sábado, 2 de julio de 2022

ARQUEOLOGÍA - TÉRMINOS

 Cemí o zemí es un concepto taíno que designa tanto a una deidad o espíritu ancestral como a ciertos objetos esculturales que alojan a dichos espíritus.1​ Los materiales con los que se confeccionaban los cemíes eran variados; algunos eran de madera, cerámica y otros incluso eran elaborados con fibras textiles. Ciertos cemíes contenían restos humanos o algunos objetos que estaban asociados con el espíritu que representaban. El culto a los cemíes también está documentado entre algunas tribus caribes y ciertas zonas de América del Sur.

Cemí labrado en palofierro con incrustaciones de concha. 68.5 cm de altura. Se empleaba en la ceremonia de la cohoba, lo que se deduce del recipiente integrado que porta sobre la cabeza. Probablemente procede de la República Dominicana y fue elaborado alrededor de los siglos XV-XVI.

Culto a los cemíes[editar]

Uno de los primeros europeos en registrar el modo de vida de los taínos de las Antillas fue Ramón Pané, quien acompañaba a Cristóbal Colón en su segundo viaje a las Indias Occidentales. De hecho, él es quien introdujo el uso del término autóctono para denominar un fenómeno que los europeos no conocían. De acuerdo con Pané, la religión taína estaba centrada en el culto a dos principales divinidades. Yúcahu era el dios de la yuca y de los mantenimientos, y Atabey era diosa de la lluvia, los ríos y el mar. Otros dioses menores gobernaban otras fuerzas naturales. Todos ellos eran concebidos como cemíes.1​ Por ejemplo, Boinayel, el dador de la lluvia, era un cemí que tenía el poder de hacer llover.3

Los espíritus de los antepasados también eran considerados como cemíes, y de tal manera eran honrados. Entre estos cemíes, ocupaban un lugar muy especial los caciques antiguos. Los huesos y cráneos de estos personajes eran incorporados en la escultura o eran alojados en relicarios que recibían el culto correspondiente. Algunos cemíes eran alojados en santuarios, pero de acuerdo con Pané, cada familia podía poseer sus propios cemíes a los que ofrendaban con alimentos.1

El poder de los cemíes era invocado en el caso de enfermedad y en rituales adivinatorios.4​ En esas ocasiones, se dibujaban o tatuaban imágenes de los cemíes en el cuerpo del sacerdote, a quienes los taínos llamaban bohuti o buhuithu.5​ Los miembros de un linaje podían invocar especialmente a los propios cemíes relicarios.






El chamanismo se refiere a una clase de creencias y prácticas tradicionales similares al animismo. Dentro de esas creencias, los chamanes obtienen su poder de las fuerzas de la naturaleza, incluyendo las de los animales, para mediar entre el mundo ordinario y el mundo de los espíritus, por lo general en estados alterados de consciencia.1​ Aseguran tener la capacidad de controlar el tiempo, profetizar, interpretar los sueños, usar la proyección astral y viajar a los mundos superior e inferior. Las tradiciones de chamanismo han existido en todo el mundo desde épocas prehistóricas.

Algunos especialistas en antropología definen al chamán como un intermediario entre el mundo natural y espiritual, que viaja entre los mundos en un estado de trance. Una vez en el mundo de los espíritus, se comunica con ellos para conseguir ayuda en la curación, la caza o el control del tiempo. Michael Ripinsky-Naxon describe a los chamanes como «personas que tienen fuerte ascendencia en su ambiente circundante y en la sociedad de la que forman parte».

Un segundo grupo de antropólogos discuten el término chamanismo, señalando que es una palabra para una institución cultural específica que, al incluir a cualquier sanador de cualquier sociedad tradicional, produce una uniformidad falsa entre estas culturas y crea la idea equívoca de la existencia de una religión anterior a todas los demás. Otros les acusan de ser incapaces de reconocer las concordancias entre las diversas sociedades tradicionales.

El chamanismo se basa en la premisa de que el mundo visible está impregnado por fuerzas y espíritus invisibles de dimensiones paralelas que coexisten simultáneamente con la nuestra, que afectan a todas las manifestaciones de la vida. En contraste con el animismo, en el que todos y cada uno de los miembros de la sociedad implicada lo practica, el chamanismo requiere conocimientos o capacidades especializados. Se podría decir que los chamanes son los expertos empleados por los animistas o las comunidades animistas. Sin embargo, los chamanes no se organizan en asociaciones rituales o espirituales, como la religión.

Imagen presentando figuras de varias culturas que encajan en papeles de mediador, a menudo calificados como «chamán» o «chamanismo» en la literatura. La composición de este cuadro intenta reflejar la diversidad de este concepto.

