viernes, 25 de noviembre de 2016

Esculturas por autor

Esculturas de Miguel Ángel


Piedad florentina, llamada también Piedad Bandinidel Duomode las cuatro figuras o Deposición, es una escultura en mármol que representa una variante de las tipologías iconográficas de la Pietà ("piedad") y de la Deposición de Cristo, realizada por Miguel Ángel y conservada en el Museo dell’Opera del Duomo en Florencia.

Historia

La escultura tiene una medida de más de dos metros de altura, y fue empezada hacia el año 1550 y realizada en Roma, donde el artista tenía su residencia habitual desde 1534. Representa el cuerpo de Cristo sostenido por Nicodemo, abrazado por la Virgen María y a la izquierda del grupo, María Magdalena. En el rostro de Nicodemo el artista realizó su propio autorretrato. En esta época ya Miguel Ángel estaba muy influido por su profundo pensamiento religioso, y este grupo escultórico lo realizó con el deseo que fuera colocado en su sepultura en la basílica de Santa María la Mayor en Roma.
La escultura la vendió Miguel Ángel a Francesco Bandini por doscientos escudos, ya que cambió de opinión y decidió ser enterrado en Florencia. La escultura estuvo en la villa romana de Francesco Bandini hasta su traslado y colocación en la iglesia de San Lorenzo de Florencia por Cosme III en 1674. Allí estuvo hasta que en el año 1722 fue transferida a Santa María del Fiore y finalmente desde 1960 se expone en el museo de la catedral.1

Análisis de la obra

Detalle de la Piedad.
A diferencia de la serenidad que representó en su primera realización de la Piedad del Vaticano, en esta demuestra su estado anímico presentando el dramatismo de la muerte con la angustia en los personajes. Los representan dentro de una composición piramidal, el Cristo se muestra como una figura "serpentinata" propia del manierismo. Tolnay lo ha interpretado alegóricamente:
Una vez más se patentiza el simbolismo de los lados: el derecho, donde se halla la Magdalena, es el de la Vida, y el izquierdo, donde está María, es el de la Muerte. Personificando a la divina Providencia, Nicodemo, como el sacerdote en unos esponsales, completa con profunda emoción la reunión de la Madre y el Hijo, tan deseada por María, El dolor por la muerte ha sido superado: los personajes vivos están invadidos del mismo sentimiento de beatitud que se lee en los serenos rasgos de Cristo muerto. Los cuerpos individuales se funden uno en otro, compenetrándose íntimamente como los sentimientos de los personajes. Esta nueva concepción de la Piedad es una demostración de que Miguel Ángel se ha reconciliado con la idea de la muerte, a la que ve ahora como la suprema liberación del alma.2
Miguel Ángel insatisfecho por su obra, empezó a destruirla siendo detenido por su criado, aún actualmente es posible ver algunas roturas en el cuerpo de Cristo en el brazo y en la pierna izquierda y en los dedos de la mano de la Virgen. La figura de la Magdalena, a la izquierda del grupo, fue terminada por Tiberio Calcagni, alumno y amigo de Miguel Ángel, resaltando del resto del grupo por su dimensión más pequeña.3
Sobre la ruptura de la escultura Vasari escribió:
...puede que porque la piedra era dura y llena de esmeril y el cincel sacaba chispas de ella, o quizá porque su autocrítica era tan severa, que nunca estaba contento con nada de lo que hacía... Tiberio Calcagni le preguntó por que había roto la Piedad y perdido todos sus maravillosos esfuerzos. Miguel Ángel le respondió que una de las razones era porque su criado le había importunado con sus sermones diarios para que la terminara y otra porque se había roto una pieza del brazo de la Virgen. Y todo esto, dijo, así como otras desgracias, incluyendo el descubrimiento de una grieta en el mármol, le habían hecho odiar la obra, había perdido la paciencia y la había roto.












La Piedad de Palestrina es una obra atribuida a Miguel Ángel, que se encuentra en la Galería de la Academia de Florencia, junto al David, otra escultura del artista , y consta de un grupo escultórico con Cristo, la Virgen María y María Magdalena, con una medida de dos metros y medio de altura.
El nombre de la obra proviene del hecho que durante un tiempo estuvo colocada en la capilla fúnebre del cardenal Antonio Barberini, en el interior de la iglesia de Santa Rosalía en Palestrina, donde por primera vez se encuentra citada como esbozo de Miguel Ángel en 1756 en Storia di Palestrina por Cecconi, el estado italiano la compró en 1939 para exponerla en la Galería de la Academia en Florència.
Existe una fuerte duda acerca de la paternidad de Buonarroti sobre esta obra, porque a pesar de su importancia, no se encuentra citada en ningún documento de la época, mientras el resto de su producción artística se encuentra referida con precisión.
Se especula que Miguel Ángel la hubiera esculpido directamente en una cantera de Carrara, mientras estaba ocupado en el suministro de mármoles para sus obras. En realidad, está esculpida en un gran bloque de mármol romano de la época imperial, incluso en su parte trasera se encuentra visible la decoración en forma de hoja de acanto de una parte de un arquitrabe antiguo.
Los autores que la atribuyen a Miguel Ángel la han colocado entre las últimas obras del maestro, realizada alrededor de 1550,(datada en Gazette des Beaux Arts (1907) por A. Grenier) cuando en Roma, sin ningún encargo , trabajada para sí mismo en el tema de la piedad, para la utilización en su sepultura. Se encuentra afinidad en algunos trazos del proyecto con otras obras del escultor, por ejemplo en la proporción de las piernas del Cristo, se piensa que el resto de la figura la pudo realizar bajo su dirección por un alumno.









La Piedad Rondanini se encuentra en el museo del Castillo Sforzesco de Milán. Considerada como la última obra esculpida por Miguel Ángel, ya que estuvo trabajando en ella seis días antes de morir. Fue encontrada en su estudio después de su muerte e inventariada como:
Estatua iniciada de un Cristo con otra figura encima, juntas, esbozadas y sin acabar.
En agosto de 1561 Miguel Ángel regaló la figura, aún en ejecución, a su criado Antonio del Francese, a pesar de que continuó trabajando en ella hasta su defunción.
Más tarde fue adquirida por el marqués de Rondanini, permaneciendo en su palacio durante mucho tiempo. Finalmente, en 1956, fue adquirida por el ayuntamiento de Milán, que la destinó al museo Cívico del castillo de Sforzesco.
El grupo escultórico se encuentra sin acabar, y el trabajo se ve claramente que fue realizado en diversas etapas. Tiene partes completamente acabadas y otras aún en elaboración, como el rostro de la Virgen. De esta escultura, dice Georg Simmel que ya no hay "ninguna materia contra la que el alma tenga que defenderse. El cuerpo ha renunciado a la lucha por su propio valor; los fenómenos carecen de cuerpo".1
Desde un punto ideológico la escultura se ha relacionado con el momento de la cultura reformista que rodeaba a Vittoria Colonna y donde participaba el escultor.

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