El trabajo de campo se refiere a los métodos de investigación sobre el terreno, tradicional de las ciencias naturales, como la geología, zoología, botánica o ecología, y de las sociales, como la arqueología o la antropología cultural. Es el que se hace en el lugar de los hechos o donde se ubica el objeto de estudio, no en el gabinete de investigación o laboratorio. Puede ser observación participativa o no, transversal o longitudinal y es un diseño flexible de una descripción de la conducta cultural de un grupo o población. Tiene distintos matices en cuanto al enfoque de datos cualitativos que hace la antropología o la ciencia política con relación a los niveles de observación con participación, mayor en la primera, y número de individuos en la muestra, mayor en la segunda; no hay muestra en la primera, todo el grupo, usualmente pequeño, está incluido.1
El trabajo de campo es un método experimental, de prueba de hipótesis, de alimentación de modelos teóricos o de simple obtención de datos específicos para responder preguntas concretas. Su gran característica es que actúa sobre el terreno en donde se dan los hechos utilizando técnicas distintas al trabajo en gabinete o laboratorio.
El investigador debe planificar detalladamente su trabajo para la recolección de información o para el trabajo de campo. Todas las investigaciones tiene el común denominador de recoger datos con diversas técnicas directamente de la fuente de estudio, generalmente acerca de las características, fenómenos o comportamientos que no se pueden construir en un laboratorio.
No solo las ciencias naturales hacen trabajo de campo, sino todas las ciencias sociales comparten el trabajo de campo como herramienta. Por ejemplo, los pedagogos hacen trabajo de campo cuando, a través de la observación, exámenes, entrevistas o encuestas analizan el comportamiento académico de los alumnos.
El papel del trabajo de campo en la sociología es más general, simplemente se refiere a la parte de la investigación que se desarrolla fuera del laboratorio sociológico para la fase de la encuesta o para la observación y no a un particular método etnográfico. El estudio de casos en las culturas corporativas —empresas— con comunidades de práctica y con grupos de trabajo, tiene connotaciones de trabajo de campo y de diseños casi experimentales. Estos métodos de gestión son igualmente válidos en sociología para el diseño de proyectos de investigación y desarrollo con las investigaciones basadas en la comunidad o con la educación social basada en la escuela comunitaria y con la potenciación de la participación y el pragmatismo.
Cada disciplina requiere sus propias herramientas y métodos, sin embargo, una que suele ser común a la mayoría son los cuadernos de campo, para los apuntes de observaciones y dibujos.
El término transculturación se generó en el terreno de la antropología a partir del año 1940; el concepto lo ideó Fernando Ortiz (en Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar), del artículo Nuestra América de José Marti.
El diccionario de la Real Academia Española, define a este término como «recepción por un pueblo o grupo social de formas de cultura procedentes de otro, que sustituyen de un modo más o menos completo a las propias». Por lo que se podría decir que la transculturación es un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra, hasta culminar en una aculturación. Generalmente se ha supuesto que la enseñanza o intercambio de rasgos que van desde una cultura más desarrollada a otra menos desarrollada,1 parecería que puede ocurrir sin conflictos; sin embargo, se observa que la mayoría de las transculturaciones son muy conflictivas, en especial para la cultura receptora.
Los cambios culturales representan los cambios en la historia, como fue la cultura de la sociedad agraria que evolucionó hacia la cultura de la sociedad industrial. Es importante tener en cuenta que la transculturación es un proceso, no siempre fácil de explicar porque sus protagonistas son sociedades, y como tales abarcantes. Sin dudas no es un proceso fácil e incluso hasta podría llegar a ser "doloroso" en muchos casos, esto nos muestra que hay una sociedad que se impone con su cultura frente a otra, perdiendo esta última muchos rasgos característicos propios. Además, si observamos, las culturas extranjeras se adueñan del estilo de vida de muchas personas, en especial de sus tradiciones. Y sobre todo como dice el analista Irving Vladimir Aguilar Saravia: «Toda cultura que no tiene una fuerte base no perdura para siempre», lo que da a entender que las culturas deben estar bien integradas en la sociedad para que perduren y no se pierdan mientras que la transculturización se expande.[cita requerida]
Igualmente como dice el analista Irving Aguilar: uno de los principales impulsores de la transculturización es la globalización, que ha abierto las fronteras para el libre mercado entre países con lo que el fenómeno anterior se ha expandido de manera muy rápida. Las consecuencias serían: La pérdida de identidad y que los valores o culturas del país se pierdan.
