miércoles, 29 de julio de 2015

Historia por países - Brasil

La República Federativa del Brasil es el país más grande en América del Sur y de toda la región latinoamericana. También es el quinto país más grande del mundo, tanto en número de habitantes como en área geográfica total. Brasil comparte fronteras con Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa al norte, al noroeste con Colombia, con Bolivia y Perú al oeste, con Argentina y Paraguay al suroeste, y conUruguay al sur. Al este se encuentra el Océano Atlántico, formando una línea costera que mide 4.655 millas (7.491 kilómetros) de largo. Debido a su tamaño, Brasil limita con todos los demás países de América del Sur, excepto Ecuador y Chile, y ocupa el 47 por ciento del continente sudamericano. En este artículo vamos a concentrarnos en la historia de este gran país, comenzando con sus primeros pueblos indígenas y acabando con el Brasil moderno que conocemos hoy.

Historia del Brasil: El Brasil antiguo y los pueblos indígenas

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en la zona donde ahora están las ciudades amazónicas de Santerem y Monte Alegre parecen indicar que Brasil ha sido habitado desde el año 9.000 antes de Cristo y tal vez incluso antes1. En las tierras bajas del Amazonas se formaron asociaciones mixtas de agricultores, pescadores y cazadores, mientras que en las sabanas secas y las tierras altas del país, la actividad se limitaba a la caza y la recolección. Los expertos creen que en los primeros años del 1500, cuando los exploradores europeos llegaron a Brasil, había entre dos y seis millones de indios nativos que vivían en la región.
 
Alrededor del año 1.000 aC, algunos de los primeros brasileños se dedicaron a la agricultura a gran escala para su sustento. Para preparar la tierra para la siembra, practicaban lo que se conoce como "tala y quema", una técnica por la cual la vegetación es cortada y quemada, dejando la ceniza para ayudar a fertilizar el espacio abierto. Los indios trabajaban diferentes cultivos, como el maíz, la batata, la yuca, y, en algunos casos, incluso algodón y el tabaco. Los agricultores vivían en primitivas chozas de madera con tejados de paja, dormían en hamacas y confeccionaban cestas y cerámica para la recogida de cultivos y para cocinar.
 
Los primeros brasileños más destacados fueron los indios de lengua tupí, la mayoría de los cuales ocuparon las zonas costeras de la región del este2. Los exploradores de Portugal fueron los primeros en encontrar el pueblo Tupí y convivieron con ellos durante años. De hecho, la mayoría de los historiadores creen que los indios tupis fueron la influencia más importante en la época colonial de Brasil y en la cultura que se desarrolló poco después. Sin embargo, gran parte de la población indígena acabó siendo aniquilada por las enfermedades europeas y los supervivientes tuvieron que soportar el duro trato impuesto sobre ellos por los colonos portugueses.

Historia del Brasil: la época colonial

Descubrimiento de Brasil
 
Durante el siglo XVI, Portugal, un país pequeño con recursos limitados y poca población, fue esencialmente aislado del resto de Europa por una España hostil. Los líderes del país decidieron que el crecimiento futuro vendría a través del mar y de la colonización.
 
En 1494, bajo el pontificado de Alejandro VI, se ratificó el Tratado de Tordesillas. En virtud de este tratado, se decidió que el mundo "no cristiano" se dividiría entre España y Portugal a lo largo de una línea norte-sur que se trazó a unas 1.100 millas (1.770 kilómetros) al oeste de las islas de Cabo Verde3. Tras la ratificación del tratado, Pedro Alvares Cabral encabezó una expedición portuguesa a las Indias en el año 1500, durante la cual fue desviado por los vientos y desembarcó el 23 de abril de 1500 en lo que él creyó ser una isla nueva. Alvares Cabral reclamó la tierra para Portugal, al estar convencido de que la tierra que había descubierto estaba al este de la línea de Tordesillas, y la llamó Isla de Santa Cruz. Después de otros viajes y exploraciones posteriores se conoció que a donde Alvares Cabral había llegado era la costa de América del Sur, a la ciudad que hoy es Porto Seguro, Brasil4.
 
