Palacios de Francia del siglo XVI
El palacio de las Tullerías (en francés: Palais des Tuileries) fue un palacio imperial y real situado en el centro deParís, formando, junto al Louvre un único complejo arquitectónico.
Construido como maison de plaisance para la reina madre Cathérine de Médici, el palacio se usó raramente hasta 1789. En plena efervescencia de la Revolución Francesa, Louis XVI y su familia trasladaron su residencia deVersailles a las Tullerías, a partir de entonces, el palacio se convertiría en la principal residencia de los monarcas franceses en el siglo XIX. Por metonimia, "las Tullerías" pasó a designar la jefatura del estado francés y fue el centro político de Francia de 1789 a 1870.
Durante mayo de 1871, el Palacio de las Tullerías fue uno de los varios edificios oficiales incendiados por los miembros de la Comuna de París. El nuevo régimen republicano decidió su demolición definitiva en 1883.
Del antiguo palacio solo se conserva el anexo Jardín de las Tullerías, que alberga el Musée de l'Orangerie y la simétrica Galerie nationale du Jeu de Paume. El palacio de las Tullerías se situaba justo entre el jardín homónimo (oeste) y el actual Musée du Louvre (este).
Origen del nombre
El nombre es una castellanización del original francés Palais des Tuileries, cuya traducción correcta sería Palacio de las Tejerías, y que tiene su origen en las fábricas de tejas (tuiles en francés) que existían antiguamente en lo que luego sería el emplazamiento del palacio, y que fueron derruidas para permitir su construcción.
Historia
Antes de la construcción del palacio, los terrenos estaban ocupados por solares vacíos y fabricas de tejas (tuiles en francés), todos ellos situados fuera de la murallas que Carlos V había mandado construir durante la segunda mitad del siglo XIV (ver Enceintes de Paris, en francés).
Catherine de Médicis: una maison de plaisance
Tras la muerte de su esposo, el rey Henri II, la reina madre Catherine de Médicis pidió al arquitecto Philibert de l'Orme y, después del fallecimiento de éste, a Jean Bullant edificar allí un palacio. La intención era que el edificio sirviera de retiro para la Reina Madre, lejos del tumulto de la Corte (situada en el cercano Louvre), pero al mismo tiempo lo suficientemente cerca para mantener una cierta influencia política. Asimismo, el amplio jardin à l'italienne, que se tenía que construir anexo al palacio, buscaba rememorar a los jardines florentinos en los que la reina Catherine había pasado su infancia.
La idea inicial proyectaba la construcción de un gran edificio rectangular organizado alrededor de tres patios interiores y conformado por pabellones conectados por galerías. La profusa decoración escultórica de las fachadas, típica del renacimiento francés, recordaba al Ala François I de Blois o a la fachada que Pierre Lescot había construido pocos años antes en el Louvre.
Sin embargo, el ambicioso proyecto original jamás llegó a terminarse, iniciado en 1563, las obras avanzaron de forma lenta y se paralizaron hacia 1574. Cuenta la leyenda, que la supersticiosa Catherine recibió un día la predicción de que moriría "cerca de Saint-Germain", y, creyendo que se trataba de la cercana parroquia deSaint-Germain, la reina ordenó paralizar las obras de las Tullerías. Lo más probable, no obstante, es que el proyecto avanzara con lentitud a causa de la inestabilidad política y los conflictos religiosos. Sea como fuere, a partir de 1574, Catherine de Médici trasladó su residencia al Hôtel de Soissons (hoy desaparecido).
Así pues, del proyecto original, solo llegó a emerger del suelo una ala, la que daba el jardín. En el centro de dicha ala había un pabellón cubierto por una cúpula elíptica, al sur el llamado Pavillon Bullant en honor a su arquitecto, y al norte un pabellón inacabado del que solo se llegó a construir la planta baja.
Si que se llegó a terminar, sin embargo, el anexo Jardin des Tuileries, ejemplo de jardín italiano, y que sirvió de lugar de esparcimiento a la Corte, alojada en el Louvre. A través de dicho jardín, el rey Henri III huiría de Paris en mayo de 1588 durante el Día de las Barricadas.
Henri IV: el «Grand Dessein»
Después de años de conflictos religiosos y políticos, la llegada del primer Borbón al trono de Francia, Henri IV, supuso, a la par, el inicio de una etapa de estabilidad y de fiebre constructiva. Grandes proyectos como la Place Dauphine, la Place Royale o el Château Neuf de Saint-Germain-en-Laye son prueba de ello.
Instalado en el Louvre, Henri IV decidió unir dicho palacio con las Tullerías, el proyecto de llamó el "Gran Proyecto" (en francés: Grand Dessein). Entre 1607 y 1610, el arquitecto Jacques II Androuet du Cerceau (hijo del célebre Jacques Androuet du Cerceau) construyó una larga galería, paralela al río Sena, que unía ambos palacios. Dicha galería se llamó la Grande Galerie. Al oeste, en su unión con las Tullerías se erigió un monumental pabellón, más tarde llamado Pavillon de Flore. Al este, otra galería, la Petite Galerie, servía de conexión con el Louvre. A partir de entonces, la evolución histórica y arquitectónica del Louvre y de las Tullerías estaría inextrincablemente ligada.
La muerte de Henri IV en 1610 sumió otra vez a las Tullerías en un periodo de letargo, paralelamente, sin embargo, el palacio del Louvre experimentaba importantes transformaciones arquitectónicas.
Louis XIV: la ampliación barroca
Las Tullerías conocieron entonces un periodo de abandono, durante el reinado de Louis XIII las obras de ampliación de Louvre acapararon la atención de la Corona, dichas obras se prolongaron bajo el reinado de su hijo y sucesor, Louis XIV. Fue sin embargo éste último el que decidió reanudar las obras del palacio. Como la ampliación del Louvre renacentista parecía eternizarse, el Rey Sol decidió, paralelamente, la ampliación de las Tuileries, para que éstas sirvieran de residencia alternativa. El afamado arquitecto Louis Le Vau, que había construido Vaux y que más tarde ampliaría Versailles, fue el encargado de dirigir las obras junto con su discípulo François d'Orbay.
Desde 1659 y hasta 1666, Le Vau se encargó de corregir la disimetría del viejo palacio de Catherine de Médici: el Pavillon de Flore recibió su pendant con el Pavillon de Marsan (situado en el extremo norte), del mismo modo que el Pavillon du Théâtre equilibraba al Pavillon Bullant.
