domingo, 13 de noviembre de 2016

Frases y citas Latinas


Deus ex machina (lat. AFI: [ˈdeːus eks ˈmaːkʰina]) es una expresión latina que significa «Dios desde la máquina», traducción de la expresión griega «απò μηχανῆς θεóς» (apò mēchanḗs theós). Se origina en el teatro griego y romano, cuando una grúa(machina) o cualquier otro medio mecánico introducía desde fuera del escenario a un actor interpretando a una deidad (deus)para resolver una situación o dar un giro a la trama.1
Actualmente es utilizada para referirse a un elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna. Desde el punto de vista de la estructura de un guion, “Deus ex Machina” hace referencia a cualquier acontecimiento cuya causa viene impuesta por necesidades del propio guion, a fin de que mantenga lo que se espera de él desde un punto de vista del interés, de la comercialidad, de la estética, o de cualquier otro factor, incurriendo en una falta de coherencia interna.

Teatro griego clásico

El deus ex machina fue usado originalmente en el teatro griego, ya Esquilo y Sófocles lo usaron, aunque con moderación, el primero en Euménides y el segundo en su Filoctetes. No sería sino a partir de Eurípides que se convertiría en un recurso común en las obras helénicas usándolo en nueve de dieciocho obras conocidas y atribuidas a él.3
Ya en esa época se lanzaron críticas contra este recurso. Es famoso el reproche realizado por Aristóteles sobre la falta credibilidad del deus ex machina, al realizar un análisis de como debe ser la tragedia:
«Por esta razón es menester, así en la descripción de las costumbres como de los hechos, tener siempre presente o lo natural o lo verosímil; que tal persona haga o diga las tales cosas, y que sea probable o necesario que esto suceda tras esto. De donde consta también que las soluciones de las dificultades han de seguirse naturalmente de la misma fábula, y no como en la Medea por tramoya (deus ex machina), y en la Ilíada la quedada, resulta ya la vuelta.»
Poética, Aristóteles. III, 15.4

Consistencia

No es necesario investigar demasiado en los guiones para encontrar ejemplos de “Deus ex Machina”. Bien sea la llegada del héroe en el último momento, la inesperada carga de caballería, el oportuno eclipse, o la sorprendente necedad del villano perdiendo el tiempo al contarle los planes a los protagonistas, es muy difícil evitar la aparición de estos elementos. El motivo en general es simple: en muchos guiones, la trama es el hilo primario de creación al que se tienen que adaptar todos los demás elementos.
El principal problema de este tipo de acontecimientos es que, al percibirse la falta de coherencia interna, puede producir incomodidad, ya sea entre lectoresespectadores, o actores, dependiendo de la obra. La cantidad justa de causalidad impuesta por la narración es un ingrediente difícil de manejar para el guionista: por una parte, es un método fácil para obtener la trama deseada, pero también puede hacer que el conjunto no resulte creíble o que incluso roce en el surrealismo.

Cómo evitarlo

Una de las formas de evitarlo es recurriendo a las técnicas narrativas conocidas como planting y pay-offPlanting es la introducción de un elemento o escena para desenlazarlo mediante un pay-off que lo vincula al primer elemento.5
Otra forma es demostrar o reconocer abiertamente lo improbable o azaroso que resulta. En la película Casablanca, tras un encuentro en un lejano lugar del mundo el propio protagonista exclama:5
"De todos los restaurantes de todas las ciudades en todo el mundo, ella tenía que entrar en el mío"

