martes, 21 de julio de 2015

Cromosomas

Anomalías estructurales cromosómicas

El síndrome de Prader-Willi (SPW) es consecuencia de una alteración genéticaoriginada por la falla en la expresión de genes del cromosoma 15. En la etapa de lactancia se caracteriza por hipotonía y dificultad para succionar, lo que ocasiona un retraso en el crecimiento. Posteriormente, durante la infancia, se produce un retraso en el desarrollo psicomotor junto con discapacidad intelectual y problemas en el comportamiento. La enfermedad cursa con una deficiencia en la producción dehormonas del eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, del crecimientogonadotrofinas ytiroideas, ocasionando obesidadapetito excesivo, tendencia a padecer diabetes,alteraciones en el control de la temperatura, capacidad baja de sentir dolor, trastornos de la respiración al dormir, alteraciones del sueño, junto con otros problemas.- .............................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=412248fee005291747f5d780bcee7abf8aee9947&writer=rdf2latex&return_to=S%C3%ADndrome+de+Prader-Willi

El síndrome de Prader-Willi es una enfermedad genética rara, caracterizada por anomalías hipotálamo-hipofisarias, que cursa con hipotonía grave durante el periodo neonatal y los dos primeros años de vida, y con hiperfagia con alto riesgo de desarrollar obesidad mórbida en la infancia y la edad adulta, así como dificultades de aprendizaje y graves problemas de conducta y/o psiquiátricos. La enfermedad afecta a 1 de cada 25.000 recién nacidos. La grave hipotonía al nacer, que conlleva problemas de succión y deglución así como retraso del desarrollo motor, mejora con la edad. Presentan rasgos faciales característicos (frente estrecha, ojos almendrados, labio superior delgado y boca girada hacia abajo), así como manos y pies muy pequeños. Después de esta fase inicial, aparecen los signos más llamativos: hiperfagia y ausencia de sensación de saciedad con la comida lo que suele conducir a obesidad grave en los afectados a edades tan tempranas como los dos años. Esta situación puede deteriorarse rápidamente sin los controles externos adecuados, ya que la obesidad es un factor importante que influye en la morbilidad y mortalidad de estos pacientes. Otras anomalías endocrinas asociadas producen baja estatura, debida a una deficiencia de hormona del crecimiento (GH), y desarrollo puberal incompleto. El grado de disfunción cognitiva varía ampliamente de un niño a otro. Se asocia con problemas de aprendizaje, del habla y de desarrollo del lenguaje que se agravan aún más por los problemas psicológicos y de comportamiento. El sindrome de Prader-Willi está causado por anomalías en la region crítica de Prader-Willi, situada en la zona proximal del brazo largo del cromosoma 15 (15q11-q13), una zona donde existe impronta génica (``imprinting''). Los expertos coinciden en señalar que el diagnóstico debe basarse en criterios clínicos (Criterios de Holm, 1993, revisados en 2001) confirmados posteriormente mediante análisis genético. La mayoría de los casos son esporádicos y la recurrencia familiar es poco frecuente, información que deberá ser proporcionada mediante asesoramiento genético. El tratamiento debe ser global y multidisciplinario. El diagnóstico precoz, la atención temprana y el tratamiento multidisciplinario, junto con la administración de la hormona del crecimiento han mejorado mucho la calidad de vida de los niños afectados. En la actualidad no hay datos a largo plazo en adultos sobre el efecto del tratamiento con hormona del crecimiento, en particular en lo que concierne a su efecto sobre los problemas de conducta y el grado de autonomía obtenidos. En adultos, las complicaciones relacionadas con la obesidad y la cuestión de la autonomía personal siguen planteando problemas importantes.
Es necesario tener siempre presente que estamos hablando de un síndrome es decir, de un conjunto de signos y síntomas, que no se dan en todas las personas con la misma frecuencia e intensidad, por lo que la variabilidad entre quienes padece el SPW es muy amplia. Al igual que sucede con cualquier otro ser humano, cada una de las personas afectadas por este síndrome es única e irrepetible, con sus propias peculiaridades y características personales, si bien es cierto que algunos de los síntomas que más comumente se registran son:
  • Desde que nacen muestran una extrema hipotonía, que provoca retrase en el desarrollo psicomotor. Suelen tener problemas para alimentarse en los primeros meses de vida necesitan apoyo para conseguirlo.
  • Hipogonadismo (los testículos o los ovarios no son funcionales).
  • Enlentecimiento de la velocidad de crecimiento que genera talla baja.
  • Falta control de la ingesta a partir de los primeros años de vida, lo que conlleva hiperfagia.
  • Problemas de termorregulación.
  • En términos generales poseen un umbral al dolor muy elevado.
  • No tiene capacidad de vómito, lo que incrementa el riesgo de intoxicación y la necesidad de vigilancia familiar.
  • La mayoría poseen discapacidad intelectual y retraso en el desarrollo que no obstante, posibilita el aprendizaje en muchas áreas.
  • Muy común también, obsesión compulsión de rascado.
  • Trastorno del sueño (apneas, episodios de somnolencia diurna…).
  • Dificultades de lenguaje.
  • Problemas comportamentales (dificultades para aceptar los cambios, escaso autocontrol, enfados, poca tolerancia a la frustación ….).
  • Características físicas: Talla baja, manos y pies pequeño, labio superior fino y arqueado hacia abajo, ojos almendrados, hipopigmentación de la piel y el pelo, diámetro bitemporal estrecho.