Los primeros asentamientos
 
En los primeros años después del descubrimiento de Brasil, la actividad de los portugueses se limitó a negociar con los indígenas de Brasil con el palo Brasil, o Pernambuco, (utilizado en Europa para hacer colorante rojo) y con las  aves exóticas y plumas5. Años más tarde, después de una exploración más profunda de Brasil, se descubrió que el azúcar podría ser cultivado en la sección noreste de la región. Sin embargo, como ya había imperios comerciales existentes en África, Asia del Sur y el Lejano Oriente, el monarca portugués de la época, D. Manuel I (1495-1521), decidió no utilizar sus recursos para el desarrollo de Brasil. Durante este período, muchas otras potencias europeas, en particular los franceses, se vieron libres para comerciar con las tribus indígenas amerindias, ya que no había asentamientos portugueses permanentes en la región.
 
El rey Juan III (1521-1557), asustado por el interés de Francia por Brasil, ordenó en 1532que el primer asentamiento real y permanente se construyera en São Vicente, una zona en la costa sur muy cerca de lo que hoy es São Paulo. El éxito de la fundación de São Vicente y más tarde el asentamiento de Pernambuco en la costa noreste demostró la viabilidad de la producción de azúcar. De hecho, la monarquía portuguesa proyectó extender las áreas de Brasil bajo los asentamientos permanentes como refuerzo a la producción. Entre los años 1533 y 1535, el rey D. Juan III divide y ofreció 15 donaciones de terrenos, conocidas como capitanías, a 12 soldados y administradores portugueses. Estas vastas extensiones de tierra se extendían hacia el interior desde la costa, justo al sur de lo que hoy es la actual São Paulo, a la costa norte de Brasil. Este modelo de asentamiento había sido utilizado por Portugal en Madeira y las Azores y reflejaba la falta de recursos de la corona portuguesa para colonizar un país que era aproximadamente 10 veces su propio tamaño6.
 
La industria brasileña del azúcar y los conflictos con franceses y holandeses
 
Únicamente dos capitanías prosperaron en Brasil, pero por la división del territorio se pudo establecer que el azúcar podría ser cultivado y procesado en cantidades comerciales, sobre todo en el noreste. Para obtener un control más directo de esta floreciente producción de azúcar, el gobierno portugués envió a Tomé de Souza a la región y, en 1549, lo nombró el primer gobernador general de la colonia. La monarquía portuguesa designó Salvador de Bahía como capital de la colonia y sede del nuevo gobierno (esta región tiene uno de los puertos naturales más grandes de la costa oriental atlántica de Brasil7).
 
Para finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, la producción brasileña de azúcar prosperaba y suministraba a todo el mercado europeo. Brasil seguiría siendo el principal proveedor mundial de azúcar hasta que se fundaron las islas francesas, holandesas e inglesas del Caribe en los siglos XVII y XVIII.
 
Rio de Janeiro Cristo Redentor FuenteComo se puso de manifiesto que la producción de azúcar de Brasil tenía un gran potencial de riqueza, otros países europeos, especialmente los franceses y los holandeses, trataron de reclamar el país como propio. En 1555, las tropas francesas se apoderaron del pintoresco puerto de Río de Janeiro, que, inexplicablemente, los portugueses no habían ocupado. Para detener esta incursión, una fuerza portuguesa, liderada por Mem de Sá, el nuevo gobernador general, bloquearon la entrada al puerto obligando a la guarnición francesa a rendirse. En 1567, Portugal fundó la ciudad de Rio de Janeiro, para defenderse de cualquier ataque futuro8.
 
