viernes, 25 de noviembre de 2016

Esculturas por autor

Esculturas de Miguel Ángel

El Joven en cuclillas es una escultura de Miguel Ángel, que se encuentra en el Museo del Hermitage en San Petersburgo.
La escultura en mármol, es de 54 cm de alto y representa a un joven desnudo, doblado sobre sí mismo, tal vez la con la intención de quitar una espina del pie. Aunque no se trata de una escultura terminada, las características de la cara, el cabello y la forma del cuerpo son bien reconocibles.
Perteneció a los Médici, y fue adquirida por el banquero Lyde John Browne, un coleccionista inglés nombrado por la zarina Catalina II de Rusia, para comprar las obras de arte a las que añadir a su colección.
Detalle de la espalda del Joven en cuclillas.
Sólo recientemente, el trabajo se ha atribuido seguro, a Miguel Ángel. Esto fue posible gracias a la estudiosa alemán Anny E. Popp, quien en 1923 relacionó esta obra con un dibujo, almacenado en el Museo Británico de Londres sobre el primer proyecto de la Nueva Sacristía de la Basílica de San Lorenzo de Florencia, la iglesia que alberga las tumbas de la familia Médici. En el diseño son dos figuras agachadas, situadas en el perfil de la tumba dentro de hornacinas, de los cuales uno se parece al Joven en cuclillas.
El trabajo sobre las tumbas de los Médici se inició en 1524, mientras que el Joven en cuclillas se data entre 1530 y 1534, año de la salida del artista a Roma. En el momento en que Miguel Ángel dejó Florencia, la estatua quedó en el suelo de la sacristía y, a través de complicados viajes, resurgió en 1785 en las salas del Petit Ermitage.
Dado el objetivo inicial, el diseño de esta estatua necesita un significado alegórico, así como se ha dado una referencia a la estética de estilo clásico. Algunos autores consideran que es la representación de una de las almas "no nacido", para el limbo, o simplemente como un genio funerario, según otros, refiriéndose a la familia militar enterrados en el monumento, puede ser en realidad un guerrero o un prisionero.









La Madonna de Brujas es una escultura realizada en mármol por Miguel Ángel en el año 1504. De 1,23 metros de altura, se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora de Brujas (ciudad de la actual Bélgica).
Fue realizada inmediatamente después que la Piedad del Vaticano, por encargo de unos mercaderes flamencos, los Mouscrom. La Virgen y el Niño presentan parecido movimiento en las vestiduras con la citada Piedad, pero aquí el grupo adquiere una solemnidad plástica, debido a su verticalidad, parecida a una arquitectura. El rostro de la Virgen es ovalado, de gran belleza clásica, y queda enmarcado por las ondulaciones del velo. Se encuentra como si estuviera en un momento de pensamiento profundo, mostrándose con una gran serenidad, mientras el Niño, de pie, está recostado entre las piernas de su madre y junta su mano con la de ella, dando con la energía de este gesto la sensación dinámica que él sostiene a ella.
Por una carta de Giovanni Balducci dirigida a Miguel Ángel con fecha 14 de agosto de 1506, se informa del traslado de la escultura a Brujas por Giovanni y Alessandro Moscheroni. Fue colocada en una capilla de la iglesia de Nuestra Señora, donde la vio Durero en 1521.
En la época de Napoleón fue llevada a Francia y devuelta a Brujas en 1815. Sufrió otra sustracción similar por parte de las tropas alemanas en la Segunda Guerra Mundial, pero terminó regresando a su ubicación original gracias al Programa de Monumentos, Arte y Archivos. Esta peripecia fue reflejada en la película The Monuments Men (2014), protagonizada por George Clooney.