Asimismo, el objetivo de Le Vau también era armonizar los estilos disparejos de las distintas construcciones (la exuberancia renacentista por un lado y la monumentalidad barroca por otro). Por ello, el viejo palacio del siglo XVI fue completamente remodelado, todas las fachadas se rehicieron de nuevo en estilo clasicista francés, y de la obra de Philibert de l'Orme solo sobrevivieron las arquerías o loggias que daban al jardín. También fue rehecho el viejo pabellón central con su cúpula elíptica y en su lugar se erigió un pabellón al estilo del Pavillon de Flore y de Marsan con una cúpula cuadrangular, dicho pabellón recibió el nombre de Pavillon de l'Horloge a causa del reloj que había en una de sus fachadas. La fachadas de las Tullerías alcanzaron entonces una longitud de 328 metros.
Al mismo tiempo los nuevos apartamentos regios, completamente remozados, recibieron una suntuosa decoración a base de frescos rodeados de elaboradas cartelas yestucos dorados. No obstante el elemento más llamativo del interior del palacio fue su teatro. La inmensa sala de teatro, construida en la mitad norte de las Tullerías, se empezó en 1660 y fue inaugurada el 7 de febrero de 1662 con el ballet Ercole Amante de Franceso Cavalli y pronto recibió el nombre de Salle des Machines (Sala de las Maquinas) debido a sus elaborados mecanismos, obra de los ingenieros italianos Gaspare y Carlo Vigarani. Con un aforo de casi 4000 espectadores, la Salle des Machines fue considerada una de la mayores de Europa.
También los alrededores del Palacio de la Tullerías sufrirían importantes transformaciones durante el reinado de Louis XIV. Al oeste, el jardín homónimo fue remodelado por André le Nôtre. Desde de 1664, el paisajista transformó el recluido jardín à l'italienne en un grandioso jardín à la française; se anunciaban, ya, los fastos de Versailles. En la zona este, otro pequeño jardín fue eliminado para crear un amplio patio de entrada (en francés: cour d'honneur) al palacio. En dicho patio se celebró, en junio del 1662, un carrusel (desfile militar) que daría nombre al lugar: la Place du Carrousel (Plaza del Carrusel).
Una vez terminadas todas las ampliaciones, el Rey y la Corte pudieron trasladarse al palacio en el invierno de 1666, dejando de habitar el Louvre para siempre. La relevancia de las Tullerías como residencial real fue, sin embargo, de corta duración: en 1671, Louis XIV pasó su último invierno en el palacio. A lo largo de la siguiente década, los presupuestos para las interminables obras del Louvre fueron menguando al mismo tiempo que los de Versailles no paraban de augmentar. En 1682, el Rey Sol trasladó de forma permanente la Corte allí.
Siglo XVIII: música y teatro
Paris y las Tullerías perdieron su rey con el traslado de la Corte a Versailles, pero el palacio continuó siendo la residencia oficial del monarca en la capital. Tras la muerte de Louis XIV y durante la regencia del Duque de Orléans, el joven Louis XV vivió en el palacio de 1715 a 1722, en dicho año la Corte se reinstaló en Versailles. Louis XV volvería a habitar el palacio, brevemente, en noviembre del 17441 , después de volver de Metz durante la Guerra de Sucesión Austríaca.
Las Tullerías fueron habitadas entonces por algunos cortesanos a los que el Rey había concedido apartamentos, y por numerosos artistas a los que se permitía vivir y tener talleres en el palacio. La ausencia real de las Tullerías fue compensada por una intensa vida musical y teatral, convirtiendo el palacio en uno de los mayores centros de difusión cultural del Siglo de las Luces francés.
Cuando en 1763 un incendio destruyó sus instalaciones en el Palais Royal, la Opéra de Paris se vio obligada a buscar una nueva sede. Decidió instalarse entonces en la inmensa, pero vetusta, Salle des Machines de las Tullerías2 . El afamado arquitecto Jacques-Germain Soufflot fue el encargado de realizar las reformas necesarias, que consistieron en construir una nueva sala en la parte delantera del escenario de la vieja sala. La nueva Salle Soufflot, como se la llamó, tenía un capacidad bastante inferior (500 plazas frente a 4000), pero en cambio resultaba mucho más cómoda, manejable y tenía una mejor acústica. El auditorio de la vieja Salle des Machinespermaneció inalterado, usándose como almacén para decorados.
En 1770, la Comédie-Française se instaló en la Salle Soufflot, dejada vacante por la Opéra de Paris, que se había trasladado a su nueva sala del Palais Royal. Ocho años después, en la sala de las Tullerías, se celebró la première de la polémica obra de Beaumarchais, el Barbero de Sevilla. A partir de 1782 y hasta la Revolución, la Salle Soufflot alojó al Thêatre de Monsieur, tropa teatral así llamada por estar bajo el patronazgo del hermano de Louis XVI, Monsieur el Conde de Provence.
Revolución Francesa
Es paradójicamente a partir de 1789 cuando el palacio de las Tullerías se convierte en residencia real y adquiere la importancia histórica que se le conoce.
Algunos de los primeros altercados de la Revolución Francesa se produjeron en el jardín de las Tullerías. El día 12 de julio por la tarde, la multitud se reunió para protestar contra la destitución de Necker, se lanzaron piedras, sillas y botellas contra los soldados mercenarios del regimiento Royal-Allemand al mando del Príncipe de Lambesc, que respondió cargando contra la multitud.
Sin embargo, el devenir del palacio de las Tullerías no cambió radicalmente hasta las Jornadas del 5 y 6 de octubre de 1789. En dicha fecha, Louis XVI y su familia fueron obligados a abandonar el aislamiento de Versailles, símbolo de la monarquía absoluta y trasladarse a las Tullerías, viviendo entre sus súbditos como símbolo de la monarquía constitucional que se quería instaurar.
Del mismo modo, la Asamblea Constituyente también se vió obligada a trasladarse a Paris, estableciendo su sede en la antigua manège (en español: picadero) del palacio situada en el extremo norte de jardín (en el sitio de la actual Rue de Rivoli).
En un principio, la instalación de la Familia Real en el vetusto palacio no fue fácil, al encontrarse éste habitado por numerosos cortesanos y artistas a los que los anteriores monarcas había cedido los espacios, dichos habitantes fueron echados rápidamente y poco a poco el palacio fue recibiendo mobiliario de otras residencias reales o del guardamuebles de la Corona.
Los aposentos se distribuyeron de la siguiente manera: el grand appartement de parade se situaba en el primer piso al lado del Carrusel, al lado del jardín daban elappartement privé del Rey y las estancias de sus hijos en los antiguos aposentos de la reina Marie-Thérèse; la reina Marie-Antoinette habitaba en la planta baja al lado del jardín, justo debajo de sus hijos, en las antiguas estancias del dauphin Louis que habían sido redecoradas y remozadas por la Condesa de Lamarck poco antes del estallido de la Revolución.
El resto de la Familia Real se repartía entre el Pavillon de Flore (la princesa Élisabeth y la princesa de Lamballe) y el Pavillon de Marsan (las princesas Adélaïde yVictoire). Por su parte, el Conde de Provence se instaló en su residencia del Palais du Luxembourg, el Conde d'Artois ya había partido al exilio.