Desde el año 1580 al 1640, Portugal estuvo unido a España. Por ello, las posesiones del país fueron expuestos a ataques por parte de los numerosos enemigos de España, entre ellos los recién independizados Países Bajos. Entre 1624 y1625, las fuerzas holandesas se apoderaron del asentamiento en Salvador, y en 1630 la compañía holandesa de la India Occidental envió una flota que capturó el asentamiento de Pernambuco, el cual permanecería bajo el control holandés durante 25 años. La compañía holandesa de la India Occidental eligió a John Maurice como gobernador de su nueva posesión. Sin embargo, después de muchos años de éxito al mando, los directores de la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales, motivados por el afán de lucro, se negaron a apoyar las políticas sociales progresistas de John Maurice, obligándole a dimitir en 1644. Tras su renuncia, João Fernandes Vieira, originario de Portugal y próspero dueño de una plantación, lanzó una rebelión contra los holandeses y poco a poco fue ganando terreno al incompetente sucesor de John Maurice. Los brasileños, que actuaron sin la ayuda portuguesa, derrotaron y expulsaron a los holandeses en 1654; este fue un logro que ayudó a activar el orgullo nacionalista brasileño9.
 
Conforme los portugueses ampliaban sus asentamientos en Brasil, y el pueblo se unificaba en lengua y cultura, el país se fortalecía. Su sociedad y su economía se basaban principalmente en la agricultura y la minería, especialmente en la exportación de azúcar y oro. La industria azucarera en Brasil, confinada principalmente al noreste, fue la principal fuente de riqueza de Brasil desde el siglo XVI hasta el XVIII, a la vez que proporcionaba a la corona portuguesa la mayor parte de sus ingresos hasta la independencia de Brasil10. Fueron necesarias fuertes inversiones en terrenos, maquinaria y mano de obra para facilitar la producción de azúcar, por lo que un segmento relativamente pequeño de la población, las familias adineradas propietarias de plantaciones, controlaron la mejor y mayor parte de la industria. Los pequeños propietarios de tierras se centraron en el cultivo de algodón y la producción de café, los cuales se convirtieron en las principales exportaciones en el siglo XVIII.
 
La quimera del oro
 
Desde que los portugueses llegaron a Brasil, los colonos habían estado buscando oro sin éxito. Sin embargo, en 1695, los prospectores descubrieron grandes depósitos del precioso mineral en lo que hoy es el estado de Minas Gerais. La fiebre del oro que rápidamente sucedió, alteró el rumbo del asentamiento brasileño. Pequeños pueblos mineros surgieron prácticamente de la noche a la mañana en el hasta entonces intacto desierto brasileño, mientras que grandes aéreas de las principales zonas costeras fueran esencialmente despobladas por un tiempo. Las minas de oro tuvieron un efecto enormemente positivo en la economía brasileña y llevaron tanto dinero al sudeste del país, que el gobierno portugués decidió trasladar la capital colonial de Salvador, en el noreste, a Río de Janeiro en 176311. Finalmente, el auge de la minería se desaceleró casi por completo una vez que los depósitos originales se hubiesen agotado, aunque se continuaron extrayendo pequeñas cantidades de oro y diamantes con menor éxito en las regiones de Minas Gerais, Bahía y Mato Grosso.

Historia del Brasil: El camino hacia la independencia

Si se compara la trayectoria de Brasil hacia la independencia con el de las naciones de habla hispana del Nuevo Mundo, se puede apreciar mucho menos conflicto y derramamiento de sangre. Eso no quiere decir que la transición fue totalmente pacífica. En 1789, Joaquim da Silva Xavier, conocido popularmente como Tiradentes o "sacamuelas", instigó la primera rebelión contra los portugueses, quienes derrotaron rápidamente a sus tropas, lo ejecutaron, y, sin darse cuenta, lo convirtieron en héroe nacional por su martirio12.
 
Las guerras napoleónicas y la Revolución Francesa tuvieron un profundo efecto en Brasil, a pesar de que esos eventos estaban ocurriendo al otro lado del Atlántico. En 1807, las fuerzas de Napoleón invadieronPortugal, un aliado británico, sobre todo en el refuerzo del bloqueo europeo de Gran Bretaña. El príncipe regente portugués, Don João (el que sería más tarde rey Juan VI), decidió refugiarse en Brasil, lo que convertiría a Brasil en la única colonia que sirviera de sede del gobierno de su madre patria13. El príncipe, la familia real y un grupo de nobles y funcionarios abandonaron Portugal el 29 de noviembre de 1807 bajo la protección de la flota británica. Después de varios retrasos, llegaron a Río de Janeiro el 7 de marzo de 1808.
 
