Exámenes de sangre
proteína C reactiva (PCR o CRP por sus siglas en inglés) es una proteína plasmática circulante, que aumenta sus niveles en respuesta a la inflamación (proteína de fase aguda). El rol fisiológico de esta proteína consiste en unirse a la fosfocolina expresada en la superficie de las células moribundas o muertas, y a algunos tipos debacterias, con el fin de activar el sistema del complemento, por la vía del complejo C1Q.1
Es sintetizada por el hígado en respuesta a factores liberadores y por los adipocitos.2 3 Es miembro de la familia de las pentraxinas.2 No debe ser confundida con el péptido C ni con la Proteína C.
Función
La PCR es miembro de la clase de reactivos de fase aguda o proteína de fase aguda y su nivel aumenta dramáticamente durante los procesos inflamatorios que ocurren en el cuerpo. Este incremento se debe a un aumento en la concentración plasmática de IL-6, que es producida por macrófagos,2 células endoteliales ylinfocitos T, como también lo hacen los adipocitos.3 La PCR se liga a la fosfocolina de los microorganismos. Se piensa que colabora con el complemento ligándose a células extrañas y dañadas, y que realice la fagocitosis hecha por macrófagos, quienes expresan un receptor para PCR. También se cree que desempeña un papel importante en la inmunidad innata, como un sistema de defensa temprano contra infecciones. La PCR aumenta hasta 50.000 veces en estados inflamatorios agudos. Se eleva sobre su nivel normal dentro de las 6 horas siguientes y alcanza el pico máximo en 48 horas. Su vida media es constante, y por ello la principal forma de medir sus niveles, es mediante la determinación de la tasa de producción (y por lo tanto la gravedad de la causa precipitante). Elamiloide A sérico es un marcador de fase aguda relacionado, que se eleva rápidamente en circunstancias similares.2 Además se ha demostrado que sus niveles se incrementan en los episodios agudos coronarios, significando un mal pronóstico tanto a corto como a largo plazo.4
Uso diagnóstico
La PCR se usa como marcador de inflamación.2 La medición de los valores de la PCR puede servir para determinar el progreso de una enfermedad o la efectividad del tratamiento. Para su análisis se requiere de suero oplasma heparinizado. Hay varios métodos analíticos para determinar la PCR, cómo por ejemplo el ELISA, la inmunoturbidímetría, la inmunodifusión rápida, y la aglutinación visual.
Un test de PCR de alta sensibilidad, mide niveles bajos de PCR mediante el uso de nefelometría láser. La prueba arroja resultados en 25 minutos, con una sensibilidad menor a 0.04 mg/L. La concentración sérica normal en los adultos sanos, usualmente es inferior a 1 mg/L, aumentando ligeramente en la vejez. En mujeres embarazadas al final de la gestación y en inflamación leve e infecciones virales, oscila entre 1–4 mg/L. En proceso inflamatorios activos e infección bacteriana, entre 4–20 mg/L y en infecciones bacterianas severas y quemaduras >20 mg/L.5
En asociación con la prueba de Procalcitonina se diagnostica de manera significativa los niveles de sepsis.
La insuficiencia hepática disminuye la producción de PCR, pero no otras patologías intercurrentes. Muy pocos medicamentos reducen los valores de PCR, a menos que también intervengan en el control de la patología subyacente que estimula la fase aguda.2
Diagnóstico en cardiología
Se piensa que el daño arterial es el resultado de inductores químicos. La PCR es un marcador general para la inflamación y la infección, por ello, puede ser usada para determinar el riesgo de estar padeciendo un infarto agudo de miocardio. Debido a que una PCR elevada puede ser causada por muchas causas, no es una prueba específica.6El hallazgo de una cifra superior a 2.4 mg/l duplica el riesgo de sufrir un evento coronario que con un nivel inferior a 1 mg/l; por tanto; a pesar de no ser específica, puede orientar el diagnóstico y establecer el riesgo.2 Los valores normales de la PCR varían de un laboratorio a otro.