Con excepción del verano de 1790 que pasaron en Saint-Cloud, la Familia Real viviría en las Tullerías durante tres largo años. Pero poco a poco, a raíz de las discrepancias con la Asamblea Constituyente, se convertiría en su prisión dorada. La muerte de Mirabeau, la Constitución Civil del Clero, los sucesos de Pascua de 1791 o el licenciamiento de la guardia real empujaron a Louis XVI a intentar una huida de la capital.
Fue la noche del 20 de junio de 1791, cuando el Rey y su familia salieron del palacio para intentar reunirse con tropas leales a la corona estacionadas en Montmédy. Apenas un día después, la Familia Real fue descubierta y detenida en Varennes, el día 25 volvían a las Tullerías. Oficialmente, se dijo que Louis XVI no había huido, sino que había sido secuestrado por un grupo de aristócratas. Sin embargo, la llamada Fuga de Varennes dañó irremediablemente la imagen de la monarquía y ni siquiera la firma de la nueva constitución en setiembre del mismo año logró frenar la caída de su popularidad.
La carestía de alimentos, el alza de los precios, las clamorosas derrotas del ejército francés en la guerra contra Austria, los rumores de que la Familia Real conspiraba con la potencias extranjeras y los encendidos discursos de Danton y Marat encresparon los ánimos de las clases bajas parisinas, que asaltaron la residencia real el 20 de junio, siendo desalojados más tarde, y el 10 de agosto, obligando esta vez al Rey y a su familia a refugiare en la sede de la Asamblea Legislativa.
Ese mismo día, mientras las Tullerías eran saqueadas y la Guardia Suiza masacrada, la Asamblea votó la "suspensión" de Louis XVI, que días más tarde fue encarcelado, junto con su familia, en el Temple.
La Convención Nacional, el nuevo parlamente republicano dominado por jacobinos y cordeliers, tomó posesión del ex-palacio real, y en la Salle Soufflot (ver más arriba) se proclamó la República el 21 de setiembre de 1792.
El nuevo régimen encargó pronto al arquitecto Jacques-Pierre Gisors la destrucción de la Salle des Machines y de la Salle Soufflot para crear un nuevo hemiciclo para las sesiones de la Convención. Las oficinas del gobierno revolucionario, y entre ellas las del infame Comité de Salud Pública, se instalaron en los antiguos aposentos reales. Al mismo tiempo, los pabellones Flore, de l'Horloge y Marsan fueron rebautizados Égalité, Unité y Liberté respectivamente.
La Tullerías se mantuvieron, por lo tanto, durante el Terror como el centro de poder político de Francia. Una de las últimas insurrecciones de la Revolución tuvo precisamente lugar en el palacio cuando, el 1 de pradial del año III (20 de mayo de 1795 según el calendario republicano), los jacobinos asaltaron la cámara legislativa y decapitaron al diputado girondino Jean-Bertrand Féraud.
Con la proclamación de Directorio en 1795, el poder político se repartió: el Consejo de los Ancianos o cámara alta se instaló en la antigua sala de la Convención, mientras que el Consejo de los Quinientos lo hizo en el Palais Bourbon; los directores, por su parte, residieron en el Luxembourg.
Consulado y Primer Imperio
Después del Golpe de estado de Brumario, el general Bonaparte, ahora Primer Cónsul de la República, residió en la antigua residencia de los directores en elLuxembourg, pero a partir del 19 de enero de 1800 se instaló en el palacio parisino per excelencia: las Tullerías. A partir de entonces y hasta 1870, con breves excepciones, el Palacio de las Tullerías sería el centro de poder político de Francia.
Napoléon ocupó en el antiguo appartement de los hijos de la Familia Real así como el dormitorio de Louis XVI, todo ello situado en el primer piso cara al jardín. Por su parte, su esposa Joséphine se instaló justo debajo, en las estancias de la infortunada Marie-Antoinette. Los hijastros de Napoléon, Eugène y Hortense, también se trasladaron al palacio. Asimismo, el Tercer Cónsul Lebrun residió en el Pavillon de Flore, mientras que el Segundo, Cambacérès, prefirió el Hôtel d'Elbeuf, enfrente del palacio.
El día 2 de diciembre de 1804, Napoléon partió junto con su esposa rumbo a Notre-Dame para ser coronado "Emperador de los franceses" (Empereur des français). Durante el evento, el papa Pío VII se alojó en el Pavillon de Flore del 28 de noviembre al 4 de abril, ejemplificando la normalización de la relación con la Santa Sededespués del anticlericalismo revolucionario.
La progresiva expansión del Imperio Francés y las victorias en los sucesivos conflictos se tradujeron en un progresivo remozamiento del palacio. A partir de 1806, se construyó una nueva capilla de corte en el Pavillon du Théatre (ver más arriba) y la antigua sala de la Convención dio pasó a la nueva Salle de Spectacles rodeada de un pórtico de columnas jónicas y cubierta por cúpulas doradas.
Al mismo tiempo, los arquitectos de cabecera el Emperador, Charles Percier y Pierre-François-Léonard Fontaine, construyeron un arco de triunfo en la Place du Carrousel para que sirviera de entrada triunfal del palacio y una larga verja que separaba la cour d'honneur del barrio de callejuelas estrechas que había entre las Tuileries y el Louvre. También en a misma época se empezó la construcción de la Aile Neuve, una nueva ala que partía del Pavillon de Marsan y que, paralela a la Rue de Rivoli (también de época napoleónica), se unía con el Louvre.
En 1808, Fontaine, remozó la distribución interior creando dos nuevos amplios dormitorios para el emperador y la emperatriz en el Pavillon Bullant, sendos dormitorios recibieron un suntuoso mobiliario style Empire que hoy se conserva en el Grand Trianon.
Dos años más tarde, las Tullerías fueron escenario de la boda entre Napoléon y la archiduquesa Marie-Louise, el cortejo nupcial partió del palacio y recorrió toda laGrande Galerie hasta el Salon Carré del Louvre, donde de ofició la misa nupcial. El banquete, por su parte, tuvo lugar en la Salle de Spectacles. En los aposentos de la Emperatriz nació en marzo de 1811 el Rey de Roma.
Durante la desastrosa Campaña de Francia, Napoléon evacuó la capital ante la llegada de las tropas austro-prusianas, abdicó días más tarde, el 6 de abril de 1814, enFontainebleau. Durante unos meses el palacio de las Tullerías fue habitado por Louis XVIII, monarca restaurado en el trono.
Sin embargo, Napoléon logró escapar de la Isla de Elba y emprender el retorno a Paris. El 19 de mayo al atardecer, Louis XVIII abandonaba el palacio, el día siguiente al mediodía llegaba Napoléon, iniciando el periodo de los Cien Días. Durante dichos meses, Napoléon I prefirió la intimidad del Élysée a la magnificencia de las Tullerías que habitó raramente.
