Los kawésqar, kawashkar, alacalufes o alakalufes son un grupo indígena de la zona Austral de Chile, compuesto por nómadas que recorrían en canoa los canales de la Patagonia occidental, entre el golfo de Penas y el estrecho de Magallanes; también se desplazaban por los canales que forman las islas ubicadas al oeste de la Isla Grande de Tierra del Fuego y al sur del estrecho.
Su idioma es el kawésqar, nombre con el que ellos se autodenominan. En su idioma, esta palabra significa «persona» o «ser humano». El nombre «alacalufe» puede haber tenido originalmente una intención despectiva y ellos no lo usan.
Alakalufes vestidos con pieles de guanaco, en The Earth and its Inhabitants (1882). | ||
Ubicación | Chile | |
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Población total | 2622 | |
Idioma | kawésqar | |
Religión | animista. | |
Etnias relacionadas | calenches, taijatafes; yaganes, chonos. | |
Asentamientos importantes | ||
1.º | Puerto Edén | |
2.º | Puerto Natales |
Origen[editar]
Hay dos hipótesis sobre su llegada a los lugares de poblamiento:
- Que procedían del norte, siguieron la ruta de los canales chilotes y atravesaron hacia el sur, cruzando el istmo de Ofqui.
- Que procedían del sur y, a través de un proceso de colonización y transformación de poblaciones cazadoras terrestres procedentes de la Patagonia Oriental, poblaron las islas del estrecho de Magallanes, subiendo por los canales patagónicos hasta el golfo de Penas.
El área que ocupaban para sus desplazamientos era enorme, pero se puede decir que giraban alrededor de dos puntos. Uno en la ribera sur del estrecho de Magallanes, en la isla Clarencey el otro en la parte sur del golfo de Penas en el islote Solitarioen el archipiélago de las Guaitecas. La causa de esta focalización fue la obtención del fuego.2 Los kawésqar necesitaban el fuego para calentarse y con el pasar de los siglos descubrieron estos dos puntos donde había pirita de hierro, mineral con el que lograban las chispas necesarias para encenderlo.nota 1
Historia[editar]
A fines del siglo XVIII comenzaron a llegar a la zona una gran cantidad de barcos balleneros y loberos, especialmente de nacionalidad inglesa y estadounidense. A contar de esta época empezaron a contraer las enfermedades que pronto los llevarían a su declinación numérica.
Los europeos, desde su primer contacto, consideraron a los indígenas patagónicos como salvajes dignos de estudio 3. A partir de 1871 comenzó la exhibición de indígenas vivos en ciudades europeas y norteamericanas, costumbre que cesó a comienzos del siglo XX. Familias completas de las etnias kawésqar, yagán, selknam y mapuche fueron exhibidas en Francia, Inglaterra, Bélgica y Alemania. Llegaban por encargo de sociedades científicas y por comerciantes que lucraban con su exhibición al público. Los viajes duraban entre 4 y 6 meses y en ellos los indígenas solían enfermar y morir. Estos hechos se detallan en el libro de Christian Báez y Peter Mason: Zoológicos Humanos.4
A fines del siglo XIX misioneros salesianos obtuvieron la concesión de la isla Dawson donde establecieron una misión con el propósito de evangelizar, “proteger y cuidar” a los indígenas de la zona, con ello comenzó el proceso de transformación de su vida nómada en sedentaria y el cambio de sus hábitos ancestrales, como la vestimenta, dejando de usar el aceite de lobo marino y la capa que los protegía del agua de la lluvia y del frío, debiendo usar ropa occidental, la que al estar permanentemente húmeda les trajo nuevas enfermedades. En 1900 se estimaba una población de 1000 kawésqar la que 1924 había descendido a 250.