El triángulo culinario (denominado también triángulo gastronómico) es un concepto culinario descrito por Claude Lévi-Strauss en el que se consideran tres tipos de cocinado,1 que consiste en una tríada crudo-cocido-podrido. Cada alimento se encuentra en uno de esos estados o en una transición a uno de esos estados. Levi-Straus pudo comprobar que los alimentos poseen estados contrapuestos y la sintaxis alimentaria de forma que se contrapone como: elaborado/crudo, cultura/naturaleza, fresco/caliente o líquido/sólido etc. Levi-Strauss mostró que la cocina es o bien una mediación humana, o bien un proceso cultural.2 Este método en forma de tríadas es clasificatorio, en ningún momento una explicación cultural de la forma que entienden las culturas los alimentos y sus procesos.
El término tribalismo es una noción antropológica pero que no pertenece únicamente a estudios antropológicos. Esta noción por lo general hace alusión a distintas formas de identidad, asociación, pertenencia, grupo etario de individuos que por lo general se atribuye a las comunidades conformadas por seres humanos. Engloba diferentes manifestaciones como creencias, tradiciones, lenguaje, arte, cultura, identidad de género, religiones, etc., que en un principio se atribuían provenientes de pequeñas comunidades denominadas comúnmente como tribus. Sobre el tribalismo a distintos estudios la mayoría a nivel cultural y social pero pocos a nivel científico o biológico por lo que el término aún sigue siendo de uso ambiguo y muy amplio. Por lo general se considera que esta noción reafirma algunas formas o tipos de sentido de pertenencia y que permiten formas de autorrealización tanto individual como colectivas. En otras palabras, es una noción que implica sentido de mundo desde distintos modos de perspectivas sean locales o de cualquier otra índole. En la actualidad se acude a esta noción para hacer referencia a la unión o agrupación de personas con costumbres, tradiciones, origen étnico o intereses comunes. Hay quienes considera que el término tribalismo se puede acudir a distintas formas de organizaciones, aspecto que se debate en entornos académicos debido a que el término organización puede tener varias formas de comprensión afirmar que una tribu es igual a una organizaciones resulta problemático debido a la existencia de las diásporas y lo que estas han representado a nivel histórico, cultural y regional en distintas partes del mundo.
Los politólogos, por su parte, usan el término tribalismo como sinónimo de «neonacionalismo» y se ha empleado para definir el Brexit, la Hungría de Viktor Orbán o la Polonia del PiS. Según la politóloga danesa Marlene Wind el fenómeno de la tribalización sería una mezcla de antiglobalismo y política identitaria. Esta politóloga define el tribalismo como el fenómeno en el que «grupos culturales, étnicos y nacionalistas de tamaño y niveles de organización diversas aspiran cada vez más a revocar las estructuras internacionalistas creando, fundando o manteniendo sus propios Estados o entidades análogas a estos, al tiempo que (retóricamente o en la práctica) excluyen de ellos a otros».1 Por ejemplo, el politólogo español Alberto Reig Tapia ha caracterizado al nacionalismo catalán protagonista del procés como «tribalismo ideológico».
Tribu es un concepto social, político y antropológico no enteramente definido y lleno de polémica. Dependiendo de autores, épocas y tendencias, el concepto de tribu tiene significados muy diversos y sirve a propósitos diferenciados. Surgen por tanto destacadas discrepancias entre los diversos científicos sociales como los antropólogos según el enfoque desde el cual se quiera obtener la definición exacta. El concepto de tribu ha sido utilizado así mismo para manipular la política de los sujetos colonizados y establecer subdivisiones o minimizar la importancia de las entidades socio-políticas principalmente en África y en Asia.
La trifuncionalidad protoindoeuropea (o hipótesis trifuncional o funciones tripartitas indoeuropeas) es una hipótesis que postula que los pueblos protoindoeuropeos desarrollaron un esquema "mental" (psicológico, ideológico, social y político) de tipo tripartito (tríada). Ello redundó en que desarrollasen sociedades divididas en tres castas o estamentos, donde cada uno de ellos desarrollaba una función, sin tener mucho en cuenta su poder económico (consultar: sociedad de clases). La hipótesis constituye un modelo explicativo de la sociedad indoeuropea.
Este planteamiento fue sustentado principalmente por Georges Dumézil, filólogo y mitógrafo francés, aunque Jean Boissel sostiene que la primera descripción de la trifuncionalidad indoeuropea la hizo Gobineau, que la propuso en 1929 en su libro Flamen-Brahman.12 Ya Adalberón de Laon, aunque en su época aún no se concebía el concepto de «indoeuropeo», postulaba una teoría de los tres órdenes sociales: el de «los que rezan» (oratores), el de «los que combaten» (bellatores) y el de «los que trabajan» (laboratores).
Dumézil arribó al concepto de funciones tripartitas indoeuropeas mediante estudios de mitología comparada, pero aunque esta estructura trina se encuentra esencialmente en los mitos, también es evidente en las estructuras narrativas y en la organización social.
