domingo, 5 de marzo de 2017

Oraciones para rezar

Laudes segunda semana - Jueves

Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.
Salmo 79
Pastor de Israel, escucha, tu que guías a José como a un rebaño;
tu que te sientas sobre querubines, resplandeces
ante Efraím, Benjamín y Manasés; despierta tu poder y ven a salvarnos.
¡Oh Dios!, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Señor Dios de los ejércitos,
¿hasta cuando estarás airado mientras tu pueblo te suplica?
Le diste a comer llanto, a beber lágrimas a tragos;
nos entregaste a las disputas de nuestros vecinos,
nuestros enemigos se burlan de nosotros.
Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Sacaste una vid de Egipto, expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;
le preparaste el terreno y echó rices hasta llenar el país;
Su sombra cubría las montañas, y sus pámpanos, los cedros altísimos;
extendió sus sarmientos hasta el mar, y sus brotes hasta el Gran Río.
¿Por que has derribado su cerca paras que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes y se la coman las alimañas?
Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó, y que tu hiciste vigorosa.
La han talado y le han prendido fuego: con un bramido hazlos perecer.
Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tu fortaleciste.
No nos alegaremos de ti: danos vida, para que invoquemos tu nombre.
Señor Dios de los ejércitos, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve.
Ant. 1. Despierta tu poder, Señor, y ven a salvarnos.
Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas.
Cántico Is. 12,1-6
Te doy, gracias, Señor, porque estabas airado contra mí,
pero ha cesado tu ira y me has consolado.
Él es mí Dios salvador: confiare y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor, él fue mi salvación.
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de salvación.
Aquel día, diréis: Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas, proclamad que su nombre es excelso.
Tañed para el Señor, que hizo proezas; anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
"¡Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel!"
Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el señor hizo proezas.
Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza
Salmo 80
Aclamad a Dios, nuestra fuerza: dad vítores al Dios de Jacob:
acompañad, tocad los panderos, las cítaras templadas y las arpas;
tocad las trompetas por la luna nueva, por la luna llena que es nuestra fiesta;
Porque es una ley de Israel, un precepto del Dios de Jacob,
una norma establecida para José al salir de Egipto.
Oigo un lenguaje desconocido:
"retiré los hombros de sus cargas, y sus manos dejaron la espuerta:
Clamaste en la aflicción, y te libré, te respondí oculto entre los truenos,
te puse a prueba junto a la fuente de Meribá.
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti:
¡ojalá me escuchases, Israel!
No tendrás un Dios extraño, no adoraras un dios extranjero:
yo soy el Señor Dios tuyo, que te saqué del país de Egipto:
abre tu boca y yo la saciaré.
Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no quiso obedecer:
los entregué a su corazón obstinados, para que anduviesen según sus antojos.
¡Ojalá me escuchase mi pueblo y caminase Israel por mi camino!
En un momento humillaría a sus enemigos
y volvería mi mano contra sus adversarios.
Los que aborrecen al Señor te adularían, y su suerte quedaría fijada;
te alimentaría con flor de harina, te saciaría con miel silvestre."
Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza
LECTURA BREVE(Rm. 14, 17-19)
El reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo, pues el que en esto sirve a Cristo es grato a Dios y acepto a los hombres. Por tanto, trabajemos por la paz y por nuestra mutua edificación.
RESPONSORIO BREVE
V. Velando medito en ti, Señor.
R. Velando medito en ti, Señor.
V. Porque fuiste mi auxilio.
R. Medito en ti, Señor.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Velando medito en ti, Señor.
CANTICO EVANGELICO
Ant. Anuncia, Señor la salvación a tu pueblo y perdónanos nuestros pecados.
PRECES
Bendigamos a Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca desatiende sus súplicas, y digámosle con humildad:
Ilumínanos, Señor
- Te damos gracias, Señor, porque nos has iluminado con la luz de Jesucristo; que esta claridad ilumine hoy nuestros actos.
- Que tu sabiduría nos dirija en nuestra jornada así andaremos por sendas de vida nueva.
- Ayúdanos a superar con fortaleza nuestras adversidades y has que te sirvamos con generosidad de espíritu.
- Dirige y santifica los pensamientos, palabras y obras de nuestro día y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Dirijamos ahora todos junto, nuestra oración al Padre y digámosle: Padre nuestro...
ORACION
A ti, Señor, que eres la luz verdadera y la fuente misma de toda luz, te pedimos humildemente que imitando fielmente tu palabra vivamos siempre en la claridad de tu luz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.
Salmo 71 (I)
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes,
para que rijas a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Que los montes traigan paz, y los collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo,
socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador.
Que dure tanto como el sol, como la luna, de edad en edad;
que baje como lluvia al césped, como llovizna que empapa la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que falte la luna.
Que domine de mar a mar, del Gran Río hasta el confín de la tierra.
Que en su presencia se inclinen sus rivales;
que sus enemigos muerdan el polvo;
que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y Arabia le ofrezcan sus dones,
que se postren ante él todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.
Ant. 1. Te hago luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin de la tierra.
Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos de los pobres; rescatará sus vidas de la violencia.
(II)
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía protector;
él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los pobres;
Él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus ojos.
Que haya trigo abundante en los campos, y ondee en lo alto de los montes,
den fruto como el Líbano, y broten las espigas como las hiervas del campo.
Que su nombre sea eterno, y su fama como el sol;
que él sea la bendición de todos los pueblos,
y lo proclamen dichoso todas las razas de la tierra.
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, el único que hace maravillas;
bendito por siempre su nombre glorioso, que su gloria llene la tierra. Amén, Amén.
Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos de los pobres; rescatará sus vidas de la violencia.
Ant. 3. Ahora se estableció el poderío y el reinado de nuestro Dios.
Cántico Ap. 11,17-18; 12,10b-12ª
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar
Se encolerizaron las naciones, llegó tu cólera,
y el tiempo de que fueran juzgados los muertos
y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos
y a los que temen tu nombre, pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció el poderío, y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del cordero
y por las palabras del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegre, cielos, y los que moráis en sus tiendas.
Ant. 3. Ahora se estableció el poderío y el reinado de nuestro Dios.
LECTURA BREVE
(I° Pe. 1,22-23)
Por la obediencia a ña verdad habéis purificado vuestras almas para un amor fraternal no fingido; amos, pues, con intensidad y muy cordialmente unos a otros, como quienes han sido engendrados no de semilla corruptible, sino incorruptible, por la palabra viva y permanente de Dios.
RESPONSORIO BREVE
V. El Señor es mi pastor, nada me falta.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
V. En verdes praderas me hace recostar.
R. Nada me falta.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.
CANTICO EVANGELICO
Ant. A los que tienen hambre de ser justos el Señor les colma de bienes.
PRECES
Elevemos a Dios nuestros corazones agradecidos porque ha bendecido a su pueblo con toda clase de bienes espirituales y digámosle con fe:
Bendice, Señor, a tu pueblo.
- Dios todo poderoso y lleno de misericordia, protege al Papa Juan Pablo II y a nuestro obispo N., que tú mismo has elegido para guiar la Iglesia.
- Protege, Señor, a nuestros pueblos y ciudades y aleja de ellos todo mal.
- Multiplica como renuevo de olivo alrededor de tu mesa hijos que se consagren a tu reino, siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia.
- Conserva el propósito de aquellas de tus hijas que han consagrado a ti su virginidad, para que, en la integridad de su cuerpo y de su espíritu, sigan al cordero donde quiera que vaya.
- Da la paz a los difuntos y permítenos encontrarnos nuevamente un día en tu reino.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ya que por Jesucristo hemos llegados a ser hijos de Dios, acudamos con confianza a nuestro Padre: Padre Nuestro...
ORACION
Al ofrecerte, Señor, nuestro sacrificio vespertino de alabanza, te pedimos humildemente que, meditando día y noche tu palabra, consigamos un día la luz y el premio de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSION
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Laudes segunda semana - Viernes
Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias, Señor.
Salmo 50
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillara tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculpas sabiduría.
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista borra en mi toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mi un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso;
enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, Dios, salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen;
si te ofreciera un holocausto no lo querrías
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado tu no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptaras los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Ant. 1. Un corazón quebrantado y humilla, tú no lo desprecias, Señor.
Ant. 2. En Tu juicio, Señor, acuérdate de la misericordia.
Cántico Ha. 3, 2-4. 13a. 15-19
¡Señor, he oído Tu fama, me ha impresionado Tu obra!
En medio de los años, realízala; en medio de los años manifiéstala;
en el terremoto acuérdate de la misericordia.
El Señor viene de Temán; el Santo, del monte Farán:
su resplandor eclipsa el cielo, la tierra se llena de su alabanza;
su brillo es como el día, su mano destella velando su poder.
Sales a salvar a tu pueblo, a salvar a tu ungido;
pisas el mar con tus caballos, revolviendo las aguas del océano.
Lo escuché y temblaron mis entrañas, al oírlo se estremecieron mis labios;
me entró un escalofrío por los huesos, vacilaban mis piernas al andar.
Tranquilo espero el día de la angustia que sobreviene al pueblo que nos oprime.
Aunque la higuera no echa yemas, las viñas no tienen frutos,
aunque el olivo olvida su aceituna y los campos no dan cosechas,
aunque se acaban las ovejas del redil y no quedan vacas en el establo,
yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios mi Salvador.
El Señor soberano es mi fuerza, él me da piernas de gacela
y me hace caminar por las alturas.
Ant. 2. En Tu juicio, Señor, acuérdate de la misericordia.
Ant. 3. Glorifica al Señor Jerusalén
Salmo 147
Glorifica al Señor Jerusalén; alaba a tu Dios Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas
y ha bendecido a tus hijos dentro de Ti;
ha puesto paz en tus fronteras, té sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra, y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana, esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas y con el frío congela las aguas;
envía una orden y se derriten; sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob, sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así, ni les dio a conocer sus mandatos.
Ant. 3. Glorifica al Señor Jerusalén
LECTURA BREVE
(Ef. 2, 13 -16)
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho de los dos pueblos, judíos y gentiles, una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba: el odio. Él ja abolido la ley con sus mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear en él un solo hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo mediante la cruz, dando muerte en él al odio.
RESPONSORIO BREVE
V. Invoco al Dios altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
R. Invoco al Dios altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
V. Desde el cielo me enviará la salvación.
R. Al Dios que hace tanto por mí.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo
R. Invoco al Dios altísimo, al Dios que hace tanto por mí.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el sol que nace de lo alto.
PRECES
Adoremos a Cristo, que se ofreció a Dios como sacrificio sin mancha para purificar nuestras conciencias de las obras muertas, y digámosle con fe:
En Tu voluntad, Señor, encontramos nuestra paz.
- Tú que nos has dado la luz del nuevo día, concédenos también caminar durante sus horas por sendas de vida nueva.
- Tú que todo lo has creado con tu poder y con tu providencia lo conservas, ayúdanos a descubrirte presente en todas tus criaturas.
- Tú que has sellado con tu sangre una alianza nueva y eterna, haz que, obedeciendo siempre tus mandatos, pertenezcamos fieles a esa alianza.
- Tú que colgado en la cruz quisiste que de tu costado manara sangre y agua, purifica con esta agua nuestros pecados y alegra con este manantial a la ciudad de Dios.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Ya que Dios nos he adoptado como hijos, oremos al Padre como enseñó Jesucristo: Padre Nuestro...
ORACION
Señor, Dios todopoderoso, te pedimos nos concedas que del mismo modo que hemos cantado tus alabanzas en esta celebración matutina así también las podamos cantar plenamente en la asamblea de tus santos por toda la eternidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tú Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.
Salmo 114
Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor: "Señor, salva mi vida."
El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas me salvó.
Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue benigno contigo:
arrancó mi vida de la muerte, mis pies de la caída.
Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.
Ant. 1. Arranca, Señor, mi vida de la muerte, mis pies de la caída.

Ant. 2. 
El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Salmo 120
Levanto mis ojos a los montes: ¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
No permitirá que resbale tu pie, tu guardián no duerme,
no duerme ni reposa el guardián de Israel.
El Señor te guarda a su sombra, está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño, ni la luna de noche.
El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas, ahora y por siempre.
Ant. 2. El auxilio me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra
Ant. 3. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
Cántico Ap. 15,34
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente,
justos verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo, porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Ant. 3. Justos y verdaderos son tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
LECTURA BREVE
(I° Co. 2,7-10ª)
Enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria, que no conoció ninguno de los príncipes de este siglo; si la hubieran conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Pero, según está escrito: "Ni el ojo vio ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman." Pero a nosotros nos lo ha revelado por su Espíritu.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
V. Muerto en la carne, pero vivificado en el espíritu.
R. Para llevarnos a Dios.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo murió por nuestros pecados, para llevarnos a Dios.
CANTICO EVANGELICO
Ant. Acuérdate, Señor, de tu misericordia como lo habías prometido a nuestros padres.
PRECES
Bendigamos ahora al Señor Jesús, que en su vida mortal escuchó siempre con bondad las súplicas de los que acudían a él y enjugaba con amor las lágrimas de los que lloraban, y digámosle también nosotros:
Señor, ten piedad,
- Señor Jesucristo, tú que consolaste a los tristes y desconsolados, pon ahora tus ojos en los sufrimientos de los pobres y consuela a los deprimidos.
- Escucha los gemidos de los agonizantes y envíales tus ángeles para que los consuelen y conforten.
- Que los emigrantes sientan el consuelo de tu amor en el destierro, que puedan regresar a su patria y que un día alcancen también la patria eterna.
- Que los pecadores escuchando tu voz se conviertan, y encuentren en tu Iglesia el perdón y la paz.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Perdona las faltas de los que han muerto y dales la plenitud de tu salvación.
Con el gozo que nos da el saber que somos hijos de Dios, digamos con plena confianza: Padre nuestro...
ORACION
Dios nuestro, que con el escándalo de la cruz has manifestado de una manera admirable tu sabiduría escondida, concédenos contemplar, con tal plenitud de fe, la gloria de la pasión de tu Hijo, que encontremos siempre nuestra gloria en su cruz. Por nuestro Señor Jesucristo. Tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.


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