Capillas de Andalucía
La Capilla de Nuestra Sra. del Carmen, o Capilla del Carmen, está situada en la barriada ayamontina de Canela, Ayamonte (Huelva), a escasos 1.500 metros del centro de la barriada, de construcción rectangular, alberga en su interior una imagen de la Virgen de su misma advocación
Cada año el 16 de julio es sacada a hombros hasta el río, durante la popular romería marinera que se celebra en su honor.
Historia
No se tiene conocimiento de la fecha de construcción de la ermita, aunque funciona desde antes del año 1810. Se conoce de su existencia en esta época ya que a ella acudían miembros de la Junta de Sevilla, así como militares, marineros, operarios y otras personas que en Canela estaban refugiados, cuando dicha junta se instaló en Ayamonte con motivo de la invasión francesa. Inmersa España en la Guerra de la Independencia contra Napoleón, los miembros de la Junta de Sevilla, integrados ya en la Junta Central Suprema, que promulgaría posteriormente en Cádiz la Constitución de 1812, La Pepa, se refugiaron en la Isla de Canela, atraídos por su difícil acceso y su cercanía a la frontera portuguesa.
Con la toma de Sevilla el 31 de enero de 1810, la Academia Militar de Sevilla se convirtió en batallón, con Mariano Gil de Bernabé al frente del mismo, dirigiéndose hacia Niebla para llegar hasta Ayamonte con la orden de poner a buen resguardo los caudales públicos que gestionaba la Junta Central Suprema en ese momento. En Ayamonte fue disuelta la Academia oficialmente el 11 de febrero.
La capilla o ermita de San Antonio situada en la calle de San Antonio en el barrio de La Rivera y muy cerca de la dársena pesquera de Ayamonte (provincia de Huelva, Andalucía, España) está datada de finales del siglo XVI, y fue fundada por el gremio de marineros, el grupo de armadores y los propietarios de embarcaciones, al ser el santo Antonio de Padua de gran devoción por parte de los pescadores y marineros en general.
Durante el siglo XX, se transformó en Escuela Unitaria, y desde finales de siglo XX es un Centro de Educación de Personas Adultas.
Historia
En el siglo XVII con los donativos de el gremio de pescadores de la ciudad, se fundó a las afueras de la ciudad una pequeña ermita, que además tenía una pequeña escuela para que los hijos de estos marineros pudieran recibir clase. Con el paso de los años la ciudad enguyó esta parte despoblada, y hoy en día la iglesia se halla en una céntrica calle de la población.
Descripción
La Capilla de San Antonio se encuentra ubicada entre medianeras y rodeada, en tres de sus flancos, por construcciones, siendo visible al exterior su fachada meridional situada en la calle San Antonio.
Su interior es de planta rectangular, con una sola nave de gran desarrollo longitudinal, cubierta con armadura de par y nudillo, con cuatro tirantes apoyados en canes y decorados con cabezas de dragones. Tanto los tirantes como la viga perimetral se encuentran ornamentados con entalladuras barrocas, compuestas de hojas grandes y planas insertas en cenefa y volutas de acanto. Asimismo, pende del cuarto tirante de la cubierta un exvoto representado con una maqueta de una embarcación a vela de tres palos. En los muros perimetrales de la nave, en la zona cercana al presbiterio, se abren enfrentadas dos capillas hornacinas. El púlpito se encuentra adosado al muro perimetral izquierdo de la nave y tiene acceso desde la sacristía. Consta de un cuerpo hexagonal que descansa en un pilar sobre basa y capitel superior. El tornavoz, también de forma hexagonal, se cubre con un cupulino; ambos están realizados en madera y su extrema sencillez e inspiración clasicista armonizan con el espíritu general de la Capilla.
Decoran el tercio superior de los muros de la nave, en todo su perímetro, adaptándose al marco arquitectónico, excepto en el testero de la capilla mayor, un ciclo pictórico realizado al óleo sobre lienzo, con el tema iconográfico dedicado a la vida y milagro de San Antonio.
El coro alto se ubica a los pies de la nave, se compone de antepecho de balaustres de madera que apean en un tirante procedente de la cubierta de la nave. Su acceso se realiza a través de una escalera situada en un pequeño patio anexo situado en el lado del Evangelio.
El presbiterio está separado de la nave mediante un arco triunfal de medio punto. Se encuentra a mayor altura y tiene acceso a través de tres escalones delimitados, en ambos lados, con una baranda de balaustres de hierro. La capilla mayor, de planta cuadrada y testero recto, se cubre con bóveda de crucería, decorada con rosetones, de motivos vegetales muy estilizados, dispuestos en la clave y en el centro de cada uno de sus cuatro nervios; éstos apean en los ángulos sobre cuatro pilastras de piedra, con basas y capiteles de reminiscencia clásica, aunque muy desdibujados, posible material de acarreo procedente de otra construcción anterior. En la zona alta de cada uno de los muros laterales de la capilla se abre un vano rectangular flanqueado por dos lienzos pintados al óleo, terminados en la parte superior en medio punto, que representan el tema iconográfico de la vida y milagro de San Antonio.
