alomorfo es cada uno de las diferentes formas o realizaciones fonológicas que puede tener un morfema abstracto. Estrictamente hablando, la realización fonológica concreta de un morfema se llama morfo; cuando existe más de un morfo para el mismo morfema entonces usamos el término alomorfo.
Ejemplos
- -s tras vocal átona: perro-s, hombre-s, llanura-s, taxi-s.
- -s tras vocal tónica /e/, café-s, pie-s.
- -s tras vocal tónica /a, o/: papá-s, buró-s, aunque en algunas formas arcaicas se usó -es.
- Tras vocal tónica /i, u/ diferentes hablantes prefieren -es o -s: esquíes / esquís.
- -es tras consonante (alveolar): mujer-es, cancion-es, compas-es, ciudad-es.
En inglés el morfema de pasado en los verbos regulares tiene tres formas o alomorfos según la terminación fonológica del del verbo:
- /ɪd/, como en devoted [dɪˈvəʊtɪd] 'consagrado, dedicado a' . Para verbos cuyo último fonema no flexionado sea en su realización fonética [t] o [d].
- /d/, como en blamed [bleɪmd] 'censurado'. Para verbos cuyo último fonema no flexionado sea en su realización fonética un sonido sonoro, excepto [d].
- /t/, como en picked (out) [pɪkt (aʊt] 'escogido'. Para verbos cuyo último fonema no flexionado sea en su realización fonética un sonido sordo, excepto [t].
En latín el morfema de caso dativo en plural, tiene cinco alomorfos (siendo los tres últimos poco frecuentes):
- «-īs», como en fēminīs 'para las mujeres'.
- «-ibus», como en hominibus 'para los hombres'.
- «-ubus», como en tribubus 'para las tribus'.
- «-ēbus», como en rēbus 'para las cosas, para los asuntos'.
- «-ābus», como en servīs et servābus 'para los esclavos y las esclavas'.
También puede suceder que un mismo morfo sea la realización de diferentes morfemas, así por ejemplo los casos anteriores del latín son morfos que representan tanto el morfema de caso dativo-plural como el morfema de caso ablativo-plural, es decir, ambos morfemas tienen la misma realización fonológica.
En la lengua seri el infinitivo tiene dos alomorfos supletivos: iha- (y a veces un cambio en la vocal que sigue) con verbos transitivos e ica- con verbos intransitivos. El prefijo para sujeto de primera persona singular también tiene dos alomorfos supletivos: h- con verbos transitivos y hp- con verbos intransitivos.
Morfemas[3], alomorfos y morfos.
Retomemos el ejemplo 2a: tener, tengo, tienes, tuve, tenía, he tenido. Estaremos de acuerdo que en todos estos casos tenemos diversas formas de la palabra tener, y que son parte de la conjugación de este verbo. Ahora bien, a diferencia de lo que habíamos visto hasta el momento, estas palabras no comparten una misma forma lexemática: unas cuentan con el lexema ten- (tener, tengo, tenía, he tenido) pero hay otras con tien- y tuv-. Son formas distintas, pero todos los hispanohablantes estaremos de acuerdo en decir que no son más que variantes de la misma forma ten-. Podemos postular que esta forma ten-, es el monema abstracto del que las formas ten-, tien-y tuv- no son más que realizaciones concretas en determinados entornos fónicos. Podemos comparar esta diferenciación con lo que sucede con los fonemas, entidades fónicas abstractas que cuentan con variantes virtuales condicionadas a las que llamamos alófonos que se realizan por medio de sonidos concretos. Siguiendo este paralelismo, diremos que el morfema ten- cuenta con unos alomorfos o variantes virtuales condicionadas por reglas morfológicas y fonológicas que se realizan por medio de morfos:
fonología: fonema --> alófono --> sonido
morfología: morfema --> alomorfo --> morfo
En el caso de ten- tenemos un lexema (o morfema léxico) con tres alomorfos posibles que se realizan en el habla por medio de los tres morfos ten-, tien-, tuv-. También sucede esto con los morfemas gramaticales: el morfema de plural puede aparecer bajo la forma de varios alomorfos:
casa / casas sillón / sillones lunes / lunesø.