En la cultura moderna

Se puede apreciar el término Deus Ex-Machina en varias obras:6
  • En el anime Danganronpa 3: The End of Kibougamine Gakuen-Zetsubou Hen, en el capítulo 6, para hacer referencia al personaje Izuru Kamakura, que posee todos los talentos del mundo y se considera el Estudiante Definitivo de la Esperanza en la Academia Kibougamine.
  • En el anime Mirai Nikki, como el dios del espacio tiempo que quiere designar un sucesor humano con "diarios del futuro" como un juego de supervivencia.
  • En Medea de Eurípides, Helios salva a Medea de morir mandándole el carro del Sol, en el que escapa.
  • En Poderosa Afrodita, una parodia del teatro griego de Woody Allen, una prostituta que soñaba con contraer matrimonio y una vida tranquila, ve sus sueños rotos al revelar a su novio su trabajo, al volver en su coche sin saber qué va a ser de su vida, un helicóptero desciende y su tripulante sube, le explica el incidente, y acaba casándose con él.
  • En el guion de La vida de Brian, los Monty Python hacen que una nave extraterrestre salve sorprendentemente al protagonista cuando escapando de unos legionarios romanos, se cae de una torre.
  • En el anime Ergo Proxy, El último episodio de la serie, se titula como tal. Porque el Proxy original, se muestra a Vincent Law.
  • En el videojuego "World of Warcraft", donde Tirion Vadín se libera de la congelación provocada por Arthas Menethil, mientras el asesina y levanta a los héroes de Azeroth como caballeros de la muerte a su servicio,acaba con el levantamiento rompiendo su espada, la Agonía de escarcha con un golpe de la Crematoria, saliendo el alma de Terenas, el padre de Arthas, resucitando a los heróes para acabar con él.




Deus ex machina en la tragedia Medea de Eurípides (2009, Siracusa, Italia)











La dignitas era un concepto social de la Antigua Roma. La palabra no tiene una traducción específica a nuestro idioma, si bien está relacionada con el prestigio y el honor. La palabra dignidad, deriva de ella, pero con un sentido algo distinto.
En la Antigua Roma la dignitas era un concepto que abarcaba la suma de la influencia y el prestigio personal de un ciudadano, que iba adquiriendo a lo largo de su vida. A la hora de valorar la dignitas de una persona concreta se tenían en cuenta valores como la reputación, los valores morales y el valor ético, así como su situación social y el respeto.

Uso de la dignitas entre los autores romanos

Entre los autores que más uso hacen del concepto de la dignitas en sus escritos y discursos están Marco Tulio CicerónJulio CésarTácito y Tito Livio. De entre éstos, el que la usó de forma más prolífica fue Cicerón, que inicialmente la relacionaba también con el término auctoritas. Estos dos términos estaban estrechamente asociados.

Significado

La dignitas, al igual que el honor en algunas épocas de la Edad Media, era un activo importante y de gran relevancia política entre los ciudadanos romanos. Todos los hombres de todas las clases sociales, y en particular los aristócratas de familias consulares, ponían un gran cuidado en la protección de su dignitas.
Toda persona que ocupase un cargo político en la República de Roma consideraba la dignitas como algo más allá de la simple dignidad. Hacía referencia a su "buen nombre", incluyendo su reputación pasada y presente, sus logros, su situación y su honor. La mayoría de políticos estaban preparados para matar, suicidarse o exiliarse con el fin de preservar su dignitas.
La protección de la dignitas supuso el desencadenante de varios conflictos en la Antigua Roma. Algunos de ellos no pasaron de ser desencuentros de carácter político pero otros casos llevaron a que se terminasen desencadenando acciones militares a gran escala, como la Guerra Civil entre Julio César y Cneo Pompeyo Magno. No se sabe si el término en sí fue utilizado de forma extensiva en estos casos, pero la influencia del concepto fue sin duda determinante.

