El emperador romano Constantino el Grande construyó la Basílica del Santo Sepulcro en lo que se creyó que fue el sepulcro de Jesús hacia los años 326 - 335, cerca del lugar del Calvario. La tumba de Jesús y la verdadera cruz fue, según la tradición cristiana, descubierta por Helena, madre de Constantino en 325. La iglesia actualmente se encuentra dentro de los muros de Jerusalén, pero el Santo Sepulcro estuvo probablemente fuera de estos muros en el momento de la muerte de Jesús. La iglesia es aceptada como la tumba de Jesús por muchos historiadores.
En 1885, Charles Gordon sugirió una localización distinta para el Calvario. La tumba del jardín se encuentra al norte del Santo Sepulcro, en las afueras de la Puerta de Damasco, datado en el período del Imperio bizantino. El jardín posee un risco que contiene dos grandes huecos que parecen los ojos de una calavera.
Toda la espléndida belleza y riqueza de la era posterior a Constantino se desvaneció en el 614, cuando el 20 de mayo la ciudad de Jerusalén fue conquistada por las hordas dirigidas por el general Romizanes conocido como Scharbaraz (cerdo real). "Cosroe –narra el patriarca Eutichio en los Anales – envió a su general Scharbaraz… destruyó las iglesias de Constantino, la del Calvario y la del Sepulcro, quemó la iglesia del Calvario y del Sepulcro y destruyó la mayor parte de la ciudad". Esto fue un tremendo golpe, casi todas las iglesias cristianas fueron arrasadas, todas las reliquias robadas y 33.877 personas muertas y enterradas en una cueva en Mamilla (según el relato dado por Tomás que cavó algunos de los sepulcros). El daño hecho durante el período persa fue prontamente reparado gracias a la generosa ayuda de parte de los cristianos de Tiberías, Damasco, Tiro y Alejandría. Durante esta restauración el peñasco del Calvario fue cubierto mediante una iglesia
Esta invasión persa sacudió la totalidad del imperio y para el año 622 el emperador Heraclio ya había recobrado todo el territorio y forzado a los persas a devolver los trofeos de guerra entre los cuales estaba la reliquia de la Santa Cruz, que fue devuelta a la Iglesia del Santo Sepulcro el 20 de marzo del 630.
Esta invasión persa sacudió la totalidad del imperio y para el año 622 el emperador Heraclio ya había recobrado todo el territorio y forzado a los persas a devolver los trofeos de guerra entre los cuales estaba la reliquia de la Santa Cruz, que fue devuelta a la Iglesia del Santo Sepulcro el 20 de marzo del 630.
La llegada de los conquistadores árabes en el 638 no alteró la Santidad de este lugar de culto. Así es como el Patriarca de Alejandría, Eutichio (siglo X) describe los acontecimientos de la conquista árabe:
"Omar ibn al-Khattab y sus generales dejaron Siria, yendo hacia Jerusalén asediaron la ciudad. Sofronio, el Patriarca de Jerusalén, fue a ver a Omar ibn al-Khattab quien le otorgó su protección para los habitantes y la ciudad mediante una carta entregada al Patriarca en persona. Omar ibn al -Khatab otorgó la salvaguardia de los lugares cristianos dando la orden de no destruirlos ni de usarlos como viviendas".
En este relato de Eutichio se dice que Omar ibn al-Khattab hizo una visita a la Iglesia de la Resurrección y se sentó en su patio, a la hora de la oración dejó la Iglesia y rezó afuera temiendo que generaciones futuras pudieran usar su oración dentro de la iglesia como un pretexto para convertirla en una mezquita. Eutichio más adelante agrega que Omar ibn al-Khattab redactó también un decreto que se lo dio al Patriarca, en el que prohibía a los musulmanes que se reunieran en este sitio para sus oraciones.
Al principio del siglo IX un violento terremoto dañó la cúpula de la Anástasis. Los daños fueron reparados en el 810 por el Patriarca Tomás. La iglesia fue incendiada en el 841 y en el 935 los cristianos consiguieron superar los persistentes intentos de los musulmanes para construir una mezquita adyacente a la Iglesia. La Iglesia volvió a ser incendiada por los Musulmanes en el 938 y el fuego rodeó a la basílica, al jardín del claustro y también a la Anástasis. Una vez más, la iglesia fue incendiada en el 966 como venganza por la guerra perdida en Siria por el ejército Musulmán. Pero todos estos infortunios sólo afectaron a las estructuras de madera que pudieron ser reparadas mediante un gran sacrificio de la ya empobrecida comunidad cristiana.
"Omar ibn al-Khattab y sus generales dejaron Siria, yendo hacia Jerusalén asediaron la ciudad. Sofronio, el Patriarca de Jerusalén, fue a ver a Omar ibn al-Khattab quien le otorgó su protección para los habitantes y la ciudad mediante una carta entregada al Patriarca en persona. Omar ibn al -Khatab otorgó la salvaguardia de los lugares cristianos dando la orden de no destruirlos ni de usarlos como viviendas".
