viernes, 20 de marzo de 2015

Refranero multilingüe Lista de paremias en español


A LA LUZ DE LA VELA, NO HAY MUJER FEA

Tipo: Refrán
Idioma: Español
Enunciado: A la luz de la vela, no hay mujer fea
Ideas clave: Belleza - Engaño
Significado: Con luz escasa no se aprecian las faltas, en este caso de quien no es agraciado físicamente.
Marcador de uso: En desuso



A LA MUJER Y AL MAR HAS DE RESPETAR

Tipo: Refrán
Idioma: Español
Enunciado: A la mujer y al mar has de respetar
Ideas clave: Sensatez - Respeto
Significado: Se recomienda prudencia ante la potencia del mar a quienes navegan en él, al tiempo que encarece el respeto que se debe sentir por la mujer.
Marcador de uso: En desuso



A LA NOCHE, ARREBOLES; A LA MAÑANA HABRÁ SOLES


Tipo: Refrán meteorológico
Idioma: Español
Enunciado: A la noche, arreboles; a la mañana habrá soles
Ideas clave: Meteorología
Significado: Recoge una constatación meteorológica basada en la observación diaria que anuncia un día soleado.
Marcador de uso: En desuso
Observaciones léxicas: Arrebol es el color rojo que se ve en el cielo cuando se pone o se levanta el sol e incide de una determinada manera sobre las nubes.
Fuentes: Correas1627 A366
Observaciones: Autoridades («arrebol») registra un refrán en esta línea temática con una referencia geográfica: Arreboles de Aragón a la noche con agua son, y arreboles de Portugal a la mañana sol serán.



A LA OCASIÓN LA PINTAN CALVA

Tipo: Refrán
Idioma: Español
Enunciado: A la ocasión la pintan calva
Ideas clave: Oportunidad
Significado: No hay que vacilar, sino tener decisión y diligencia para no perder las oportunidades que se presenten, pues no suelen aparecer dos veces.
Marcador de uso: Poco usado
Fuentes: Fuente oral
Observaciones: En la mitología grecorromana, la diosa Ocasión era representada sin pelo, excepto por encima de la frente. De esa forma se simbolizaba la dificultad de no perder la oportunidad de algo cuando se presenta de frente y cómo resulta prácticamente imposible detener su curso. También se alude a la diosa Ocasión en la locución adverbial «por los pelos», que se aplica para indicar el escaso margen existente a veces para conseguir o perder algo (v.g.: «aprobó el curso por los pelos»; «perdió el autobús por los pelos»). Cevantes cita esta paremia (El Quijote II 31), refiriéndose a Sancho.

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