El análisis de sangre de proteína C reactiva se utiliza para identificar inflamaciones o infecciones en el organismo.
Poco después de la aparición de una infección o una inflamación, el hígado libera proteína C reactiva en la sangre. La proteína C reactiva (PCR) es un indicador temprano de estos problemas porque sus niveles suelen comenzar a elevarse en la sangre antes de la aparición de otros síntomas, como la fiebre o el dolor.
Por qué se realiza
Los médicos pueden solicitar un análisis de proteína C reactiva si los síntomas parecen indicar algún tipo de inflamación, particularmente en relación con el enfermedad inflamatoria intestinal, las recaídas de artritis o una enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o el lupus. También se puede utilizar para detectar infecciones en pacientes vulnerables, como los que recién han sido sometidos a una cirugía. El análisis de PCR también puede ayudar a determinar si el tratamiento para alguna de estas afecciones está surtiendo efecto ya que los niveles de PCR caen rápidamente a medida que la inflamación cede.
Preparación
Para este análisis, no es necesario realizar ningún tipo de preparación. Asegúrese de informarle al médico si su hijo está tomando algún medicamento ya que algunos fármacos alteran los resultados del análisis.
El día del análisis, será más sencillo para su hijo y el personal encargado de la extracción de sangre si su hijo lleva una camisa de mangas cortas.
El procedimiento
En general, un profesional extraerá sangre de una vena. En el caso de lactantes, es posible obtener la sangre con una pequeña punción en el talón con una pequeña aguja (lanceta). Si la extracción de sangre se realiza en una vena, se limpia la superficie de la piel con un antiséptico y se coloca una banda elástica (torniquete) alrededor del brazo para ejercer presión y lograr que las venas se hinchen con sangre. A continuación, se inserta una aguja en la vena (por lo general, se hace a la altura del codo en la parte interna del brazo, o en la parte posterior de la mano) y se extrae sangre que se recoge en un vial o una jeringa.
Después del procedimiento, se retira la banda elástica. Una vez recolectada la sangre, se retira la aguja y se cubre la zona con algodón o una venda para detener el sangrado. La recolección de sangre para este análisis sólo demora unos minutos.
Prueba de detección del VIH , desde el punto de vista del diagnóstico molecular, consiste en una prueba como ELISA oWestern blot, en el que se inmovilizan en el gel proteínas específicas del virus (de la envuelta, la polimerasa, etc.), que interaccionarán con los anticuerpos que ha desarrollado un paciente enfermo que están presentes en la sangre.
Este complejo proteína-anticuerpo es revelado mediante la adición de un anticuerpo unido a una enzima que produce una reacción colorimétrica. Esta prueba solo permite distinguir entre presencia o ausencia del virus (aunque, según el prospecto del propio test, ni siquiera permite eso),1 pero no el grado de virulencia, para lo que hay que realizar pruebas de carga viral mediante técnicas de PCR o RT-PCR que permitan cuantificar el nº de copias del virus por ml, mediante una amplificación específica de zonas concretas de su genoma.
Periodo ventana
Es importante señalar que si una persona tiene dudas de estar infectado, tiene que esperar algún tiempo antes de realizarse una prueba, ya que la prueba busca la reacción del cuerpo , no el virus. A eso se refiere la expresión Periodo ventana.
