lunes, 30 de julio de 2018

Monumentos por países - Italia

esculturas

monumento ecuestre a Víctor Manuel II está situado en el centro de la Piazza Duomo de MilánItalia.

La obra de arte[editar]

La Piazza Duomo en una foto antigua, con el monumento a Víctor Manuel II en el centro.
El monumento fue encargado al escultor italiano Ercole Rosa por Umberto I en 1878, tras la muerte de su padre Víctor Manuel II en 1878, pero no se colocó en la plaza hasta 1896porque el escultor murió antes de haber terminado el monumento, que fue finalizado por otros y posteriormente inaugurado oficialmente. En realidad Rosa ganó un concurso para realizar una estatua dedicada a Víctor Manuel II en Vercelli, pero en 1879 fue seleccionado por el nuevo soberano para realizar la estatua de Milán, encargo sin duda de mayor relevancia y espectacularidad.
En 1893, cuando se terminaron de fundir los componentes de bronce (fundidos en la fonderia Barigozzi, en el barrio de Isola), se discutió largo y tendido sobre dónde sería más apropiado colocar la estatua, cerca del Palacio Real o en el centro de la Piazza del Duomo, y finalmente se escogió esta última opción. Ese mismo año, tras la muerte de Rosa, las obras fueron continuadas por los hermanos Barzaghi hasta 1892 (?) , bajo la dirección del escultor Ettore Ferrari.

La escultura[editar]

Detalle de la base con los bersaglieri del Risorgimento.
La estatua representa al rey mientras dirige a los soldados en la batalla de San Martino.
La estatua ecuestre está colocada sobre una base de granito rojo rodeada por una escalinata de mármol blanco de la que se eleva otro pedestal de mármol de Carraradecorado con un relieve que representa la entrada de las tropas piemontesas a Milán tras la batalla de Magenta, durante la Segunda Guerra de la Independencia Italiana, además de ramas de palma alegóricos. En la parte frontal del pedestal está inscrita la fecha «junio 1859» que recuerda la entrada de Víctor Manuel II a Milán (8 de junio de 1859), mientras que en el lado opuesto está inscrito «14 de junio de 1896» en referencia a la fecha de inauguración del monumento.
La escultura situada sobre esta base, de bronce, representa al rey Víctor Manuel II en el acto de frenar el ardor de su caballo, lo que otorga mucha energía a la composición. Además, las cuatro patas del animal apoyan sobre el pedestal, dando así estabilidad a la escultura.
En la base se encuentran además dos leones acostados sobre las escalinatas laterales que tienen una pata cada uno sobre una placa que tiene inscritos los nombres «Roma» y «Milano», en referencia a las grandes conquistas del Risorgimento.
El 18 de mayo de 2012 se encontraron bajo de la estatua los cimientos sobre los cuales se erigió el monumento.










Monumento al Traforo del Frejus.
El monumento al Traforo del Frejus es una fuente monumental situada en la plaza Statuto de la ciudad de Turín (Italia). Dicho monumento está dedicado a la ejecución del carril del túnel de Frejus.
El monumento fue diseñado por Marcello Conte Panissera de Veglio y fue inaugurado en 1879, consta en una pirámide hecha con grandes rocas procedentes de la excavación del túnel, la pirámide está coronada por un genio alado que en realidad es una representación de Lucifer, pues lleva un lucero en la frente, a lo largo de la pirámide se encuentran las figuras de mármol de los titanes muertos.
Todo esto es una alegoría del triunfo de la razón sobre la fuerza bruta, en el espíritu positivista de la época en que se hizo. Sin embargo, en la tradición popular este significado original se superpone por otro: el monumento conmemora el sufrimiento de los mineros de la época que llevaron a cabo la obra.
En la base de la pirámide hay una fuente que contiene peces y otros animales acuáticos. Se considera a esta fuente como uno de los pocos monumentos que existen dedicados al ángel caído, junto a la fuente del Ángel Caído (Madrid) y a la escultura El poder brutal de Quito (Ecuador).








 monumento funerario de María Cristina de Austria es una obra de escultura del neoclasicismo de Antonio Canova, que se mantiene en el interior de la Iglesia de los Agustinos de Viena.

Historia[editar]

Vista de cerca
El encargo de este gran cenotafio se debe a Alberto de Sajonia-Teschen, a la muerte de su esposa María Cristina, en 1798. El objetivo de este trabajo es rendir homenaje a la memoria de esta mujer y a sus muchas virtudes.
El trabajo de construcción del monumento se llevó a cabo en varias etapas durante siete años, finalizando en septiembre de 1805. Canova utilizó para el proyecto unos bocetos que tenía realizados para un monumento fúnebre a Tiziano Vecellio para la Basílica de Santa María dei Frari en Venecia, que nunca se llegó a construir.1

Descripción[editar]

Monumento fúnebre de María Cristina de Austria
Detalle con león y genio alado.
El monumento fúnebre de María Cristina de Austria se considera por Giulio Carlo Argan como el parelelo literario de Dei Sepolcri de Ugo Foscolo, para unirse a la poesía neoclásica, en la que es siempre el tema central el de la muerte.2
La obra escultórica se muestra como una gran pirámide blanca abierta en el centro por una oscura abertura, hacia la cual se dirige una triste procesión. Presenta la rigidez que caracteriza la nueva dirección artística de la escultura funeraria, dejando el movimiento en esta tradición del barroco realizado por Gian Lorenzo Bernini.2
La pirámide de mármol, tiene sobre la entrada marcada por dos jambasen pendiente y un dintel con la inscripción uxorio optimae Albertus(«Alberto a su excelente esposa») y presenta en la parte superior un medallón en relieve con el retrato de María Cristina, con el apoyo de la personificación «La felicidad», acompañados de un angelote en la izquierda: este elemento es el sustituto neoclásico de la estatua visible del difunto en los monumentos barroco.3
La procesión sale de la parte izquierda por una escalera, todos los personajes están marcados por una expresión triste y la cabeza hacia abajo: la personificación de la «Virtud» sostiene la urna de las cenizas tras dos niñas, la «Caridad» acompaña bajo su brazo a un anciano ciego, que se sostiene con un palo. La procesión es seguida por toda la estela de una alfombra drapeada, que acompaña hasta la oscuridad del vacío interno, símbolo del mundo de los muertos, para subrayar la continuidad entre la vida y la muerte.
A la derecha, dos figuras durmientes, un león, símbolo de la «Fortaleza», otra virtud de María Cristina, y, apoyado en su espalda, un genio alado con suaves curvas. Representa a υπνος (que en griego significa "sueño"). En la mitología griega, υπνος es hermano de θανατος (que en griego significa "muerte"). Esto indica que la muerte es vista como un sueño eterno.

Cenotaph of Archduchess Maria Christina, Duchess of Teschen.jpg

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