Persistencia de la cultura maya[editar]
La conquista española eliminó la mayor parte de los rasgos definitorios de la civilización maya. Sin embargo, muchas aldeas mayas se mantuvieron alejados de la autoridad colonial española, y en gran medida continuaron manejando sus propios asuntos. Las comunidades rurales mayas, y la familia nuclear, mantuvieron su vida diaria tradicional.102 El cultivo de alimentos básicos, como el maíz y frijoles, continuó, aunque la producción agrícola se mejoró con la introducción de herramientas de acero. También se mantuvo la producción de la artesanía tradicional, como el tejido, la cerámica y la cestería. Los mercados comunitarios y el comercio de productos locales continuaron mucho tiempo después de la conquista. Ocasionalmente, la administración colonial fomentó la economía tradicional con el fin de extraer tributo en la forma de cerámica o textiles de algodón, aunque, por lo general, estos fueron elaborados a las especificaciones europeas. Las creencias y los idiomas mayas persistieron, a pesar de los grandes esfuerzos de cambiarlas por parte de los misioneros católicos.103 El tzolk'in, el calendario ritual de 260 días, sigue en uso en las comunidades mayas modernas en las tierras altas de Guatemala y Chiapas,104 y millones de hablantes de idiomas mayas habitan en el territorio en el que sus antepasados desarrollaron su civilización.105
Estudio de la civilización maya[editar]
Los agentes de la Iglesia Católica escribieron relatos detallados de los mayas para apoyar sus esfuerzos de evangelización y de absorción en el Imperio español.106 Esto fue seguido por varios sacerdotes españoles y funcionarios coloniales que dejaron descripciones de las ruinas que visitaron en Yucatán y América Central.107 En 1839, el escritor y viajero estadounidense John Lloyd Stephens visitó varios sitios con ruinas de ciudades mayas, junto con el arquitecto y dibujante inglés Frederick Catherwood.108 La publicación de los relatos ilustrados de las ruinas provocaron gran interés, y trajeron la civilización maya a la atención del mundo.106 La segunda mitad del siglo xix vio el registro y la recuperación de relatos etnohistóricos de los mayas, y se dieron los primeros pasos en el desciframiento de los glífos mayas.109
Durante las dos últimas décadas del siglo xix se inició la arqueología científica moderna en la región maya, con el trabajo minucioso de Alfred Maudslay y Teoberto Maler.110 A principios del siglo xx, el Museo Peabody decidió patrocinar excavaciones en Copán y en la península de Yucatán.111 En las dos primeras décadas del siglo xx, se lograron avances en el desciframiento del calendario maya, así como en la identificación de las deidades, fechas y conceptos religiosos.112 Desde la década de 1930 en adelante, el ritmo de exploración arqueológica aumentó considerablemente, y se llevaron a cabo excavaciones a gran escala en toda la región maya.113
En la década de 1960, el distinguido mayista J. Eric S. Thompsonpromovió la idea que las ciudades mayas serían centros ceremoniales esencialmente vacantes que servían a una población dispersa en la selva, y que la civilización maya hubiera sido regida por sacerdotes-astrónomos pacíficos.114 Estas ideas empezaron a colapsar tras los importantes avances que se lograron en el desciframiento de la escritura maya en el siglo xx, liderado por Heinrich Berlin, Tatiana Proskouriakoff y Yuri Knorozov.115 Con los avances en la comprensión de la escritura maya que se lograron desde la década de 1950 en adelante, los textos revelaron las actividades bélicas de los reyes mayas clásicos, y ya no podía sostenerse la idea de que los mayas fuesen pacíficos.116 Minuciosas investigaciones del patrón de asentamiento de las ciudades mayas revelaron evidencia de grandes poblaciones urbanas, poniendo fin al modelo del centro ceremonial vacante.117
Política[editar]
