domingo, 13 de noviembre de 2016

Frases y citas Latinas


Hic et nunc es una locución latina de uso actual que significa literalmente "aquí y ahora".
Se utiliza bien para llamar la atención sobre la necesidad de pensar las cosas desde la realidad y no dejarse llevar por teorizaciones y planteamientos abstractos, bien para conducir un discurso hacia sus aspectos prácticos y concretos, lejos de generalizaciones y abstracciones.
Gramaticalmente, es una coordinación de dos adverbios.








Hic Rhodus, hic salta, o traducido "¡Aquí está Rodas, salta aquí!" son palabras de la fábula El fanfarrón [1] de Esopo que trata de un fanfarrón que se niega a participar en un concurso de saltos aunque sostiene que cuando estaba en Rodas había saltado mucho más lejos que todos los presentes. La frase en su forma latina pasó a usarse como una exigencia de la demostración inmediata de lo que puede ser fácilmente probado.
La frase original en griego reza así: ἰδοῦ Ῥόδος, ἰδοῦ και πήδημα (palabra por palabra, sería: "He aquí Rodas, he aquí también el salto"). La versión habitual de esta frase proviene de la obra de Karl Marx El 18 de brumario de Luis Bonaparte, quien reprocha a Hegel la creación del siguiente juego de palabras "Hier ist die Rose, hier tanze" (La rosa está aquí mismo, danza aquí mismo), que corresponde a Rhodus-rhodon (Rodi-rosa) y saltus-salta (salto-danza). Hegel afirmaba en la Filosofía del Derecho que: "la Filosofía es La Rosa en la Cruz del Presente".1 Aludiendo así a la frase de Martín Lutero que predicaba captar a Cristo como la rosa de la conciliación en la Historia percibida como el drama de la cruz, de la distancia entre inmanencia y trascendencia.











Aquí hay dragones es una frase que se utiliza para referirse a territorios inexplorados o peligrosos, de acuerdo a la práctica medieval de poner serpientes marinas y otras criaturas mitológicas en los mapas de zonas desconocidas.1 2
Esta expresión proviene de HIC SVNT DRACONES (es decir, hic sunt dracones, aquí hay dragones), escrita en el Globo de Hunt-Lenox (150307). Mapas anteriores contienen una gran variedad de referencias a criaturas míticas y reales, pero el mapamundi de Lenox es especialmente conocido por contener esta indicación.
Aparece alrededor de la costa oriental de Asia y podría estar relacionada con los dragones de Komodo,3 de apariencia similar al animal legendario, que habita en algunas islas de Indonesia.

Obras que hacen referencia a la frase del Globo de Hunt-Lenox:
  • Aquí hay dragones (Here Be Dragons), novela histórica de Sharon Kay Penman, publicada en 1985.4
  • Aquí hay dragones, álbum de la banda española Grupo Salvaje (2006)5
  • Here, There Be Dragons, novela fantástica de James A. Owen, publicada en 2008.6
  • Aquí hay dragones, una introducción al pensamiento crítico, documental de Brian Dunning de 2008.7
  • Aquí hay dragones, poema de Ana Cerezuela, de 2016. (https://www.youtube.com/watch?v=qF5IYK8lfZw)
  • En el videojuego Grand Theft Auto: Chinatown Wars, al alejarse de la ciudad e irse por el oceáno saldrá la frase "Aquí hay dragones".
  • En el videojuego The Witcher 3: Wild Hunt, al llegar al límite del mundo saldrá el mensaje Has llegado al fin del mundo, Aquí hay dragones.
  • Encontrarás dragones, película de 2011 escrita y dirigida por el director británico Roland Joffé.















Homo faber es una locución latina que significa "el hombre que hace o fabrica". Se usa principalmente en contraposición a Homo sapiens, la denominación biológicade la especie humana, locución también latina que significa "el hombre que sabe".

Usos comunes de la locución homo faber

El escritor latino Appius Claudius Caecus (340 a. C.-273 a. C.) la usó en su obra Sententiæ para referirse a la capacidad de los seres humanos de controlar su destino y su entorno: Homo faber suae quisque fortunae (cada persona es el artífice de su propio destino).
En su trabajo más conocido, El Capital (1867), Karl Marx la utiliza en relación con la frase de Benjamin Franklin "el hombre es el animal que hace herramientas".
El filósofo francés Henri Bergson la empleó en su obra La evolución creadora (1907), donde definió la inteligencia como "la capacidad de crear objetos artificiales, en particular herramientas para hacer herramientas, y de modificarlos de modo ilimitado".
Fue usado por la teórica de la política Hannah Arendt (1958) para enfatizar la capacidad humana de controlar su entorno con el uso de herramientas. También en el mismo sentido, por el escritor Max Frisch en su novela Homo faber (1957).

Antropología

En antropología, el homo faber (en el sentido del hombre que se interesa en las cosas prácticas) se contrapone al homo ludens (en el sentido del hombre que juega, que se interesa en la diversión). También se usa en conjunción o contraposición al deus faber (el dios el que crea) cuyo prototipo es Vulcano el dios de la fragua.








