domingo, 5 de marzo de 2017

Oraciones para rezar

Laudes primera semana - Miercoles

Laudes
Por la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamara tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Salmo 35
El malvado escucha en su interior un oráculo del pecado:
"No tengo miedo a Dios, ni en su presencia."
Porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida.
Las palabras de su boca son maldad y traición,
renuncia a ser sensato y a obrar bien;
acostado medita el crimen,
se obstina en el mal camino, no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega hasta el cielo, tu fidelidad hasta las nubes,
tu justicia hasta las altas cordilleras;
tus sentencias son como el océano inmenso.
Tu socorres a los hombres y animales;
¡que inapreciable es tu misericordia, oh Dios!;
los humanos se acogen a las sombras de tus alas.
Se nutren de lo sabroso de tu casa,
les das de beber del torrente de tus delicias,
porque en ti está la fuente de la vida y tu luz nos hace ver la luz.
Prolongas tu misericordia con los que te reconocen,
tu justicia con los rectos de corazón;
que no me pisotee el pie del soberbio,
que no me eche afuera la mano del malvado.
Han fracasado los malhechores; derribados, no se puede levantar.
Ant. 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz
Ant. 2. Señor, tú eres grande tu fuerza es invencibles.
Cántico Jdt. 16, 2-3. 15 -19
¡Alabad al Señor con tambores, elevad cantos al Señor con cítaras,
ofrecedle los acordes de un salmo de alabanza,
¡ensalzad e invocad su nombre!
porque el Señor es un Dios quebrantador de guerras,
su nombre es el Señor.
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:
Señor tú eres grande y glorioso,
admirable en tu fuerza, invencible.
Que te sirva toda la creación, porque tú lo mandaste y existió;
enviaste tu aliento y la construiste, nada puede resistir a tu voz.
Sacudirán las olas los cimientos de los montes,
las peñas en tus presencias se derretirán como cera,
pero tú serás propicio a tus fieles.
Ant. 2. Señor, tú eres grande, tu fuerza esa invencible
Ant. 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Salmo 46
Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilos;
porque el Señor es sublime y terrible, emperador de toda la tierra.
Él nos somete los pueblos y nos sojuzga las naciones;
él nos escogió como heredad suya: gloria a Jacob, su amado.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad, tocad para nuestro rey, tocad.
Porque Dios es el rey del mundo: tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado.
Los príncipes de los gentiles se reúnen con el pueblo del Dios de Abraham;
porque de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso.
Ant. 3. Aclamad a Dios con gritos de júbilos.
LECTURA BREVE
(Tb. 4,16-17. 19-20)
No hagas a nadie lo que no quieras que te hagan. Da de tu pan al hambriento y da tus vestidos al desnudo. Busca el consejo de los prudentes. Bendice al Señor en toda circunstancia, pídele que sean rectos todos tus caminos y que lleguen a buen fin todas tus sendas y proyectos.
RESPONSORIO BREVE
V. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
V. Dame vida con tus palabras.
R. Mi corazón a tus preceptos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Inclina, Señor, mi corazón a tus preceptos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Realiza, Señor, con nosotros la misericordia y recuerda tu santa alianza
PRECES
Demos gracias a Cristo y alabémoslo porque ha querido santificarnos y llamarnos hermanos suyos; digámosle, pues, confiados:
Santifica, Señor, a tus hermanos.
- Concédenos, Señor, consagrar el principio de este día en honor a tu resurrección haz que todos los trabajos que realicemos durante esta jornada te sean agradables.
- Haz que sepamos descubrirte a ti en todos nuestros hermanos, sobre todo en los tristes, en los más pobres y en los que son menos útiles a los ojos del mundo.
- Tu que para aumentar nuestra alegría y afianzar nuestra salvación nos das el nuevo dia, signo de tu amor, renuévanos hoy y siempre para gloria de tu nombre.