En 1937 el Gobierno chileno, mediante la Fuerza Aérea de Chile estableció una estación en Puerto Edén. Su primer jefe fue el sargento Carlos Gaymer Gómez, quien llegó con su esposa Raquel Verdugo Rojas y su suegra Matilde Rojas. El sargento Gaymer y su familia permanecieron en Puerto Edén hasta abril de 1950 en forma ininterrumpida, la señora Matilde falleció en 1949 y fue sepultada en el cementerio de Puerto Edén. Durante estos 12 años la familia dedicó sus esfuerzos a educar y capacitar a los kawésqar que llegaron a vivir alrededor del puesto. La familia Gaymer Verdugo durante ese período adoptó a dos niños: Ana Rosales Ulloa y a Carlos Edén Maidel, Peteyem, que en 2009 residía en Nueva York, Estados Unidos.
A fines del año 1940, el gobierno autorizó que un joven kawésqar de 10 años de edad que destacaba por su vivacidad e inteligencia, con la autorización de sus padres, fuera trasladado a Punta Arenas para estudiar bajo la tutela de los sacerdotes salesianos. El presidente de la república Pedro Aguirre Cerda supo de este caso y decidió apadrinar a Lautaro Edén Wellington, Terwa Koyo y dispuso que fuera trasladado a Santiago para terminar su enseñaza de humanidades. Lautaro en 1947 entró a la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea. En 1948 contrajo matrimonio con la enfermera Raquel Toro Vilches y en 1949 regresó con el grado de cabo 2º mecánico, siendo destinado a la estación de Puerto Edén. Terwa Koyo viajó sin su esposa y al encontrarse entre su pueblo, comenzó a tratarlos como una tropa, mandándoles hacer ejercicios militares y trabajos de acarreo de tierra, cosa que ellos aceptaron de buen grado, pues habían llegado a admirarlo.5 A los pocos meses desertó regresando a la vida nómada de sus antepasados. Prácticamente toda la población joven de Puerto Edén lo siguió. Lautaro falleció en 1953 al hundirse su chalupa. Fue una persona admirada por sus compañeros.
Por esa misma época, frecuentaban la zona loberos chilotes, quienes en muchas ocasiones cometieron asesinatos, violaciones y secuestros de kawésqar.
En 1992 había unos 60 indígenas que vivían en Punta Arenas y la mayor parte en Puerto Edén. En el 2000 se estimaba que no quedaban más de 17 kawésqar puros.
Existen unas quince personas que se consideran pertenecientes a este pueblo [cita requerida]. A lo largo del tiempo han experimentado una profunda transformación cultural y social. Actualmente, su lengua y sus tradiciones han disminuido mucho, llegando a temerse su desaparición definitiva.
La muerte el 26 de octubre de 2003 de Jérawr Asáwer —rebautizada como Fresia Alessandri Baker—, recibió cobertura de la prensa, como un ejemplo de la disminución poblacional de este pueblo. El 5 de agosto de 2008, falleció Alberto Achacaz Walakial, de 79 años aproximadamente, el más anciano de los kawésqar sobrevivientes.
Cultura[editar]
Organización social[editar]
La unidad base era la familia, la que se desplazaba sola en su canoa en búsqueda de su alimento, ocasionalmente se agrupaban dos o tres familias para tareas específicas. Cuando estaban en tierra hacían una choza muy liviana con armadura de madera, roble o canelo la que era cubierta con pieles de foca o nutria.
La canoa[editar]
La canoa era la pieza más importante y apreciada de su patrimonio material. Era fabricada con cortezas, preferentemente de coigüe. Su longitud era variable, entre 8 ó 9 metros y en ella podía acomodarse una familia. La canoa era además de un medio de transporte una verdadera vivienda flotante, pues en ella pasaban buena parte del tiempo. En el siglo XX y por influencia de los loberos chilotes, empezaron a construir canoas de un tronco ahuecado, a semejanza de los bongos de Chiloé.
Creencias[editar]
Creían en un ser bueno, Alep-láyp o según otros Arca kercis, espíritu bueno al cual le daban gracias cuando a causa de un naufragio recibían copioso alimento y herramientas de fierro o cuando una ballena se varaba en una playa a morir. Ayayema, el espíritu del caos; Kawtcho, es el espíritu rondador de la noche y Mwomo espíritu del ruido, el que produce las avalanchas de nieve.