Homo sum, humani nihil a me alienum puto es un proverbio latino que significa "Hombre soy; nada humano me es ajeno".
Esta frase fue escrita por Publio Terencio Africano en su comedia Heautontimorumenos (El enemigo de sí mismo), del año 165 a.C., donde es pronunciada por el personaje Cremes para justificar su intromisión.
Sin embargo, la cita ha quedado para la posteridad como una justificación de lo que ha de ser el comportamiento humano.
El filósofo y escritor español Miguel de Unamuno comienza el primer ensayo de su obra Del sentimiento trágico de la vida mencionando esta locución latina:1
Homo sum; nihil humani a me alienum puto dijo el cómico latino. Y yo diría más bien, nullum hominem a me alienum puto; soy hombre, a ningún otro hombre estimo extraño. Porque el adjetivo humanus me es tan sospechoso como su sustantivo abstracto humanitas, la humanidad. Ni lo humano ni la humanidad, ni el adjetivo simple ni el sustantivado, sino el sustantivo concreto: el hombre.
Algunos, equivocadamente, relacionan el proverbio con “orgullo”; pero en el habla cotidiana indica “humildad”, “aceptación de los posibles errores personales”, en la misma línea que las expresiones:
“Errar es humano”
“El que esté libre de pecado…”

Análisis gramatical

El texto contiene dos frases declarativas cuyo significado literal es el siguiente:
  • HOMO: Sustantivo singular masculino, en caso nominativo que se enuncia en latín Homo, hominis y cuyo significado en español equivale a "HOMBRE"
  • SUM: Primera persona singular del verbo Sum, fui, esse; que en castellano en nuestra frase equivaldría a "SOY".
  • HUMANI: Adjetivo de primera clase o grupo, genitivo singular masculino, en latín Humanus, humana, humanum; que se traduce por "HUMANO".
  • NIHIL: Sustantivo indeclinable cuyo significado en castellano equivale a NADA.
  • A: Preposición que rige el ablativo en su complemento, podría ser traducida en el contexto de esta frase al español como "PARA"
  • ME: Pronombre personal en caso ablativo subordinado a la preposición anterior, que puede traducirse en castellano con "MI"
  • ALIENUM: Adjetivo del primer grupo o clase, en acusativo singular que en latín se enuncia Alienus, a, um; podría ser traducido como "EXTRAÑO"
  • PUTO: Verbo de la primera forma de conjugación en primera persona presente del indicativo , que en latín se enuncia Puto, putas, putavi, putatum, putare; en español podría ser traducido con los verbos "PIENSO" o "CONSIDERO"













 horror vacui (literalmente ‘miedo al vacío’) se emplea en la historia del arte, especialmente en crítica de la pintura, para describir el relleno de todo espacio vacío en una obra de arte con algún tipo de diseño o imagen. Es una de las características generales del embaldosado matemático o de los densos campos de relleno en los diseños entrelazados celtas.
Algunos ejemplos de horror vacui pueden verse en objetos bárbaros tales como el barco vikingo de Sutton Hoo o la cruz de Ruthwell. También es característico de la estética del Barroco y especialmente del Rococó, así como en la decoración islámica y en el lujo ostentoso del arte bizantino.
El término se asocia especialmente al crítico e investigador italiano Mario Praz, quien lo usó para describir la atmósfera agobiante y desordenada del diseño de interiores en la época victoriana.

En la ciencia

En física, el análisis de la opinión «La Naturaleza aborrece el vacío», sostenida por los aristotélicos,1 fue una de las discusiones clave de la revolución científica de siglo XVII, siendo Pascal su principal oponente. Su respuesta, «¿Y lo aborrece más en Parísque en Chamonix?», aludiendo al diferente espacio dejado por el mismo barómetro de mercurio al ensayarse en estas dos ciudades (debido a la distinta altitud entre las dos ciudades, lo cual significaba distinta presión atmosférica entre ellas), fue concluyente para determinar quiénes tenían la razón.
La provincia de Guayana y el río Amazonas con el Lago de Parima y la ciudad de El Dorado, en un mapa de 1625

En la literatura

En 1966, el escritor, poeta y ensayista neerlandés Jacques Hamelink(n. 1939), escribió una obra con el título Horror vacui, traducida al francés y editada por Albin Michel en 1970.

En la geografía y la cartografía

Los mapas antiguos y en muchos mapas turísticos actuales suelen representarse sitios interesantes que cubren todo el espacio cartográfico. Se trata de un verdadero horror vacui, que se manifiesta también en muchos textos, en los que se indican descripciones fantásticas de sitios desconocidos. Por ejemplo, en muchos libros, para sustituir el desconocimiento real de un territorio, se incluyeron pictóricamente las leyendas de la Laguna de Parima (en la cuenca del Orinoco) y de la leyenda de El Dorado.

Bote de Zamora, obra de arte califal cordobés, ejemplo de horror vacui.

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