En los ejemplos anteriores hemos visto los tres morfos por los que podemos realizar el morfema de plural (de los sustantivos) en español: -s, -es -ø , (donde ø es la ausencia de morfo).
Vistas así las cosas, no parece muy clara la diferencia entre alomorfo y morfo: la veremos más clara si pensamos que los morfemas abstractos de persona y número aparecen inextricablemente juntos en un único morfo -amos-en la forma verbal amamos. Hay un sólo morfo que es compartido por dos morfemas. Si extendemos el paralelismo fonema-monema y alófono-alomorfo a los morfos, podremos decir que un morfo es la concreción en un conjunto de fonemas de uno o más monemas, igual que un sonido es la concreción de un fonema en el habla.
analogía es una tendencia natural en las lenguas naturales a extender el uso de determinados patrones de formación de palabras.
Introducción
Es el fenómeno responsable de la regularización de la flexión verbal y nominal, eliminando formas acordes a patrones flexivos en desuso substituyéndolos por otros más productivos y regulares. Por ejemplo, en español encontramos numerosas regularizaciones entre los participios (especialmente entre los procedentes de la tercera conjugación latina):
- Los antiguos participios recluso e impreso (del latín reclusus e impressus) han sido substituidos por recluido e imprimido (formas analógicas de las otras declinaciones), quedando relegados los primeros como sustantivos especializados, pero sin funcionar ya participios regulares. Similarmente sucede con incluido, que substituyó a incluso que ahora sólo funciona como adverbio. Sin embargo las formas cultas reclusión, impresión e inclusión se mantienen virtualmente sin cambios.
- El mismo fenómeno se observa en el participio de corromper (del latín corrumpere) que es corrompido y para el que existe la forma culta corrupto. Sin embargo el participio de romper (del latín rumpere), que es más frecuente no ha sido regularizado a *rompido (salvo en la forma analógica del habla infantil), por lo que la forma arcaica roto se mantiene.
En el último ejemplo, se aprecia el efecto de la frecuencia de uso. Cuando una forma es menos frecuente se favorece que se produzca o no una regularización analógica.
-
Ejemplos de regularización analógica en español infinitivo latino inifinitivo español forma latina forma original forma analógica SCRIBERE escribir SCRIPTUS escrito *escribido RUMPERE romper RUPTUS roto *rompido CORRUMPERE corromper CORRUPTUS corrupto corrompido INCLŪDERE incluir INCLŪSUS incluso incluido RECLŪDERE recluir RECLŪSUS recluso recluido IMPREMERE imprimir IMPRESSUS impreso imprimido ELIGERE elegir ELECTUS electo elegido
Fases del estadio
La analogía es un fenómeno persistente y muchas veces se crean formas analógicas más modernas sobre paradigmas más antiguos que ya de por sí eran analógicos. La analogía morfológica es un proceso que se extiende mediante difusión léxica, eso significa que diferentes palabras concretas son afectadas en diferentes momentos, y simultáneamente en una lengua pueden encontrarse palabras en diferentes estados de modificación por causa de la analogía morfológica.