Alimentación[editar]
Se alimentaban de lobos marinos, focas y nutrias. Eventualmente de ballena que encontraban varada en una playa, lo que daba ocasión para que se reunieran por varias semanas y a veces meses, varias familias. El aprovechamiento de carne varada se da también en otras tribus de la zona como por ejemplo los selk'nam, también conocios como «onas».
Herramientas[editar]
Trabajaban mucho la piedra, la madera, los huesos y nervios de ballena, las conchas de los mariscos y las pieles de nutria y foca. Con estos elementos confeccionaban flechas, arcos, hondas, arpones y cuchillos para trabajar los troncos con los que fabricaban sus canoas. Con fibras vegetales y de los animales fabricaban cestos y canastillos. El metal sólo lo conocieron por su contacto con el hombre blanco.
Presencia ocasional en Argentina[editar]
Los alacalufes vivían en el actual territorio chileno, pero debido a la cercanía, ocasionalmente se hallaban en un sector fronterizo de la Argentina, entre el lago Fagnano y la cordillera de los Andes fueguina.6 No establecieron asentamientos permanentes en esos territorios, pero las razones principales de su ocasional presencia allí, tal vez debieron ser por motivo del comercio con los onas, tehuelches y yámanas (con estos últimos también establecieron algunos lazos familiares). La bibliografía argentina frecuentemente incluye a los kawésqar entre los pueblos originarios de su territorio, sin embargo, su presencia en él fue sólo transitoria.
Los selk'nam u onas,1 fueron un pueblo amerindio ubicado en el norte y centro de la isla Grande de Tierra del Fuego, en el extremo austral del continente americano en Argentina y Chile. Originalmente eran nómadas terrestres, cazadores y recolectores. Posiblemente hoy esta etnia solo esté representada por descendientes mestizos, quienes luego de un genocidio a principios del siglo XX y un proceso de transculturación que operó por más de un siglo, se encuentran aculturados por completo.
Familia selk'nam caminando en una playa. | ||
Otros nombres | Onas | |
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Ubicación | Argentina - Chile | |
Idioma | español, selknam (extinto) | |
Etnias relacionadas | Günun-a-këna, Poya, Pampas, Tehuelches, Haush |
Origen[editar]
Los selk'nam u onas eran parientes cercanos de los aonikenk —también llamados tehuelches o patagones—, que habitaban en la Patagonia, al norte del estrecho de Magallanes. Con ellos tenían una notable semejanza física, de lenguaje y de costumbres. Los varones eran altos con una talla media de 1,80 m, musculosos, corpulentos, anchos de hombros, tez bronceada y de gran agilidad lo que les permitía tener éxito en la caza, las mujeres eran más bajas y tendientes a aumentar de peso.2
Historia[editar]
Según sus propias tradiciones y las evidencias lingüística y geológica3 los primeros selk’nam —y los haush estrechamente emparentados con ellos— fueron tehuelches de la Patagonia meridional que se habrían instalado en la isla Grande de Tierra del Fuego.
Selknam y haush compartían la isla con dos pueblos canoeros (nómadas marinos): los kawésqar y los yaganes, de contextura física, lengua y costumbres muy diferentes. Los selknam habitaban principalmente el norte y centro de la isla, mientras que los haush estaban localizados en el sureste, en la península Mitre en la época en que tuvieron contacto con los europeos. Aunque fueron vistos en 1520 por los españoles de Hernando de Magallanes cuando descubrió el estrecho que lleva su nombre y vio las fogatas de los indígenas que motivaron el nombre del territorio, su primer contacto personal registrado con los europeos fue el protagonizado por Pedro Sarmiento de Gamboa en 1580.
Posteriormente, los contactos continuaron en forma esporádica hasta inicios de la década de 1880 con la llegada de buscadores de oro como Julius Popper, grandes estancieros y sacerdotes salesianos, con concesiones de tierras otorgadas por Argentina y Chile. Para entonces se ha calculado que existía una población de entre 4000 y 5000 selknam. La expansión ovina significó el inicio de la resistencia Selknam a la colonización, destruyendo cercados y robando o matando ovejas. Las grandes estancias contrataron a "cazadores de indios", en su mayoría británicos, para asesinar o capturar a las familias indígenas. Por un acuerdo con los Salesianos, iniciaron a mediados de la década de 1890 una política de deportación a las misiones, donde las enfermedades exógenas y especialmente la tuberculosis acabaron con la mayoría de los internados.