La restauración de Napoléon en el trono fue de corta duración, después de ser derrotado en Waterloo, signó su segunda y definitiva abdicación en el Élysée el 22 de junio de 1815.
Restauración Borbónica
Cuando Louis XVIII fue restaurado en el trono francés en 1814, la intención parecía ser el retorno a Versailles, sin embargo, después de la vuelta de Napoléon y de losCien Dias la idea quedó descartada. La Restauración quería plantearse como un régimen conciliador y moderado, y por otro lado Versailles necesitaba una profunda puesta a punto que las arcas del estado no podían permitirse. La Corte se quedó en las Tullerías, que por otro lado se encontraban en perfecto estado después del remozamiento napoleónico.
Louis XVIII, se contentó en encargar al ex-arquitecto de Napoléon, Fontaine, substituir las Ns por Ls y el águila imperial por la flor de lys. El monarca se instaló en el antiguo appartement del emperador, la Duquesa de Angoulême en el de la emperatriz (y que antes había sido el de su madre Marie-Antoinette) y el Duque de Angoulême también en la planta baja, al lado de su esposa, cara al Carrousel, en las antiguas estancias del Rey de Roma. El Conde de Artois, por su parte habitó elPavillon de Marsan y el Duque y la Duquesa de Berry se instalaron en el Élysée.
En esa época las Tullerías fueron conocidas con el sobrenombre de "le Château", en oposición al de "le Palais" que había tenido en epoca napoléonica,3 y la corte de Francia recuperó las elaborada etiqueta y jerarquía prerevolucionarias. Sin embargo, no fue un periodo de fastos y fiestas, Louis XVIII era inválido y tanto el Duque como la Duquesa de Angoulême era de naturaleza seria y reservada. Si que fue, no obstante, un importante centro de intrigas políticas, sobre todo el Pavillon de Marsan, residencia del Conde de Artois, líder de la facción ultrarealista.
El 16 de setiembre de 1824, Louis XVIII falleció en su dormitorio de las Tullerías, fue el último monarca francés en morir en el trono y no en el exilio. Fue sucedido por su hermano el Conde de Artois, que reinó como Charles X, siendo la última vez, hasta 1906 con Émile Loubet, en la que la sucesión jefatura de estado se hizo de forma legal y regular.
Charles X fue el único que realizó algún cambio en la decoración del palacio, encargando un suntuosa cama nueva, hecha con madera dorada y seda de Lyon, para su dormitorio.
También durante su reinado, la Tullerías experimentaron un cierto renacer de la mano de la Duquesa de Berry. Después del asesinato de su esposo en 1820, la duquesa, de naturaleza juvenil y alegre, abandonó el Élysée y se instaló en el Pavillon de Marsan, organizando con frecuencia baile de disfraces.
En verano de 1830, estando la Familia Real en Saint-Cloud, estalló una insurrección en Paris, contra lo que se percibió como un retorno a las políticas absolutista por parte de Charles X. Durante la revolución de Las Trois Glorieuses las Tullerías fueron tomadas por la muchedumbre y saqueadas. Charles X refugiado en Rambouilletcon su familia, abdicó en su sobrino, el Conde de Chambord y partió al exilio.
Monarquía de Julio
Cuando el Duque de Orléans fue nombrado rey en verano de 1830, bajo el nombre de Louis-Philippe I, se negó a habitar las Tullerías, prefiriendo su residencia habitual en París, el Palais-Royal, que por otro lado acababa de ser reformado. Sin embargo, despues de los disturbios de febrero de 1831 y bajo la instigación del primer ministro Casimir Perier, que quería realzar el prestigio de la joven monarquía liberal, el monarca se vio obligado a instalarse finalmente en las Tullerías. El 21 de setiembre de 1831, las Tullerías volvían a ser residencia real.
Louis-Philippe I, al que se apodó "Le Roy Citoyen" (el Rey Ciudadano), decidió marcar distancias con sus predecesores y renunciar a la fastuosa corte real y a los altisonantes cargos, del mismo modo se negó a habitar el appartement del Rey en el primer piso, prefiriendo compartir con su esposa los aposentos de la planta baja. Las antiguas estancias de Napoléon y Charles X se destinaron a reuniones ministeriales, y el dormitorio de este último se transformó en un salon de famille, eso es, una sala para reuniones familiares después de la cena.
La numerosa familia del monarca, que tenía cinco hijos y tres hijas, se instaló en el Pavillon de Marsan y en la Aile Neuve paralela a la Rue de Rivoli y que apenas había cambiado desde época de Napoléon. Su hermana, por el contrario, habitó el Pavillon de Flore.
A pesar de que el reinado de Louis-Philippe no fue una época de grandes fastos para el palacio, si que se tradujo en importantes transformaciones arquitectónicas. Una vez más, fue el experimentado Fontaine el encargado de añadir un nueva escalinata (la de época de Louis XIV era demasiado pequeña), suprimiendo una de las terrazas (la norte) que Le Vau había construido cara al jardín (ver más arriba). En el lugar de la vieja escalera y estancias anexas se construyó una inmensa sala de baile que recibió el nombre de Galerie de la Paix (Galería de la Paz) en referencia a una escultura que en ella se colocó.
Si el monarca no se caracterizó por favorecer reuniones sociales y celebraciones, si que lo hizo su hijo, el Duque de Orléans y príncipe heredero, que se rodeó de escritores, artistas y pensadores liberales en sus aposentos de la planta baja del Pavillon de Marsan. En el mismo pabellón, su hermano, el Duque de Némours, reamuebló sus aposentos con un mobiliario neorococó que anunciaba ya el apogeo de los historicismos.
Con el estallido de la Revolución de 1848, la Familia Real se vio obligada a abandonar el palacio in extremis antes de que fuera asaltado por la muchedumbre al mediodía del 24 de febrero. Una vez más, las Tullerías fueron saqueadas, pero esta vez con especial saña, los retratos de la Familia Real fueron rasgados, las porcelanas y espejos rotos en mil pedazos, la ropa de cama y los guardaropas robados y el trono real fue llevado en procesión a la Place de la Bastille para ser quemado en un fogata. Se respetaron, sin embargo, algunos aposentos: los del Duque de Orléans (muerto inesperadamente en 1842) y su viuda y los del popular Príncipe de Joinville;del mismo modo, los objetos sagrados de la capilla fueron salvados gracias a la intervención de un alumno de la École Polytechnique que los llevó a la Iglesia de St-Roch. El gobierno provisional se vio forzado a pintar en los muros del palacio "Les voleurs sont punis a mort" ("Los ladrones serán ejecutados")4 . Desde febrero hasta agosto las Tullerías fueron habilitadas como un hospital para mutilados y su nombre cambiado al de Hôtel des Invalides civils.
