domingo, 26 de julio de 2015

Temas de historia

La conquista musulmana de la península ibérica

mapa
Las tesis tradicionales están ya ampliamente superadas. Estas se basaban en la conjura de judíos y witizanos o en la venganza del Conde D. Julián, gobernador de Ceuta, al ser su hija deshonrada por D. Rodrigo. Así la conquista musulmana de la Península Ibérica hay que enmarcarla en dos hechos fundamentales:
La penetración del poder musulmán en la P. Ibérica tiene lugar en el contexto de guerra civilmapa.gif (987 bytes) entre los witizanos y D. Rodrigo (candidato apoyado por la nobleza)(1), por un lado y dentro del contexto de la expansión del Islám en aquellos momentos, por otro, siendo unacontecimiento más de la misma.
NarraciónTextoEn 711 las tropas de Tarik, lugarteniente de Muza, (gobernador de Ifriquiya) cruzan el estrecho y aprovechando la ausencia de D. Rodrigo que estaba en el norte en una campaña contra los vascones, inicia la penetración sin resistencia de la población de Andalucía.
Esto corrobora los pactos con los witizanos y el apoyo de la población judía. Derrotado y muerto D. Rodrigo en Guadalete, llegan hasta Toledo que les abre las puertas (allí estaba Oppas. el hermano de Witiza)
En 712 se inicia la conquista sistemática: Muza pasa a Hispania con más contingentes y va tomando las principales ciudades Sevilla, Carmona, Mérida, Toledo, Zaragoza, Pamplona, donde llegaron en el 714 . Tariq y Muza en ese año se dirigieron hacia Damasco para dar cuenta de su actuación y al frente del gobierno quedaba Abd al-Aziz que aumentó las conquistas peninsulares hasta Zaragoza y Coimbra. Sus sucesores llegarón a Barcelona en 718 y a Toulouse en 721.
En los primeros momentos los musulmanes no innovan, al igual que lo habían hecho en otras zonas conquistadas (bizantinas y persas) aceptan la organización existente y se superponen a ella; de hecho sustituyen a los reyes visigodos y, como ellos, encontrarán dificultades para asegurar el dominio en las zonas del norte del la Península.
Los dominios visigodos de las Galias no fueron ocupados hasta el 720: Al Samh entró en Narbona y puso fin al dominio del noble Ardón en esas tierras. Los intentos de penetrar en Aquitania fracasaron por las divisiones del islam, a pesar de la ayuda prestada por nobles francos enemistados con Carlos Martel, quien derrotó a los árabes en Poitiers. Esto supuso en breve plazo el repliegue de los árabes a los Pirineos, tras el avance franco en el sur de Francia por Pipino el Breve ( el padre de Carlomagno) en Septimania y Provenza.
Los primeros 50 años de la historia del Al Andalus, hasta la fundación del Estado Omeya , se caracteriza, fundamentalmente, por dos hechos fundamentales:
  1. La expansión del dominio musulmán: los pactos y la tributación.
  2. A partir del 732 la oposición de las primeras tensiones entre árabes y bereberes (en torno a la ocupación y el reparto de las tierras) que desembocarían en la crisis de los años 741-755.

La Península Ibérica fué sometida al Islam de dos maneras:

Por las armas: Una vez vencida una plaza se firmaba capitulación, la población no podría abandonar la ciudad y perdían sus bienes, que pasaban a ser parte del botín y entraban en servidumbre.
Texto del pacto con TeodomiroPor pactos: bien con la población (caso de Mérida, de Sevilla, de Córdoba). Las ciudades conservaron así sus leyes, su organización política, su religión y eran sometidas al pago de impuestos que la ley musulmana imponía a los no musulmanes. O bien con particulares, de los que conocemos casos como el de Teodemiro: funcionario visigodo que gobernaba una amplia zona de Murcia y Alicante. Conservó sus riquezas, su poder y sus posesiones eran hereditarias, pasaron a su hijo Atanagildo. A cambio, tenía un vínculo de fidelidad personal con los árabes.
Caso similar sería con los sucesores de Witiza- que según la Crónica Mozárabe, fué en el s. VIII la máxima autoridad reconocida por los árabes sobre la población cristiana y que ostentaba la dignidad de "comes de Al-Andalus" y "príncipe de los españoles sometidos" y era el encargado de recoger la tributación territorial.Imagen de la película Mahoma el Mensajero de Dios, Distribuida por MANGA FILMS
Los particulares conservarían sus bienes patrimoniales, y sólo se confiscarían los bienes de los muertos, los huídos y de la Iglesia.
Así, la mayor parte del territorio permaneció en manos de los indígenas, pues la mayoría de lanobleza pactó con los musulmanes, quienes, prefirieron proteger sus dominios a costa de perder cierta independencia. (Ejm. la familia de los Banu Quasi en el Valle del Ebro). Esto explica la rápida asimilación de las formas de vida musulmanas entre la población hispanovisigoda.
Las tierras tomadas por las armas fueron repartidas: un quinto (jums) pasó a manos del estado y el resto se repartió entre los conquistadores siguiendo dos modalidades: en pleno dominio o como una cesión por parte del estado, que implicaba el usufructo de éstas (IQTA territorial), una especie de "beneficio".
En cuanto a las modalidades de asentamiento de los musulmanes es un tema poco conocido por la historiografía actual. Pero parece que hay unanimidad en su distribución geográfica:
- Los árabes (baladiyum) venidos con Muza se instalaron en zonas de llanura, en torno a los valles de los grandes ríos y en lugares próximos a las costas mediterráneas andaluzas y en las huertas levantinas. Cogieron las mejores tierras.
- Los bereberes se quedaron en lugares más afines con su antiguo hábitat marroquí, ocuparon zonas de elevada orografía, tanto en el centro .-sistema Central, Extremadura- como en Andalucía -Serranía de Ronda, Cord. Penibética, el Algarve...
- Los sirios procedentes de los "yund" -acantonamientos militares de Siria o Egipto- que pasaron a la península para ayudar a reprimir la sublevación de los bereberes del 741, fueron asentados en zonas del sureste de Andalucía, de forma muy similar a la situación que anteriormente tenían en sus países de origen.




Los sefardíes


Los judíos que vivieron en los reinos cristianos de la península Ibérica, al igual que los que vivían en zonas musulmanas, sufrieron grandes persecuciones, pero también vivieron largos periodos de prosperidad y tolerancia, tanto bajo la protección de los reyes cristianos como de los taifas musulmanes.
JudioLos judíos españoles fueron a menudo queridos por los monarcas, no precisamente por un amor desinteresado, sino debido a los grandes beneficios que aportaban a las coronas bajo las cuales buscaban protección. Se establecía entonces una relación simbiótica entre la autoridad real y las aljamas. Las comunidades judías servían para repoblar territorios que, tras los avances militares, quedaban baldíos, también aportaban dinero y consejeros al rey, médicos, mercaderes y otros profesionales cualificados a la comunidad, que hacían florecer la economía allí donde se asentaban.
El año 1492 es una fecha fatídica para los judíos españoles, establecidos en nuestra Península muy probablemente desde el año 73 d.C., aunque hay quien afirma que se produjeron los primeros asentamientos tras la primera dispersión realizada por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, en el año 587 a.C.
Conversión o expulsión no había otra opción. Algunos abrazaron a Cristo, muchos optaron por el exilio, según el historiador judío Yitzak Baer alrededor de 170.000 sefardíes marcharon en amarga procesión atravesando los reinos de España, que no había cristiano que no hubiese dolor de ellos -nos dice el cura Bernáldez en sus crónicas- en dirección a los puertos marítimos y hacia Portugal, de donde serían expulsados a su vez poco tiempo después.
En los puertos embarcaron hacia el norte de África y los territorios orientales del Imperio Otomano; más tarde se asentaron en Francia, Holanda, Inglaterra, Italia, los Balcanes y otros países europeos.
Los sefardíes adquirieron especial renombre por sus logros intelectuales en el contexto de la cultura judía, baste mencionar a R. Moshe ben Maimón, más conocido como Maimónides o también por sus iniciales: Ramban. Lo podemos considerar como el más grande pensador judío de la Edad Media. Controvertido, levantó pasiones opuestas entre sus seguidores y sus adversarios. La contribución de Maimónides a la evolución del judaísmo le proporcionó el sobrenombre de segundo Moisés. Su gran obra en el campo de la legislación judía es el Mishneh Torah, desarrollada en 14 libros y escrita en hebreo (1170-1180), que siguió modificando hasta su muerte. Además, formuló losTrece artículos de fe, uno de los diversos credos a los que numerosos judíos ortodoxos todavía se adhieren. Está reconocido como el filósofo judío más importante de la edad media.
También se caracterizan los sefardíes por su tradicional lengua vernácula, el ladino, y por su fidelidad a la práctica ritual de la tradición babilónica, en contraposición a las tradiciones palestinas y la lengua yiddish conservadas por los askenazis.
Actualmente los sefardíes suponen un 60% de la población judía en el mundo, entre la que cabe destacar la comunidad establecida en Marruecos y las de las ciudades españolas del norte de África Ceuta y Melilla.
Para saber más puede consultar:
sefarad

