El edificio antiguo del Banco Central del Ecuador es una construcción de estilo academicista que se encuentra en el Centro Histórico de la ciudad de Quito, en la esquina de las calles García Moreno y Sucre, frente a la imponente iglesia de La Compañía. Actualmente alberga el Museo Numismático del Banco Central, en el que se puede conocer la historia de la moneda ecuatoriana desde tiempos aborígenes. El edificio, construido a inicios del siglo XX, está inventariado dentro de los bienes patrimoniales de la ciudad, y por tanto forma parte del patrimonio cultural de la humanidad.
Construcción
El edificio inició su diseño por encargo del Banco del Pichincha en 1916. La institución privada contrató al arquitecto Francisco Durini Cáceres para proyectar un edificio digno de la importancia que había cobrado la entidad en tan solo una década, desde su fundación en 1906.
Durini presentó un boceto original del anteproyecto, que seguía el estilo de las casas historicistas del Centro Histórico de Quito; sin embargo, el directorio del banco deseaba que su nueva sede no fuese opacada por la vecina iglesia de La Compañía, cuya imponente fachada barroca destacaba por sobre cualquier otra, obteniendo un cambio radical en el diseño original, y cambiándolo por el de de fachada de piedra que se aprecia en la actualidad.
La construcción inició en 1922, pues apenas un año antes se habían logrado obtener los permisos del cabildo para su edificación.1 Antes de que el edificio fuese terminado en 1924, el Banco del Pichincha atravesó una crisis financiera y debió entregar la obra como parte de pago de la deuda que mantenía con el Banco Central del Ecuador. Esta última entidad solicitó a Durini unos pocos cambios al diseño, aunque no se mudó al edificio sino hasta 1927, cuando toma posesión efectiva del bien.
En 1968 el Banco Central desocupa el edificio para mudarse a un moderno edificio de estilo racionalista frente al parque La Alameda, dejando que la Biblioteca Nacional ocupe la estructura del Centro Histórico hasta 1979, año en que esta última se trasladó al Edificio de Los Espejos de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
Permaneció desocupado hasta 1983, año en que el Banco Central inició su restauración tras varios años de deterioro. En 1988 concluyen las obras y el edificio es designado como Museo Numismático Nacional, entidad que permanece en el mismo hasta la actualidad.1
Estructura
El edificio presenta una base rectangular, con frentes hacia las dos calles sobre las que se encuentra el terreno y entrada en la esquina de las mismas. Su estructura es dehormigón armado, usándose rieles de ferrocarril en vigas y columnas; la gran escalera fue construida mediante sistemas prefabricados, y toda la carpintería en el edificio es metálica.1
El edificio se integra morfológicamente con el sector gracias al respeto en la altura de las cornisas, el uso de zócalos de piedra en la base y la fachada de hormigónimitación piedra. Procurando brindar iluminación natural a todo el edificio, el arquitecto colocó estructuras de metal y vidrio, a modo de claraboyas, en varias secciones del edificio. Grandes lámparas de vidrio importado, cielos rasos de latón, mosaicos para el piso y pinturas murales son los elementos que complementan la decoración interna, de un estilo que se acerca más al art nouveau que al neoclásico del exterior.
El Palacio Municipal de Quito es la sede del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito. Está ubicado en el lado oriental de la Plaza de la Independencia, en el Centro Histórico de la ciudad, y sus características arquitectónicas modernistas intentan vincularse con las construcciones historicistas que le rodean.
Debido a la vetuztes del edificio y la falta de espacio, el antiguo Palacio Municipal del siglo XIX y varias casas aledañas fueron derrocadas en el año 1962, durante la administración de Julio Moreno, luego de lo cual el terreno de casi una manzana permaneció desocupado por varios años. La construcción del nuevo edificio inició por orden del alcalde Jaime del Castillo en 1970, apoyado por el empresario Carlos Mantilla Jácome, fundador de Diario El Comercio,1 en el que se convocó a un concurso público de diseños. El edificio fue terminado durante la alcaldía de Sixto Durán Ballén, en el año 1973.1
Las dependencias que el Palacio Municipal de Quito alberga son, el Despacho del Alcalde Metropolitano, los despachos de los 21Concejales, la Administración General, la Procuraduría Metropolitana, la Secretaría General del Concejo y la Secretaría de Comunicación.