Cuando el nuevo presidente de la Segunda República, el príncipe Louis-Napoléon Bonaparte, inauguró su mandato, la residencia que se le asignó fue el Élysée.
Segundo Imperio
Durante los cuatro años que duró el mandato del presidente Louis-Napoléon Bonaparte, éste residió en la residencia que le había sido asignada, el Palais de l'Élysée. Y fue allí, en el mismo lugar donde su tío Napoléon I había firmado su segunda y última abdicación, que él fraguó el golpe de estado que lo elevaría al poder el 2 de diciembre de 1852.
Con poderes absolutos y el nuevo título de "prince-président" (príncipe-presidente), Louis-Napoléon se instaló en las Tullerías el 1 de enero de 1852; el mismo año, elImperio fue proclamado y él nombrado emperador Napoléon III. El 30 de enero de 1853, se casaba con la cosmopolita y sofisticada aristócrata española Eugenia de Montijo.
Reconvertidas en residencia imperial, las Tullerías bajo el Segundo Imperio experimentaron su edad de oro. En un principio, las obras se limitaron a restaurar y reparar los daños de los saqueos de 1848. Rompiendo con la tradición, el Emperador se instaló en la planta baja, en el antiguo appartement de Louis-Philippe I y su esposa, y la Emperatriz en los antiguos aposentos de Napoléon I y Charles X, en dichos aposentos nació el único hijo de la pareja el 16 de marzo de 1856.
Paralelamente a la instalación de las Familia Imperial en el palacio, los arquitectos Louis Visconti y Hector Lefuel estaban acometiendo la ansiada reunión del Louvre y las Tuileries por el norte, siguiendo el "Grand Dessein" de principios del siglo XVII y eliminado, definitivamente, el decrépito barrio que se erigía entre ambos edificios. En 1857, el Emperador inauguraba los nuevos edificios, llamados "Le Nouveau Louvre", con sus característicos pabellones repletos de esculturas y sus altísimos tejados. Los nuevos edificios no solo contenían salas de exhibición del museo, sino también los nuevos establos imperiales además de varias oficinas ministeriales y la Bibliothèque du Louvre. El gigantesco complejo formado por el Louvre y las Tullerías recibió el sobrenombre de "le trapèze impérial".
En las Tullerías, la corte residía en invierno, la llegada del buen tiempo marcaba el traslado al cercano Château de Saint-Cloud, luego en junio/julio a Fontainebleau, en agosto era el turno de tomar las aguas en Vichy o Plombières, en setiembre los bains de mer en Biarritz, a continuación una corta estancia en Saint-Cloud y finalmente el otoño en Compiègne. Mientras la corte residió en las Tullerías, éstas fueron centro de innumerables fiestas y celebraciones.
En 1858, Hector Lefuel acometió una importante trasformación de los aposentos imperiales, la loggia y terraza sur que Le Vau había construido desaparecieron para dejar paso a nuevas estancias para la pareja imperial. En el primer piso, en el appartement de la Emperatriz, tres nuevos salones fueron construidos: el salon vert, elsalon rose y el salon bleu, usados, respectivamente, como salón para las damas, antecámara y salón de audiencias. Dichos salones pueden considerarse como el ejemplo más perfecto de aquello que se llamará style Louis XVI-Impératrice, en otras palabras el típico ejemplo de decoración Segundo Imperio, que mezclaba revivalshistóricos, antigüedades y muebles nuevos y confortables con tapicerías capitoné.5
Comuna: incendio y destrucción
Caído el Segundo Imperio tras de su derrota en la Guerra franco-prusiana, la Comuna de París utilizó las salas de espectáculos de las Tullerías para fiestas y conciertos populares: los «conciertos comunitarios». Tres días antes del ataque definitivo de las tropas gubernamentales, el 18 de mayo de 1871, se celebraron tres conciertos consecutivos en beneficio de las víctimas de la guerra, que atrajeron a un público inmenso. Instalado en las Tullerías con su estado mayor, el jefe federado Bergeret declaró entonces: «Cuando deje las Tullerías, las Tullerías serán cenizas».
El 21 de mayo, con París asediada por las tropas prusianas, Thiers lanza el asalto definitivo a la capital en lo que se llamará la «Semana sangrienta», con un balance de al menos 20.000 muertos entre la población parisina y 877 entre los soldados versalleses. El 22 y el 23 de mayo, los parisinos acorralados por el avance de las tropas gubernamentales prendieron fuego a varios edificios emblemáticos antes de retirarse. Son los pétroleurs, llamados así por llevar consigo cubos de petróleo.
Finalmente el 23 de mayo, el federado Bénot condujo una banda por todos los apartamentos del palacio e hizo rociar las paredes de petróleo; poco antes de las 9 de la tarde, el reloj de las Tullerías se paró por el efecto del fuego. Como partes del edificio servían para almacenar barriles de pólvora, hacia las 11 de la noche una explosión sacudió el Pabellón del Reloj, hundiéndose la cúpula central en llamas. El palacio ardería toda la noche. El pabellón de Marsan y el pabellón de Flore, que formaban las esquinas y los laterales del palacio, se salvaron.
Las ruinas del palacio de las Tullerías fueron totalmente derruidas en 1883.
Propuesta de reconstrucción
En febrero de 2004, bajo iniciativa de la Academia del Segundo Imperio, se crea el Comité para la Reconstrucción de las Tullerías6que busca reconstruir el palacio con suscripciones privadas, por una cantidad estimada en torno a 350 millones de euros. En junio de 2006, el Ministerio de Cultura y Comunicación creó por decreto ministerial una comisión de estudios presidida por el ex ministro de Cultura Maurice Druon.7
Este proyecto, que no ha encontrado oposición por parte del gobierno francés ni del Ayuntamiento de París, es en 2010 un proyecto muy controvertido en la opinión pública francesa.8 9 El 17 de enero de 2009, los miembros del Comité Francés de Historia del Arte (Comité français d'Histoire de l'Art — CFHA) aprobaron por unanimidad una moción contraria al proyecto de reconstrucción.
El palacio o castillo de Saint-Cloud (en francés, Château de Saint-Cloud) fue una residencia imperial y real situada en la comuna de Saint-Cloud, en las afueras de Paris.
Construido a mediados del siglo XVII para el duque de Orléans, hermano de Luis XIV, el castillo y la propiedad circundante se mantuvo en la casa de Orléans hasta que en 1783 fue adquirido por la Corona Francesa. Ni Louis XVI ni su esposa la reina Marie-Antoinette gozaron, sin embargo, demasiado del castillo, a causa del estallido de laRevolución Francesa. A partir del reinado de Napoléon I, Saint Cloud se convirtió en la más importante residencia secundaria de los monarcas franceses, por tal hecho recibió el sobrenombre de "Tuileries bis" (en referencia a la residencia principal, las Tullerías).
