domingo, 17 de julio de 2022

ANTROPOLOGÍA - TÉRMINOS

 El arco árabe de Medina Azahara es un arco árabe, procedente de Córdoba, hecho probablemente por un liberto de Abderramán III, primer califa de Córdoba. Actualmente se encuentra expuesto en la Sala I del Museo Diocesano de Tarragona, con el número de inventario D-0157.

Arc àrab de Madinat al-Zahra.jpg
AutorDesconocido

Historia[editar]

Varios estudios recientes indican que, probablemente, el arco formaba parte de los elementos decorativos de las aperturas del baño del califa Abderramán III a la zona de la terraza superior de Medina Azahara.1​ Otros autores apuntan, en cambio, a que el arco podría provenir de la desaparecida Mezquita de Tortosa, de donde, probablemente, el arzobispo Antonio Agustín, lo habría llevado a la catedral de Tarragona en 1583, con el objetivo de que sirviera como material de construcción para la decoración de la capilla del Santísimo Sacramento.2​ Los investigadores encontraron el arco empotrado en un muro de la Sala Capitular de la catedral.

El arco se empotró en uno de los muros del claustro a principios del siglo XIX, con motivo de una visita real a la ciudad. Permanecería allí hasta 1989, cuando fue trasladado a Barcelona con motivo de la exposición Millenum. Al volver a Tarragona fue empotrado de nuevo, pero solo durante 3 años, puesto que en 1992 se trasladó de nuevo con motivo de la exposición Pallium. Una vez terminada la exposición, ingresó como pieza del Museo Diocesano de Tarragona, donde se conserva actualmente.

Descripción[editar]

Se trata de un arco de herradura, hecho con una pieza rectangular de alabastro blanco, donde todavía se pueden observar algunos restos de policromía. Se sostiene sobre dos pequeñas columnas, con capiteles decoradas con hojas. En la arquivolta se puede leer una inscripción en árabe.3​ Como elementos decorativos adicionales, el arco presenta una cenefa alrededor, realizada con motivos vegetales estilizados, así como una trenza en la parte superior. Su estado de conservación es bueno.








La Cápsula Bicentenario es una cápsula del tiempo enterrada en la Plaza de Armas de la ciudad de Santiago en Chile, que fue iniciativa del municipio de Santiago con motivo del Bicentenario del país en el año 2010. El contenedor —de acero inoxidable— guarda objetos representativos de la cultura popular chilena, y su objeto es que sea desenterrada el año 2110, cuando Chile conmemore el "Tricentenario" de la Primera Junta de Gobierno, realizada el 18 de septiembre de 1810.

Instalación de la cápsula, el 28 de septiembre de 2010.

Objetos[editar]

Elección[editar]

Los objetos guardados fueron productos de un concurso público vía Web realizado en el mes previo a la celebración, en el cual se eligió a lo más representativo del Chile del 2010. Además, en la cápsula se guardaron los mensajes, las fotos y los vídeos que podrán ver y leer los chilenos del futuro.

En el ámbito del deporte, se eligió al jugador de fútbol más destacado en la historia chilena con la «Camiseta del Bicentenario»; por otra parte, en la música se pudo escoger la «Canción del Bicentenario» y en la moda la prenda o el accesorio más usado para incluirlo entre los objetos. En el «Personaje del Bicentenario» se otorgó el reconocimiento al animador Mario Kreutzberger, "Don Francisco", luego de que se impusiera en la votación por Internet en la cual participaron más de 170 000 chilenos y donde obtuvo más de 20 237 preferencias. El rostro emblemático de la Teletón superó a más de 50 personajes representativos de diversos sectores de la sociedad, entre los que destacaban diversas figuras, desde la expresidenta Michelle Bachelet hasta los escritores Nicanor Parra e Isabel Allende.