- Haz que durante este dia estemos en paz con todo el mundo y que a nadie devolvamos mal por mal.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Tal como Cristo nos enseño, terminemos nuestra oración diciendo: Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, salvador nuestro, danos tu ayuda para que siempre deseemos las obras de la luz y realicemos la verdad: así, los que de ti hemos nacido en el bautismo, seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo. Amén.
CONCLUSION
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Laudes primera semana - Jueves
Por la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamara tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Despertad, cítaras y arpas; despertaré a la aurora.
Salmo 56
Misericordia, Dios mío, misericordia que mi alma se refugia en ti;
me refugio a las sombras de tus alas mientras pasa la calamidad.
Invoco al Dios altísimo, al Dios que hace tanto por mí:
desde el cielo me enviará la salvación, confundirá a los que ansían matarme,
enviará su gracia y su lealtad.
Estoy echado entre leones devoradores de hombres;
sus dientes son lanzas y flechas, su lengua es una espada afilada:
elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria.
Han tendido una red a mis pasos para que sucumbiera;
me han cavado delante una fosa, pero han caído en ella.
Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.
Voy a cantar y a tocar: despierta, gloria mía;
despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor; tocaré para ti ante las naciones:
por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria.
Ant. 1. Despertad, cítara y arpa; despertaré a la aurora.
Ant. 2. "Mi pueblo se saciará de mis bienes", dice el Señor.
Cántico Jr. 31,10-14
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor,
anunciadla en las islas remotas:
" el que dispersó a Israel lo reunirá,
lo guardará como un pastor a su rebaño;
porque el Señor redimió a Jacob, lo rescato de una mano más fuerte."
Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión,
afluirán hacia los bienes del Señor:
hacia el trigo y el vino y el aceite,
a los rebaños de ovejas y de vacas;
su alma será como un huerto regado,
y no volverán a desfallecer.
Entonces se alegrará la doncella en la danza,
gozará los jóvenes y los viejos;
convertiré su tristeza en gozo,
los alegraré y aliviaré sus penas;
alimentaré a los sacerdotes con manjares sustanciosos,
y mi pueblo se saciará de mis bienes.
Ant. 2. "Mi pueblo se saciará de mis bienes" dice el Señor.
Ant. 3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.
Salmo 47
Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios,
su monte santo, altura hermosa, alegría de toda la tierra:
el monte Sión, vértice del cielo, ciudad del gran rey;
entre sus palacios, Dios descuella como un alcázar.
mirad: los reyes se aliaron para atacarla juntos;
pero, al verla, quedaron aterrados y huyeron despavoridos;
allí los agarró un temblor y dolores como de partos;
como un viento del desierto, que destroza las naves de Tarsis.
Lo que habíamos oído lo hemos visto en la ciudad de Señor de los ejércitos,
en la ciudad de nuestro Dios: que Dios la ha fundado para siempre.
¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia en medio de tu templo:
como tu renombre, ¡oh Dios!, tu alabanza llega al confín de la tierra;
tu diestra está llena e justicia:
el monte Sión se alegra, las ciudades de Judá se gozan con tus sentencias.
Dad la vuelta en torno a Sión, contando sus torreones;
fijaos baluartes, observad sus palacios,
para poder decirles a la próxima generación:
"Este es el Señor, nuestro Dios".
Él nos guiará por siempre jamás.
Ant. 3. Grande es el Señor y muy digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios.
LECTURA BREVE
(Is. 66,1-2)
Así dice el Señor: "El cielo es mi trono y la tierra el estrado de mis pies: ¿Qué templo podréis construirme? ; ¿o qué lugar para mi descanso? Todo esto lo hicieron mis manos, todo es mío -oráculo del Señor-. En ése pondré mis ojos: en el humilde y el abatido que se estremece ante mis palabras".
RESPONSORIO BREVE
V. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
V. Guardaré tus leyes.
R. Respóndeme, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos
PRECES
Demos gracias a Cristo que nos ha dado la luz del día y supliquémosle diciendo:
Bendícenos y santifícanos, Señor.