En el contexto de la Guerra Franco-prusiana, el palacio fue incendiado accidentalmente a causa de un obús francés. En 1892, el nuevo régimen republicano decidió demoler sus ruinas. Actualmente, del palacio solo se conservan los antiguos jardines y el parque, denominados Domaine National de Saint-Cloud.
Historia
El castillo de los Gondi (siglo XVI)
Aproximadamente en 1570, la reina Catherine de Médicis ofreció a un banquero miembro de la familia florentina Gondi una mansión en la pequeña comuna Saint-Cloud. A partir de dicha mansión, Jérôme de Gondi edificó un palacio en forma de "L" bordeado por una terraza con vistas al río Sena.
En 1589, durante el periodo de las Guerras de religión de Francia, el rey Henri III estableció su cuartel general en el palacio para dirigir el sitio de París, ciudad entonces dominada por los partidarios de la Liga Católica. El monjeJacques Clément, enviado por la Liga, consiguió una audiencia privada con el rey y logró asesinarle el 1 de agostode 1589. El heredero, el protestante Enrique IV Borbón fue proclamado rey en el mismo palacio.
En 1655, los Gondi vendieron la propiedad a un financiero de origen alemán Barthélemy Hervart, superintendente de finanzas del reino.
El castillo de Monsieur (siglo XVII)
En 1658, el cardenal Mazarino adquirió, en nombre del rey Luis XIV, el castillo para el duque de Orléans, hermano del monarca. En un principio, las intervenciones de Monsieur se centraron en la adquisición de las propiedades circundantes y en el remozamiento de los jardines. De 1660 a 1665, Antoine Le Pautre edificó uno de los elementos más monumentales del parque, la Grande Cascade, una monumental construcción en piedra repleta de esculturas y fuentes de distintos tipos.
Lugar de fiestas y celebraciones, también en Saint-Cloud se produjo la agonizante muerte de la primera esposa del Duque, Henriette d'Anglaterre, que falleció después de una larga agonía el 30 de junio de 1670. Un año despues, Monsieur se casó con la hija del Elector Palatino. "Madame Palatine", como se la llamó, pasaría a la historia por sus ácidas cartas sobre la corte de Louis XIV.
En 1677, Monsieur decidió que ya había llegado el momento de remozar la vieja y ecléctica mansión de los Gondi. Ese mismo año se edificó una nueva ala, la Aile du Midi (el ala Sur) obra de Le Pautre, tres años después se erigió una ala paralela y un corp de logis. Desde entonces, Saint-Cloud presentaría el típico esquema delchâteau francés, con tres alas que flanqueaban una cour d'honneur. Jules Hardouin Mansart realizó la última aportación al castillo en 1687-1688, edificando un pórtico en la Aile du Midi, y una suntuosa escalinata de acceso en la misma.
Paralelamente, la decoración de la residencia de campo de Monsieur (su residencia principal era el Palais-Royal) corrió a cargo de Pierre Mignard, el gran rival deCharles Le Brun, decorador de Versailles. Precisamente Mignard creó la estancia más suntuosa del palacio, la Galerie d'Apollon (Galería de Apolo), que rivalizaba en esplendor con la galería de Versailles. Asimismo, tanto Monsieur como Madame fueron ávidos coleccionistas y el palacio se llenó de objets d'art, porcelanas, objetos orientales y esculturas, además de pinturas de Le Brun, Mignard, Nocret, Coypel o Rousseau. El propio Louis XIV, que se alojó en el palacio en varias ocasiones, reconoció la magnificencia del edificio.
Monsieur tampoco descuidó los jardines, llamando el célebre paisajista André Le Nôtre y, al ya citado, Mansart. Los dos tuvieron la difícil tarea de construir un jardin à la française en un terreno triangular y en pendiente. Las fuentes, parterres y jets d'eau (surtidores de agua), aún conservados, son prueba de su éxito.
El 19 de junio de 1701, Monsieur fallecía en su preciado palacio de Saint-Cloud.
El castillo de los Orleans (siglo XVIII)
Tras la muerte de Monsieur, su viuda, Madame Palatine, continuó residiendo en el palacio, convirtiéndose en una de sus residencias favoritas. En St-cloud llevóMadame una existencia retirada, donde dio rienda suelta a su pasión por el coleccionismo de obras de arte, antigüedades y libros.
Entre 1715 y 1723, el nuevo Duque de Orleans, regente de Francia durante la minoría de edad de Louis XV, poco uso hizo de la propiedad, cediéndola a su madre, aunque se rumoreó, que al igual que en el Palais Royal, el Regente celebraba orgías en algún pabellón del parque.
Bajo el duque Louis de Orleans se procedió a la renovación de algunas partes del jardín y nuevos pabellones fueron erigidos. A partir de 1742, el duque, profundamente piadoso se retiró a una abadía y su hijo Louis-Philippe se convirtió en administrador de la propiedad.
Años más tarde, el propio Louis-Philippe, casado morganáticamente con la Marquesa de Montesson, renunció a visitar sus residencias oficiales (el Palais-Royal y Saint-Cloud), ya que, dada la disparidad de rango entre los esposos, el protocolo siempre resultaba engorroso.
En 1785, la reina Marie-Antoinette adquirió la propiedad en nombre de su hijo, el Duque de Normandía, por la suma de 6 millones de libras.
La nueva residencia real y la Revolución
Marie-Antoinette adquirió St-Cloud por su proximidad a París, en Versalles siempre se había sentido aislada, y porque era un château de talla mediana y rodeado de un amplio parque. Fue el ministro de finanzas Calonne el que facilitó la adquisición de la propiedad en un intento de ganarse el favor de la Corte. Al ser propiedad enusufructo de la Reina, el palacio permanecía bajo su administración, los criados llevaban su librea y no la del Rey. El escándalo no tardó en estallar cuando se vieron los carteles "De par de la Reine" (Por orden de la Reina) en las verjas del palacio, se consideró impropio que la Reina de Francia tuviera un castillo en propiedad1 .
En un primer momento, la soberana se contentó con un pequeño aposento en la planta baja que se amuebló con muebles de otras residencias reales. Sin embargo, a partir de 1786, se empezaron a efectuar radicales transformaciones de la mano de Richard Mique, arquitecto de cabecera de la reina. Los aposentos del Rey y de la Reina se instalaron en la Aile de Midi, donde fueron creadas cómodas habitaciones decoradas en estilo Louis XVI. Para remarcar que la reina era la dueña del lugar, sus aposentos daban a la cour d'honneur, mientras que los del Rey quedaban relegados al lado del jardín. Una nueva escalinata privada decorada con bajorrelieves deClodion fue añadida para servir de acceso a dichos aposentos. El appartement de parade de época de Louis XIV en el corps de logis fue conservado, pero la vieja capilla fue transformada en la nueva escalinata principal. La fachada trasera del corps de logis, que daba al Jardin de la Orangerie, fue adelantada varios metros para permitir la creación de unos aposentos para los fils de France. Las nuevas estancias recibieron un suntuoso mobiliario de Adam Weisweiler y Georges Jacob.
