 aún existían ruinas de la estructura, visitadas por el explorador-etnólogo Joaquim Francisco Lopes en un viaje de investigación a los ríos Escopil e Iguatemí.7
El presidio y su fortificación eran abastecidos por los Armazém Real de Araritaguaba (hoy Porto Feliz), puerto fluvial en el curso del alto río Tietê, de donde partían los llamados monções que eran un conjunto de expediciones paulistas conformados por mineros, comerciantes y soldados, destinados a Cuiabá. Este Armazém Real —depósito de armas, municiones, y todo aquello necesario para el uso de las fuerzas militares de la Corona y de sus reparticiones civiles— existió por lo menos entre1767 y 1777, perdiendo la función con la caída de la plaza fuerte y colonia del Iguatemí.

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