lunes, 30 de julio de 2018

Monumentos por países - Italia

esculturas

Formas únicas de continuidad en el espacio (en italianoForme uniche della continuità nello spazio) es una famosa escultura futurista realizada en 1913 por el escultor italiano Umberto Boccioni.1​La versión original se encuentra en yeso, y algunas fundiciones en bronce póstumas, repartidas por algunos museos del mundo. Mide 111,2 cm de altura por 88,5 cm de largo y 40 cm de ancho. El original y una fundición en bronce se encuentra en São Paulo, en el Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de São Paulo. El resto de las otras fundiciones en bronce se encuentran dispersas en museos de Nueva YorkLondresLos Ángeles y Milán.


Historia[editar]

El yeso original ejecutado en 1913 fue adquirido por Ciccillo Matarazzo en 1952, junto con el yeso original de otra célebre escultura de Boccioni, Desarrollo de una botella en el espacio. Ambas fueron donadas por Ciccillo al Museo de São Paulo (MAC-USP), en 1963. Cuatro ejemplares fueron fundidos en bronce del yeso original después de la muerte del artista. Uno de ellos está en el MoMA (1931), otro en el Museo Metropolitano de Arte (1942),2​ambos en Nueva York. El tercero fue fundido en 1960, y también pertenece a las colecciones del MAC-USP. El cuarto fue fundido por el MAC, a petición de la Tate Gallery,3​y negociaron a cambio una escultura de Henry Moore, encontrándose en Londres desde 1972. Otras versiones se fundieron en 1972, pero no del yeso original, sino de la versión del año 1942 del Metropolitan. Una se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles y otra en el Museo del Novecento en Milán. Esta escultura se encuentra reproducida en una de las caras de la moneda de 20 céntimos de euro italiana.
La pieza en yeso se convierte en una de las pocas piezas originales del artista que se salvaron de la destrucción que ocurrió en una exposición póstuma, celebrada en Italia. Las circunstancias de la destrucción de las otras piezas permanecen oscuras.

Análisis[editar]

Con esta escultura Boccioni intentó ir más allá de la impresión de movimiento y explorar la noción de velocidad y fuerza en la escultura, pretendiendo asignar valores lumínicos a la superficie tallada. La escultura excede los límites corpóreos del ser humano, y se asemeja a una bandera ondeando en el viento. Parece que el cuerpo que se representa serpentea, luchando contra una fuerza invisible. Aunque el resultado (físico) es un retrato en tres dimensiones, el cuerpo en movimiento introduce una cuarta dimensión, el tiempo. En su «lucha» contra esta fuerza invisible, el cuerpo en movimiento, va dejando pedazos de sí mismo.








Fuente de la Alcachofa (en italianoFontana del Carciofo), es una fuente monumental de NápolesItalia. Se encuentra en el centro de la Plaza Trieste y Trento.
Fue realizada por voluntad del alcalde Achille Lauro en los años 1950. El proyecto fue encargado a los ingenieros Carlo Comite, Mario Massari y Fedele Federico.
La Fuente de la Alcachofa consta de una amplia taza circular, desde la que emerge una corola floral con forma de alcachofa, que da nombre a la fuente.








Fuente de las Náyades (en italianoFontana delle Naiadi) es una fuente situada en el centro de la Piazza della Repubblica de Roma.

Historia[editar]