"Puesto que los anticuerpos contra el VIH tardan algún tiempo en formarse, una prueba de anticuerpos contra el VIH no dará resultados positivos inmediatamente después de que la persona se infecta. La demora típica oscila entre 14 y 21 días, pero varía en cada persona. La prueba de monitoreo examina los anticuerpos contra el VIH en la sangre. El cuerpo produce anticuerpos contra el VIH con el fin de combatir el virus. Debido a que toma generalmente entre 6 y 12 semanas para que el cuerpo produzca estos anticuerpos, la prueba no puede resultar positiva si se hace antes de 6 semanas después del contagio. ."2
Descripción
La prueba del VIH muestra si el virus que causa el sida está presente en la sangre. Una vez que el virus es introducido al cuerpo, el sistema inmunitario comienza a producir anticuerpos. En este caso, los anticuerpos no pueden combatir la infección, pero su presencia es utilizada para detectar si una persona tiene el virus en su cuerpo. En otras palabras, la mayoría de las pruebas para el VIH buscan los anticuerpos que combaten el VIH en lugar de buscar el VIH por sí solo.
La prueba del VIH más común utiliza la sangre para detectar la infección. También hay pruebas que utilizan saliva u orina. Obtener los resultados de algunas de las pruebas toma varios días, pero la prueba rápida puede dar los resultados en solo 20 minutos. Todas las pruebas que resultan positivas deben ser seguidas por otra para confirmar el resultado.3
Según la Organización Mundial de la Salud, los estudios llevados a cabo en África Subsahariana demuestran que sólo un 12% de los hombres y un 10% de las mujeres se han realizado una prueba de VIH y recibieron sus resultados. El incremento del conocimiento del estado serológico respecto al VIH es crítico para expandir el acceso oportuno al tratamiento y atención al VIH, y ofrece a las personas viviendo con el VIH una oportunidad para recibir información y herramientas para prevenir la transmisión a otras personas. Es esencial incrementar el acceso a los servicios de prueba de VIH y asesoría para lograr el acceso universal a la prevención, tratamiento y atención del VIH respaldado por los líderes mundiales del G8 en el 2005 y por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2006.4
En América Latina y el Caribe el número de personas que se hace la prueba crece rápidamente. En el 2005, de 772.000 personas de la región conocieron su estado serológico, según la Organización Panamericana de la Salud. En Brasil, el 25,4% de la población adulta se había hecho la prueba por lo menos una vez en la vida, según una encuesta realizada en el 2004. Entre las mujeres el promedio fue de 30,8% y, entre los hombres, 19,9%.5
Factores a tener en cuenta
Entre los factores que favorecen la expansión de la prueba de VIH están:
- La disminución del estigma y la discriminación.
- La información sobre el mayor acceso al tratamiento.
- La reducción del costo de las pruebas.
- La simplificación de las pruebas.
- La capacitación de asesores.
- La presión de las compañías farmacéuticas, para las que supone un negocio astronómico.
Un grupo de instituciones actuante en América Latina creó la Iniciativa Hazte la Prueba,6 cuyo objetivo es compartir estrategias para promover la prueba de VIH. De acuerdo con la Iniciativa, algunas de las motivaciones para que las personas accedan a los servicios de prueba de VIH y asesoría son:
- Conocer el estado serológico.
- Esperanza de tener un resultado negativo.
- Tranquilidad (disminución de la ansiedad causada por la incertidumbre del estado serológico).
- Volver a empezar (nueva oportunidad para cuidarse responsablemente).
- Acceder a información sobre el virus y sus vías de transmisión.
- Las personas con un resultado negativo pueden protegerse y proteger a los demás de la infección.
- Las personas con un resultado positivo pueden acceder a servicios de atención, tratamiento, apoyo nutricional y psicológico. Asimismo pueden protegerse y proteger a los demás de la infección.
- Reducir el estigma y discriminación y fomentar la solidaridad con las personas con VIH.
- Los indicadores de adversidad psicosocial están asociados con el TMC (Trastorno Mental Común – depresión mayor, ansiedad generalizada y trastorno de pánico) entre las personas que se realizan la prueba del VIH. De forma similar, el haber sufrido violencia de pareja está asociado al trastorno por consumo de alcohol (TCA). Había dos síntomas de EST asociadas con TMC, y el tener transmisiones del VIH y su prevención, estaban asociados con un bajo puntaje en pruebas cognitivas. {Mayston, R; Patel, V; Abas, M}
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