En 1883 comenzó la explotación ganadera con la concesión por parte del gobierno chileno de las primeras estancias a particulares y en 1887 llegaron los mineros en busca de oro al sector norte de la isla. En 1888 se estableció una misión salesiana en isla Dawson con el propósito de evangelizar y civilizar a los indígenas. En 1891 la población había disminuido a no más de 2000 personas. En 1893 se estableció la Misión Salesiana (Río Grande) La Candelaria, en lo que sería a partir de 1921 la ciudad de Río Grande (Tierra del Fuego), también con afán civilizatorio y evangelizador de la población indígena.4
En 1895 los estancieros llegaron a un acuerdo con la misión salesiana de isla Dawson, le pagarían una libra esterlina por cada indígena recluido en la misión. Con los años más de 800 llegaron a isla Dawson muriendo la mayoría por el cambio de estilo de vida al sedentarismo ocioso y las enfermedades. En 1974 murió, Ángela Loij.5 quien había conocido el modo de vida nómada en su juventud. En la parte argentina de la isla Grande de Tierra del Fuego formando la comunidad Rafaela Ishton.
Idioma[editar]
El idioma selk'nam pertenece a la familia chon que incluye también al idioma tehuelche y al idioma haush, este último es más cercano al selk'nam que el tehuelche. El selk'nam-haush forma la rama austral de las lenguas chon, estas lenguas se hablaron en Tierra del Fuego y en las áreas de la Patagonia en torno al estrecho de Magallanes. Las relaciones de la familia chon con otras lenguas de América del Sursiguen siendo un problema abierto, algunos autores consideran que el gününa küne estaría relacionado con las lenguas chon, mientras que otros conjeturan una relación con la familia pano-takana. Algunas palabras selk'nam conocidas revelan claramente el parentesco con las otras lenguas chon:
- Sol: Kré / kran
- Luna: Kréen / krä
- Noche: Kauk'n
- Día: Kerren
- Hombre: Chon
- Mujer: Na'
- Uno: Sóos
- Dos: Sóoke
- Tres: Sawken
- Cuatro: Kóone-Sóoke
- Cinco: Kesmarey
Cultura[editar]
Organización social[editar]
La base de la organización de los onas era la familia, padre, madre, hijos, pero a esta se incorporaban los parientes que ocupaban el mismo territorio, llamado haruwenh. Había muchos territorios perfectamente delimitados. Formaban "clanes" patrilineales de 40 a 120 miembros con jurisdicción sobre un territorio de caza. Los hombres tomaban esposas de otros clanes. Eran generalmente monógamos, aunque había empezado a difundirse la poligamia. Era práctica común el casamiento con dos o mas hermanas, o con una viuda y su hija. También se aplicaba el levirato, es decir, la costumbre de heredar la viuda del hermano.
Dada las características insulares del territorio fueguino, el espacio fue organizado en función a su división, por medio de los haruwenh ('nuestra tierra', 'nuestra patria'), que constituyeron la base de la organización social de los selknam. Cada haruwen se organizó en función a linajes patrilineales exogámicos y patrilocales.
Dependiendo de su línea patrilineal, los selknam descendían de un cielo que representaban con rayados ideoplásticos, simbolizando pájaros, animales, peces, vientos, mares o árboles, considerados como sus antiguos howen.
Cada haruwenh era un espacio físico específico, dentro del cual obtenían los recursos por medio de la caza y la recolección, lo que necesariamente obligaba a mantener una búsqueda constante de alimentos que contribuía a la vida nómade de los selknam. Cada espacio era respetado por las familias y compartidas excepcionalmente por circunstancias especiales, como, por ejemplo, las celebraciones del hain (ceremonia de iniciación), escasez de alimentos, matrimonios, etc.
