sábado, 16 de julio de 2022

ANTROPOLOGÍA - TÉRMINOS

 La etnobotánica estudia las relaciones entre los grupos humanos y su entorno vegetal, es decir el uso y aprovechamiento de las plantas en los diferentes espacios culturales y en el tiempo. Según Alcorn (1995) la etnobotánica es el estudio de las relaciones planta - hombre incluidos en ecosistemas dinámicos, con componentes naturales y sociales. En otras palabras, es el estudio del uso de las plantas contextualizado.

El etnobotánico, Richard Evans Schultes, trabajando en Amazonia (~1940s).

Etimología y objeto de la etnobotánica[editar]

La palabra etnobotánica proviene de las raíces griegas εθνος (etnos), pueblo o raza y βοτάνη (botáne), hierba.

Esta disciplina define el papel de los vegetales en las sociedades humanas; estudia la interacción de los grupos humanos con las plantas: su empleo para fabricar sus instrumentos y herramientas, para protegerse (viviendas, vestuarios), alimentarse, curarse de las enfermedades, comunicarse con sus congéneres (papeles, tintas, tatuajes, tejidos), así como su asociación en la vida social (rituales, juegos, música, etc).

Es parte de la etnobiología e incluye:

  • la etnofarmacología, la cual trata del uso tradicional y los efectos de las sustancias naturales dotadas de actividad biológica (tanto plantas como animales y minerales medicinales) y
  • la ecoetnobotánica, que estudia la interacción de los conglomerados humanos con el mundo vegetal y su equilibrio con el medio ambiente.

Ciencias auxiliares de la etnobotánica son botánica económica, agricultura sostenible y ética.

Entre sus campos de investigación se hallan: la etnoecología,la antropología, la agricultura tradicional, la etnobotánica cognitiva, la cultura material,la fitoquímica tradicional, la paleoetnobotánica.

Se la relaciona con disciplinas tales como historia, lingüística, sociología, geografía, filosofía, etnología, genética, farmacología, agronomía, horticultura, entre otras.

El uso tradicional de algunas especies vegetales ha dado origen a verdaderas especializaciones científicas como las bambúseas y los hongos (etnomicologia).

Historia[editar]

El término "etnobotánica" fue acuñado en 1895 por el botánico estadounidense John Williams Harshberger, pero la historia de campo comienza muchísimo antes. En el año 77 d.C., el médico-cirujano griego Dioscórides publicó "De Materia Medica", un catálogo de 600 plantas del Mediterráneo en el cual consignó información de cómo las utilizaban los griegos, especialmente para propósitos médicos. Este herbario ilustrado contenía información de cómo y dónde había sido tomada cada planta, si eran o no venenosas, su uso actual y si eran comestibles o no (e incluso incluía las recetas). Dioscórides enfatizó en el potencial económico de las plantas. Durante muchas generaciones, los estudiantes aprendían y estudiaban de este herbario, pero no se adentraron en ese campo hasta la Edad Media.

En 1542, el artista renacentista Leonhart Fuchs marcó la tónica para regresar al estudio de campo con la publicación de su catálogo "De Historia Stirpium con 400 plantas nativas de Alemania y Austria.

John Ray (1686-1704) provee la primera definición de "especies" en su "Historia Plantarum": una especie es un conjunto de individuos que a través de la reproducción dan producto a nuevos individuos similares a ellos.

En 1753 Carlos Linneo escribió "Species Plantarum", que incluía información de 5.900 plantas. Linneo es famoso por inventar la Método de nomenclatura binomial, en el cual todas las especies (minerales, vegetales o animales) toman dos nombres de (género, y especie).

En el siglo XIX se alcanzó el cenit de la exploración botánica. Alexander von Humboldt recolectó datos del Nuevo Mundo y los viajes del Capitán Cook trajeron colecciones e información de las plantas del Pacífico sur. En esa época se inició la sistematización de la mayoría de los jardines botánicos, como el Jardin des Plantes de París (fundado en 1640), el Jardín Botánico Real de Kew, en Inglaterra,2​ etc.