Los colonos dieron la bienvenida a Dom João, que casi inmediatamente inició una serie de reformas: se abolió el monopolio portugués del comercio brasileño, se abrieron todos los puertos al comercio de las naciones amigas, y fueron derogadas las leyes que habían prohibido la manufactura en Brasil14. Dom João estableció su ministerio y el Consejo de Estado en Río de Janeiro, así como un Tribunal Supremo, el Tesoro Público y Tesoro Real, la Casa Real de la Moneda, la imprenta y el Banco de Brasil. El 16 de diciembre de 1815, Dom João designó a los dominios portugueses como el "Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarves," una medida que esencialmente igualaba a Brasil con Portugal, aunque aún no fuera independiente15.
 
Después de la retirada francesa de Portugal, la mayoría de los portugueses querían que Dom João volviera a la madre patria, pero él se mantuvo alejado durante varios años, a medida que aumentaban los problemas en la península ibérica. Finalmente, el rey se obsesionó con la situación en el extranjero, que culminó con las revueltas radicales que estallaron y amenazaban a Lisboa y Oporto, por lo que el 24 de abril de 1861, Dom João zarpó para Lisboa y nombró a su hijo Don Pedro como regente del país16.
 
Después de asumir la regencia, Dom Pedro se enfrentó a una situación política complicada: la oposición crecía entre los portugueses y brasileños, los propagandistas republicanos estaban ganando influencia, y las Cortes de Lisboa aprobaron una serie de políticas carentes de visión para Brasil que enfurecieron al pueblo. La mayoría en las Cortes apoyaba la restauración de Brasil a su anterior condición colonial dependiente y el parlamento comenzó a derogar la mayoría de las reformas introducidas por el padre de Dom Pedro, Dom João. Las Cortes ordenaron a Don Pedro que regresara a Europa al temer que pudiera encabezar un movimiento independentista.
 
Desafiando la orden de regreso de la corte de Lisboa, Don Pedro respondió con un discurso conocido como "Fiço" (Me quedo)17, y la mayoría de los brasileños apoyaron su decisión. En enero de 1822, Pedro instituyó un ministerio bajo la dirección de su asesor más cercano, José Bonifacio de Andrada e Silva. El 3 de junio se formó una asamblea legislativa, y el 7 de septiembre de 1822, en la llanura de Ipiranga, cerca de la ciudad de São Paulo, se proclamó la independencia de Brasil. Pedro fue coronado emperador el 1 de diciembre de ese mismo año. Como la estabilidad y la prosperidad resultó ser la norma en el recientemente independizado Brasil, el país se ganó el respeto de la comunidad mundial. Brasil fue reconocido oficialmente como país porEstados Unidos en 1824, y los portugueses reconocieron la independencia de Brasil el año siguiente. Una vez que esto sucedió, muchas monarquías europeas comenzaron a establecer relaciones diplomáticas con Brasil.

Historia de Brasil: El imperio brasileño

Los primeros años y Pedro I
 
Pedro I FuenteUna vez que Brasil se independizó de Portugal, sus primeras dos décadas fueron complicadas, aunque no tanto como las de las repúblicas de habla hispana de América del Sur. Una serie de revueltas regionales se desataron en todo el Brasil, causando miles de muertos, pero a pesar de todo la economía nacional se mantuvo firme y el gobierno central en gran parte intacto. Muchos pensaron que Don Pedro (Pedro I) era demasiado arbitrario e impulsivo en su toma de decisiones al disolver la Asamblea Nacional en 1823 y enviar Andrade e Silva y sus dos hermanos al exilio. Pedro I logró escribir una Constitución brasileña liberal y bastante avanzada y, aunque otorgaba más poder al emperador, los consejos municipales, después de mucho debate, decidieron ratificarla. El contenido de la Constitución ayudó a centralizar el gobierno al otorgar al emperador autoridad para disolver la Cámara de Diputados, elegir a los miembros del Senado, y nombrar y remover a los ministros de Estado18.
 
