domingo, 5 de marzo de 2017

Oraciones para rezar

Oración católica a Jesús para librarnos de enemigos, persecuciones de la justicia, problemas con la ley, la cárcel, protegernos de la violencia y leerla cuando peligra nuestra vida o podemos recibir daños físicos. Copias para hombre y mujer. Para imprimir o llevar en el celular.
Imagen de Nuestro Señor Jesucristo el Justo Juez
La Oración al Justo Juez es una famosa y popular plegaria que se dirige a Jesús, el Justo Juez en busca de protección y seguridad.
Es muy eficaz para librarse de enemigos, de la violencia, de persecuciones de la justicia, de la cárcel, de guerras y de toda clase de situaciones donde se pueda poner en peligro nuestra vida o recibir daños físicos.
Es especialmente útil para los que tienen problemas con la ley, que muchas veces no representa la verdadera justicia.
No es una oración para delincuentes o asesinos, porque el Justo Juez solo imparte justicia.
Actualmente existen muchas copias de la famosa oración, a veces con errores imperdonables u otras reducidas al máximo para imprimirlas en pequeñas estampas que se comercializan.
Publicamos copias digitales de viejas y antiguas oraciones llegadas a nuestras manos de nuestros ancestros.



Oración al Justo Juez para hombre

Hay leones y leonas que viven contra mí; deténgase en si propio como se detuvo mí Señor Jesucristo con el Dominus Deo y le dijo al Justo Juez: Ea Señor a mis enemigos veo venir, pues tres veces repito: ojos tengan y no me vean, manos tengan y no me toquen, boca tengan y no me hablen, pies tengan y no me alcancen, con dos los mido, con tres les hablo, la sangre les debo y el corazón les parto.
Por aquella Santa Camisa en que tu Santísimo Hijo fue envuelto, es la misma que yo traigo puesta y por ella me he de ver libre de prisiones, de malas lenguas, de hechicerías y de maleficios y para lo cual me encomiendo a todo lo angélico y sacrosanto y me han de amparar los Santos Evangelios pues primero nació el Hijo de Dios y vosotros llegáis derrotados a mí, como el Señor derribo el día de Pascuas a sus enemigos, de quien se fía es de la Virgen María, de la hostia consagrada que se ha de celebrar con la leche de los pechos virginales de María Santísima, por eso me he de ver libre de prisiones, ni será herido, ni atropellado, ni mi sangre derramada, ni moriré de muerte repentina y también me encomiendo a la Santa Vera Cruz, Dios conmigo, yo con El. Dios delante, yo detrás de Él.
Jesús, María y José.
Oración cristiana al Justo Juez para hombre



Oración al Justo Juez para mujer

La Santa compañía de Dios me acompañe y el Manto de Santa María, su madre, me cobije y de malos peligros me defienda, Ave María, gracia plena, Dominus Tecum, me libre de todos los espíritus bautizados y sin bautizar. Los voy a vencer. Cristo reina, Cristo de malos peligros me defienda, el Señor y justo individual hijo de Santa María Virgen, aquel que nació en aquel solemne día, que no pueda yo ser muerto, ni que me quieran mal.
Tengan ojos y no me vean, manos no me toquen, hierro no me hiera, nudos no me aten. Dios le dijo a Libón, que con tres nueces no pudieran hacerme daño, ni a ti ni a ninguna persona que la trajera consigo y te defendiere aunque no lo digas, Amén, Jesús, María y José, Dominus Tecum Verbum Carum.
Santa María piadosa, madre de nuestro Señor Jesucristo: al monte Tártaro entraste, la gran serpiente encontraste; con el cíngulo la ataste, con hisopo de agua bendita la rociaste, al mundo la sacaste. Ablándale el corazón a mis enemigos, que ojos tengan y no me vean, pies y no me cojan, manos no me toquen, hierro no me hiera, nudos no me aten, por las tres espadas de San Julián sean vencidos, con la leche de la Virgen sean rociados, en el Santo Sepulcro sean sepultados. Amén.
Jesús, María y José, tres Padres Nuestros a la muerte y pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Esta es la oración de la Santa Camisa, la del hijo de Dios vivo, la que me pongo en contra de mis enemigos. Tengan ojos y no me vean, pies y no me alcancen, manos y no me toquen, hierro no me hiera, nudos no me aten, por las tres coronas del Patriarca San Abraham, aquí ofrezco una oración en unión de mi persona, que vengan mis enemigos tan mansos a mí, como nuestro Señor con el madero a la cruz.
San Idelfonso, bendito confesor de nuestro Señor Jesucristo: bendeciste la hostia y el cáliz, en el Altar Mayor, bendice mi cama, mi cuerpo y mi casa y todo mi alrededor, líbrame de brujos, hechiceros y personas de malignas intenciones, con tres te mido, con tres te parto, con la gracia de Dios y el Espíritu Santo. Amén, Jesús, María y José.
Oración cristiana al Justo Juez para mujer