Modificaciones en la definición de la dignitas

A través del curso de la historia de la Antigua Roma, el concepto de dignitas no llegó a acumular simultánemente todas las descripciones aludidas en los apartados anteriores. El término, por el contrario, adoptó significados distintos a lo largo de la historia, ajustándose a los distintos puntos de vista de cada sociedad, de la política y en función de los autores.
Años después de la muerte de César, su heredero Augusto rechazó el significado contemporáneo de dignitas. Augusto, por el contrarió, prefirió usar el término auctoritas como alternativa que mejor encajaba con sus intereses.
En 46 a. C. Cicerón hizo alusión a la ambigua naturaleza del término dignitas cuando dijo:
"Y eso he hecho, si dignitas se refiere sólo al sentimiento leal hacia el Estado y a ganar la aprobación de los hombres buenos a esos sentimientos de lealtad; pero si en dignitas incluimos el poder de traducir esos sentimientos de lealtad en acción o de defenderlos en completa libertad, entonces ne vestigium quidem ullum est reliquum nobis dignitatis [no nos queda ni rastro de nuestra dignidad]."
Cuando se complementa con el término otium, la palabra dignitas tomaba un nuevo significado. Cicerón no se consideraba a sí mismo merecedor de la dignitas por sí sola porque sentía que, al haber dado la espalda al público romano, había sido negligente con el deber de uno cuya vida hasta entonces había servido de ejemplo. Entonces alteró la definición para hacer referencia al "impacto", haciendo referencia a toda una vida, y para describir mejor con ello su estatus único. Para esta época, la vida política de Cicerón había acabado, y etiquetaba su influencia política pasada como su dignitas, y a su situación actual como otium.








El doctorado honoris causa es un título honorífico que da una universidad a personas eminentes. Esta designación se otorga principalmente a personajes que han destacado en ciertos ámbitos profesionales y que no son necesariamente licenciados en una carrera. Históricamente un doctor honoris causa recibe el mismo tratamiento y privilegios que aquellos que obtienen su doctorado académico de forma convencional, a menos que se especifique lo contrario.
En España se otorgan desde 1920.

Etimología y uso

Honoris causa (h.c.) es una locución latina cuyo significado es «por causa de honor», una cualidad que conduce a uno al cumplimiento de sus deberes, respeto a sus semejantes y asimismo, es la buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones de servicio, las cuales trascienden a las familias, personas, instituciones y las acciones mismas que se reconocen. Es un alto honor para personas de testimonio social, reconocido e intachable. En la mayoría de los casos, esta locución es antecedida por el término maestro o doctor.
En el haber de todo centro de enseñanza superior que se precie existe una selecta lista compuesta por científicos, investigadores, pensadores o artistas de prestigio distinguidos con el doctorado «honoris causa», algo que constituye, probablemente, uno de los mejores escaparates de su potencial académico y de investigación.

Ceremonial

Mario Vargas Llosa recibiendo el birrete de manos del rector de la Universidad de La Rioja (2007).
La concesión, en el ceremonioso ritual de investidura, de distintos objetos relacionados con la universidad clásica encierra toda una exaltación de la docencia y la sabiduría. Como a un caballero de la enseñanza, al doctorando se le impone, de modo sucesivo:
  • el birrete — «...para que no sólo deslumbres a la gente, sino que además, como con el yelmo de Minerva, estés preparado para la lucha»;
  • el anillo — «La Sabiduría con este anillo se te ofrece voluntariamente como esposa en perpetua alianza; procura mostrarte esposo digno de tal esposa»;
  • los guantes — «Estos guantes blancos, símbolo de la pureza que deben conservar tus manos en tu trabajo y en tu escritura, sean distintivo también de tu singular honor y valía»;
  • el libro — «He aquí el libro abierto para que descubras los secretos de la Ciencia (...) he aquí cerrado para que dichos secretos, según convenga, los guardes en lo profundo del corazón».
Tras la ceremonia, y con la concesión al nuevo doctor de las facultades de leer, comprender e interpretar, se le indica: «Toma asiento en la cátedra de la Sabiduría, y desde ella, descollando por tu ciencia, enseña, orienta, juzga y muestra tu magnificencia en la universidad, en el foro y en la sociedad», comprometiéndose éste a guardar las leyes y el honor de la universidad y prestarle favor, auxilio y consejo.


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