Entre 1860 y 1890, Edward Palmer recopiló objetos de artesanía y especímenes botánicos de los pueblos del oeste de Norteamérica y México. El valor de su abundante recopilación de datos permitió fundamentar la llamada "botánica aborigen" o estudio de todas las formas en que los aborígenes del mundo utilizan o aprovechan los vegetales: alimentos, medicamentos, textiles, ornamentación, decoración etc.

Sin embargo, los primeros estudios con la perspectiva indígena del mundo vegetal fueron los del médico alemán Leopold Glueck, a finales del siglo XIX, durante su estancia en Sarajevo3​ Su obra sobre el uso de las plantas en la medicina tradicional de los pueblos rurales de Bosnia, escrita en 1896 se considera el primer trabajo moderno de etnobotánica.

En las dos primeras décadas del Siglo XX aparecieron las investigaciones de Matilda Cox Stevenson Plantas zuñi (1915), Frank Cushing Alimentos de los Zuni (1920), Keewaydinoquay Peschel hongos de los Anishinaabe (1998) y el equipo de enfoque de Wilfred Robbins, JP Harrington, y Barbara Freire-Marreco Plantas del pueblo Tewa de Nuevo México (1916).

Los orígenes de la etnobotánica en América

El surgimiento de la Etnobotánica en el Nuevo Mundo está relacionado con el desarrollo de la Botánica y de la Antropología como ciencias. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, en 1492, se comienza a identificar varias plantas de valor económico, basándose en los conocimientos de los nativos.El aporte de los cronistas como Fernández de Oviedo, Francisco Hernández, P. José Acosta, Bernabé Cobo,y viajeros, como Mutis, Humboldt, Bonpland, D´Orbigny, Gay, durante el siglo XVI fue significativo.4


Etnobotánica y Botánica aplicada en la Argentina

Los primeros trabajos aportes en Botánica Aplicada fueron desde efectuados desde el campo de la agronomía por Parodi, en la década de 1930. En la década siguiente, fueron los realizados por Armando Theodoro Hunziker y en la década de 1960, los de Raúl Martínez Crovetto.

En el año 1963, la doctora Genoveva Dawson "Kewpie", acuña el término Botánica Aplicada, por sugerencia del doctor Ángel L. Cabrera, dando así origen a la cátedra del mismo nombre, en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata.

En la década de 1970, la Etnobotánica y la Arqueobotánica se establecen como disciplinas científicas.

En 1976 el Lic. en Antropología Héctor D’Antoni defiende la primera tesis doctoral en arqueobotánica.

Etnobotánica moderna[editar]

En los comienzos del siglo XX, el campo de la etnobotánica experimentó un giro radical, de la cruda compilación de datos a una reorientación metodológica y conceptual. Esto es también el inicio de la etnobotánica académica.

En la actualidad, la etnobotánica requiere una gran variedad de conocimientos: entrenamiento botánico para la identificación y preservación de especímenes vegetales, entrenamiento antropológico para comprender los conceptos culturales en cuanto a la percepción de las plantas, entrenamiento lingüístico, al menos suficiente como para transcribir términos nativos y entender la morfología nativa, sintaxis y semántica. El conocimiento en todas estas áreas no es necesario para un solo etnobotánico; se suele componer de un equipo.

Pero quizás uno de los más grandes científicos en esta área fue Richard Evans Schultes padre de la etnobotánica moderna quien junto con el químico suizo Albert Hofmann escribieron un libro que sentó las bases en el estudio de las propiedades farmacológicas de muchas plantas e inclusive hongos alucinógenos de uso ritual.

Este libro fue Plantas de los Dioses: Orígenes del Uso de Alucinógenos, publicado en 1979, donde estudia plantas como el ololiuqui, los hongos del género Psilocybe, el peyoteIpomoea e inclusive la Mandrágora entre muchas más desde un punto de vista tanto científico como antropológico.