La antigua oración al Justo Juez

Existe una versión antigua de la Oración al Justo Juez que se dice es la legitima.
Dicha oración fue usada por los ejércitos cristianos contra los turcos y otros infieles hacen siglos, para recobrar los lugares santos.
La siguiente es una copia exacta de su original que grabada en una plancha en oro existe en el Convento de religiosos armenios de Santa María Egipcíaca al pie del Monte Líbano.
Dicha plancha de oro fue descubierta por el príncipe Godofredo de Bouillón, en la Primera Cruzada en la guerra contra los mahometanos para rescatar los santos lugares de Jerusalén.
Se encontraba en el Monte Calvario, enterrada junto al peñasco en que se fijó la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo.
Se dice que durante mucho tiempo la oración estuvo prohibida, por ser usada y abusar de ella ladrones y maleantes.

Oración al Justo Juez (antigua)

Señor Jesucristo, Divino y Justo Juez de vivos y muertos. Eterno Sol de Justicia Encarnado en el Casto Vientre de la Virgen María, por la salud del linaje humano.
Justo Juez, Creador del Cielo y de la Tierra y muerto en la Cruz por mi amor. Tú, que fuiste envuelto en un Sudario y puesto en un Sepulcro del que al tercer día Resucitaste, Vencedor de la muerte y del infierno.
Justo y Divino Juez oye mis súplicas atiende a mis ruegos, escucha mis peticiones y dales favorable despacho.
Tu Voz Imperiosa serenaba las tempestades, sanaba a los enfermos y resucitaba a los muertos, como a Lázaro y al hijo de la viuda de Naim.
El Imperio de Tu Voz ponía en fuga a los demonios, haciéndolos salir de los cuerpos de los poseídos y daba vista a los ciegos, habla a los mudos, oído a los sordos y perdón a los pecadores, como a la Magdalena y al paralítico de la piscina.
Tú Te hiciste invisible a los enemigos, a Tu Voz retrocedieron, cayendo por tierra en el Huerto, los que fueron a aprisionarte y cuando expirabas en la Cruz, a Tu Poderosa Voz se estremecieron los orbes.
Tú abriste las cárceles a Pedro y lo sacaste de ellas sin ser visto por la guardia de Herodes. Tú salvaste a Dimas, el ladrón arrepentido y perdonaste a la adúltera.
Te suplicamos Justo Juez, me libres de todos mis enemigos visible e invisible. La Sábana Santa en que fuiste envuelto nos cubra; Tu Sagrada Sombra nos esconda; el Velo que cubrió Tus Ojos ciegue a los que nos persiguen y los que nos deseen el mal, ojos tengan y no nos vean; pies tengan y no nos alcancen; manos tengan y no nos tienten; oídos, y no nos oigan; lengua tengan y no nos acusen y sus labios enmudezcan en los tribunales, cuando intenten perjudicarnos.
¡Oh, Jesucristo, Justo y Divino Juez! Favorécenos en toda clase de angustias y aflicciones, lances y compromisos y haz que al invocarte y aclamar al Imperio de Tu Poderosa y Santa Voz, llamándote en nuestro auxilio, las prisiones se abran, las cadenas y los lazos se rompan, los grillos y las rejas se quiebren, los cuchillos se doblen y toda arma que sea forjada en contra de mí se embote e inutilice.
Ni los caballos nos alcancen, ni los espías nos miren ni nos encuentren. Tu Sangre nos bañe, Tu Manto nos cubra, Tu Mano nos bendiga, Tu Poder nos oculte, Tu Cruz nos defienda y sea nuestro Escudo en la vida y en la hora de nuestra muerte.
¡Oh! Justo Juez, Hijo del Eterno Padre, que con Él y con el Espíritu Santo eres Un Solo Dios Verdadero. ¡Oh! Verbo Divino, hecho Hombre: Yo Te suplico me cubras con el Manto de la Santísima Trinidad, para que me libre de todos los peligros y glorifiquemos Tu Santo Nombre.
Amén.

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