En la primavera de 1788, el palacio estaba listo para acoger a la Familia Real. Con la Revolución Francesa y la instauración de la monarquía constitucional, Saint-Cloud se convirtió en la residencia oficial de verano, siendo las Tullerías la de invierno, sentando, por lo tanto, el precedente para el siglo XIX. En verano de 1790, el Rey y la Reina se entrevistaron secretamente en el palacio con el Conde de Mirabeau, líder revolucionario.
Tras la caída de la monarquía en 1792 y la instauración del Terror, el palacio fue nacionalizado y su mobiliario vendido, sin embargo, Saint-Cloud no corrió la misma surte que los cercanos castillos de Meudon o Bellevue, que fueron demolidos y sus terrenos parcelados. Durante el Directorio, tanto el palacio como el parque permanecieron abiertos al público.
En 1799, se produjo en Saint-Cloud el último acto de la Revolución Francesa. El 17 de brumario (8 de noviembre), el Consejo de los Ancianos y el Consejo de los Quinientos se instalaron en Saint-Cloud (en la Galerie d'Apollon y la Orangerie respectivamente) bajo la amenaza de una conspiración en París. Al día siguiente (18 de brumario) el general Napoléon Bonaparte dio un golpe de estado, secuestrando a ambas asambleas e instaurando el régimen del Consulado.
Sede Imperial (Primer Imperio)
Una vez instalado en las Tuileries, el nuevo Primer Cónsul Bonaparte buscó una residencia secundaria para pasar los meses cálidos del año. Como la Malmaison pronto se mostró excesivamente exigua, se decidió usar Saint-Cloud, que no solo se encontraba en bastante buen estado sino, además, a un tiro de piedra de la capital. Napoléon se instaló en la parte trasera del corps de logis, en unos aposentos que daban a la orangerie y que le permitían un acceso directo al jardín. Por su parte, la "consulesa" Joséphine de Beauharnais tomó posesión de toda la Aile du Midi, los antiguos appartements de Louis XVI y Marie-Antoinette.
El 18 de mayo de 1804, Napoléon fue proclamado "Emperador de los franceses" en la Galerie d'Apollon de Saint-Cloud. La coronación se produciría el diciembre del mismo año en Notre-Dame. La Galerie d'Apollon también fue el escenario (el 1 de abril de 1810) de la boda civil entre el Emperador y la archiduquesa Marie-Louise. El hijo de ambos, el Rey de Roma, fue bautizado en el castillo en junio de 1811.
No obstante, Saint-Cloud también fue testigo del hundimiento del Imperio Francés: el 3 de julio de 1815 el Mariscal Davout signó la capitulación de París, dando fin a los Cien Días y a la epopeya napoleónica.
Restauración
Un vez restaurado en el trono, Louis XVIII se instaló en el appartement de Napoléon cara a la orangerie y, como en las Tuileries, se limitó a eliminar los antiguos emblemas imperiales de la decoración. A partir de 1823, se empezó a ajardinar la parte superior de la colina, al norte del palacio. El nuevo Jardin du Trocadéro, en honor de batalla homónima, se destinó a los paseos de los enfants de France y su gobernanta la Duquesa de Gontaut. Sus aposentos en el segundo piso se comunicaban directamente con el jardín a través de un puente suspendido.
La Familia Real residió principalmente en Saint-Cloud durante el verano2 . La Duquesa de Berry, se ausentaba con frecuencia a causa de su pasión por viajar, por el contrario, en 1823, la Duquesa de Angoulême compró la cercana propiedad de Villeneuve-l'Étang para que sirviera como su residencia privada. La estancia de la Familia Real en Saint-Cloud se caracterizó por su simplicidad y quietud, con la etiqueta reducida al mínimo, y lejos del torbellino de eventos y celebraciones que caracterizaron al régimen anterior.
En 25 julio de 1830, Charles X firmó en el palacio las Ordonnaces de Saint-Cloud, desatando la insurrección en Paris3 . La Familia Real se vio obligada a trasladarse a Versailles y luego a Rambouillet, donde el monarca firmó su abdicación, abandonando el país poco después.
Monarquía de Julio
Tras ser proclamado "Rey de los franceses" en agosto de 1830, Louis Philippe d'Orléans tardó más de medio año en habitar los antiguos palacios reales, prefiriendo sus residencias familiares: el Palais-Royal y el Château de Neuilly. Pero en 1831, el primer ministro Casimir Perier, deseoso de realzar el prestigio de la joven monarquía liberal, fomentó la instalación de la Familia Real en las Tuileries y el uso de Saint-Cloud durante los meses cálidos del año. Louis-Philippe y su esposa, se instalaron en los antiguos aposentos de Louis XVI y Marie-Antoinette en la Aile du Midi, el duque de Orléans lo hizo en el appartement de Napoléon/Charles X cara a la orangerie. El resto de la Familia Real se distribuyó entre la planta baja y el segundo piso.
La Familia Real se alojó poco en Saint-Cloud, alrededor de tres o cuatro semanas al año, prefiriendo la residencia familiar de Neuilly o el Château d'Eu, cerca de la costa normanda.
No obstante, se realizaron importante trabajos en la propiedad: se construyeron nuevos establos, se restauraron las fuentes del parque y la Grande Cascade. El interior del castillo también fue remozado, se establecieron nuevos pasillos para facilitar las comunicaciones, se redoraron boiseries y se restauraron algunos aposentos, asimismo, en el extremo oeste de la vieja orangerie se construyó un pequeño teatro de corte4 .
Tres bodas reales tuvieron lugar en la capilla del palacio: la del Duque de Nemours (abril de 1840), la de la princesa Clémentine (abril de 1843) y la del Príncipe de Joinville (mayo de 1843).
En 1839, la construcción de la linea de ferrocarril Paris - Versailles (donde se acababa de inaugurar el museo del palacio) dividió el parque del palacio en dos mitades.
Durante la Revolución de 1848, Louis-Philippe y su familia, que habían huido in extremis de las Tuileries, pararon brevemente en Saint-Cloud ante de seguir hacia Versailles y luego Dreux. Allí se enteró el Rey que la república había sido proclamada en París, después de una rocambolesca fuga, el monarca y su familia llegaron a Inglaterra.
La edad de oro (Segundo Imperio)
Tal y como había hecho su tío Napoléon I, el príncipe Louis-Napoléon, presidente de la República, tenía el firme convencimiento de usar Saint-Cloud como escenario para grandes eventos históricos. Louis-Napoléon se había alojado en el palacio desde 1850 y, en 1852, recibió, con gran solemnidad, al emir Abd-el-Kaer, encarcelado bajo Louis-Philippe I en Amboise y ahora liberado por el presidente. El verano mismo año, el príncipe Louis-Napoléon I se habría encontrado por primera vez en Saint-Cloud con la aristócrata española Eugenia de Montijo, que luego se convertiría en su esposa5 .