El Moisés ('Mosè' [moˈzɛ]) es una escultura de mármol blanco encargada en 1505, realizada en 1513-1515, y retocada en 1542, obra de Miguel Ángel (1475-1564), centrada en la figura bíblica de Moisés. Originariamente concebida para la tumba del papa Julio II en la Basílica de San Pedro, el Moisés y la tumba se colocaron finalmente en la iglesia menor de San Pietro in Vincoli, en la zona del Esquilino, tras la muerte del papa. La familia della Rovere, de la que el papa procedía, fueron los mecenas de esta iglesia, y el mismo papa había sido cardenal titular antes de su nombramiento al frente de la Santa Sede.
La estatua se representa con cuernos en su cabeza.2 3 4 5 Se cree que esta característica procede de un error en la traducción por parte de San Jerónimo del capítulo del Éxodo 34:29-35.6 En este texto, Moisés se caracteriza por tener karan ohr panav ("un rostro del que emanaban rayos de luz"),7 8 lo que San Jerónimo en la Vulgata tradujo por cornuta esset facies sua ("su rostro era cornudo"). El error en la traducción es posible debido a que la raíz trilítera hebrea krn (en hebreo las vocales no se escriben) puede ser interpretada "keren", luminosidad, resplandor, o "karan", cuerno. Cuando Miguel Ángel esculpió el Moisés el error de traducción había sido advertido, y los artistas de la época había sustituido, en la representación de Moisés, los cuernos por dos rayos de luz. No obstante Miguel Ángel prefirió mantener la iconografía anterior.
La tumba de Julio II, una estructura colosal que debía dar a Miguel Ángel el suficiente espacio para sus seres superhumanos y trágicos, se convirtió en una de las grandes decepciones de la vida del artista cuando el papa, sin ofrecer explicación alguna, interrumpió las donaciones, posiblemente desviando dichos fondos a la reconstrucción de San Pedro por parte de Donato Bramante. El proyecto original estaba formado por una estructura independiente, sin apoyo, de tres niveles, con aproximadamente 40 estatuas. Tras la muerte del papa en 1513,9 la escala del proyecto se redujo paulatinamente hasta que, en 1542, un contrato final especificó una tumba con un muro sencillo y con menos de un tercio de las figuras incluidas en el proyecto original.
El espíritu de la obra, sin embargo, se puede observar en la figura del Moisés, finalizado durante una de las reanudaciones del trabajo en 1513. Diseñado para ser visto desde abajo, y equilibrado por otras siete enormes formas de temática similar, el Moisés actual, en su contexto irrisorio comparado con el proyecto original, difícilmente puede tener el impacto deseado por el artista. El líder de Israel se presenta sentado, con las Tablas de la Ley debajo del brazo, mientras que con la otra mano acaricia los rizos de su barba. La imaginación puede situar esta representación de Moisés en el pasaje de éxtasis tras recibir los Mandamientos en el Monte Sinaí, mientras que, en el valle al pie del monte, el pueblo de Israel se entrega una vez más a la idolatría. De nuevo, Miguel Ángel utiliza una cabeza vuelta, concentrando una expresión de tremenda ira que se refleja también en la poderosa constitución de la estatua y a sus ojos.
La relevancia de los detalles del cuerpo y de los pliegues de los ropajes, que provocan cierta tensión psíquica, se puede apreciar estudiando minuciosamente la escultura: la protuberancia de los músculos, la hinchazón de las venas, las grandes piernas, pesadas al empezar a moverse. Tal y como afirma un escritor, si este titán se levantara, el mundo se rompería en pedazos. Miguel Ángel lleva la cólera sagrada de Moisés hasta su punto más álgido. Sin embargo, la contiene, puesto que los pasionales seres del artista tienen prohibida la liberación de sus energías. Es una representación neoplatónica, la parte derecha está estable, es la parte divina, por donde le viene la inspiración, en contraposición la parte izquierda es la parte por donde le viene el peligro y el mal. Está tenso, viendo como su pueblo ha caído en la idolatría. Tiene cuatro elementos neoplatónicos, la tierra, representada en la pierna con los pliegues de la ropa a modo de cueva. El aire cuando respira, se percibe en las aletas de su nariz, que se expanden. El agua representada en sus barbas a modo de cascada. El fuego representados con esos "cuernos" (en pintura era fácil de representar, con una luz detrás del personaje, pero en escultura tuvo que emplear este artificio). La sangre fluye de manera contenida, parece que está a punto de estallar y empezar a gritar, frunce el ceño, su psique se puede captar a través de su gesto y su mirada,podemos ver su pensamiento, es un trabajo psicológico muy estudiado.
Miguel Ángel pensaba que el Moisés era su creación con mayor realismo. La leyenda cuenta que, al acabarlo, el artista golpeó la rodilla derecha de la estatua y le dijo "¿por qué no me hablas?", sintiendo que la única cosa que faltaba por extraer del mármol era la propia vida. En la rodilla se puede encontrar la marca de Miguel Ángel al golpear a su Moisés.
El trabajo de Miguel Ángel inspiró otra estatua de Moisés en la Fontana dell'Acqua Felice, pero ésta de muy discreta calidad.









La Piedad del Vaticano o Pietà es un grupo escultórico en mármol realizado por Miguel Ángel entre 1498 y 1499. Sus dimensiones son 174 por 195 cm. Se encuentra en la Basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano.

Descripción e historia

Esta obra es de bulto redondo, lo que significa que se puede ver en todos los ángulos, pero el punto de vistapreferente es el frontal.
La Virgen María, joven, bella y piadosa, cuyas vestiduras se expanden con numerosos pliegues, sostiene a Cristomuerto y que, intencionadamente, aparenta mayor edad que la madre, en una composición triangular sosegada y llena de ternura. La juventud de la Virgen María es muestra del idealismo renacentista: se trata de representar el ideal de belleza y juventud, una madre eternamente joven y bella.
Vasari dijo de ella: «es una obra a la que ningún artífice excelente podrá añadir nada en dibujo, ni en gracia, ni, por mucho que se fatiguen, en fortaleza, en poder de finura, tersura y cincelado del mármol».
La obra fue encargada por el cardenal de san Dionisio Jean Bilhères de Lagraulas o de Villiers, benedictino, embajador del monarca francés ante la Santa Sede, al que el autor conoció en Roma. El contrato entre el artista y el cliente se firmó el 26 de agosto de 1498, y en él se estipulaba, además del pago de 450 ducados de oro, que habría de estar terminada antes de un año, y en efecto, dos días antes de cumplirse el plazo la obra maestra ya estaba terminada, cuando el cardenal había muerto unos días antes, por lo que su primer emplazamiento fue sobre la propia tumba del prelado en la Capilla de Santa Petronila del Vaticano. La Piedad fue trasladada en 1749 a su ubicación actual en la Basílica de San Pedro, la primera capilla a la derecha.
Fue la primera vez que el artista aborda este tema iconográfico, luego repetido a lo largo de su vida con diversos tratamientos, que ponen de manifiesto su evolución artística y espiritual. La última de esta serie de Piedades sería la denominada Piedad Rondanini, que dejó inacabada al caer enfermo y morir, y cuyo patetismo, que anticipa el barroco, nada tiene que ver con la serenidad clásicamente renacentista de esta obra de juventud.
El artista contaba entonces veinticuatro años; había trabajado los dos últimos años en la realización de las figuras de la Virgen con el cuerpo de Cristo en las rodillas y el pulimentado de todos los detalles. Miguel Ángel comenzó por escoger personalmente en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana el bloque de mármol más apropiado, sobre el que después no haría más que seguir los impulsos de su arte como escultor, es decir, como refiere Vasari, quitando toda la materia pétrea sobrante del bloque hasta conseguir la forma pensada, pues para Miguel Ángel en el interior de un bloque de mármol está contenida toda la Naturaleza; el artista ve con los ojos del intelecto las formas encerradas en la piedra, en este caso el dolor de una madre que tiene sobre sus rodillas a un hijo asesinado; lo demás es cuestión de técnica y paciencia hasta descubrir las formas concretas.
Cuando la obra fue finalizada y entregada, algunos pusieron en duda que hubiera sido Miguel Ángel el verdadero autor de la misma, dudando de él por su juventud. Al enterarse, Buonarroti, en un arranque de furia grabó a cincel su nombre en la escultura, siendo esta la única obra firmada del artista. En la cinta que cruza el pecho de la Virgen puede leerse: «Michael A[n]gelus Bonarotus Florent[inus] Facieba[t]» («Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo»).
En esta escultura predominan las armonías de contraste. Hay tres:
  • Primera armonía: Los ejes del cuerpo de Jesús (líneas quebradas) se contraponen a los pliegues curvilíneos y angulados de los vestidos de la Virgen María.
  • Segunda armonía: El brazo derecho de Jesús cae inerte. Éste se contrapone al brazo izquierdo de la Virgen, que está lleno de vida y conmiseración.
  • Tercera armonía: Los pliegues de la Virgen con oquedades forman contrastes de claroscuro. Estos se contraponen a las superficies claras y lisas del cuerpo de Jesús, expresados en "sfumato".
Representa, como mencionamos anteriormente, el ideal de belleza del renacimiento.

Ataque a la obra

El 21 de mayo de 1972 (día de Pentecostés) la imagen sufrió un atentado cuando un geólogo australiano de origen húngaro, llamado Laszlo Toth, golpeó en apenas unos pocos segundos el rostro y uno de los brazos de la Virgen con un martillo en quince ocasiones, mientras gritaba ¡Yo soy Jesucristo, resucitado de entre los muertos!; rápidamente fue reducido y detenido.
La estatua sufrió graves daños, sobre todo en la figura de la Virgen: el martilleo había quitado cincuenta fragmentos, rompiendo su brazo izquierdo y el codo, mientras que la nariz de su rostro estaba prácticamente destruida, así como los párpados. La restauración se inició casi de inmediato, después de un período de estudio, y se llevó a cabo en la mayor medida de lo posible mediante la reutilización de los fragmentos originales, así como una pasta hecha de pegamento y polvo de mármol. Se llevó a cabo en unos laboratorios cerca de los Museos Vaticanos, bajo la responsabilidad del director Deoclecio Redig de Campos y, gracias a la existencia de numerosos modelos, fue posible reanudar el trabajo con fidelidad, sin alteraciones arbitrarias.
El autor de este atentado, reconocido enfermo mental, se mantuvo en un manicomio italiano por un año y luego regresó a Australia. Desde entonces, la Piedad está protegida por una pared de vidrio especial a prueba de balas.

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