A diferencia de los aztecas e incas, el sistema político maya nunca incorporó toda el área cultural maya en un solo Estado o imperio. Más bien, a lo largo de su historia, el área maya estaba conformada de una mezcla de complejidad política variable que incluía tanto Estados como cacicazgos. Los vínculos entre estas entidades políticas, fluctuaron enormemente, ya que estaban involucrados en una compleja red de rivalidades, períodos de dominación o sumisión, vasallaje y alianzas. Ocasionalmente, algunas entidades políticas lograron el dominio regional, como Calakmul, El Caracol, Mayapán, y Tikal. La primera evidencia fiable de la existencia de entidades políticas en las tierras bajas mayas se remonta al siglo ix a. C.118 Durante el Preclásico Tardío, el sistema político maya evolucionó hacia una forma teopolítica, donde la ideología de élite justificó la autoridad del gobernante, y se vio reforzada por la exhibición pública de los rituales y la religión.119 El rey divino era el centro del poder político, y ejercía un control absoluto sobre las funciones administrativas, económicas, judiciales y militares de la entidad política. La autoridad divina del gobernante era tal que el rey tenía la potestad de movilizar tanto la aristocracia como los comuneros para la ejecución de grandes proyectos de construcción, al parecer sin recurrir a una fuerza policial ni un ejército permanente.120 Algunas entidades políticas utilizaron la estrategia de ampliar la administración y llenar los puestos administrativos con fieles seguidores en lugar de familiares consanguíneos.121 Dentro de una entidad política, los centros de población medianos habrían jugado un papel clave en la gestión de los recursos y el manejo de conflictos internos.122
El panorama político maya era muy complejo, y las élites mayas se sirvieron de intriga política para obtener ventajas económicas y sociales sobre sus vecinos.123 En el Clásico Tardío, algunas entidades políticas alcanzaron un largo período de dominación sobre otras grandes entidades políticas, como el dominio de El Caracol sobre Naranjo durante medio siglo. En otros casos, se formaron redes de alianzas sueltas alrededor de una ciudad dominante.124 Los asentamientos fronterizos a menudo cambiaron de alianzas en el transcurso de su historia; generalmente se encontraron a medio camino entre las capitales de entidades políticas rivales, y en momentos diferentes podrían aliarse a uno u otro de sus vecinos dominantes, o bien actuar de forma independiente.125 Las capitales de las entidades políticas dominantes exigían tributo en forma de artículos de lujo de los centros poblados subyugados.126 El poder político maya se vio reforzado por el poder militar, y la captura y humillación de guerreros enemigos jugó un papel importante en la cultura de la élite. Un sentido preponderante de orgullo y honor entre la aristocracia guerrera pudiera dar lugar a disputas y vendettas extendidas, resultando en inestabilidad política y fragmentación de las entidades políticas.127
Sociedad[editar]
Véase también: Las mujeres en la sociedad maya
A partir del Preclásico Temprano, la sociedad maya se caracterizaba por una estricta división entre la élite y los comuneros. Con el crecimiento de la población en el curso del tiempo, varios sectores de la sociedad se volvieron cada vez más especializados y la organización política se hizo cada vez más compleja.128 Por el Clásico Tardío, cuando la población había crecido considerablemente, y cientos de ciudades estaban conectados en una compleja red de jerarquías políticas, se multiplicó el segmento de los ricos en la sociedad maya.129 También puede haberse desarrollado una clase media, compuesta de artesanos, funcionarios y sacerdotes de bajo rango, comerciantes y soldados. Los comuneros incluían campesinos, sirvientes, obreros y esclavos.130 De acuerdo a los relatos indígenas, la tierra era propiedad comunal de las casas nobles, o clanes. Los clanes sostenían que la tierra era propiedad de los antepasados del clan, y los vínculos entre la tierra y los ancestros fueron reforzadas por el entierro de los muertos dentro de los complejos residenciales de cada clan.131
Rey y corte[editar]