Pero la gran preocupación de Schultes era el peligro que corre esta disciplina al estar en peligro los ecosistemas del planeta y las costumbres ancestrales de ciertos grupos humanos.

Actualmente muchos etnobotánicos están creando bancos de Germoplasma como una manera efectiva de conservar los diversos recursos fitogenéticos.

A partir de 1980, la etnobotánica recibe importantes aportes de la Ecología, entendida como la ciencia de las complejas relaciones entre los seres vivos y su entorno (Hurrell,5​ 1987; Albuquerque & Hurrell, 2010;6​ Hurrell & Albuquerque, 20127​)

Biodiversidad de maíces en Jujuy, Argentina.

En la actualidad, existe una tendencia a que los estudios etnobotánicos fortalezcan el desarrollo comunitario, sus economías regionales y propicien la conservación de la biodiversidad cultural.

Amanita muscaria, un hongo de propiedades alucinógenas conocidas.

Metodología del estudio de los usos de las plantas[editar]

  • Exposición de hipótesis
  • Planteamiento de un trabajo para ponerlas a prueba
    • Investigación bibliográfica, observación y trabajo de campo.
    • Estadística y encuestas: diseño del muestreo y del análisis de los datos
    • Interpretación de los resultados y comprobación de hipótesis.
  • Presentación de resultados

Etnomicología[editar]

Aunque muchos consideran a los hongos en otro reino, esta ciencia tiene un origen común con la etnobotánica y no se debe descartar tampoco la importancia que tienen muchos hongos y setas en las antiguas culturas, principalmente de tradición chamánica.

La etnomicología tiene sus orígenes en las investigaciones realizadas por el banquero estadounidense Roger Gordon Wasson en la sierra de Huautla Jiménez del estado de Oaxaca, México en el año de 1959. Las aportaciones teóricas y metodológicas de este personaje fueron tan importantes que marcaron el génesis de una nueva vertiente de estudio en la etnobiología.








La Etnociencia o antropología cognitiva es una de las ramas de la antropología enmarcada dentro de las nuevas tendencias que empezaron a desarrollarse a comienzos del siglo XX con el Neoevolucionismo de White y Kroeber. Los máximos representantes de esta rama son: Goodenough, Kay, Tyler, Metzger y Berlín. También es conocida como etnociencia o nueva etnografía y ha sido definida como el estudio de la relación entre lenguajecultura y pensamiento.1

Los sistemas de clasificación social y cultural han sido un importante elemento de estudio en muchas áreas de la teoría antropológica, por lo que la antropología cognitiva se concentra en las categorías lingüísticas para aproximarse a los sistemas de clasificación y conocimiento cultural. Aunque la metodología y los temas de estudio han variado a lo largo de su historia, se comparte la premisa de que la cultura es conocimiento; cada grupo de individuos tiene su propio sistema para percibir y entender al mundo y el conocimiento cultural se refleja en la lengua.1

Para acceder a este conocimiento a través de la lengua se recurre al análisis formal también conocido como ‘análisis semántico formal’ que puede aplicarse a cualquier dominio lingüístico cognitivo. Este tipo de análisis se enfoca en áreas o dominios de significación semántica y ha sido aplicado al estudio de las terminologías de parentesco, colores y plantas, sirviendo como herramienta en la investigación e interpretación etnográfica.1

A partir de un período formativo, también conocido como el enfoque boasiano o de Franz Boas, que va de la primera década del siglo XX hasta 1950, surge en los años sesentas y setentas una corriente que ha sido denominada ‘etnosemántica’ o ‘etnociencia’. Bajo influencia boasiana, la etnociencia en un principio enfatizaba la relatividad de las categorías culturales y se caracterizaba por tratar de evitar el etnocentrismo y registrar meticulosamente el punto de vista interno de otras culturas. Sin embargo, en otras etapas, debido a la influencia de la recién inaugurada teoría generativo-transformacional del lingüista Noam Chomsky, se busca establecer esquemas cognitivos universales; tendencia que, aún hoy, en varias investigaciones toma un corte universalista y en ocasiones, evolucionista.