La popularidad de Don Pedro en Brasil disminuyó poco a poco, debido, en gran parte, a que perdió la provincia Cisplatina del Brasil, que es hoy la República de Uruguay, tras una costosa guerra con Argentina (1825-1828)19. Por otro lado estuvo excesivamente preocupado por los asuntos de Portugal, no pudo llevarse bien con el poder legislativo, y firmó tratados impopulares con Gran Bretaña, que incluía el compromiso (impopular) de abolir la esclavitud en Brasil. Bajo presión, Pedro I abdicó el trono el 17 de abril de 1831, en favor de su hijo de cinco años, Don Pedro de Alcántara, quien sería más tarde Pedro II20.
 
La siguiente década en Brasil fue uno de los períodos más problemáticos en la larga historia de la nación. Como Pedro II era demasiado joven para ser coronado, se formó una regencia que trató en vano de poner fin a la guerra civil en las provincias y de controlar la anarquía y la insubordinación de los soldados. Muchos brasileños se impacientaron con la regencia y creían que la nación entera se uniría al joven gobernante una vez que fuese coronado. El 23 de julio de 1840, ambas cámaras del Parlamento acordaron que Pedro II había alcanzado su mayoría de edad, a pesar de que tenía sólo 14 años21.
 
Pedro II
 
El reinado de Pedro II abarcó casi medio siglo y posiblemente represente el período más diverso y rentable de la historia de Brasil. A medida que crecía en edad y madurez, Pedro II demostraba ser un gobernante discreto e inteligente, un hombre modesto, sencillo y democrático. Era generoso y magnánimo en extremo, y su amor por el aprendizaje se podía ver en los muchos viajes que hizo para visitar a niños en las escuelas boyantes de Brasil22.
 
Bajo Pedro II, el gobierno parlamentario funcionó eficazmente. El emperador fue asistido por Luis Alves de Lima e Silva, uno de los más destacados líderes militares de Brasil, y el hijo del general Francisco de Lima e Silva, quien encabezó la primera regencia tras la abdicación de Pedro I.
 
Durante el reinado de Pedro II, Brasil ayudó a Argentina en el derrocamiento del dictador argentino Juan Manuel de Rosas en 1852. En 1864, Brasil invadió Uruguay para ayudar a sofocar una guerra civil. El dictador paraguayo Francisco Solano López declaró la guerra primero en Brasil y luego en Argentina, al creer que Brasil estaba ampliando su poder en la región de forma peligrosa para su país. El resultado fue una guerra costosa y sangrienta conocida como la Guerra de la Triple Alianza, la más sangrienta de la historia de América del Sur23. Después de aliarse con Argentina y Uruguay, Brasil destruyó las fuerzas paraguayas y diezmó la población paraguaya. La guerra presentó una oportunidad para liberar a un importante número de esclavos de Brasil, condujo a una falta de voluntad por parte del ejército a perseguir a los esclavos fugitivos, y debilitó en gran medida la capacidad de cada estado para capturarlos.
 
La esclavitud fue un tema importante a mediados del reinado de Pedro II. El emperador brasileño había acordado en 1831 eliminar la trata de esclavos, aunque había llegado a ese acuerdo presionado por Gran Bretaña. En Brasil, la agitación sobre la idea de liberar a los esclavos comenzó en la década de 1860. Pedro II se oponía a la esclavitud, pero no quería correr el riesgo de enemistarse con los dueños de esclavos, y en consecuencia, consideró que la nación debía abolirla por niveles. En 1871 Brasil promulgó la Ley del Vientre Libre, que concedió la libertad a todos los niños nacidos de esclavos y así condenó eficazmente la esclavitud a una eventual extinción. Se abolió la esclavitud oficialmente en Brasil el 13 de mayo de 1888, con la liberación de 700.000 esclavos del país y sin ofrecer ninguna compensación económica a sus "dueños"24.

Historia del Brasil: Principios del siglo 20

A partir de mediados de 1870, muchos europeos comenzaron a emigrar de sus países de origen a Brasil. Algunos fueron por la promesa de oportunidades económicas, mientras que otros llegaron para escapar de varios tipos de persecuciones, entre ellas la religiosa. Desde la década de 1890 hasta mediados de 1920, Brasil registró un enorme aumento de inmigración, personas descendientes principalmente de portugueses, italianos y alemanes, y también de otros países del este y occidente de Europa, así como de Asia y hasta del Medio Oriente25.
 