El Estado maya clásico se centraba en una cultura real que tuvo expresión en todos los ámbitos del arte maya clásico. El rey era el gobernante supremo, y tenía un estatus semi-divino que le permitió actuar como mediador entre el reino de los dioses y el de los mortales. Desde tiempos muy antiguos, los reyes fueron identificados específicamente con el joven dios del maíz, cuyo don del maíz constituyó la base de la civilización mesoamericana. La sucesión al trono era patrilineal, y el poder real solo se transfirió a las reinas si no había otra opción de evitar la extinción de la dinastía. Por lo general, el poder se transfirió al hijo mayor. Un príncipe joven era denominado ch'ok(«joven»), aunque posteriormente, esta palabra se refería a la nobleza en general. El heredero del trono real era conocido como b'aah ch'ok(«joven principal»). Los diferentes hitos de la infancia del príncipe joven fueron marcados por rituales; el más importante era una ceremonia de derramamiento de sangre a la edad de cinco o seis años. Aunque la pertenencia a la línea de sangre real se consideraba de suma importancia, el heredero también tenía que destacar como líder de guerra, lo que podía demostrar con la toma de prisioneros de guerra. La entronización de un nuevo rey era una ceremonia elaborada, compuesta de una serie de actos diferentes, incluyendo la entronización sobre un cojín de la piel de jaguar, sacrificios humanos, y la otorgación de los símbolos del poder real, como una diadema llevando una representación de jade del llamado «dios bufón», un tocado elaborado, adornado con plumas del quetzal, y un cetro con la representación del dios K'awiil.133
La administración política maya, basada en torno a la corte real, no tenía un carácter burocrático. El gobierno era jerárquico y los cargos oficiales eran patrocinados por los miembros de alto rango de la aristocracia; los funcionarios tendían a ser ascendidos a cargos superiores durante el curso de sus vidas. A los funcionarios se referían como siendo la «propiedad» de su patrocinador, y esta relación continuaría incluso después de la muerte del patrocinador.134 La corte real maya era una institución política vibrante y dinámica.135 No tenía una estructura fija, sino que cada entidad política formó una corte real adaptada a su propio contexto.136 Los epigrafistas que tradujeron las inscripciones mayas clásicas lograron identificar un número de títulos reales y nobles. Ajaw se traduce generalmente como «señor» o «rey». En el Clásico Temprano, el ajaw era el gobernante de una ciudad. Luego, con el aumento de la complejidad social, ajaw se refirió a un miembro de la clase dominante; una ciudad importante podría tener más de un ajaw, cada uno gobernando diferentes distritos de la ciudad.137 Los gobernantes supremos se distinguieron de la nobleza extendida anteponiendo la palabra k'uhul a su de título de ajaw. El título de k'uhul ajaw, o «divino señor», era inicialmente reservado para los reyes de las dinastías reales más prestigiosas y antiguas.138 Kalomte era un título real, cuyo significado exacto aún no se ha descifrado, que fue únicamente utilizado por los más poderosos reyes de las dinastías más fuertes. Se refirió a un señor supremo, o Gran Rey, un título que solo estaba en uso durante el periodo Clásico.139 Por el Clásico Tardío, el poder absoluto del ajaw k'uhul se vio debilitado después de la diversificación del sistema político con la inclusión de una aristocracia más amplia, que en aquel época pudiera haber sido desproporcionada.140
El título de sajal se situaba debajo del de ajaw, y se refirió a un señor servil. Un sajal sería un señor de una ciudad de segundo o tercer nivel, sumiso a un ajaw, quien a su vez sería subordinado a un kalomte.137 El sajal era a menudo un capitán de guerra, o un gobernador regional, y las inscripciones mayas suelen vincular el título de sajal a la guerra; son frecuentemente mencionados como dueños de prisioneros de guerra.142 El significado de Sajal era «el temido».143 Los títulos de ah tz'ihb y ah ch'ul hun estaban vinculados a los escribas. El ah tz'ihb era un escriba real, por lo general un miembro de la familia real; el ah ch'ul hun era el Guardián de los Libros Sagrados, un título estrechamente asociado con el de ajaw, indicando que solo un ajaw podía llevar el título de ah Ch'ul hun.144 Otros títulos cortesanos, cuyas funciones no son bien conocidas, eran yajaw k'ahk («El Señor del Fuego»), ti'huun