Desarrollo[editar]

Como toda rama de la antropología, la etnociencia tiene como objeto de estudio la cultura y el papel que el hombre cumple en relación a ella. Por eso es necesario especificar la definición que siguen los etnocientíficos de la cultura: "Un sistema de cogniciones compartidas donde el elemento esencial es el intelecto y no tanto el ambiente o la tecnología". En este sentido, y siguiendo la línea del vienés Kant, al etnocientífico le interesará saber cómo perciben la cultura los miembros de la misma, y no tanto cómo es en verdad esta. Para ello, seguirá dos procedimientos:

  • Descripción interna (en el argot antropológico, emic): ya aclaraba Kant que los noúmeno o entes objetivos existen como tales en la realidad pero jamás son percibidos de manera exacta por el humano, que tiende a interpretar todo lo que ve y por tanto a disponer de una realidad fenoménica, que no es más que una realidad percibida y no una realidad real. Pues es esta realidad percibida el objeto de estudio en un primer momento.
  • Descripción externa (etic): consiste ahora en, una vez averiguado cómo interpreta individualmente cada miembro su cultura, atender a las normas sociales de esta. Estas normas, dispondrán de uná lógica interna. Lógica que les viene dada por el inconsciente del hombre, esto es, se trata de reglas aceptadas por convención pero que no han sido escritas ni reconocidas oficialmente.

Por tanto, el etnocientífico debería estudiar el inconsciente para entender esas normas. Y esta tarea solo es posible, piensan, si se conoce y entiende el pensamiento humano. Pensamiento que solo es entendible si se estudia el lenguaje. Y el lenguaje lo acaban estudiando por la gramática. Como se puede ver, se trata de un desmenuzamiento progresivo de todos los elementos que intervienen en la creación de las normas sociales de la cultura. Y el elemento clave final es el de la gramática. Por gramática no se entiende al conjunto de reglas sintácticas, ortográficas o léxicas de un idioma, sino que se toma el concepto abstracto que ya describiera Chomsky: para este autor, existen dos tipos de estructuras cognitivas a la hora de asimilar un enunciado recién escuchado, la estructura superficial y la estructura profunda:

Por ejemplo, ante la frase "Jaime oyó el pisoteo de los excursionistas", podría entender:
  • Los excursionistas estaban pisoteando el suelo y Jaime los escuchó.
  • Los excursionistas fueron pisoteados y Jaime oyó cómo los pisoteaban.
No obstante, como esta segunda acepción es ridícula al entendimiento humano, nuestro cerebro la descarta rápidamente, impidiendo incluso que se deslice por nuestro consciente. A la capacidad de inferir el significado idóneo y contextualizado de la oración se lo denomina estructura profunda.

Es por ello que los etnocientíficos piensan que, estudiando esta estructura profunda se puede entender cómo funciona el pensamiento de una cultura y por tanto cómo se han ido estableciendo sus distintas normas sociales.

Método[editar]

Ahora bien, el problema surge con la forma de extraer esas estructuras profundas. El etnocientífico, entonces, recurre a la entrevista individual. Miembro a miembro, va hablando con ellos, escuchándoles... Dado que piensa que las palabras se encuentran organizadas sistemáticamente y podrá entonces inferir el etic.

Crítica[editar]

Dos son las principales críticas a esta corriente antropológica:

  1. Presupuesto indemostrable. Efectivamente, concluir con que entrevistando a los miembros de la cultura y escuchando sus respuestas se podrá extraer la gramática de su cultura, etc, es un hecho dado por supuesto e indemostrable, una llamada falacia ad hoc.
  2. Intelectualista. Los etnocientíficos prestan demasiada atención a los aspectos inmateriales de la cultura cuando, para su correcto conocimiento, es necesario además contar con otros elementos (tecnológicos, sociológicos, folclóricos...)

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