El síndrome de deleción o supresión 1p36 (también conocido como monosomía 1p36) es una enfermedad genética congénita caracterizada por retardo mental de moderado a grave, retraso de crecimiento, hipotonía, ataques repentinos, capacidad de discurso limitada, malformaciones, audición y visión alteradas, y rasgos faciales distintivos. Los síntomas pueden variar, dependiendo de la ubicación exacta de la deleción cromosómica.Los rasgos faciales del síndrome de supresión 1p36 se considera que son características, aunque pocos pacientes han sido diagnosticados basándose sólo en la apariencia facial. Estos rasgos pueden incluir microcefalia, ojos pequeños, hundidos, posiblemente inclinados, nariz y puente nasal chatos, anómalo, orejas pequeñas y bajas, una boca pequeña con esquinas dadas vuelta hacia abajo y una barbilla puntiaguda. Rasgos distintivos en otro estudio fueron una fontanela anterior amplia o cerrada tardíamente (hasta 85% de pacientes) y asimetría facial.
La deleción de la región del cromosoma 1p36 puede ocurrir por varios motivos:
- Alrededor del 52% de los afectados sufren una deleción de novo terminal de 1p36
- El 29% sufren una deleción intersticial
- Aproximadamente el 12% de los casos poseen reordenamientos cromosómicos más complejos (suelen incluir más de una deleción 1p36)
- En torno al 7% tienen un cromosoma derivado de 1
Puede ser estudiada por varios test genéticos moleculares:
1)FISH : se usan normalmente dos sondas subteloméricas específicas para cada región. No puede detectar una deleción intersticial próxima a las sondas usadas ni puede distinguir entre una deleción terminal "cierta" y otros reordenamientos más complejos.
2)Array GH: detecta el número de cambios en las copias en el síndrome de la deleción 1p36.
Ambas detectan mutaciones de deleción 1p36 mayores de 100 kb y tienen una frecuencia de detección de mutaciones mayor del 95%.

En cuanto al tratamiento de la enfermedad se sugiere una rehabilitación prestando atención sobre todo al diálogo, a la comunicación, al uso del lenguaje de signos, al desarrollo motor y a diferentes habilidades sociales.