El Palacio de Najas es una edificación palaciega de estilo neoclásico que en la actualidad constituye la sede de laCancillería de la República del Ecuador. Su denominación responde al apellido de la familia de Constantino Najas, quien mandó a construir el palacete en los primeros años de la década de 1920. Está ubicado en el flanco occidental de la parroquia de La Mariscal, en el centro norte de la ciudad de Quito.
Historia
A inicios del siglo XX, las clases económicamente dominantes de Quito se desplazaron desde el Centro Históricohacia la zona norte; siendo el barrio Mariscal Sucre, denominado así desde 1922 en conmemoración al Centenario de la Batalla de Pichincha, el que se convirtió en el principal foco de atracción de este exclusivo y pudiente sector social. Las villas o chalés al estilo francés, inglés o italiano marcaron el estilo arquitectónico de La Mariscal, producidas en general por ingenieros y arquitectos nacionales y extranjeros1 La zona se caracterizó por ser ejemplo de modernidad al adoptar los distintos repertorios formales del eclecticismo e historicismo que se plasmaron en villas paladinas, castillos neomedievales, palacios neorenacentistas y neoclásicos; persiguiendo la meta de la ciudad jardín.2
Residencia Najas - Delavelle
La construcción inicial, que tiene lugar en el sector entonces denominado Llano Grande, fue encargada por un rico comerciante libanés de nombre Constantino Najas, casado con la dama francesa Susane Delavelle, quienes decidieron radicarse en la ciudad de Quito tras la primera gran oleada migratoria hacia América como consecuencia de la I Guerra Mundial, y donde el hábil empresario expandió sus negocios también al sector financiero.3 1 La obra fue diseñada y construida por el arquitecto Francisco Durini Cáceres, que para la década de 1920 era el más afamado de la ciudad y entre cuyas obras se encuentran el Monumento a los Héroes del 10 de agosto de 1809, en la Plaza Grande, el edificio del Banco Central en el Centro Histórico y varios palacetes para las más aristocráticas familias quiteñas, que habían decidido mudarse al mismo sector que los Najas. Varios bocetos de este diseño descansan actualmente en los archivos del Fondo Durini delMuseo de la Ciudad, y en cuyas inscripciones se puede apreciar que el nombre que se ocupó para el proyecto fue el de"Villa Susana", en honor a la esposa de Constantino.
Coincide este edificio con el período de expansión que experimenta Quito hacia el norte de la ciudad colonial, época en la cual desempeñan un significativo papel arquitectos como Giacomo Radiconcini, Augusto Ridder, Emilio Peynol, Enrique Pasquel, el mismo Francisco Durini Cáceres, entre otros; que contribuyen, en un muy corto período, a recrear en forma definitiva el nuevo entorno de la capital ecuatoriana, que por primera vez ensayaba una línea arquitectónica diferente a la tradicional de corte colonial, que se había desarrollado con especial dedicatoria en iglesias y conventos, para dar paso así, a la nueva arquitectura civil palaciega.4
Sin embargo, es la señora Susane Delavelle, gran entusiasta del arte, quien embelleció el Palacio por dentro con su buen gusto en los acabados y en la selecta colección de obras de arte que decoraban las estancias y habitaciones, muchas de las cuales fueron adquiridas por el gobierno cuando compró el Palacio, y por lo tanto aún continúan allí. Fue ella quien también ordenó el diseño de los jardines, de la gran escalinatas de mármol para acceder al segundo piso y de las chimeneas ornamentales que subsisten hasta la actualidad. Convirtiendo a la mansión en un verdadero Palacio, que comenzó a ser conocido desde aquella época con el nombre que ha llegado hasta nuestros días.4
Residencia presidencial
Existen también datos referenciales, que dan cuenta de que esta hermosa edificación fue arrendada por la Presidencia y utilizada durante la segunda mitad de la década de 1930, como residencia de los presidentes Federico Páez, Alberto Enríquez Gallo y Manuel Borrero; época en la que sus ocupantes debieron incorporar en su interior algunas obras de arte provenientes, muy posiblemente, del Palacio de Carondelet. Estos mismos testimonios recogen información acerca de la única restauración efectuada en el Palacio por parte del Arquitecto Alfonso Calderón Moreno.5
Ministerio de Relaciones Exteriores
En el año 1943, el entonces Presidente de la República, don Carlos Alberto Arroyo del Río, autorizó al Canciller de la época, Francisco Guarderas y al Ministro de Hacienda Alberto Wright Vallarino, para que, a nombre del Gobierno, adquiriesen el inmueble ubicado en la antigua avenida 18 de Septiembre (actual 10 de Agosto), en el sector de Llano Grande, de la parroquia urbana Sebastián de Benalcázar. Dicha compra se efectuó con el propósito de instalar allí elMinisterio de Relaciones Exteriores de Ecuador, que durante los años precedentes a 1943 había funcionado en diferentes casas del centro colonial de Quito, como por ejemplo una casa de tres plantas de la calle Chile, frente a las que fueran las instalaciones del diario El Comercio por aquella época, y donde había nacido Luis Felipe Borja.5