LA DECORACIÓN EN EL ARTE ISLÁMICO


INTRODUCCIÓN

La decoración es esencial en el arte islámico. Mientras que en el occidental tiene un valor secundario, en el islámico juega un papel central. En occidente lo ornamental se aplica como adorno de la estructura del edificio, que es lo primordial. En las artes del Islam, la decoración llega a enmascarar los materiales constructivos. Lo invade todo.
      La historia de España durante la Edad Media es diferente a la del resto de Europa debido a la invasión musulmana de la península en el año 711. El territorio sometido por el Islam recibe el nombre de al-Andalus. Los reinos cristianos formados en el norte de la península inician a partir de entonces un proceso de reconquista que concluye con la caída del reino de Granada en el año 1492. A diferencia de los núcleos cristianos donde predomina el ruralismo y la autarquía,  al-Andalus posee ciudades prósperas, artesanía floreciente y una importante actividad comercial. Es el siglo XI el período de cristalización y  desarrollo del arte hispanomusulmán. La capital política suele ser a la vez el foco creador y difusor de las artes.
      Contemplar cualquier manifestación estética del Islam exige al espectador occidental despojarse de sus condicionamientos culturales. Para comprender su significado es necesario conocer sus principios religiosos. El Islam es una religión monoteísta, pero el Dios semita es diferente del occidental. Es incognoscible e innombrable. Se encuentra fuera del mundo y no está sujeto a las leyes del espacio y del tiempo. El universo no tiene autonomía sino que es dirigido por Dios.
      Islam significa sumisión o entrega incondicional a Dios. La revelación divina se recoge en elCorán. Es el libro sagrado de los musulmanes, revelado a Mahoma entre el 610 y el 631. Es un código religioso y social, base fundamental de la ley. Corán o Qur´an significa lectura de una palabra oída, escrita y dicha.  Mientras que en el Cristianismo  Dios se hace carne, en el Islam se hace palabra. Todo es palabra de Dios que al revelarse se hace mundo. Por esto, el lenguaje es protagonista en la vida del creyente. Este debe cumplir cinco obligaciones, los Cinco Pilares de la religión islámica. La primera es la profesión de fe, es decir, el reconocimiento de la autoridad y unicidad divina. El resto son: la oración, el ayuno, la limosna legal y la peregrinación.

PRINCIPIOS DE LA COMPOSICIÓN

El ritmo repetitivo
      Los patrones decorativos se obtienen repitiendo elementos simples entrelazados o superpuestos. Unido al gusto por la simetría, se consigue un efecto dinámico y armonioso. El detalle no prevalece sobre el conjunto. No hay tensión entre motivos, sólo equilibrio. La reiteración infinita de los temas es una metáfora de la eternidad que llena todo y una forma de plasmar la mutabilidad del universo.
La estilización
       Es decir, la desnaturalización de la naturaleza. El arte islámico, a diferencia del occidental, no imita la naturaleza. El musulmán piensa que imitarla con fidelidad es un acto de impiedad que lo enfrenta a Dios, el único Creador. Así, se produce la estilización de los motivos vegetales.