Críticas al término «chamán»[editar]

Ciertos antropólogos, como Alicia Kehoe,7​rechazan el término moderno por lo que implica de apropiación cultural. Se refieren a las formas occidentales modernas de chamanismo, que no solo falsifican y diluyen las prácticas indígenas genuinas, sino que lo hacen de tal forma que refuerzan ideas racistas, tales como la del buen salvaje. Otra de las críticas al término es que se considera la forma en que se conduce la energía para la sanación del cuerpo, mente y espíritu, pero que esta era un ejercicio de mujeres sabias; y que al dividirse las tribus se desconoció el conocimiento que tenían las mujeres en el reino de los espíritus y lo usurparon los hombre. A partir de ese momento solo los hombres se denominan chamanes y a las mujeres se les denominó brujas.8

Kehoe es muy crítica con el trabajo de Mircea Eliade. Eliade, siendo historiador más que antropólogo, nunca había hecho ningún trabajo de campo ni había tenido contacto directo con los chamanes o las culturas que practican chamanismo. Según Kehoe, el chamanismo de Eliade es una invención sintetizada de varias fuentes sin apoyo de ninguna investigación directa. Opina que lo que este y otros estudiosos definen como propio del chamanismo, los trances, cánticos, comunicación con los espíritus, curaciones, son prácticas que existen en culturas no chamánicas como en algunos rituales judeocristianos. En su opinión, son propios de varias culturas que los utilizan, y no se pueden englobar en una religión general llamada chamanismo. Por lo mismo, rechaza que el chamanismo sea una antigua religión superviviente del Paleolítico.

Hoppál también discute si el término chamanismo es apropiado. Recomienda el usar «chamanidad» para marcar la diversidad y las características específicas de las culturas discutidas. Este es un término usado en viejos informes etnográficos, tanto rusos como alemanes, de principios del siglo XX. Cree que este término es menos general y permite marcar diferencias locales.

Distintos tipos de chamán[editar]

En algunas culturas puede haber más tipos de chamanes, que realizan funciones más especializadas. Por ejemplo, entre el pueblo nanai, un tipo diferente de chamán actúa como un psicopompo.22​Otros chamanes especializados pueden ser distinguidos según el tipo de espíritus, o reinos del mundo de los espíritus, con los cuales el chamán interacciona más comúnmente. Estos roles varían entre los chamanes nenetsenets y selkup (artículo;23​ en línea24​). Entre los huicholes, hay dos categorías de chamán. Esto demuestra las diferencias entre los chamanes dentro de una misma tribu.

Conocimiento[editar]

Enfoques cognitivo, semiótico y hermenéutico[editar]

Como se ha mencionado, un enfoque (discutido) explica la etimología de la palabra «chamán» significando «uno que sabe».394​Realmente, el chamán es una persona experta en mantener juntos los múltiples códigos a través de los cuales este complejo sistema de creencias aparece, y tiene una visión de conjunto de él en su mente con certeza de conocimiento.3​El chamán usa (y el público entiende) múltiples códigos. El chamán expresa significados de muchas maneras: verbalmente, musicalmente, artísticamente y en baile. Los significados pueden manifestarse en objetos, como amuletos.39

El chamán conoce bien la cultura de su comunidad,404142​ y actúa en consecuencia. Así, su público conoce los símbolos usados y los significados — esto es por lo que el chamanismo puede ser eficiente: la gente en el público confía en ello.42​Estos sistemas de creencias pueden parecer para sus miembros con certeza de conocimiento ―esto explica la etimología descrita más arriba para la palabra «chamán»―.43

Chamán sami con su tambor.

Hay enfoques teóricos semióticos hacia el chamanismo,444546​ («etnosemiótica»). Los símbolos en el traje del chamán y el tambor pueden referirse a animales (como espíritus ayudantes), o al rango del chamán. Había también ejemplos de «símbolos mutuamente opuestos», distinguiendo chamanes «blancos» practicando de día contactando con espíritus celestes, y chamanes «negros» practicando de noche contactando con espíritus malignos para malos propósitos.47

Series de estos símbolos opuestos se referían a una visión del mundo detrás de ellos. Análogamente a la manera que la gramática ordena las palabras para expresar significados y expresar un mundo, también esto formó un mapa cognitivo.348​La tradición del chamán está arraigada en el folclore de la comunidad, que proporciona un «mapa mental mitológico».4950​Juha Pentikäinen usa el concepto «gramática de la mente».5150​Enlazando con un ejemplo sami, Kathleen Osgood Dana escribe:52

Juha Pentikäinen, en su introducción al chamanismo y la ecología del norte, explica cómo el tambor sami encarna las visiones del mundo sami. Él considera el chamanismo como una "gramática de la mente" (10), porque los chamanes necesitan ser expertos en el folclore de sus culturas (11)

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Algunos enfoques se refieren a la hermenéutica,53​ «etnohermenéutica»,48​ acuñada e introducida por Armin Geertz. El término puede ser extendido: Hoppál incluye no solo la interpretación de textos orales o escritos, sino la de los «textos visuales también (incluyendo movimientos, gestos y rituales más complejos, y ceremonias celebradas por ejemplo por chamanes)».54​Esto puede no solo revelar las visiones animistas que se esconden detrás del chamanismo, sino también expresar su relevancia para el mundo reciente, donde los problemas ecológicos hacen los paradigmas sobre el equilibrio y la protección válidos.






