Las teorías del aprendizaje social: origen de las teorías contemporáneas del aprendizaje social
Sutherland propuso una de las teorías criminológicas más conocidas, la teoría de la asociación diferencial –la cual, en el fondo, desarrolla una idea muy popular, la el efecto criminógeno de las malas compañía-. Esta explicación del delito ha mantenido una gran influencia en Criminología y de hecho ha sido objeto de innumerables análisis empíricos, muchos de los cuales han encontrado apoyo para la misma; extensiones; y varias propuestas de teorías integradas han recurrido a la misma.
La teoría de la asociación diferencial, en su formulación originaria, tenía dos dificultades básicas:
- Era demasiado imprecisa y no era fácil detestar empíricamente: así, ¿qué son y cómo él se pueden medir las definiciones favorables a la infracción de la ley?
- Para Sutherland el delito es un tipo de conducta que, como cualquier otra, se aprenden. Sin embargo, el autor no explicaba cómo operaba el aprendizaje, cómo se aprendía la conducta.
La moderna teoría del aprendizaje social propuesta por Akers parte de la Sutherland y trata de complementarla y mejorarla en estos dos y otros aspectos. Para ello, ha recurrido a los más recientes avances en la materia de aprendizaje.
La asociación con pares delincuentes
Uno de los correlatos más importantes del delito es la asociación con iguales delincuentes. La investigación criminológica ha detectado que los jóvenes delincuentes suelen tener amigos o iguales que son ellos mismos delincuentes y pasar mucho tiempo con ellos y que suelen delinquir en su compañía. Esta tendencia se encuentra mucho más acusada que los adultos, lo cual es también lógico sí consideramos que los jóvenes suelen pasar más tiempo en compañía de sus iguales y también hacer casi todas las cosas juntos. Aunque no exclusivamente, las llamadas bandas suelen estar formadas principalmente por jóvenes.
Con el paso del tiempo se iban dando cuenta de que compartir el hecho criminal como otros conlleva desventajas por ejemplo que el compañero se ha detenido y le delate. Este último razonamiento es especialmente coherente con la teoría del aprendizaje social.
La coparticipación delictiva se refiere precisamente al hecho de delinquir y en compañía de otros individuos.
Algunas de las teorías que más relevancia han otorgado a la influencia causa de los pares han sido la de la asociación diferencial y las de aprendizaje social. Estas teorías hace hincapié, entonces, en el papel que los grupos de iguales desempeñan en la infracción de las normas. Sin embargo, el hecho de que jóvenes delincuentes tiendan a relacionarse como otros jóvenes que también son delincuentes, puede recibir diversas explicaciones, no todas ellas consistentes con la hipótesis de esta teoría. Como acontece a menudo en criminología, la disputa no se centra tanto en los hechos, que son aceptados mayoritariamente, sino en su interpretación. Así existen distintas formas en que esta correlación puede explicarse:
- Que responda a una misma causa tanto para la asociación con delincuentes como para la comisión de hechos delictivos.
- Que la asociación con iguales delincuentes influya en que uno tienda a delinquir.
- Que quienes delinquen tiendan a relacionarse entre ellos.
- Podría haber una interacción recíproca: tener amigos delincuentes empujar delito y delinquir acerca a otros sujetos que también lo hacen.
- Podría haber tipos distintos de delincuentes, siendo para cada uno de ellos válida una de las hipótesis anteriores.
La teoría del aprendizaje social
La propuesta de Akers a nivel micro o individual
La de Akers es la teoría de aprendizaje más conocida en criminología. A su tenor, en la delincuencia intervienen variables que motivan (que incitan al delito) y variables que controlan (que previenen el mismo):” la probabilidad de que el comportamiento sea criminal o respetuoso de las normas es una función del equilibrio de estas influencia sobre el comportamiento”. Este planteamiento explica que esta teoría aspire a incluir variables procedentes de otras orientaciones teóricas y sean más bien amplias. Así, aunque la teoría recurrir a procesos y variables sociales, como es el caso sobresaliente de la familia y los grupos de iguales, también reconoce que es posible que existan diferencias individuales que influyan en el comportamiento: “ puede existir una fase fisiológica para la tendencia de algunos individuos (tales como los que son proclives a la búsqueda de sensaciones), más que otros, a considerar que ciertas formas de comportamiento desviado son intrínsicamente gratificantes.
El propio Akers afirma que su teoría descansa básicamente sobre cuatro conceptos fundamentales: la asociación diferencial, las definiciones, el refuerzo diferencial y la imitación (conceptos en los que ya se deja sentir la influencia del conductismo).
La asociación diferencial influye en la criminalidad de los sujetos; por ejemplo, si un joven se ve principalmente expuesto a definiciones favorables a la infracción de la ley, entonces habrá una cierta tendencia hacia el delito. La exposición a estas definiciones tiene lugar principalmente, un en los grupos más próximos al sujeto (los grupos primarios), como es el caso de la familia o los amigos o pares. Akers hace hincapié en estos grupos no sólo porque que ponen al individuo a las definiciones de referencia, sino porque también le proponen modelos que imitar y le someten a un proceso de reforzamiento diferencial.
Las asociaciones tenderán hacer más influyentes en los siguientes casos:
- Cuanto más temprano aparezcan en la vida de las personas (prioridad).
- Cuanto más dure en el tiempo (duración).
- Cuanto más a menudo tenga lugar (frecuencia).
- Cuanto más próximas o importantes sean para el individuo las personas envueltas en la comunicación de las definiciones (intensidad).
Las definiciones son las “ actitudes o significados propios que uno asocia a un comportamiento determinado”. Esto hace referencia a cómo uno define un determinado comportamiento (por ejemplo, un joven que se encuentra con su grupo de amigos y se plantea apedrear una casa en obras puede considerarlo como un delito o simplemente como una travesura), cómo lo justifica (por ejemplo, pensando en el fondo que no se hace daño a nadie porque la casa todavía no está terminada) o cómo evalúe moralmente el hecho. Cuanto más desapruebe las definiciones de un determinado acto, más difícil será que incurra en él; y, al revés, cuanto más lo aprueben más probable será que lo comenta.
Pero las tendencias no quedan fijadas mediante la asociación diferencial con grupos primarios y otros más lejanos. En el comportamiento también influyen las ventajas e inconvenientes que se piensa tendrá como consecuencia el hecho y los que de hecho tiene una vez que se ha cometido. Akers denomina a este proceso reforzamiento diferencial. Su influencia se refleja en la probabilidad de que alguien quiera cabo un determinado hecho por primera vez, pero sobre todo es decisivo en la probabilidad de que alguien lo repita según el resultado de la primera experiencia: un comportamiento que haya sido exitoso tenderá a repetirse; otro que no lo sea, por ejemplo porque ha sido castigado, no. En dicho éxito desempeña un papel importante en la respuesta que se obtenga del grupo de iguales. El autor se refiere ahora a cuatro casos distintos: 1. Reforzamiento positivo. 2. Reforzamiento negativo. 3. Castigo directo. 4. Castigo indirecto.
Por supuesto, cuanto mayor sea el esfuerzo de un comportamiento y cuanto más frecuentemente se refuerce, más probable será que se cometa y sobre todo que se repita.
También es posible, por último, la imitación de comportamientos semejantes o iguales a los que se han observado en otras personas o a través de los medios de comunicación o el cine.
Akers elabora su teoría a partir de estos elementos. Para la teoría, el comportamiento delictivo se aprende, igual que cualesquiera otros comportamientos. La concesión del aprendizaje que se sigue es que este es un proceso, y un proceso complejo. El primer hecho delictivo, como hemos visto tenderá a llevarse a cabo cuando prevalezcan las definiciones favorables a la infracción de la ley, se quieren imitar comportamientos delictivos y los beneficios reales o esperados superen a las desventajas. Después de este inicio, las consecuencias del comportamiento en forma de beneficios o de castigos y perjuicios determinarán que el comportamiento en cuestión se repita o no y con qué frecuencia.
El modelos de la estructura social y el aprendizaje social
Como fácilmente puede comprobarse, la teoría que hemos descrito hasta ahora está construida a nivel micro o individual: utiliza variables referidas a sujetos y explican el comportamiento individual de personas concretas. Pero Akers también ha tratado de incorpora a su teoría variables de nivel macro. Esta extensión se refiere a variables estructurales que tienen un efecto indirecto en el comportamiento de los individuos concretos, es decir, que afectan a las variables de la asociación diferencial, a las definiciones, al reforzamiento diferencial y a la imitación. Akes habla del modelo de la estructura social y el aprendizaje social.
Akers ha incorporado a su teoría variables de nivel macro en el modelo de la estructura social y el aprendizaje social.
Evaluación
Gran apoyo empírico.
Ej. Se ha encontrado que tener amigos delincuentes favorece el delito.
Ej. Un estudio sobre autoinformes que comparó varias teorías arrojó apoyo para la del aprendizaje social.
Esta evidencia se basa en delitos leves.
Programas exitosos de rehabilitación de delincuentes exitosos se basan en esta teoría.
La transmisión intergeneracional de la violencia puede favorecer esta teoría.
Los críticos mantiene que los comportamientos antisociales comienzan a edades muy tempranas, antes de que al niño le dé tiempo a aprender.
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