El tubérculo de Darwin o tubérculo auricular es un engrosamiento cartilaginoso del borde de la oreja (hélix) presente en muchos seres humanos, y es vestigio de la punta de la oreja común en mamíferos. Se trata de un órgano vestigial, esto es, un órgano cuya función original se habría perdido durante la evolución y aparece en fetos con 5 a 6 semanas de gestación. El nombre deriva de Charles Darwin.
El ultranacionalismo palingenético es una teoría formulada por el politólogo británico Roger Griffin sobre el fascismo genérico.12 El elemento clave de esta teoría es la creencia de que el fascismo se puede definir por su mito central, a saber, el de la revolución con el fin de alcanzar un «renacimiento nacional», o palingenesia.12 Griffin argumenta que la síntesis única de la palingenesia y el ultranacionalismo distingue el fascismo del parafascismo y otras ideologías nacionalistas autoritarias.12 Esto es lo que denomina el «mínimo fascista», sin el cual no hay fascismo.
Votios, nombre de un pueblo noreuropeo que habitaba la Votia y el occidente de la Ingria. Los votios se apelan en su idioma (según el dialecto) vadyalain, vaddalain, vadyakko (en plural: vadyalaizö, en singular: maavätchi). Su idioma es una lengua urálica: el votio, (o vadyaa cheli o maancheli). La denominación vadyaa proviene del antiguo baltofinés "vakya" (= gancho, como "pico", con connotaciones fálicas, designando a los hombres), palabra que es un préstamo de las lenguas bálticas (letón: vdzis, lituano vagis. También se asocia a la región oriental de Estonia (poblada otrora por votios): Vaiga y al nombre de la ciudad de Narva.
Territorio[editar]
Los votios hasta la Edad Media se dividían en dos grupos: Los votios meridionales y los votios septentrionales, los meridionales vivían en la región de Nóvgorod, los votios septentrionales (de los cuales descienden los votios modernos) habitaban el oeste de la Ingria, especialmente la cuenca del río Narva y costas del lago Peipsi.
El vudú (del francés criollo voudou, a su vez, del ewé, fon y gun vodu (espíritu)), también llamado vodún, vodón, vodoun, vodú, voudú, etc., es una religión originaria de África Occidental, donde actualmente sigue siendo practicada por miembros de las etnias ewé, kabye, adja, mina y fon de Togo, Benín, Ghana y Nigeria.
Es distinto de las varias religiones africanas tradicionales en el interior de esos países, y es la fuente principal de religiones con nombres similares que se encuentran entre la diáspora africana en las Américas, tales como el vudú haitiano, el vudú de Luisiana, el vodú cubano, el vudú dominicano y el vodum brasileño (Candomblé Jejé y Tambor de Mina). Estas variantes se alejan del vudú o vodún en tanto se originaron del sincretismo que se produjo en el área del Caribe entre las creencias que poseían los esclavos trasladados desde el África Occidental y la religión cristiana católica practicada mayoritariamente en esas tierras; cuyas prácticas difieren en ciertos aspectos con el vudú africano.
El término yuezhi (transcripción pinyin) o yüeh-chi (transcripción Wade-Giles) hace referencia a una tribu de etnia protoindoeuropea 45 originalmente establecida en la zona de pastizales entre las modernas provincias chinas de Sinkiang y Gansu. En el siglo II a.C. los Yuezhi fueron derrotados por los Xiongnu y tuvieron que abandonar esta zona. Un pequeño grupo conocido como Yuezhi Menores se desplazaron hacia el sur, mientras que la mayoría emigró hacia el oeste hasta la zona del valle del río Ilí, desplazando a su vez a las tribus sakas (pueblos escitas) que estaban asentadas allí. Poco tiempo después los yuezhi se vieron forzados por los Wusun a emigrar de nuevo, hacia las zonas de Sogdiana y después hacia Bactriana, donde estas tribus fueron identificadas por las fuentes históricas clásicas como Tokharioi (Τοχάριοι) y Asioi. A partir de entonces los yuezhi llevan a cabo una expansión por el norte de la India actual, donde, tras unificarse las cinco ramas gobernantes en una sola, dieron lugar al Imperio Kushán.
Un zulo1o cado2de trampero34 es un tipo de escondrijo temporal,5 utilizado desde tiempos antiguos por pueblos primitivos, que fue utilizado, entre otros, por los tramperos del norte del continente americano con el fin de esconder, disimulándolos, los alimentos para toda la campaña, o bien almacenar las pieles recogidas preparando el viaje de vuelta hacia la civilización, etc.6 Este hábito, derivado probablemente del almacenamiento animal, existía desde el Neolítico en las civilizaciones antiguas de cazadores-recolectores,7 es decir, existía también entre los indios americanos cuando los tramperos llegaron a sus campamentos.