Me siento muy orgulloso de encabezar una iniciativa tan significativa para nuestro país, pues estoy seguro que esta radiografía de la cultura chilena del 2010 que dejaremos como legado en el kilómetro cero de nuestra capital se convertirá en un registro histórico inigualable que será valorado y aprovechado positivamente por las futuras generaciones, un regalo para los chilenos del 2110 que verán en los objetos de la cápsula cómo somos ahora, cuáles son nuestros sueños, nuestra identidad, nuestras preocupaciones.
Pablo Zalaquett, alcalde de Santiago1

De igual manera los pueblos originarios mapucheaimara y quechua no quisieron estar ausentes, entregando de manera oficial al alcalde de Santiago textos en lengua indígena con sus apreciaciones sobre el Chile actual y sus sueños de como lo vislumbran para el tricentenario.2

Lista de objetos[editar]

Tapa que cubre la cápsula en la Plaza de Armas de Santiago.
El presidente Sebastián Piñera participó del cierre de la Cápsula del Bicentenario.

El 28 de septiembre, la Municipalidad de Santiago confirmó que se guardó un total de 132 objetos a la cápsula, de los cuales 90 fueron escogidos por votación popular. Entre los más destacados se cuentan los siguientes:345

Objetos donados por instituciones gubernamentales (35):
Objetos misceláneos elegidos por votación popular (90):

Otros:

  • Portadas de los periódicos de circulación nacional del 23 de agosto de 2010.
  • Más de 7000 mensajes, entre cartas y videos, para describir la vida cotidiana en el 2010.
  • 240 recetas de cocina, entre comidas y bebidas, típicas de la época.







Una cápsula o caja del tiempo es un recipiente hermético construido con el fin de guardar mensajes y objetos del presente para ser encontrados por generaciones futuras. La expresión cápsula del tiempo se usa desde 1937, aunque la idea es tan antigua como los primeros asentamientos humanos en Mesopotamia (actual Irak).

Hoy en día, el concepto de cápsula del tiempo se está popularizando. En Internet se pueden encontrar cápsulas del tiempo en formato digital como pueden ser fotografías, audios, textos o vídeos.

También hay vestigios arqueológicos tan bien conservados que podrían considerarse auténticas cápsulas del tiempo, como las ruinas de la antigua ciudad de Pompeya.

Las cápsulas del tiempo se pueden clasificar según dos criterios, dando como resultado cuatro clases: según si son intencionadas o inintencionadas (como Pompeya), y si están pensadas para ser recuperadas en una determinada fecha o no lo están.

Cápsulas famosas[editar]

Cápsula del tiempo en el Observatorio Griffith

El concepto de la “cápsula del tiempo” no es reciente. El Poema de Gilgamesh, la primera obra literaria de la humanidad, empieza con instrucciones para encontrar una caja de cobre entre los cimientos de las murallas de Uruk, donde se dice que se encuentra escrita en una tabla de lapislázuli la historia de Gilgamesh. Se sabe que había otras cápsulas del tiempo hace 5000 años que tenían la forma de cofres escondidos en el interior de los muros de las ciudades mesopotámicas.

La Cripta de la Civilización de 1936, cuya apertura se programó para 8113, está considerada el primer intento moderno de crear una cápsula del tiempo.

En 1937, durante los preparativos de la Exposición Universal de Nueva York de 1939, se sugirió enterrar una “bomba del tiempo” durante 5.000 años (hasta 6939). Más tarde se cambió el nombre a “cápsula del tiempo”, por ser más discreto. El nombre “cápsula del tiempo” ha alcanzado popularidad desde entonces. La cápsula de la Exposición Universal de Nueva York fue creada por Westinghouse como parte de su exhibición. Medía 2.28 metros, pesaba 363 kg y tenía un diámetro interior de 16 centímetros. Westinghouse le puso el nombre de Cupaloy, aleación de níquel y plata, que es más dura que el acero.

En 1965 se enterró una segunda cápsula diez metros al norte de la original. Ambas cápsulas están enterradas 16 metros por debajo del Parque de Flushing Meadows, que albergó la exposición. La primera cápsula contenía objetos de uso cotidiano como una bobina de hilo y una muñeca, aunque también tenía, entre otros, un frasco de semillas y un microscopio. Varias bobinas de película condensaban los contenidos de diccionarios, almanaques y otros textos. También se incluyó un noticiario de RKO Pathe Pictures de 15 minutos de duración. Las dos cápsulas, enterradas en 1939 y 1965 fueron enterradas con el propósito de ser desenterradas el mismo año.