Brasil siguió prosperando durante las tres primeras décadas del siglo 20. El país continuó siendo uno de los mayores productores de azúcar del mundo, pero el foco principal de la economía cambiaría al café, una industria que aún hoy en día es una parte integral de la economía de la nación.
 
Hacia finales de la década de 1920, concretamente en 1929, Brasil, al igual que el resto del mundo, sufrió duramente la Gran Depresión. La demanda del café brasileño había casi cesado y el gobierno trató de ayudar a los propietarios de las plantaciones mediante la compra del café que no podían vender, aunque a un precio muy por debajo de lo que estaban acostumbrados a conseguir en el mercado abierto. El descontento por la economía brasileña, que veían hundirse, finalmente llevó al país a la revolución. Después de meses de violencia, intervino el ejército e instaló a Getulio Vargas como líder de Brasil. Vargas se desempeñó primero como dictador (1930-1934), y luego como presidente elegido por el Congreso (1934-1937) y de nuevo como dictador, desde 1937 a 1945, con el respaldo de la coalición revolucionaria26.
 
Al último régimen de Vargas se le llamó el Estado Novo, que significa "Nuevo Estado". Bajo su gobierno muchas de las industrias del país fueron nacionalizadas, como el petróleo, el acero y la electricidad. Despojó a los estados de su autonomía y reemplazó a los gobernadores con funcionarios federales designados y el mecenazgo fluía desde el presidente hacia abajo. Se disolvieron todos los partidos políticos hasta 1944. Así se limitaron las oportunidades para que cualquiera oposición pudiera organizarse y de paso Vargas eliminó cualquier amenaza que pudiera venir tanto de la izquierda como de la derecha. Los años que Vargas estuvo en el poder tuvieron su mayor impacto en la política y la economía nacional y su menor impacto a nivel local, donde las antiguas formas de poder continuaron hasta bien entrada la década de 195027.
 
Vargas fue finalmente depuesto por el ejército brasileño en 1945 y la democracia regresó a Brasil, al menos por un tiempo. Muchas personas estuvieron de acuerdo con la manera en que Vargas había gobernado el país. Esto se hizo evidente cuando el dictador depuesto se postuló para la presidencia del país en 1950 y ganó las elecciones por una mayoría considerable. Durante su presidencia, los intentos de Vargas por establecer su gobierno electo en el populismo provocaron temores al nacionalismo. El emocional y discutido debate sobre la creación de Petrobras, una empresa nacional brasileña de petróleo, envenenó a su vida política y contribuyó a las intervenciones militares posteriores que trataron de deponerle de su cargo. Ya disuelto el gobierno de Vargas y ante las acusaciones de corrupción por parte de los militares brasileños, el líder se disparó a sí mismo causando su propia muerte el 24 de agosto de 195428.
 
Brasilia, Capital de Brasil FuenteA Vargas le sucedió Juscelion Kubitschek, quien en 1960 trasladó la capital de Brasil a Brasilia. A este le sucedió Janio Quadros, quien renunció tras sólo 7 meses en el cargo. A Quadros le sucedió Jao Goulart. Ninguno de estos líderes fueron capaces de detener la ola de deterioro de los problemas económicos de Brasil durante la década de 1960, y en 1964 el ejército dio un golpe de estado.

Historia del Brasil: El régimen militar de Brasil

Tras el éxito del golpe de estado del ejército brasileño en 1964, se prohibieron todos los partidos políticos a excepción de dos, y los sindicatos fueron fuertemente reprimidos. Los medios de comunicación estaban estrictamente controlados por el nuevo gobierno militar, mientras que el descontento del pueblo se intensificaba. A finales de 1960 y principios de 1970, el gobierno militar de Brasil se hizo aún más opresivo, dando lugar a una ola de guerrillas urbanas en las calles de Brasil y en sus comunidades29.
 