ELEMENTOS FORMALES

      En su origen encontramos elementos griegos, romanos y  de los pueblos de las estepas de Asia central. Pero, los artistas musulmanes crean una nueva forma de trabajar el repertorio ornamental heredado.
La Caligrafía
               Es el arte de la escritura bella (G. FATAS y G. BORRAS, 1980). Es la manifestación artística más importante  porque escribir es dar forma a la palabra de Dios. La escritura árabe tiene una doble función: ornamental e iconográfica. Es el equivalente a las imágenes sagradas del arte cristiano, el medio por el que se transmite el mensaje divino. El contenido de estas inscripciones es variado: versículos del Corán, mensajes piadosos, datos sobre sí mismas, textos poéticos, buenos deseos para el poseedor del objeto... Hay dos tipos: cúfica y nasjí. La escritura cúfica es mayúscula, de gran tamaño y rasgos angulosos. Las letras son sobrias y rectas. La escritura nasjí es cursiva, de gran flexibilidad y fluidez. Es la escritura ordinaria. A partir de estos tipos básicos se crean variantes, que difieren según el área geográfica y la cronología.
Los motivos vegetales
      Existe una evolución. A través de Bizancio, se toman del mundo clásico pero, con un nuevo ritmo compositivo. Los fundamentales son rosetas, palmetas, hojas de acanto, hojas de vid y roleos. En época almohade predomina la decoración de hojas lisas. Posteriormente, los almorávides incorporan las hojas con digitaciones. En los años siguientes las fórmulas varían poco: palmas de una hoja, con o sin cáliz, palmas de dos hojas, simétricas o asimétricas, arrolladas o no en volutas, y la denominada pimiento, con o sin cáliz. Por influencia de la cultura persa sasánida se produce una estilización de los motivos vegetales, haciéndose irreconocibles. A este tipo de decoración se le denomina ataurique. Es la decoración vegetal inspirada en el acanto clásico, estilizada y muy utilizada en el arte califal cordobés (G. FATAS y G. BORRAS, 1980). Aunque durante el Romanticismo se emplea el término arabesco para hacer referencia a esta decoración,  es un error. El arabesco es la ornamentación entrelazada de complejos dibujos geométricos (G. FATAS y G. BORRAS, 1980). Así, arabesco  es un término más amplio, se refiere a todo tipo de decoración musulmana que enmascara la estructura mientras que ataurique es sólo la decoración vegetal estilizada.
Los motivos geométricos
      La geometría es muy importante en el Islam. A través de ella se representa la indivisibilidad de Dios. La forma perfecta es el círculo. Se utiliza como patrón que permite crear otros motivos. El diseño es sencillo, se aplican los principios de repetición simétrica, multiplicación o subdivisión. Se trata de un arte más intelectual que emocional, de base matemática. Se utilizan ramas mixtilíneas entrecruzadas formando rombos, cintas trenzadas, meandros, dibujos en zigzag, ajedrezados y lazos formando estrellas. El mocárabe o mucarna es la decoración de prismas, yuxtapuestos y dirigidos hacia abajo,  que acaban en un estrechamiento llamado prismático, cuya superficie inferior es cóncava. Forman a modo de estalactitas o racimos de estalactitas (G. FATAS y G. BORRAS, 1980). Se emplea especialmente en la arquitectura.
Los motivos figurativos
      De manera generalizada, se cree que el Islam prohibe expresamente la representación de figuras humanas y animales. No es cierto. Las representaciones figurativas sí están ausentes en los edificios religiosos y en los objetos de culto. Pero no en las obras de carácter civil. Como ejemplo baste recordar la ilustración de libros.

LA IMPORTANCIA DEL AGUA Y DE LA LUZ

      Sin ser en sí motivos ornamentales, inciden en la decoración de manera especial. El agua es un complemento básico de la arquitectura islámica. A su valor ritual y simbólico se une su función refrescante. La luz sirve tanto para modificar los elementos decorativos como para crear otras formas ornamentales. Ambos incrementan el dinamismo de la decoración y aumentan el impacto visual del edificio.