La vida nómada de los selknam era similar a la de los cazadores de la Patagonia y de la Pampa. Cada miembro tenía sus obligaciones bien especificadas: el hombre cazaba y confeccionaba las armas, la mujer, labores domésticas, cuidado de los niños, transportaba e instalaba la vivienda. Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el hain, ritual de iniciación en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado. Si en sus viajes encontraban una ballena varada o estaban en peligro, empleaban señales de humo para comunicarse entre los grupos.
La vivienda[editar]
Los onas construían dos tipos de viviendas, llamadas kawi. Una de forma semicircular y la otra en forma de cono. Las construían con palos enterrados en la tierra con los que formaban una estructura que cubrían con pieles de animales.
Religión, ritos y creencias[editar]
Los onas celebraban ritos de iniciación masculina durante los cuales los ancianos revelaban los secretos tribales a los jóvenes o klóketen. Tal rito iniciático era llamado h'ain; realizado alrededor de los 18 años, daba a los jóvenes la categoría de adultos. Los ritos se basaban en un mito que narraba cómo en un tiempo mítico las mujeres mantenían dominados a los hombres disfrazándose de espíritus y cómo Sol descubrió la impostura y todas las mujeres, excepto su esposa Luna, fueron asesinadas y que desde entonces los hombres se apropiaron del engaño y continuaban representándolo para dominar a su vez a las mujeres. Si a muchos observadores externos les puede llamar la atención el "body-art" -los cuerpos eran pintados-, sorprendieron aún más a los testigos presenciales por las durísimas pruebas -en especial de resistencia física- a que eran sometidos los iniciados.[cita requerida]
Temáukel era la denominación de una gran entidad sobrenatural que consideraban mantenía ordenado al mundo, aunque la deidad creadora del mundo era llamada Kénos o Quénos.6 El sol y la luna, a los que llamaban Krenny Kreen, tenían gran importancia para ellos; siendo el sol el esposo de la luna, y quién corría tras ella para castigarla, pero sin alcanzarla. También podemos mencionar a K'aux, un personaje mitológico que veló por el orden y las buenas actitudes de los miembros de cada tribu, y el que inculcó todas y cada una de las leyes a los selknam; y quién junto a su sobrino Táiyin, derrotó al cruel espíritu Táita.
Los "chamanes", llamados xo'on, ayudaban a los cazadores y curaban enfermedades. Recibían su poder de los espíritus de los chamanes muertos, quienes se les aparecían en sueños. A los muertos se les enterraba superficialmente y la familia abandonaba el lugar y quemaban sus pertenencias ya que había que olvidar en la tierra al difunto. Los selknam tenían la creencia que después de la muerte se les llevaba a un juicio celestial en presencia de todos los dioses.[cita requerida] Si ellos no deseaban que el difunto ingresara a su reino y gozara de vida eterna (ya sea por mala conducta o por faltar alguna ley), debía castigárseles llevándolo a los infiernos, donde la diosa de los infiernos, el caos y las malas actitudes, Xalpen, lo esperaba para hacerle sentir sufrimiento y dolor por la eternidad.. Los selknam creían además que la diosa Xalpen recurría a sus dioses guerreros, los Shoort, para llevar a cabo sus planes de caos y destrucción.
Vestimenta[editar]
Los onas se cubrían con una capa de piel de Luis que a veces podía ser de zorro o cururo, que los cubría desde el cuello hasta las rodillas. La empleaban con el pelo hacia fuera y la llamaban chonhkoli. Bajo esta capa los varones no llevaban otra vestimenta y las mujeres usaban una prenda para cubrirse los genitales. Usaban mocasines, calzado fabricado con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera. Durante la cacería, los hombres solían llevar un triángulo de piel de guanaco atado a la frente, con propósitos mágicos.
La pintura corporal era muy importante en la ceremonia del hain y en la vida cotidiana se empleaba pintura facial.
Alimentación[editar]
Los onas se alimentaban de aves, guanacos, y tucutucus, lo que los habitantes de haruwen costeros complementaban con la recolección de productos marinos, como mariscos que encontraban en la playa o alguna ballena varada; y de frutos silvestres como los del calafate y la chaura.
La búsqueda de alimento signaba la vida cotidiana. Conseguir comida era tarea de los varones cuya excelencia en el uso del arco y la flecha se hizo proverbial (nada más difícil que cazar un guanaco). Como ellos debían andar siempre al acecho, las mujeres cuidaban la casa, consumían mariscos si el hambre obligaba a hacerlo y, durante los traslados, cargaban las tiendas en bolsas de cuero y cestos de juncos, junto con los utensilios y los hijos que aún no caminaban.
Herramientas[editar]
Los onas fabricaban herramientas de piedra, hueso y madera. Su principal arma eran el arco y la flecha. También empleaban la honda y el arpón.
Genocidio selk'nam en Tierra del Fuego[editar]
Cuando los primeros colonizadores pisaron la Isla Grande de Tierra del Fuego, se produjo el comienzo del fin de la etnia ona, muriendo en sólo 20 años la mayoría de los nativos. Esto fue provocado en gran medida por los grupos de «cazadores de indios» formados por ciudadanos europeos que realizaban expediciones de exterminio, donde José Menéndez Menéndez fue el mayor propulsor.
Los cazadores de indios[editar]
Julio Popper tuvo varios enfrentamientos con los selknam, fotografiándose con las "piezas cobradas". Capataces y peones ingleses, escoceses, irlandeses e italianos, fueron los "cazadores de indios" que como Mac Lennan o "chancho colorado", administrador de las estancias de José Menéndez Menéndez, su patrón, pusieron el precio de una libra por testículos y senos y media libra por cada oreja de niño. Otro testimonio referido a los aborígenes que ahogaron entre la marea y los fusiles en Cabo Peña dice:
Esos los hizo matar Chancho colorado, Mc Lennan el verdadero nombre, administrador otro, son tres, Sam Ishlop y Stewart, algo de malvinero por ahí. Que yo sé, que más o menos que los conozco por mi mamá que los nombró a todos...y hay varios más que yo no me acuerdo"Federico Echelaite o Echeline, de madre Ona y padre noruego, falleció en 1980 a la edad de 75 años; transcrito de la película Los Onas, vida y muerte en tierra del fuego, A. Montes, A. Chapman y J. Prelorán.
De los 4000 de 1880 apenas quedaban 500 hacia 1905. Para entonces la matanza casi había cesado. Los pocos que quedaron luego sucumbieron por las enfermedades introducidas.
Su presencia moderna[editar]
Hacia la década de 1980quedaban unas 9 personas que habían conocido la vida nómada: Pacheco, Francisco Minkiol —nacido en 1916 en Río Gallegos—, Federico Echelaine —nacido en 1905—, Luis Garibaldi Honte —90 años, nacido en la Isla Grande de Tierra del Fuego—, Segundo Arteaga y Rafaela Ishton Martínez. Anne Chapman cita también a Rosaria Imperial y Alfredo Rupatini. El grado de conocimiento de su lengua variaba en cada caso, aunque probablemente para la segunda década del siglo XXI ya no quede nadie vivo que hable esta lengua como hablante nativo.
El 12 de diciembre de 1995 el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas de Argentina reconoció la personería jurídica a la Comunidad Indígena Rafaela lshton de Ushuaia, perteneciente al pueblo selk'nam u ona.7 En 1999 muere Virginia Choquintel y en su honor se bautiza en su nombre al museo de historia de Río Grande. La Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, complementaria del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001 de Argentina, dio como resultado que se reconocieron y/o descienden en primera generación del pueblo ona 696 personas en Argentina (ninguna residiendo en comunidades indígenas), de las cuales 391 vivían en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur; 114 en la Ciudad de Buenos Aires y 24 partidos del Gran Buenos Aires; y 191 en el resto del país.8
El Censo Nacional de Población de 2010 en Argentina reveló la existencia de 2761 personas que se autoreconocieron como onas en todo el país, 294 de los cuales en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
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