A pesar de la dureza asociada con el régimen militar, la economía del país experimentó un período de rápido crecimiento, conocido como el "milagro económico brasileño." De 1964 a 1974, la economía creció a un ritmo de más del 10 por ciento al año y algunas de sus principales industrias volvieron a su antigua gloria. Sin embargo, el repunte en la economía no benefició a todos en Brasil pues gran parte del pueblo continuó viviendo en la pobreza. Hacia mediados de 1970, la inflación en el país comenzó a subir bruscamente y el desempleo aumentó. Ante el temor de una revolución, el gobierno militar de Brasil en la década de 1970 se volvió un poco menos represivo. Tras una importante huelga y manifestación en Sao Paulo sobre salarios y condiciones de trabajo, se permitió que los sindicatos se formaran y operaran de nuevo en el país. A principios de la década de 1980, el ejército cesó la censura en Brasil y permitió la formación de partidos políticos30.
 
Las elecciones estaban previstas para el año 1985 en Brasil, el año en que el ejército cedería el control y permitiría que Brasil volviera a un gobierno y una sociedad más democrática y representativa. Sin embargo, se decidió que el siguiente presidente del país no sería elegido directamente por el pueblo, sino por un colegio electoral integrado por congresista y senadores. El ejército esperaba que el Colegio Electoral eligiera un presidente pro-militar y beneficioso para el ejército, pero no resultó ser así. En cambio, el Colegio Electoral eligió a un hombre que había sido siempre crítico con el régimen militar, un hombre llamado Tancredo Neves, ex Primer Ministro de Brasil desde 1961 hasta 1962. Después de su victoria, Neves anunció el inicio de una “Nueva República"31.

Historia del Brasil: Historia reciente

Tancredo Neves asumió el cargo de presidente el 15 de marzo de 1985, pero no realizaría su sueño de transformar a Brasil en la Nueva República. Sólo 37 días después de que asumiera el cargo, el 21 de abril de 1985, Neves murió a la edad de 75 años.
 
A Tancredo Neves le sucedió José Sarney, el Vice Presidente del gobierno de Neves. Samey sirvió durante cinco largos años durante los que sería incapaz de resolver los profundos problemas económicos de Brasil. La inflación se disparó y el desempleo subió a niveles no vistos desde la Gran Depresión.
 
En 1990, el pueblo de Brasil eligió a Fernando Collor de Melo como su nuevo presidente. Aproximadamente al año del inicio de su mandato, Collor fue acusado de corrupción y, finalmente renunció en 1992. Su vicepresidente, Itamar Franco, le sustituyó como presidente del país.
 
Durante el mandato de Franco, el hombre al que había nombrado como Ministro de Hacienda, Fernando Henrique Cardoso, formuló y presentó un plan para frenar la espiral inflacionaria del país y lograr su estabilidad económica. Esas políticas fueron muy eficaces y poco a poco la economía tomó un giro positivo. En octubre de 1994, el pueblo de Brasil dio un voto de confianza a Cardoso al elegirle como el siguiente presidente del país32.
 
Cardoso sirvió dos mandatos como presidente de Brasil, el máximo permitido, desde el 1 de enero de 1995 al 1 de enero de 2003. Cardoso, un experto sociólogo, profesor y político, fue galardonado en el año 2000 con el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.
 
Hoy Brasil no es sólo el país más grande de América del Sur, sino también el más estable económicamente. Si bien el país sigue siendo conocido por su enorme producción y exportación de café y azúcar, se ha diversificado con bastante éxito en otras áreas económicas. Brasil es un productor importante de carne de res, y su industria minera es rica en minerales como el oro y otras piedras preciosas. Otras industrias importantes en el país incluyen la fabricación de automóviles, la herrería, la producción química, la aviación, los textiles y el cemento. En 2011, Brasil superó al Reino Unido como la sexta economía más grande del mundo.
 
La población estimada actual de Brasil es de 201 millones de habitantes, por lo que es el quinto país más grande del mundo en términos de población. La actual presidente de Brasil es Dilma Rousseff, quien asumió la presidencia en enero de 2011. Rousseff es la primera mujer en ocupar el cargo de presidente en la historia de Brasil33.

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