y ti'sakhuun. Estos dos últimos podrían ser variaciones del mismo título,145 y Mark Zender sugirió que su titular pudiera haber sido el portavoz del gobernante.146 La gran mayoría de los títulos cortesanos eran masculinos, y en aquellas raras ocasiones en las que se aplicaron a una mujer, parecen haber sido utilizado como títulos honoríficos para la realeza femenina.147 En las inscripciones glíficas de las ciudades clásicas, se asociaba frecuentemente los miembros de la élite con ciertas estructuras arquitectóncas, lo que puede indicar que los titulares de estos cargos eran los propietarios de estas estructuras, o que ciertas estructuras eran focos importantes para sus actividades.148 El lakam era posiblemente el único titular de un oficio en la corte real que no pertenecía a la élite.134 Solo había un lakam en las ciudades mayores, y aparentemente era el responsable de la recaudación de tributo de los distritos locales.134
Comuneros[editar]
Se estima que los comuneros comprendían más del 90 % de la población, pero se sabe relativamente poco acerca de ellos. Sus casas eran generalmente construidas de materiales perecederos, cuyos restos dejaron pocas huellas en el registro arqueológico. Algunas viviendas de comuneros estaban construidas sobre plataformas bajas que pueden ser identificadas, pero esto no fue el caso para la mayoría de las casas. La detección de estas viviendas de bajo estatus solo es posible con el uso a gran escala de la teledetección para investigar terrenos aparentemente vacíos.149 La gama de comuneros era muy amplia; se componía de todas las personas que no pertenecían a la nobleza, desde los agricultores más pobres a los artesanos ricos y los comuneros que servían en puestos burocráticos.150 Los comuneros se dedicaban a actividades de producción esenciales, incluyendo la de productos destinados para la élite, como algodón y cacao, así como cultivos de subsistencia para su propio uso, y artículos utilitarios como la cerámica y herramientas de piedra.151 Los comuneros también participaban en las guerras, y podrían avanzar socialmente al ser reconocidos como guerreros destacados.152 Los comuneros pagaban impuestos a la élite en la forma de productos de primera necesidad, como la harina de maíz y la carne de animales silvestres.126 Es probable que los comuneros trabajadores que mostraban iniciativa y que poseían habilidades excepcionales, pudieran convertirse en miembros influyentes de la sociedad maya.153
Guerra[editar]
La guerra era común en el mundo maya. Se pusieron en marcha campañas militares por diferentes razones, incluyendo el control de las rutas comerciales y tributo, incursiones para tomar prisioneros, o una escalación de la guerra hasta alcanzar la destrucción completa de un estado enemigo. Poco se sabe acerca de la organización militar maya, ni de la logística y formación militar. La guerra es representada en el arte maya del periodo Clásico, y las batallas y victorias son mencionadas en las inscripciones glíficas.154 Sin embargo, las inscripciones no proporcionan información sobre las causas de la guerra, o la forma que tomó.155 En los siglos viii y ix, una guerra intensiva culminó en la caída de los reinos de la región de Petexbatún en el oeste de Petén.155 El rápido abandono de Aguateca por sus habitantes, ofreció la inesperada oportunidad de examinar los restos del armamento maya in situ.156 Enemigos desconocidos atacaron Aguateca alrededor de 810 d. C., superaron sus formidables defensas y quemaron el palacio real. Los habitantes de la élite de la ciudad huyeron o fueron capturados, y nunca regresaron para recuperar su propiedades abandonadas. Los habitantes de la periferia abandonaron el lugar poco después. Esto es un ejemplo de una guerra intensiva llevada a cabo con el fin de eliminar por completo un estado rival, en lugar de someterlo. La investigación en Aguateca indicó que los guerreros del periodo Clásico eran principalmente miembros de la élite.157
Ya desde el período Preclásico, se esperaba que el gobernante de una entidad política maya fuese un líder de guerra distinguido, y a menudo se le representaba con cabezas trofeo colgando de su cinturón. En el período clásico, tales cabezas trofeo ya no aparecieron al cinturón del rey; más bien, los reyes del período Clásico fueron frecuentemente representados parado sobre los prisioneros de guerra humillados.154 Hasta finales del período Posclásico, los reyes mayas dirigían como comandantes de guerra. Las inscripciones mayas del periodo Clásico mostraron que el rey derrotado podría ser capturado, torturado y sacrificado.152 Los españoles relataron que los líderes mayas mantenían registro de los movimientos de tropas en libros pintados.158
El resultado de una exitosa campaña militar podría variar en su impacto sobre la entidad política derrotada. En algunos casos, ciudades enteras fueron saqueadas y nunca más reasentadas, como ocurrió en Aguateca.159 En otros casos, los vencedores se apoderaron de los gobernantes derrotados, sus familias y las representaciones de sus dioses patronos. Los nobles capturados y sus familias podrían ser encarcelados o sacrificados. El resultado menos severo de la gama de posibilidades sería que la entidad política derrotada se viera obligada a pagar tributo al vencedor.160
Guerreros[editar]
Del período de contacto con los españoles se sabe que ciertos puestos militares eran limitados a los miembros de la aristocracia, y que se transmitían por sucesión patrilineal. Es probable que el titular de un cargo militar específico enseñara a su secesor el conocimiento especializado inherente al cargo, incluyendo la estrategia, el ritual y las danzas de guerra.152 Los ejércitos mayas del periodo de contacto con los españoles eran muy disciplinados, y los guerreros participaban en simulacros y ejercicios de entrenamiento regulares; todos los varones adultos y sanos estaban disponibles para el servicio militar. Los estados mayas no mantuvieron ejércitos permanentes; los guerreros fueron reunidos por funcionarios locales que respondieron a los líderes de guerra. También había unidades de mercenarios a tiempo completo que siguieron a los líderes permanentes.161 Sin embargo, la mayoría de los guerreros no servía a tiempo completo, y eran principalmente agricultores, que por lo general se dedicaban a sus cultivos en vez de participar en la guerra.162 Por lo general, el objetivo de la guerra maya no era la destrucción del enemigo, sino la toma de prisioneros y el saqueo.163
Existe alguna evidencia de que, a partir del período Clásico, las mujeres tenían ciertas funciones de apoyo en la guerra, pero no actuaron como oficiales militares, con la excepción de aquellas raras instancias en que una reina era la gobernante suprema.164 Hacia el Posclásico, las crónicas nativas sugieren que las mujeres a veces lucharon en el campo de batalla.152
Armas[editar]
El atlatl (lanzadardos) fue introducido en la región maya por Teotihuacan en el Clásico Temprano.166 El atlatl es un palo de 0,5 m de largo, con un extremo entallado para colocar un dardo o jabalina.167 El palo se utilizó para lanzar el misil con más fuerza y precisión que podría lograrse simplemente lanzando con el brazo.166 Las puntas de piedra recuperadas en Aguateca indican que los dardos y lanzas eran las armas principales del guerrero maya del periodo Clásico.168 Los comuneros utilizaron cerbatanas como arma de guerra, las que también sirvieron para la caza.166
El arco y flecha fue otra arma utilizada por los antiguos mayas, tanto para la guerra como la caza.155 Aunque se utilizaba en la región maya durante el periodo Clásico, su uso como arma de guerra no fue favorecida,169 y no se convirtió en un arma de guerra común hasta el Posclásico.166 Durante el periodo de contacto con los españoles, los mayas utilizaron también espadas a dos manos, hechas de madera fuerte con hojas cortantes de obsidiana,170 semejante al macuahuitl azteca. Los guerreros mayas usaban unas armaduras corporales fabricadas con algodón acolchado que había sido empapado en agua salgada para endurecerlas; la armadura resultante comparó favorablemente con la de acero usada por los españoles durante la conquista.171 Los guerreros llevaban escudos de madera o cuero, decorados con plumas y pieles de animales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario