Llamado Illyricum en tiempos antiguos, el área ahora se llama Bosnia y Herzegovina. La historia de Bosnia y Herzegovina nos cuenta que esta area fué conquistada por los Romanos en los siglos II y I A.C y fueron anexadas como la provincia romana de Dalmacia. La historia de Bosnia y Herzegovina es muy intersante dado que en los siglos IV y V antes de Cristo los godos invadieron aquella parte del imperio romano y eso hizo disminuir el Imperio y ocuparon el área hasta el siglo VI, cuando el Imperio Bizantino lo reclamó como suyo.Es sorprendente la historia de Bosnia y Herzegovina porque los eslavos comenzaron también a conquistar la región de Bosnia y Herzegovina durante el siglo VII. Alrededor del año 1200, Bosnia ganó la independencia de Hungría y duró como un estado independiente cristiano durante aproximadamente 260 años segun la historia de Bosnia y Herzegovina.
Continuando con la narración de la Historia de Bosnia y Herzegovina podemos decir también que la extensión del Imperio otomano en la zona de los Balcanes introdujo otro marco cultural, político, y religioso. Cuando se habla de la Historia de Bosnia y Herzegovina es inevitable decir que los turcos derrotaron a los serbios en la batalla famosa de Kosovo en 1389. Los Turcos conquistaron Bosnia en 1463. Durante aproximadamente 450 años Bosnia y Herzegovina estuvo conformada bajo el gobierno otomana y muchos eslavos cristianos se hicieron Musulmanes, (notable hecho de la Historia de Bosnia y Herzegovina). Una élite Islámica de la Historia de Bosnia y Herzegovina gradualmente desarrolló y gobernó el país con gran parte de los jefes supremos con nacionalidad de Turquia. Como las fronteras del Imperio otomano comenzaron a encogerse en el siglo XIX, los Musulmanes de otra parte de los Balcanes emigraron a Bosnia. Bosnia también desarrolló una población judia muy importante, con muchos judíos que se instalaron en Sarajevo después de su expulsión de España en 1492. Sin embargo, la Historia de Bosnia y Herzegovina no deja de sorprendernos porque por el siglo XIX el término Bosnio comúnmente incluía a los residentes de muchas religines del mundo. Una sociedad relativamente secular y el intermatrimonio entre grupos religiosos no era rara de encontrar en la Historia de Bosnia y Herzegovina.
Más información de la Historia de Bosnia y Herzegovina:
Siendo vecino de Serbia y Montenegro Bosnia y Herzegovina luchó contra el Imperio otomano en 1876 y ayudó a los rusos, sus amigos eslavos. En el Congreso de Berlín en 1878, después del final de la Guerra Russo-turca (1877-1878), dieron a la Austria-Hungría un mandato para ocupar y gobernar Bosnia y Herzegovina, en un esfuerzo por Europa para asegurar que Rusia no domine los Balcanes. Aunque las provincias fueran todavía oficialmente parte del Imperio otomano, ellos fueron anexados al Imperio Austrohúngaro el 7 de octubre de 1908. Por consiguiente, las relaciones con Serbia, que tenía reclamaciones sobre Bosnia y Herzegovina, fueron rechazadas y no se repitieron durante la Historia de Bosnia y Herzegovina. La hostilidad entre los dos países culminó en el asesinato del archiduque austriaco Franz Ferdinand en Sarajevo el 28 de junio de 1914, por un nacionalista serbio. Este acontecimiento de la Historia de Bosnia y Herzegovina precipitó el principio de la primera guerra mundial (1914-1918). Bosnia y Herzegovina fueron anexadas a Serbia como la parte del Reino recién formado de serbios, croatas, y eslovenos el 26 de octubre de 1918. El nombre más tarde fue cambiado a Yugoslavia en 1929, un fecha clave en la Historia de Bosnia y Herzegovina.
Cuando Alemania invadió Yugoslavia en 1941, Bosnia y Herzegovina fue echada de la parte de Croacia Controlada por los Nazis. Durante la ocupación alemana e italiana, el Bosnio y militantes de la resistencia Herzegoviniana lucharon una guerra feroz y una guerrillera contra el Ustachi que eran las tropas croatas Fascistas lo que es considerado objetivamente hoy en día como un hecho lamentable y horrible de la historia de Historia de Bosnia y Herzegovina. Al final de la segunda Guerra Mundial, Bosnia y Herzegovina fue reunidas en un celibato como una de las seis república del Comunista recién restablecido Yugoslavia bajo Marshall Tito. Su control autoritario mantuvo en la Historia de Bosnia y Herzegovina la enemistad étnica de su nación de remiendo en jaque. Tito murió en 1980, y con el crecimiento del descontento económico y la caída de la cortina de hierro durante la próxima década, Yugoslavia comenzó a astillar.
Finalmente podemos decir de la Historia de Bosnia y Herzegovina es que en diciembre de 1991, Bosnia y Herzegovina declararon la independencia de Yugoslavia y pidieron el reconocimiento por la Unión Europea. En un referéndum de marzo de 1992, los votantes Bosnios escogieron la independencia, y el Presidente Alija Izetbegovic declaró la nación un estado independiente. Este se considera como uno de los hechos más importantes en la Historia de Bosnia y Herzegovina. A diferencia de otros antiguos estados yugoslavos, que generalmente estaban compuestos de un grupo dominante étnico, Bosnia era un enredo étnico de Musulmanes (el 44 %), serbios (el 31 %), y croatas (el 17 %), y esta mezcla contribuyó a la duración y el salvajismo de su lucha para la independencia.
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Seiscientos años de persecuciones extenuantes
Jesús García [Ayuda a la Iglesia Necesitada]
Bosnia y Herzegovina (BiH) es un pequeño país situado en la Península de los Balcanes. Tiene el tamaño de la comunidad autónoma de Aragón y algo más de cuatro millones de habitantes. En 1992 proclamó su independencia de la antigua Yugoslavia y sufrió a cambio la agresión armada del Ejército Federal Yugoslavo. Fue seguramente el país más castigado durante las guerras que se sucedieron en los Balcanes en los últimos años del siglo xx.
En la actualidad, Bosnia y Herzegovina es un país con un entramado social que resulta complicado de entender para un extranjero. Los recovecos de un pasado difícil y doloroso han marcado profundamente a los habitantes de cada una de sus ciudades, barrios, pueblos y aldeas.
Los católicos que viven en el país son de origen croata y forman una minoría acostumbrada a sufrir. A sufrir mucho. Si se repasa la historia reciente del país, se llega fácilmente a la conclusión de que ya no deberían quedar católicos. Pero como dice el obispo auxiliar de Sarajevo, monseñor Pero Sudar, “todo lo que le ha sucedido a la Iglesia en Bosnia, no solo en los últimos diez años, sino en los últimos siglos, habría escrito su epitafio si su vida no estuviera garantizada por la voluntad divina”. Y así, con esa confianza, sobreviven siglo tras siglo, día tras día, los católicos de Bosnia y Herzegovina.
No es una exageración: de alguna manera, los católicos del siglo xxi son los supervivientes de seiscientos años de dramáticas y extenuantes persecuciones. Ha habido muchas situaciones de exclusión que en ocasiones les han conducido a la muerte. El martirio sigue siendo hoy una posibilidad muy real. La primera gran diáspora católica de los Balcanes se originó durante la época musulmana: los cuatrocientos años de dominio islámico propiciaron que toda representación católica muriese, huyera o se escondiese.
Tras la i Guerra Mundial se creó el Reino de Yugoslavia, un país que albergaba una mezcla cultural y racial inverosímil. Tan amplia variedad en tan poco espacio era producto de los grandes desplazamiento étnicos originados por siglos de guerras, posguerras, invasiones, huidas y regresos masivos de refugiados. El 6 de abril de 1941, la ciudad de Belgrado sufrió el bombardeo de la Alemania nazi, y el Reino de Yugoslavia dejó de existir.
En 1946, con la llegada al poder del mariscal Joseph Broz, Tito, se formó la última Yugoslavia conocida con ese nombre. La formaban seis repúblicas independientes (Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Serbia, Macedonia y Montenegro) más dos provincias autónomas (Voijvodina y Kosovo). Convivían, por tanto, en el país personas de diferentes religiones e idiomas, gobernadas por un dictador y bajo un régimen comunista. El centro geográfico del conglomerado era Bosnia y Herzegovina.
Tras el comunismo se sucedieron la independencia de Serbia, la guerra contra Serbia, la posterior guerra contra Croacia y la propia guerra civil entre bosnios musulmanes, católicos y ortodoxos. Es decir: tres guerras diferentes, continuas, e incluso simultáneas, en apenas cuatro años. Y en medio de este país que está en medio de todos, se encuentran los católicos. Es llamativo que aún queden algunos después de que en los últimos enfrentamientos hubiese pueblos enteros que fueron “limpiados” de católicos. Sus cadáveres han sido enterrados años después, en cementerios ocupados únicamente por mártires, asesinados por su condición de católicos. Los fueron a buscar a sus casas y a sus iglesias. Los supervivientes dan un testimonio vivo de lo que sus muertos no pueden contar.
En la actualidad, son numerosos los pueblos del centro y el norte de Bosnia donde los católicos sufren discriminación, chantaje y presión para abandonar sus casas. La presencia musulmana se ve fortalecida por las fuertes sumas de dinero que entran desde los países árabes, en especial Arabia Saudí. Al mismo tiempo, las trabas que encuentra la Iglesia para desarrollar su labor y asentar su presencia son constantes. Hay un dato elocuente: desde que acabó la guerra hasta el año 2007, en Sarajevo y sus alrededores se habían construido doscientas mezquitas, por solo una iglesia católica.
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