En el último decenio de su pontificado, el papa Pío IX ordenó y financió la reconstrucción del antiguo acueducto del Aqua Marcia, gravemente dañado por los godos en el siglo VI y abandonado desde entonces. La gestión del nuevo acueducto se confió, en 1868, a la empresa Acqua Pia Antica Marcia SpA(cuyo logo se puede apreciar todavía en algunas fuentes y pozos), que sería durante mucho tiempo una de las principales suministradoras de agua de la ciudad.
La obra debía terminar en una gran mostra (como ya habían hecho otros pontífices con los acueductos restaurados durante su papado), que fue realizada en una posición unos ochenta metros más cerca de la Estación Termini respecto a la posición en la que se sitúa actualmente la fuente, aproximadamente donde se encuentra actualmente el Obelisco de Dogali, en la Via Luigi Einaudi. Se trataba de una simple piscina circular amplia, en cuyo borde tenía una composición de rocas de las cuales partía un gran número de chorros de agua dirigidos hacia el centro. Completaban la composición cinco chorros verticales de agua, de los cuales el central era mucho más alto que los demás. El papa la inauguró el 10 de septiembre de 1870, diez días antes de la brecha de Porta Pia y del final de su reino temporal.
Algunos años más tarde, en 1888, aprovechándose de una remodelación urbanística de la zona que obligó al Ayuntamiento a trasladar la fuente algunos metros, se dio la ocasión para reconstruirla ex novo, cambiando completamente su aspecto. El proyecto del arquitecto Alessandro Guerrieri contemplaba tres copas circulares concéntricas a distinta altura colocadas sobre una base octogonal con lados rectos y cóncavos alternativamente; en los lados rectos se abrían cuatro estanques semicirculares y todo el conjunto estaba inmerso en una amplia piscina poco profunda.1​ El primer intento de decorar el conjunto (con ocasión de la visita a Roma del emperador Guillermo II de Alemania) con cuatro leones de yeso en los cuatro estanques semicirculares de los lados rectos del octógono no tuvo éxito, y el proyecto fue abandonado.
El proyecto posterior, obra del escultor palermitano Mario Rutelli,2​ terminado e inaugurado en 1901, consistía en cuatro figuras femeninas desnudas de bronce (colocadas en lugar de los leones en los estanques que sobresalen) que representan a las náyades: la Ninfa de los Lagos, reconocible por el cisne que sostiene, la Ninfa de los Ríos, acostada sobre un monstruo acuático, la Ninfa de las Aguas Subterráneas, acostada encima de un dragón, y la Ninfa de los Océanos,3​ montando un caballo símbolo del mar. Bañaba las estatuas un gran chorro proveniente de la primera cuenca interna, mientras que la cuenca central mantenía el proyecto de la fuente original, con una numerosa serie de chorros dirigidos hacia el interior, además de los cinco centrales. Todo el conjunto estaba rodeado por una barandilla.
La posición particularmente sensual y lasciva de las estatuas, y el brillo de los cuerpos procaces bañados por el agua, resultó ser un espectáculo inmoral e indecente para el ala conservador de credo papal de la ciudad, y de quien se hacía portavoz L'Osservatore Romano, el periódico del Vaticano. A pesar de que inicialmente se colocara una valla de madera para impedir la visión del monumento (en espera de que el Ayuntamiento tomara una posición sobre las protestas), el ir y venir de jóvenes que se agolpaban en torno a la barandilla para admirar las estatuas entre las tablas no hacía más que agudizar el sentido de escándalo que suscitaba la fuente. Las polémicas crecieron, en nombre del pudor y del respeto, y se mantuvieron durante un tiempo, pero el Ayuntamiento abrazó las tesis progresistas y, además de no retirar las náyades, como habría querido la corriente más puritana, el 10 de febrero de 1901 dejó que los romanos, después de una casi sublevación popular, abatieran la valla.
También se encargó a Rutelli la decoración del grupo central de la fuente. La realización del escultor resultó algo extraña: tres tritones, un delfín y un gran pulpo, entrelazados entre ellos aparentemente en una lucha. Cuando, en 1911, se colocó la primera figura en la cima de la fuente, suscitó reacciones sarcásticas, y el grupo fue rebautizado il fritto misto di Termini («la fritura mixta de Termini»). Se retiró rápidamente,4​ y se pidió al artista que esculpiera otro más sobrio. En 1912, finalmente, la fuente asumió el aspecto definitivo que mantiene todavía, con la colocación en el centro del grupo del Glauco, una figura masculina desnuda que agarra un delfín de cuya boca sale el chorro central, que simboliza el dominio del hombre sobre la fuerza natural. La obra completa se inauguró de nuevo en 1914.5
La última intervención de restauración y limpieza data de 1988.




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