Westinghouse ha enterrado, más recientemente, una caja más pequeña que las anteriores bajo el Hotel Marriotte Marquis de Nueva York, en el corazón del distrito teatral de Nueva York.

En la actualidad hay dos cápsulas temporales “enterradas” en el espacio. En las dos sondas Voyager se han enviado dos discos de oro. Una tercera cápsula del tiempo, el satélite KEO, será lanzada en algún momento, o cuando este disponible un vuelo con una órbita compatible con la de este, llevando consigo mensajes de habitantes de la Tierra dirigidos a los terrícolas del año 52.000, cuando KEO vuelva a la Tierra.

En 2009, cerca de la Plaza de las Cortes de Madrid se descubrió una caja de cobre de 1835. En ella se encontraron cuatro tomos del año 1819 del Quijote, un libro de la vida de Miguel de Cervantes y otras publicaciones.1

En marzo de 2006 se encontró una pequeña sala oculta bajo el Puente de Brooklyn en la ciudad de Nueva York durante una inspección del puente. Los inspectores se sorprendieron al hallar botellas con agua, utensilios médicos y gran cantidad de cajas con paquetes de galletas saladas para aporte calórico. En algunas cajas aparecía la indicación "For Use Only After Enemy Attack" (Para Uso Solo Después de Ataque Enemigo). Las galletas saladas o crakers también tenían la indicación "Civil Defense All Purpose Survival Crackers" (Defensa Civil Galletas Multipropósito de Supervivencia). Dos de las fechas estampadas (1957 y 1962) en muchas de las cajas son bastante significativas. En 1957 los soviéticos lanzaron el Sputnik y en 1962 tuvo lugar la llamada Crisis de los misiles de Cuba. No se tiene conocimiento exacto de cuando se dejaron allí esos contenidos ni por qué quedó por años olvidado, aunque parece que algunas de las cajas fueron fabricadas por la Civil Defense Office (Oficina de Defensa Civil), una oficina creada por El Pentágono a principios de los años 60 con la misión de realizar actividades de preparación ante un ataque nuclear.2

El 8 de octubre de 2014, se abrió en Nueva York una caja de bronce sellada en 1914 y que había sido encontrada en un almacén del barrio de Chelsea (Manhattan). En la misma había indicaciones de que se abriera en 1974 y en su interior se encontraron una colección de documentos, folletos y periódicos que reflejaban los intereses de los empresarios de principios de siglo. Desde el comercio de té, café y especias a otros productos, el béisbol y otros.3

La Sociedad Internacional de las Cápsulas del Tiempo fue creada con el fin de mantener una base de datos mundial acerca de todas las cápsulas del tiempo existentes.

Críticas[editar]

Cápsula del tiempo en Parque Zoológico del Centenario en Mérida, Yucatán. Contiene aproximadamente 100 objetos tales como una botella de licor, una caja de talco, una botella de gaseosa, artesanías de piedra y madera, periódicos, envolturas de galletas, monederos electrónicos, una memoria USB, un reloj, monedas, un calendario, una gorra de equipo de béisbol y el acta de la sesión Solemne de Cabildo del 15 de septiembre de 2010.

De acuerdo con el historiador y estudioso de cápsulas del tiempo William Jarvis, la mayoría de las cápsulas del tiempo normalmente no proporcionan mucha información útil. Se las rellena con “basura inútil”, que aporta muy poca información sobre la gente de la época. En cambio, las ruinas de Pompeya contienen una gran riqueza de objetos de uso cotidiano, como pintadas en las paredes, comida en las chimeneas y los restos de personas atrapadas en las cenizas volcánicas. Jarvis sugirió que los objetos que describiesen la vida de gente que crearon las cápsulas, como notas personales, dibujos y documentos, incrementarían en gran medida el valor de las cápsulas del tiempo para el historiador futuro.

Jarvis también señaló que hay muchos problemas concernientes a la selección de los recipientes que transmitirán la información al futuro. Algunos de esos problemas incluyen la obsolescencia de la tecnología y el deterioro de los medios de almacenamiento electromagnéticos. Muchas cápsulas del tiempo enterradas se pierden, pues el interés que despiertan se desvanece y la ubicación exacta se olvida, o son destruidas por cualquier causa, natural o no.




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