Parte de la disposición ejecutiva dice textualmente que «es indispensable dotar al Ministerio de Relaciones Exteriores de un local que responda las necesidades de decoro nacional inherentes a ese servicio y que preste las comodidades requeridas para el correcto funcionamiento de sus dependencias», para más adelante fundamentar que «el pago del canon de arrendamiento del local que actualmente ocupa dicho Departamento demanda al Fisco un crecido desembolso…». Esto hace pensar que, con anterioridad a ese año, la Cancillería ecuatoriana careció de un sitio propio para albergar a no más de 20 funcionarios que conformaban la plana del servicio exterior ecuatoriano en esos tiempos de la República.5
Mediante escritura pública, extendida el 6 de noviembre de 1943 ante el escribano Daniel Belisario Hidalgo, el señor Josep Constantino Najas enajena la propiedad a favor del Estado ecuatoriano por la suma de ochocientos mil sucres «incluyendo los usos, costumbres y servidumbres» y transfiriendo «las construcciones, instalaciones y jardines, las lámparas de ornamentación del parque, garages y más construcciones…».5
Patrimonio nacional
Luego de más de medio siglo, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, en su obligación de precautelar el patrimonio arquitectónico del país, y después de formular un análisis histórico estético del Palacio de Najas, decidió incluir el edificio de la Cancillería dentro del inventario de bienes arquitectónicos y dispuso la colocación de una placa de bronce con el siguiente texto:
“Este inmueble es patrimonio cultural de la nación ecuatoriana, y como tal debe ser preservado.”
Tal declaratoria se dio cumplimiento, en una ceremonia realizada en los salones del propio Palacio, el día 8 de septiembre de 1994, al conmemorarse los 18 años de la declaratoria de Quito como patrimonio cultural de la humanidad.5
Características arquitectónicas
La edificación del que se dio en llamar inicialmente Palacio Najas-Delavelle, tiene particularidades de estilo mansardo, cuya característica se basa fundamentalmente en un cielo raso quebrado y continuo de proporciones considerables, en cuyos costados se destacan exteriormente las ventanas ovaladas que surgen de las buhardillas, utilizadas por lo general, en aquellas construcciones señoriales de finales del siglo XIX en París, por los arquitectos que embellecieron la ciudad Luz.5
De esta mansión de corte neoclásico, con franca influencia francesa, queda ahora únicamente la parte posterior que corresponde a las salas, salones y comedores que guardan las peculiaridades iniciales de la construcción; pues el sector de los aposentos y estancias de la familia, que miraban hacia la actual avenida 10 de agosto, y que presentaba un gran balcón con acceso desde el ático, fue destruido a fines de la década de 1950 para dar lugar a “modernas” instalaciones de oficinas con las que se creía debía contar la Cancillería ecuatoriana, encargada de preparar y organizar la XI Conferencia Internacional Americana de 1959, que finalmente nunca llegó a realizarse.5 Estas instalaciones son un edificio de estiloracionalista internacional, con estructura de hormigón armado y riqueza textural en sus fachadas.2 Posee cinco plantas y fue adosado a la construcción original por el lado occidental, y allí funcionan actualmente las oficinas del Ministerio; además, en el quinto piso de la torre se encuentra también el Gabinete del Canciller, decorado con algunas antigüedades coloniales.3
Afortunadamente, el Palacio de Najas, que actualmente guarda importantes testimonios artísticos en mobiliario, alfombras, porcelanas, biombos, objetos de plata, lámparas de fino cristal, pinturas coloniales y un promedio de veinte retratos en lienzo de los próceres quiteños del 10 de agosto de 1809 de autoría del maestro Rafael Salas, han conseguido mantenerse en pie; y la decisión adoptada en septiembre de 1994 por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural es una salvaguarda para esta edificación, que constituye el alma-máter de la actual diplomacia ecuatoriana.5
Salón de los Próceres
Se trata del antiguo comedor de la familia Najas. Una gran chimenea de piedra es el principal elemento decorativo de este espacio, y de ella pende un gran escudo del Ecuador en oro viejo. El techo tiene un artesonado y hay varios candelabros de cristal de Baccarat. Zócalos de madera cubren la pared hasta media altura, en el resto de los muros descubiertos se han dispuesto catorce retratos de los principales próceres de la independencia ecuatoriana, a los que debe su nombre el Salón.1
Los retratos que decoran el salón son obra del pintor quiteño Manuel Salas Alzamora, comsionados por la Cancillería alrededor de 1920, y representan a Antonio Ante, Carlos de Montúfar, Claudio María Roca, Diego Noboa Arteta, Manuel Rodríguez de Quiroga, Eugenio Espejo, Francisco Javier de Ascázubi, José Joaquín de Olmedo, Juan de Dios Morales, Juan de Larrea, Juan de Salinas y Zenitagoya, Juan Pío de Montúfar, Rafael Jimena y el teniente Guerrero.
Ubicado en el segundo piso del ala sur, este gran espacio es usado para recepciones, bailes, cocteles y conferencias; es por ello que está conectado también con las cocinas del Palacio. Además, es el lugar en el que el Canciller brinda todas sus ruedas de prensa.4
Salón del Consejo de Embajadores
Esta sala, ubicada en el primer piso del ala sur del Palacio, fue adecuada para el funcionamiento del Consejo de Embajadores. Actualmente es usada para todo tipo de reuniones en general. Sus paredes están decoradas con paneles de madera a media altura y algunas obras de arte europeas que pertenecieron a los Najas.1
Salón de los Espejos
Ubicado en el ala norte del segundo piso del Palacio, este espacio correspondía al Salón Principal de la familia Najas - Delavelle, razón por la cual es llamado también de esa manera. Está decorado con el mobiliario original de estilo Luis XVI, que incluyen mesas con tope de porcelana italiana, sillas y mesillas de madera tallada y tapizadas con telas francesas, alfombras importadas de persia y algunas piezas de arte que antes pertenecieron al Palacio de Carondelet. Destacan los varios espejos de cristal de roca que penden de las paredes alternando su grandes dimensiones con pequeñas obras de arte coloniales, que responden a las características de la escuela quiteña, y cuatro retratos de próceres independentistas; los espejos están soportados por marcos de madera cubierta de láminas de oro y presentan consolas de pared con adornos de estilo imperio. Está considerado como la más bella y acogedora de las estancias del Palacio de Najas.4
Salón Eugenio Espejo
Ubicado también en el segundo piso del palacio, contiguo al Salón de los Espejos, este espacio fue la biblioteca y sala de música de los Najas - Delavelle. Actualmente se usa para diferentes propósitos protocolares como la entrega de cartas credenciales de los embajadores acreditados ante el Gobierno ecuatoriano. Está decorado con muebles y cortinaje de estilos afrancesados del siglo XIX, así como lámparas de cristal en el techo y biombos de madera y tela.1
Dependencias de servicio y jardines
En la planta baja del Palacio existe una amplia sala de recepción y espera con pisos de mármol, las cocinas y varias oficinas de protocolo. Un gran camino de cochera cubierto de gravilla, y que llega hasta la puerta misma del edificio, rodea un espejo de agua al estilo francés en cuyo centro se levanta una pileta tradicional de piedra tallada; todo este conjunto ocupa el patio de honor que se forma con los tres cuerpos del Palacio en forma de herradura.4
Los jardines se encuentran frente al Palacio, en dirección al oriente, y se trata de un conjunto que combina los estilos ajardinadosingleses y franceses. Se pueden encontrar varias figuras de bronce adornando varios espacios del parque, que está totalmente cerrado por un alto muro de cemento que sustituye a las rejas de hierro originales de inicios del siglo XX, y que permitían la vista entre las enredaderas, hacia el interior del recinto.4
Proyecto futuro
Conocedor de que el Gobierno Nacional construye varios complejos administrativos donde funcionarán en poco tiempo los diferentes ministerios, incluido el de Relaciones Exteriores; Mueckay Arcos considera que lo mejor que puede ocurrir es que el Palacio de Najas se convierta en un Museo, donde también podría funcionar el Archivo Nacional en el edificio adosado y construido en los años 50's del siglo XX. Citándolo: «En esta administración tenemos el mandato de visibilizar a la Cancillería, que la ciudadanía entre a las dependencias, conozca, valore(...) abrir las puertas a la gente».
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