En este relato de Eutichio se dice que Omar ibn al-Khattab hizo una visita a la Iglesia de la Resurrección y se sentó en su patio, a la hora de la oración dejó la Iglesia y rezó afuera temiendo que generaciones futuras pudieran usar su oración dentro de la iglesia como un pretexto para convertirla en una mezquita. Eutichio más adelante agrega que Omar ibn al-Khattab redactó también un decreto que se lo dio al Patriarca, en el que prohibía a los musulmanes que se reunieran en este sitio para sus oraciones.
Al principio del siglo IX un violento terremoto dañó la cúpula de la Anástasis. Los daños fueron reparados en el 810 por el Patriarca Tomás. La iglesia fue incendiada en el 841 y en el 935 los cristianos consiguieron superar los persistentes intentos de los musulmanes para construir una mezquita adyacente a la Iglesia. La Iglesia volvió a ser incendiada por los Musulmanes en el 938 y el fuego rodeó a la basílica, al jardín del claustro y también a la Anástasis. Una vez más, la iglesia fue incendiada en el 966 como venganza por la guerra perdida en Siria por el ejército Musulmán. Pero todos estos infortunios sólo afectaron a las estructuras de madera que pudieron ser reparadas mediante un gran sacrificio de la ya empobrecida comunidad cristiana.
Calvario o Gólgota es el nombre dado al monte en las afueras de Jerusalén donde Jesús fue crucificado. Su nombre proviene de rocas en forma de calaveras en uno de los lados de la colina. Sus diferentes nombres son Calvariae Locus, en latín, Κρανιου Τοπος (Kraniou Topos) en griego y Gólgota o Golgotha en arameo; en todos estos idiomas significa lugar de la calavera.
En mi experiencia en ese lugar. Gracia de Dios que me fue dada en el año 2008. Lugar emblemático y revelador para nosotros el cual nos da una profunda reflexión del sufrimiento de nuestro amado Señor.
Trate de observar en la segunda imagen la calavera que se observa en la pared.
Cuando me entere de las curiosidades que se encuentran en este lugar me sorprendio el poderoso plan y diseño profético detrás de cada movimiento de la persona mas importante, Jesucristo. Pues esta escrito que por el fueron hechas todas las cosas, tal como lo plasmaron Juan 1:3 y Colosenses 1:16.
Según la tradición judía, además, este sería el lugar en el que se habría enterrado la calavera de Adán, aquí me impacto el verso que nos dice Romanos 5:10, 11, 12, 13: Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Es sorprendente ¿no les parece? que el mismo lugar donde murió el primer hombre que nos trajo la muerte ahora el segundo hombre que no trajo vida murió en el mismo lugar y en el mismo lugar resucito.
En mi experiencia en ese lugar. Gracia de Dios que me fue dada en el año 2008. Lugar emblemático y revelador para nosotros el cual nos da una profunda reflexión del sufrimiento de nuestro amado Señor.
Trate de observar en la segunda imagen la calavera que se observa en la pared.
Cuando me entere de las curiosidades que se encuentran en este lugar me sorprendio el poderoso plan y diseño profético detrás de cada movimiento de la persona mas importante, Jesucristo. Pues esta escrito que por el fueron hechas todas las cosas, tal como lo plasmaron Juan 1:3 y Colosenses 1:16.
Según la tradición judía, además, este sería el lugar en el que se habría enterrado la calavera de Adán, aquí me impacto el verso que nos dice Romanos 5:10, 11, 12, 13: Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron; Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación. Es sorprendente ¿no les parece? que el mismo lugar donde murió el primer hombre que nos trajo la muerte ahora el segundo hombre que no trajo vida murió en el mismo lugar y en el mismo lugar resucito.
1Co 15:42 - 58: Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible, se resucita un cuerpo incorruptible; se siembra en deshonra, se resucita en gloria; se siembra en debilidad, se resucita en poder; se siembra un cuerpo natural, se resucita un cuerpo espiritual. Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual. Así también está escrito: El primer HOMBRE, Adán, FUE HECHO ALMA VIVIENTE. El último Adán, espíritu que da vida. Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo. Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales. Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial. Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
He aquí, os digo un misterio: no todos dormiremos, pero todos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final; pues la trompeta sonará y los muertos resucitarán incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: DEVORADA HA SIDO LA MUERTE en victoria. ¿DONDE ESTA, OH MUERTE, TU VICTORIA? ¿DONDE, OH SEPULCRO, TU AGUIJON? El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, mis amados hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
El otro evento que me bendijo muchísimo fue que se cree que la caverna del Gólgota se le llamo "La Caverna de Jeremías". Se dice que aquí fue donde Jeremías realizo su gran lamento, COMO su escrito del libro que tenemos hoy titulado el Libro de Las Lamentaciones. Su lamento por Jerusalén y su gran quebranto en el mismo lugar donde muriera nuestro Señor, esto es increíble como el mismo lugar del profeta fue el lugar del lamento mas fuerte que hemos tenido, la muerte del mesías, la muerte del hijo de Dios en el lugar de la calavera.
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