El síndrome de deleción 1p36 es una anomalía cromosómica caracterizada por rasgos dismórficos faciales distintivos, hipotonía, retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual, convulsiones, defectos cardíacos, discapacidad auditiva y deficiencia en el crecimiento de aparición prenatal.

El síndrome de deleción 1p36 es uno de los síndromes de deleción cromosómica más comunes, con una incidencia de 1/5.000-1/10.000 nacidos vivos. Afecta por igual a ambos sexos, y está presente en todas las etnias.

Los pacientes comparten dismorfismos craneofaciales reconocibles como cejas rectas, ojos hundidos, puente y base de la nariz ancha y plana, hipoplasia del tercio medio facial, filtrum largo, barbilla puntiaguda; se observan frecuentemente fontanela anterior grande de cierre tardío (>3 cm al nacer), microbraquicefalia y orejas anómalas de implantación baja rotadas posteriormente. También son característicos: braquidactilia, camptodactilia y pies cortos. Casi todos los pacientes sufren de hipotonía congénita, que dificulta la alimentación, retraso en el desarrollo motor y en habilidades motoras delicadas, y retraso o ausencia del habla. Se observa en todos los pacientes un nivel variable de déficit intelectual. Otros signos incluyen déficit del crecimiento de aparición prenatal, anomalías cerebrales estructurales, convulsiones, defectos cardíacos congénitos, problemas en ojos/visión, pérdida de audición, anomalías esqueléticas, y de los genitales externos.

El síndrome de deleción 1p36 está causado por una deleción parcial en heterocigosis de la parte distal del brazo corto del cromosoma 1, con puntos de ruptura que van desde 1p36.13 a 1p36.33. Alrededor del 50% de los casos se deben a una deleción 1p36 terminal de novo, aproximadamente el 29% a una deleción intersticial; los restantes casos abarcan reordenamientos cromosómicos más complejos.

El diagnóstico está basado en el cuadro clínico y se confirma mediante un análisis cromosómico. Las técnicas moleculares se utilizan para la caracterización genética de la deleción (FISH, array CGH). Se recomienda: una evaluación de los defectos cardíacos congénitos con un ecocardiograma y un ECG; las anomalías cerebrales con una RM; las convulsiones con un electroencefalograma; una evaluación del neurodesarrollo, y un examen estándar para los problemas de ojos/visión, pérdida de audición, y anomalías esqueléticas y renales.

El diagnóstico diferencial incluye los síndromes de Rett, Angelman y Prader-Willi.

En caso de historia familiar, es posible un test prenatal por amniocentosis o un muestreo de las vellosidades coriales y un análisis citogenético. Para parejas en las que se sabe que uno de los padres es portador está disponible un diagnóstico genético preimplantacional.

Se recomienda el consejo genético para informar a los padres del riesgo de recurrencia en el caso de que sean portadores de un reordenamiento equilibrado que implique 1p36.

Su manejo debe ser multidisciplinar e incluir un seguimiento regular. Es muy recomendable un diagnóstico temprano y acceso a terapias de rehabilitación personalizadas enfocadas al desarrollo motor, cognitivo, comunicativo y de las habilidades sociales. El uso del lenguaje de signos es útil. Algunos problemas cardíacos congénitos pueden resolverse solos, otros pueden requerir medicación o cirugía. Los ataques epilépticos se tratan con antiepilépticos estándar. Los espasmos infantiles responden al tratamiento con corticotropina. La alimentación y el crecimiento deben controlarse. Los niveles de triyodotironina, tiroxina y tirotropina deben evaluarse al diagnosticar y revisarse anualmente.

La gravedad del síndrome de deleción 1p36 varía entre los individuos afectados. Las convulsiones y otros aspectos médicos parecen mejorar con el tiempo. Los pacientes seguirán siendo dependientes de otros para la mayoría de las actividades de la vida diaria y requerirán apoyo médico de por vida. Los individuos con el síndrome de deleción 1p36 sobreviven bien hasta la edad adulta.

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