- Tú que te entregaste como víctimas de nuestros pecados, acepta los deseos y las acciones de este día.
- Tú que nos alegras con la claridad del nuevo día, sé tu mismo el lucero brillante de nuestros corazones.
- Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos rodean, para que logremos así ser imágenes de tu bondad.
- En la mañana haznos escuchar tu gracia, y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres)
Fieles a la recomendación del salvador, digamos llenos de confianza filial: Padre Nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno, humilde mente acudimos a ti, al empezar el día, a media jornada y al atardecer, para pedirte que, alejando de nosotros las tinieblas del pecado, nos hagas alcanzar la luz verdadera que es Cristo. Que vive y reina contigo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén

Vísperas
Por la noche
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste, te daré gracias por siempre.
Salmo 29
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
y no has dejado que mis enemigos se rían de mi.
Señor, Dios mío, te grité, y tú me sanaste.
Señor sacaste mi vida del abismo,
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.
Tañed para el Señor fieles suyos, dad gracias a su nombre santo;
su cólera dura un instante; su bondad, de por vida;
al atardecer nos visita el llanto, por la mañana, el jubilo.
Yo pensaba muy seguro: "No vacilaré jamas".
Tu bondad Señor, me aseguraba el honor y la fuerza;
pero escondiste tu rostro, y quedé desconcertado.
A ti, Señor, llamé, suplique a mí Dios:
"¿Qué ganas con mi muerte, con que yo baje a la fosa?.
¿Te va ha dar gracias el polvo, o va a proclamar tu lealtad?.
Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme"
Cambiaste mi luto en danzas,
me desataste el sayal y me has vestido de fiesta;
te cantará mi alma sin callarse.
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.
Ant. 1. Señor, Dios mío, a ti te grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre.
Ant. 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Salmo 31
Dichoso el que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Mientras callé se consumían mis huesos, rugiendo todo el día,
porque día y noche tu mano pesaba sobre mí;
mi savia se me había vuelto un fruto seco.
Había pecado, lo reconocí, no te encubrí mi delito, propuse:
"Confesaré al Señor mi culpa", y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.
Por eso, que todo fiel te suplique en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas no lo alcanzará.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me rodeas de cantos de liberación.
Te instruiré y te enseñaré el camino que has de seguir fijaré en ti mis ojos.
No seáis irracionales como caballos y mulos,
cuyo brío hay que domar con freno y brida; si no, no puedes acercarte.

Los malvados sufren muchas penas;
al que confía en el Señor, la misericordia lo rodea.
Alegraos, justos, y gozad con el Señor, aclamadlo, los de corazón sincero.
Ant. 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito.
Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico Ap. 11, 17-18; 12 10b-12a
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder
y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones, llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas,
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío,
y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por eso, estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas.
Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
LECTURA BREVE
(I° Pe 1, 6-9)
Saltad de júbilo, aunque de momento tengáis que sufrir un poco en diversas pruebas. Así la pureza de vuestra fe resultará más preciosa que el oro (que, aun después de acrisolado por el fuego, perece) y será para vuestra alabanza y gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo. A él no lo habéis visto, y lo amáis; en él creéis ahora, aunque no lo veis; y os regocijaréis con un gozo inefable y radiante, al recibir el fruto de vuestra fe, la salud de vuestras almas..
RESPONSORIO BREVE
V. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
V. Nos sació con miel silvestre.
R. Con flor de harina.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
CANTICO EVANGELICO
Ant. El Señor derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes.
PRECES
Invoquemos a Dios, nuestro refugio y nuestra fortaleza, y digámosle:
Escucha, Señor, nuestra oración.
- Dios de amor que has hecho alianza con tu pueblo, haz que recordemos siempre tus maravillas.
- Que los sacerdotes, Señor, crezcan en la caridad y que los fieles vivan en la unidad del Espíritu y en el vínculo de la paz.
- Que el mundo prospere y avance según tus designios y que los que lo construyen no trabajen en vano.
- Envía, Señor, operarios a tu mies para que tu nombre sea conocido en el mundo a nuestros familiares y bienhechores difuntos
dañes un lugar entre los santos.
- Y haz que nosotros un día nos encontremos con ellos en tu reino.
(Se pueden añadir algunas intenciones libres).
Ya que por Jesucristo hemos legado a ser hijos de Dios, nos atrevemos a decir: Padre nuestro...
ORACION
Tú, Señor, que iluminas la noche y haces que después de las tinieblas amanezca nuevamente la luz, haz que, durante la noche que ahora comienza, nos veamos exentos de toda culpa y que, al clarear el nuevo día. Podamos reunirnos otra vez en tu presencia para darte gracias nuevamente. Por nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo.
CONCLUSION
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén

Laudes primera semana - Viernes
Laudes
Por la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Salmo 50
Misericordia, Dios mío por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre ¡oh Dios, Dios, Salvador mío!,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Ant. 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.
Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Cántico Is. 45,15-26
Es verdad: tú eres un Dios escondido, el Dios de Israel, el Salvador.
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,
se van avergonzados los fabricantes de ídolos;
mientras el señor salva a Israel con una salvación perpetua,
para que no se avergüencen ni se sonrojen nunca jamás.
Así dice el Señor, creador del cielo - él es Dios -,
él modeló la tierra, la fabricó y la afianzó;
no la creó vacía, sino que la formó habitable:
"Yo soy el Señor y no hay otro".
No te hablé a escondidas, en un país tenebroso,
no dije a la estirpe de Jacob: "Buscadme en el vacío".
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia y declara lo que es justo.
Reuníos, venid, acercaos juntos, supervivientes de las naciones.
No discurren los que llevan su ídolo de madera,
y rezan a un dios que no puede salvar.
Declarad, aducid pruebas, que deliberen juntos:
¿Quién anunció esto desde antiguo, quién lo predijo desde entonces?
¿No fui yo, el Señor? - No hay otro Dios fuera de mí -
Yo soy un Dios justo y salvador, y no hay ninguno más.
Volveos hacia mí para salvaros, confines de la tierra,
pues yo soy Dios y no hay otro.
Yo juro por mi nombre, de mi boca sale una sentencia,
una palabra irrevocable:
"Ante mí se doblara toda rodilla, por mí jurará toda lengua",
dirán: "Solo el Señor tiene la justicia y el poder.''
A él vendrán avergonzados los que se enardecían contra él, con el Señor triunfará y se gloriara la estirpe de Israel.
Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe de Israel.
Ant. 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
Salmo 99
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre:
"El Señor es bueno. Su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades."
Ant. 3. Entrad en la presencia del Señor con aclamaciones.
LECTURA BREVE
(Ef. 4,29-32)
No salga de vuestra boca palabra desedificante, sino la que sirva para la necesaria edificación, comunicando la gracia a los oyentes. Y no provoquéis más al santo espíritu de Dios, con el cual fuisteis marcados para el día de la redención. Desterrad de entre vosotros todo exacerbamiento, animosidad, ira, pendencia, insulto y toda clase de maldad. Sed, por el contrario, bondadosos y compasivos unos con otros, y perdonaos mutuamente como también Dios os ha perdonado en Cristo.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
CANTICO EVANGELICO
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo
PRECES
Adoremos a Cristo, que salvó al mundo con su cruz, y supliquémosle diciendo:

Señor, ten misericordia de nosotros
- Señor Jesucristo, cuya claridad es nuestro sol y nuestro día, haz que, desde el amanecer, desaparezca de nosotros todo sentimiento malo.
- Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras, a fin de que nuestro día sea agradable ante tus ojos.
- Aparta de nuestros pecados tu vista, y borra en nosotros toda culpa, por tu cruz y tu resurrección, llénanos del gozo del Espíritu Santo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Ya que somos hijos de Dios, oremos a nuestro Padre como Cristo nos enseñó: Padre nuestro
ORACION
Dios misericordioso, que has iluminado las tinieblas de nuestra ignorancia con la luz de tu palabra: acrecienta en nosotros la fe que tu mismo nos has dado; que ninguna tentación pueda destruir nunca el ardor de la fe y de la caridad que tu gracia ha encendido en nuestro Espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUCIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Por la noche
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant.1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Salmo 40
Dichoso el que cuida del pobre y desvalido;
en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.
El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra,
y no la entrega a la saña sus enemigos.
El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor,
calmará los dolores de su enfermedad.
Yo dije: "Señor, ten misericordia, sáname porque he pecado contra ti."
Mis enemigos me desean lo peor:
"A ver si se muere y se acaba el apellido."
El que viene a verme habla con fingimiento,
disimula su mala intención,
y cuando sale afuera, la dice.
Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,
hacen cálculos siniestros:
"Padece un mal sin remedio, se acostó para no levantarse".
Incluso mi amigo, del que yo me fiaba, que compartía mi pan,
es el primero en traicionarme.
Pero tú, Señor, apiádate de mí,
has que pueda levantarme, para que yo les dé su merecido.
En esto conozco que me amas: en que mi enemigo no triunfa de mí.
A mí, en cambio, me conservas la salud,
me mantienes siempre en tu presencia.
Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre.
Amén, Amén.
Ant. 1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.
Ant. 2. El Señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob
Salmo 45
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,
poderoso defensor en el peligro.
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra
y los montes se desplomen en el mar.
Que hiervan y bramen sus olas, que sacudan a los montes con su furia:
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,
el Altísimo consagra su morada.
Teniendo a Dios en medio, no vacila;
Dios la socorre al despuntar la aurora.
Los pueblos se amotinan, os reyes se rebelan;
pero la lanza de su trueno y se tambalea la tierra.
El Señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Venid a ver las obras del señor, las maravillas que hace en la tierra:
Pone fin a la guerra hasta el extremo del orbe,
rompe los arcos, quiebra las lanzas, prende fuego a los escudos.
"Rendíos, reconoced que yo soy Dios:
más alto que los pueblos mas alto que la tierra."
El señor de los ejércitos está con nosotros,
nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Ant. 2. El señor de los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios de Jacob.
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postraran en tu acatamiento, Señor.
Cántico Ap. 15,3-4
Grandes y maravillosas son tus obras, señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos, ¡oh rey de los siglos!
¿Quién no temerá señor y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiesto.
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postraran en tu acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE
(Rm. 15,1-3)
Los fuertes debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles, sin complacernos a nosotros mismos. Cada uno cuide de complacer al prójimo para su bien, para su edificación, que Cristo no buscó su propia complacencia, según está es rito: "sobre mí cayeron los ultrajes de quienes te ultrajaron".
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
CANTICO EVANGELICO
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
PRECES
Bendigamos a Dios que escucha la oración de los humildes y a los hambrientos los colma de bienes, digámosle confiados:
Muéstranos, Señor, tu misericordia
- Señor, Padre lleno de amor, te pedimos por todos los miembros de la iglesia que sufren: acuérdate de ellos, Cristo, cabeza de la iglesia, ofreció en la cruz el verdadero sacrificio vespertino.
- Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda de las viudas y de los huérfanos y has que todos nos preocupemos de los que sufren.
- Concede a tus hijos la fuerza necesaria, para resistir las tentaciones del maligno.
- Acude en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora de nuestra muerte: que seamos fieles hasta el fin y dejemos este mundo en tu paz.
- Conduce a los difuntos a la luz donde tu habitas, para que puedan contemplarte eternamente.
Fieles a la recomendación del Salvador, nos atrevemos a decir: Padre nuestro...
ORACION
Te pedimos, Señor, que los que hemos sido aleccionados con los ejemplos de la pasión de tu Hijo estemos siempre dispuestos a cargar con su yugo llevadero y con su carga ligera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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