A imitación de su tío, fue en Saint-Cloud, el 7 de noviembre de 1852, donde el presidente Louis-Napoléon recibió la petición del senado que lo convirtió en el emperador Napoléon III y a Francia nuevamente en un Imperio. También fue en Saint-Cloud (concretamente en le cercano castillo de Villenueve-l'Etang) donde el Emperador y su nueva esposa pasaron su luna de miel en enero de 1853.
A partir de entonces, el castillo se convirtió en una de las residencias favoritas de los soberanos, gracias a su aspecto campestre y a su proximidad a Paris. La corte llegaba a Saint-Cloud durante la primavera, y permanecía allí hasta mediados de junio cuando partía a Fontainebleau, el mes de agosto se reservaba para las visitas a los balnearios de Plombières o Vichy, en setiembre tocaban los bains de mer en Biarritz, luego otra estancia en Saint-Cloud para, continuación, pasar el otoño enCompiègne, donde se celebraban las famosas séries; el invierno se pasaba en las Tuileries.
La pareja imperial se instaló en la Aile du Midi, el Emperador en los antiguos aposentos de Marie-Antoinette cara a la cour d'honneur y la Emperatriz en los de Louis XVI que daban al jardín. El appartement de Napoléon I/Charles X cara a la orangerie se reservó para visitantes ilustres. Asimismo, el interior del palacio fue decorado con el característico gusto ecléctico del Segundo imperio, que mezclaba muebles históricos con otros de nuevos y confortables con el clásico tapizado capitonné.
Entre las escasas transformaciones arquitectónicas del periodo, cabe destacar la demolición, en 1861, de la orangerie, el emblemático lugar donde había empezado la epopeya napoleónica con la Golpe de estado de Brumario. El edificio fue juzgado de poca calidad arquitectónica y fue derribado a la espera de ser reedificado de forma más grandiosa.
Durante el Segundo Imperio, el palacio fue lugar de fastos y recepciones que hicieron palidecer a los periodos anteriores. En el verano de 1855, la reina Victoria y elpríncipe Albert se alojaron en el palacio durante su visita a la Exposición Universal, era la primera vez desde la Guerra de los Cien Años de un monarca ingles reinante visitaba la capital francesa. Le seguirían las visitas del rey Karl XV de Suecia (1861), del rey Francisco de Asís (1864), de la emperatriz Carlota de Méjico (1866), delrey Wilhelm I de Prusia, del zar Aleksandr II de Rusia (ambas en 1867), del jedive de Egipto (1869) y de la reina Isabel II de España (también en 1869).
No obstante, también en Saint-Cloud se selló el principio del fin de los fastos imperiales, el 19 de julio de 1870, Napoléon III declaraba la guerra a Prusia, dando inicio a la desastrosa Guerra Franco-prusiana6 . El día 28 del mismo mes, el Emperador partía hacia el frente, jamás volvería a Saint-Cloud. En agosto, la Emperatriz y la corte se trasladaban a las Tuileries, el 4 de setiembre de hundía el Imperio y la soberana huía a Reino Unido.
Incendio y destrucción
Inmediatamente después de la caída del régimen imperial el 4 de setiembre, los administradores del castillo tuvieron una doble tarea, proteger la propiedad de posibles saqueos (como había ocurrido en 1848) y sobretodo prepararse para la más que probable llegada de las tropas prusianas. Durante varios días, se fueron seleccionando las obras de más valor, ya fueran cuadros, tapices o muebles para ser transportadas a Paris. Se pudieron llenar ocho vehículos antes de que el 18 del mismo mes se decidiera volar los puentes sobre el Sena.
Dos días después las tropas prusianas ocuparon Saint-Cloud, los soldados acamparon en el parque, mientras los oficiales curioseaban en los antiguos aposentos imperiales, también el príncipe heredero Friedrich de Prusia visitó el palacio.
Durante el asedio de Paris, los prusianos se establecieron en las colinas de los alrededores de la capital (entre ellas Saint-Cloud) desde donde bombardearon la ciudad. En respuesta, el fuerte francés de Mont-Valérien lanzó varios obuses a las posiciones prusianas de Saint-Cloud. La noche de 12 al 13 de octubre un obús penetró por uno de los ventanales de la cour d'honneur y estalló en el interior del dormitorio del Emperador provocando un incendio que en pocos horas consumió todo el palacio. Durante toda la noche las tropas prusianas intentaron extinguir la deflagración salvando aquellos muebles y objetos que aún permanecían en el palacio. Existe el debate entre los historiadores si los esfuerzos de los prusianos fueron desinteresados o fueron la excusa para esconder hurtos.
Saint-Cloud continuó siendo escenario de combates hasta febre de 1871, por aquel entonces muchos curiosos y saquedores ya habian aprivechado la situación para rebuscar entre las ruinas algunos objetos de valor. Despues de la instauración de la Tercera Republica, las aún monuemtnales ruinas del palacio fueron dejadas al bandono, mientras que distintas administraciones se apropiavan de los edificios anexos o de partes del parque.
En 1891, el gobierno decidió demoler las ruinas del castillo de Saint-Cloud. La polémica decisión de enmarcaba en el contexto de la eliminación de símbolos monárquicos precedido por la demolición de las Tuileries en 1883, o la venta de la Joyas de la Corona en 1888. Francia perdía, por lo tanto, a los dos castillos más emblemáticos de los regímenes monárquicos del siglo XIX, quizás por eso, los soberanos post-revolucionarios son aún tan desconocidos por el gran público7 .
El frontón de la Aile de la Chapelle (ala derecha del palacio) fue comprado por Fernando I de Bulgaria e integrado en su Palacio de Euxinograd en la costa del MaAr Negro. La madre del soberano, la princesa Clémentine d'Orléans, se había casado precisamente en Saint-Cloud en 1843.
Actualidad
Hoy en día, sólo se conservan unas pocas dependencias y el parque de 460 hectáreas que constituye el Domaine National de Saint-Cloud.
El parque incluye el jardín a la francesa diseñado por Le Nôtre, el jardín à l'anglaise de la década de 1820 (el Jardin du Trocadéro), numerosas fuentes (entre ellas laGrande Cascade) y un mirador de París conocido como "la Lanterne", porque Napoléon erigió una linterna que se encendía cuando el emperador residía en el palacio.
Entre los edificios caben destacar Pavillon Valois, destinado a la administración de la propiedad y que hoy alberga un instituto o el Pavillon de Breteuil, que ha sido el hogar de la Conferencia General de Pesas y Medidas desde 1875.
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