COMENTARIO PARA ILUSTRAR EL TEMA

     Aunque la decoración está estrechamente ligada a la arquitectura, todas las manifestaciones artísticas están ornamentadas cualquiera que sea el material, la técnica o la escala utilizada. La decoración confiere unidad al arte islámico ya que los mismos diseños aparecen en el vidrio, los tejidos, la metalística, la madera o la cerámica.
      Para ejemplificar lo dicho, comentaremos dos piezas únicas del arte hispanomusulmán. Ambas están trabajadas en marfil. Son el bote cilíndrico de Zamora (964, Museo Arqueológico Nacional, Madrid) y la arqueta del Monasterio de Leyre (1004-1005, Museo de Navarra, Pamplona). Laeboraria  es el arte de trabajar el marfil (G. FATAS y G. BORRAS, 1980).La talla de este material es una actividad que se remonta a la Prehistoria. Su brillo, su suave tacto y su rica textura lo convierten en el material ideal para crear obras bellas. En Córdoba se tiene por material precioso y entre los regalos que los embajadores traen a la ciudad figuran lotes de marfil. Muchas piezas se conservan debido a la fascinación que los cristianos muestran por ellas. Excepcionales son las obras en marfil salidas de los talleres cordobeses en el siglo X. Son piezas de gran calidad y riqueza ornamental.  Su refinamiento artístico se debe a que, principalmente, se destinan a la corte y, de manera especial, a las mujeres.
     En general,  se trabajan dos tipos de objetos: arquetas y botes.  Las arquetas tienen forma rectangular y tapa plana o prismática. El tamaño oscila entre 35 cm. y 4,5 cm. Los botes tienen forma cilíndrica, tape hemiesférico y el diámetro oscila entre 11,5 cm. máximo y 7,5 cm. mínimo. Ambos tipos son piezas realizadas con dos o más fragmentos de marfil ensamblados por elementos metálicos, generalmente plata nielada o cobre dorado.  Su función es servir como botes de perfumes o para guardar joyas.
      El bote cilíndrico de Zamora es una pieza anónima, aunque a su artista se le da el nombre de Maestro de Zamora. Se conoce la fecha gracias a la inscripción que hay en el friso de la tapa. Se trata de un regalo de Alhaquem II a su concubina Zob en el año 964. La decoración más frecuente es el ataurique, que llena toda la pieza. Consiste en un tallo vegetal continuo que se divide regularmente para dar origen a otros tallos secundarios que pueden, a su vez, escindirse o reintegrarse al tallo central. Se crea un rítmico movimiento ondular. Se representan también figuras de pájaros, pavos y gacelas afrontadas. La decoración está excavada sobre un fondo de poco relieve y la talla es seca y biselada. La ornamentación es profusa y elegante.
          La arqueta del Monasterio de Leyre es un regalo para el hijo de Almanzor, el príncipe Al-Dak-Malik. Es de época de Amiri. El artista parece ser Faray. Aparecen figuras humanas en el centro de medallones y pequeños atauriques rodeándolas. Se presenta al califa Hisam II rodeado de personajes. En la tapa aparecen águilas con alas explayadas, leones sobre gacelas y antílopes. Un tema novedoso es la representación del unicornio, considerado animal fantástico. En un lado se desarrollan escenas de caza. En el otro, se talla un diván donde aparece un personaje con dos servidores a cada lado, sentados al modo oriental. La talla es abultada y modelada.
              

LO QUE DEBES RECORDAR

      La decoración es uno de los  elementos que más contribuye a dar unidad al arte islámico, da a sus obras un sello peculiar que las hace fácilmente reconocibles.
      Está estrechamente ligada a la arquitectura. Aunque, a diferencia de occidente, el monumento islámico se caracteriza más por su decoración que por su estructura. No obstante, todas las manifestaciones estéticas van revestidas de decoración cualquiera que sea el material, el tamaño o la técnica empleada.
      La composición se basa en dos principios: ritmo repetitivo y estilización. Se repiten los mismos motivos porque no existe un vocabulario ornamental único para cada tipo de objeto o edificio.
      Aunque gran parte del repertorio ornamental es heredado, los artistas musulmanes crean una nueva forma de expresión. Cuatro son los elementos básicos: la caligrafía, los motivos vegetales, los geométricos y los figurativos. Forman una decoración profusa, caracteriza por el horror vacui. Todas las obras destacan por su elegancia y refinamiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario