martes, 21 de marzo de 2017

Edificios religiosos por países - España

capillas de España

La capilla de San José de Sevilla es un pequeño templo de estilo barroco, situado en el corazón del casco Histórico de la ciudad.

Historia

Fue levantada por el gremio de carpinteros, lo cual le llevó a un sonado pleito con el de arquitectos, pues un carpintero no tenía autorización para hacer los planos de una edificación. Realizada en dos etapas, entre los años 1699 y 1766, sus trazas y su construcción se deben a la intervención sucesiva de dos grandes maestros de la época: Pedro Romero, que levanta el núcleo principal de la nave, y Esteban Paredes, que se ocupa de la Capilla Mayor y la portada de los pies.
Bien de interés cultural, sus valores arquitectónicos y artísticos fueron muy pronto reconocidos y valorados oficialmente, ya que su catalogación como monumento fue publicado por La Gaceta de Madrid en el año 1912.1 Hoy en día está a cargo de la Orden Franciscana. Goza de las mismas gracias que la Basílica de San Juan de Letrán en Roma.

Descripción de la capilla

Se trata de una pequeña y singular iglesia de planta rectangular, que se configura en planta mediante una sola nave con un pequeño crucero.

Portadas

Portada principal.
Su portada de los pies es muy vistosa y espectacular. Estrecha y de poca altura, está realizada toda ella en ladrillo aplantillado y organizada en dos cuerpos; profusamente decorada con elementos de azulejería y esculturas siguiendo los cánones barrocos del momento, donde sobresale la hornacina central realizada según diseño del año 1716 de Lucas Valdés, y que aloja la imagen de su titular, San José.
En la portada lateral, también de marcado acento barroco en su diseño y decoración, destaca la representación de los Desposorios de la Virgen en la hornacina que corona la puerta. En esta fachada lateral existe un reloj de sol en igual estilo a la puerta.

Interior

Interiormente la Capilla se cubre en su nave con bóveda de cañón con lunetos, mientras que la capilla mayor lo hace mediante una cúpula de planta elíptica que se remata por una linterna ciega. A lo largo de sus muros presenta interesantes retablos barrocos y pinturas murales del mismo siglo XVIII.
El retablo mayor: es una manifestación del estilo barroco de Sevilla, fue realizada por el escultor portugués Cayetano de Acosta.
Retablo de Santa Ana y Desposorios de la Virgen:Este retablo barroco, está formado por dos columna salomónica que sustentan un arco de medio punto.














La capilla de Ánimas de San Onofre de Sevilla se encuentra situada en uno de los frentes del barrio del Arenal de la céntrica Plaza Nueva.

Historia

La capilla data del siglo XVII, y la funda en 1520 la Hermandad de las Ánimas de San Onofre con la finalidad de celebrar misas por las ánimas del purgatorio; esta Hermandad del siglo XIII, que solo cuenta con 40 hermanos, siempre ha sido propietaria de la misma.
Esta pequeña capilla, excelente ejemplar de la arquitectura barroca, constituye junto con el arco del Ayuntamiento el único resto actual del ya desparecido convento Casa Grande de San Francisco, antiguo edificio religioso que ocupaba toda la superficie de esta plaza así como una buena parte de sus inmediaciones, y que fue desamortizado y derribado durante el siglo XIX.
El derribo de 1840 también afectó a las dependencias de la capilla, al desaparecer su Hospital de Ánimas y la Sacristía o casa del capellán.
Es poco conocida por el público sevillano en general, pues su fachada pasa desapercibida embutida entre las otras fachadas de los edificios que conforman la plaza, cuya fisonomía adoptó en la urbanización de la plaza de 1848; se la localiza contigua al vistoso edificio de la Telefónica.
Desde el 20 de noviembre de 2005 se realiza en la capilla la Adoración Eucarística Perpétua, en la que unos 600 voluntarios dedican una hora semanal para acompañar al Santísimo permanentemente, las veinticuatro horas del día.

Capilla

La fachada tiene el aspecto primitivo de la plaza Nueva, que era de un caserío de dos plantas, uniforme en las tres caras frente al Ayuntamiento.
Está formada la capilla por una sola nave que se presenta cubierta por una bóveda de cañón donde aparecen arcos fajones y lunetos.
En su interior se conservan cuatro retablos. El retablo mayor es de finales del siglo XVII, obra de Bernardo Simón de Pineda entre 1678 y 1682, y esculturas de Pedro Roldán. Con amplio camarín y columnas salomónicas, la figura central es la de la «Inmaculada Concepción» y a los lado las de San Fernando y San Hermenegildo.
Cuenta además con otro retablo destinado a su titular, «San Onofre», encargado asimismo en el siglo XVI, en prinicipio a Gaspar de las Cuevas, pero cuya arquitectura y pintura fue realizada a parir de 1604 y se atribuyen a los artistas Martínez Montañés y Pacheco, respectivamente.
Un tercer retablo, dedicado al «Niño Jesús», es el de las Ánimas y la Virgen de la Candelaria, revestido de azulejos. Y el último otra obra de S. de Pinelo, éste de 1693, dedicado a «San Laureano».
Otras obras de interés son un cuadro de la Juan Correa, la Virgen de Guadalupe, del siglo XVII, y un relieve de la Trinidad.


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