El choque cultural es una experiencia que una persona puede tener cuando se traslada a un entorno cultural que es diferente del propio; también es la desorientación personal que una persona puede sentir al experimentar una forma de vida desconocida debido a la inmigración o una visita a un nuevo país, un cambio entre entornos sociales o simplemente la transición a otro tipo de vida.1​ Una de las causas más comunes de choque cultural involucra a personas en un ambiente extraño. El choque cultural puede describirse como consistente en al menos una de cuatro fases distintas: luna de miel, transición, ajuste y adaptación.

Los problemas comunes incluyen: sobrecarga de informaciónbarrera del idiomabrecha generacionalbrecha tecnológica, interdependencia de habilidades, dependencia de formulación, nostalgia (cultural), aburrimiento (dependencia laboral), capacidad de respuesta (conjunto de habilidades culturales).2​ No hay una manera verdadera de prevenir por completo el choque cultural, ya que los individuos en cualquier sociedad se ven personalmente afectados por los contrastes culturales de manera diferente.

El encuentro con los conquistadores con rifles y caballos conmocionó a los aztecas, por lo que confundieron a los europeos con profetas llegados del este.

Teoría de las cuatro etapas[editar]

Según el modelo, las personas inicialmente tendrán (1) período de luna de miel y luego (2) período de transición, es decir, choque cultural. Pero más tarde, la gente comenzará a adaptarse (3) (la línea de puntos muestra que algunas personas odiarán la nueva cultura). Y (4) se refiere a algunas personas que regresan a su lugar para adaptarse a la cultura antigua.

Kalervo Oberg propuso por primera vez su modelo de ajuste cultural en una charla con el Club de Mujeres de Río de Janeiro en 1954.456

Luna de miel[editar]

Durante este período, las diferencias entre la cultura antigua y la nueva se ven bajo una luz romántica. Por ejemplo, al mudarse a un nuevo país, un individuo puede amar la nueva comida, el ritmo de vida y los hábitos de los lugareños. Durante las primeras semanas, la mayoría de la gente está fascinada por la nueva cultura. Se asocian con nacionales que hablan su idioma y que son educados con los extranjeros. Como la mayoría de los períodos de luna de miel, esta etapa finalmente termina.7

Transición[editar]

Después de un tiempo (generalmente alrededor de tres meses, dependiendo del individuo), las diferencias entre la cultura antigua y la nueva se hacen evidentes y pueden crear ansiedad. La emoción eventualmente puede dar paso a sentimientos desagradables de frustración y enojo a medida que uno continúa experimentando eventos desfavorables que pueden percibirse como extraños y ofensivos para la actitud cultural de uno. Las barreras del idioma, las marcadas diferencias en la higiene pública, la seguridad del tráfico, la accesibilidad y la calidad de los alimentos pueden aumentar la sensación de desconexión del entorno.8

Si bien ser transferido a un entorno diferente ejerce una presión especial sobre las habilidades de comunicación, hay dificultades prácticas que superar, como la interrupción del ritmo circadiano que a menudo conduce al insomnio y la somnolencia diurna; adaptación de la flora intestinal a diferentes niveles y concentraciones de bacterias en alimentos y agua; dificultad para buscar tratamiento para la enfermedad, ya que los medicamentos pueden tener diferentes nombres del país nativo y los mismos ingredientes activos pueden ser difíciles de reconocer.

Aun así, el cambio más importante en el período es la comunicación: las personas que se adaptan a una nueva cultura a menudo se sienten solas y nostálgicas porque todavía no están acostumbradas al nuevo entorno y conocen a personas con las que no están familiarizadas todos los días. La barrera del idioma puede convertirse en un obstáculo importante en la creación de nuevas relaciones: se debe prestar especial atención a los signos del lenguaje corporal específicos de la cultura propia y ajena, el paso en falso lingüístico, el tono de conversación, los matices y costumbres lingüísticas, y los falsos amigos.

En el caso de los estudiantes que estudian en el extranjero, algunos desarrollan síntomas adicionales de soledad que finalmente afectan su estilo de vida en general. Debido a la tensión de vivir en un país diferente sin el apoyo de los padres, los estudiantes internacionales a menudo se sienten ansiosos y más presionados mientras se adaptan a nuevas culturas, aún más cuando las distancias culturales son amplias, ya que los patrones de lógica y habla son diferentes y se pone un énfasis especial en la retórica.

Ajustamiento[editar]

Nuevamente, después de algún tiempo (generalmente de 6 a 12 meses), uno se acostumbra a la nueva cultura y desarrolla rutinas. Uno sabe qué esperar en la mayoría de las situaciones y el país anfitrión ya no se siente tan nuevo. Uno se preocupa por la vida básica de nuevo, y las cosas se vuelven más "normales". Uno comienza a desarrollar habilidades de resolución de problemas para tratar con la cultura y comienza a aceptar las formas de la cultura con una actitud positiva. La cultura comienza a tener sentido, y las reacciones negativas y las respuestas a la cultura se reducen.9

Adaptación[editar]

En la etapa de dominio, los individuos pueden participar plena y cómodamente en la cultura anfitriona. Dominio no significa conversión total; La gente a menudo mantiene muchos rasgos de su cultura anterior, como los acentos y los idiomas. A menudo se le conoce como la etapa bicultural.

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