La sacristía y su dependencia aneja se ubican en el lateral izquierdo de la nave, son de planta rectangular y están cubiertas con alfarje de madera. En el lado del Evangelio de la nave y con acceso desde la sacristía se ubica un pequeño patio alargado, que comunica con la escalera de subida al coro y con el atrio.
La fachada de los pies de la Capilla muestra, en su costado izquierdo, un vano que comunica con el patio lateral y con la sacristía. Descentrada hacia la derecha de la fachada se abre la portada que da acceso al interior. Se compone de un vano adintelado, cubierto con puerta de doble hoja de madera y clavazón, flanqueado por pilastras sobre pedestales, friso y pequeña cornisa superior, que a su vez coronan dos florones en los extremos. Todos estos elementos se encuentran pintados de color albero. En la zona superior se abre un vano rectangular, recercado con sencilla moldura y cubierto con vidriera. Remata la fachada una espadaña de inspiración barroca, compuesta de un vano de medio punto que alberga una campana, cubierto con pretil de hierro y flanqueado con sendas pilastras dóricas, friso, y como remate un pináculo de lados curvos bajo una cruz férrea. En ambos lados de las citadas pilastras muestra dos molduras curvas que se prolongaban en otros tantos remates, actualmente desaparecidos.
El atrio tiene planta trapezoidal, está delimitado por la fachada que le da acceso desde el exterior, fachada de los pies de la Capilla, situada frente a la anterior, así como por dos muros laterales en sus lados mayores, en los que se adosan un banco corrido en cada lado construidos en ladrillo. La fachada que da acceso al atrio se compone de un muro alto, abierto en la zona central mediante un vano escarzano cubierto con cancela metálica y coronado con frontón triangular, en cuyo tímpano alberga un cuadro de azulejos dedicado a San Antonio. En la zona baja del mismo aparece la denominación de la Capilla. El paramento de las fachadas y del atrio se encuentra pintado de blanco.
Culto
La capilla de San Antonio es un templo religioso de culto católico bajo la advocación de San Antonio de Padua.
La Capilla de San Bartolomé es una antigua capilla del Hospital del Cardenal Salazar, actual Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba (España). La capilla, propiedad de la Diputación Provincial, fue declara Bien de Interés Cultural el 3 de junio de 1931.1 El 20 de marzo de 2010 abrió sus puertas al público, tras la restauración realizada entre 2006 y 2008.1
Se trata de un templo datado entre 1399 y 1410, de estilo mudéjar, como consecuencia de la repoblación de la zona del alcázar viejo. Fundada como parroquia para la nueva collación del mismo nombre, mantuvo sus funciones hasta el siglo XVII. La capilla, de planta basilical de nave única cubierta con bóveda de crucería, pudo ser parte de un edificio mayor, según apuntan algunos historiadores.
Restauración
En 1953 el arquitecto Rafael de La-Hoz Arderius realizó una primera restauración en que se recuperaron las yeserías policromadas. Después, la capilla permaneció cerrada durante el último tercio del siglo XX debido al grave deterioro que sufría.Desde finales de los setenta hasta comienzos de los ochenta se realizaron las tres puertas principales de la capilla; la puerta del arco mudéjar y dos menores, una de entrada a la capilla y otra del altar. Dicha obra de carpintería y ebanistería fue llevada a cabo por la familia de carpinteros y ebanistas Ruiz, en concreto por José Ruiz Navarro, José Ruiz Gómez y Gregorio Ruiz Herrera. En 2006 comenzó una nueva restauración, en la que se consolidaron muros y cubiertas, sustituyendo parcialmente la galería exterior. En la portada, se sustituyendo sillares que se hallaban muy deteriorados, para lo cual hubo que desmontarla. También se consolidó decoración interior: yeserías, azulejos y pituras murales, reintegrando zonas en las que el color se había perdido en gran parte.
Las obras, concluidas en marzo de 2008, fueron financiadas de manera conjunta por la Universidad de Córdoba, la Diputación Provincial, la Delegación de Cultura y CajaSur. La Junta de Andalucía concedió una subvención extraordinaria de 21.594 €,2 mientras que CajaSur destinó 233.818 €.3 El coste total de la intervención fue de 500.000 €.
La capilla de San Diego de Alcalá, es una ermita católica situada en el municipio español de Sanlúcar de Barrameda, en la andaluza provincia de Cádiz. Originalmente estaba incluida en le Convento de San Francisco el Viejo. Forma parte del Conjunto histórico-artístico y de la Ciudad-convento de Sanlúcar de Barrameda.
Diego de Alcalá, conventual y prelado del Convento de franciscanos de Fuerteventura, en su viaje de Canarias a Roma de 1449, se alojó a la ida y vuelta en el monasterio de Sanlúcar, que por entonces pertenecía a la provincia de Canarias. Al parecer pasó unos días en el monasterio dedicado a la meditación y a las labores de hortelano, en una celda alejada de las demás donde se retiraban los religiosos que querían hacer ejercicios espirituales. Según la tradición el monje plantó un pino junto a la celda, que quedó santificada por su presencia.
En 1719 la celda fue reedificada por la comunidad, erigiéndola en capilla con la advocación de San Diego de Alcalá. El árbol que supuestamente plantó el santo, dio nombre al lugar, llamado "el Pino", y su corteza y piñones eran aplicadas por los religiosos contra las calenturas y otros males.
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