Por ejemplo muchos verbos castellanos tenían una conjugación analógica en el pretérito perfecto simple en -uve / -uje (que en ciertos casos ya era en sí misma una forma analógica) que ha ido siendo substituida por otra forma basada en la conjugación en -í. La siguiente tabla examina lo sucedido en la historia del español con cuatro de estos verbos:
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inifinitivo español forma antigua forma analógica Estadio conocer conuve conocí (1) traer truje [R] traje (2) andar anduve [R] *andé (3) tenere tuve [R] *tení (4)
Los cuatro ejemplos anteriores muestran cuatro fases de la última ola regularizadora mediante analogía morfológica (de hecho las formas marcadas con [R] precedían de otra regulariación analógica diferente):
- (1) representa una forma antigua (conuve) ahora desaparecida en todas la variedades de español,
- (2) representa una forma (truje) que sólo se mantiene en algunas pocas variedades de español y está casi desaparecida,
- (3) representa una forma incipiente (*andé) que usan muchos hablantes, pero que todavía es minoritaria,
- (4) representa un verbo (tener) que todavía no es afectado por la regularización, excepto en el habla infantil (donde aparece esporádicamente *tení).
Estudios cuantitativos
Las leyes de Mańczak relacionan cualitativamente la frecuencia o probabilidad de cambio de formas morfológicas particulares con su estructura. Otros estudios cuantiativos como el llevadao a cabo por Erez Lieberman et al. han encontrado evidencia empírica sólida de que la probabilidad de regularización esperada para ciertas palabras depende de la frecuencia de uso. Así las formas menos frecuentes se cambian con mayor facilidad que las formas más frecuentes.1 En ese estudio se analiza la regulariación de 177 verbos irregulares en inglés antiguo (hacia finales de la Edad Media sólo 145 eran irregulares, y en inglés moderno algo menos de un centenar). En esa lengua, al igual que en protogermánico existía un elaborado sistema productivo de congjugaciones, el pasado podía formarse de siete maneras diferentes, de las cuales el inglés moderno sólo tiene una forma productiva -ed (además de algunos verbos irregulares que conservan residuos de las otras conjugaciones). El estudio encuentra evidencia de que la probabilidad de regularización en un período fijado T depende de la frecuencia de uso mediante la relación:
Así en muchas lenguas indoeuropeas el verbo 'ser' que es muy frecuente mantiene formas irregulares que en algunos casos se remontan a formas fosilizadas desde el protoindoeuropeo, mientras que otros verbos menos usados han sido regularizados. En español modernos muchos verbos irregulares o con conjugaciones ideosincráticas directamente heredadas del latín presentes aún en español medieval han eliminado estas formas peculiares substituyéndolas por formas regulares.
El principio de la analogía en la morfología
En trabajar Belonogova GG y Zelenkova G. describe el principio de la construcción algoritmo de análisis morfológico de textos sobre la base de la analogía. Dado principio se utiliza en corrector ortográfico textos rusos sistemas de indexación automática de documentos y sistemas de máquinas traducción de textos del ruso al Inglés y de Inglés en Ruso. Programa de ejecución en un equipo procesador 386 y desde arriba es de aproximadamente 400 palabras/seg.
Cuando problemas de procesamiento de texto automático" nuevas" palabras. A análisis debe saber síntesis y gramatical palabras características. Si no hay palabras en el diccionario, el análisis morfológico no es se pueden formar, por lo que no se puede definir la gramática características de la voz.
Para Con el fin de determinar las características gramaticales de palabras sin diccionario Belonogov propuso el principio de analogía. Se basa en el hecho de que hay una fuerte correlación entre las características gramaticales de las palabras y las letras composición de sus extremos. Por ejemplo: la organización, la privatización, la concentración tienen entonces. p., im. n. y unidades. h.; trabajo, entender, atraer - verbos en tercera persona de pl. h., y así sucesivamente. d.
El principio analogía probado en varias lenguas indoeuropeas (ruso, búlgaro, Letón, Español, Inglés) y fue eficaz. En un principio se utilizó para determinar las características gramaticales de palabras no incluidas en la máquina Diccionario. Entonces la idea durante el análisis morfológico de la basura la maquinaria del diccionario.
Si en texto grande compilar un diccionario de formas de las palabras y asigne a cada palabra forman algunas de las características gramaticales, y luego convertir este Diccionario de formas de las palabras en la parte trasera, se puede encontrar que muchas áreas Diccionario tienen el mismo conjunto de características.
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