En arte y simbolismo, una
media luna (que puede ser
creciente o menguante según el hemisferio de que se trate) es la forma que se produce cuando un disco circular tiene un segmento de otro
círculo eliminado de su borde, de modo que lo que queda es una forma delimitada por dos arcos circulares de distintos diámetros que se cruzan en dos puntos (por lo general de tal manera que la forma adjunta no incluye el centro del círculo original).
Actualmente es considerada como un símbolo del
Islam. Generalmente se coloca un "
alem" al tope de los
minaretes que tiene esta forma.
Reina
Tiy con el modius que la servía para insertar plumas.
El
modius o
modio es un tipo de
tocado cilíndrico o corona que se utilizaba en el
arte del
Antiguo Egipto y en el
mundo greco-romano. Se parece al
rodete que se llevaba en la cabeza para poder transportar algo pesado. Su nombre fue dado por los estudiosos por su semejanza al
modius romano, utensilio utilizado como unidad de medida de capacidad de granos.
1
El modius alto forma parte del complejo tocado utilizado en diferentes representaciones de reinas o sacerdotisas egipcias, adornado con otros símbolos, como motivos vegetales o el
uraeus,
6 como el caso de la reina
Tiy o la
divina adoratriz, Karomama. También fue un tocado distintivo de los sacerdotes de
Palmira.
Mónada (del
griego μονάς
monas, "unidad" de μόνος
monos, "uno", "solo", "único"),
2 la fuente, o el Uno, de acuerdo con los
pitagóricos, fue un término para
Dios o el primer ser o la unidad originaria, o para la totalidad de todos los seres, con el significado de «sin división».
Para los pitagóricos, la generación de la
serie de los números se relaciona con objetos de la
geometría, así como con la
cosmogonía.
3 Según
Diógenes Laercio, de la mónada se evoluciona a la díada, de ella a los números, de los números a los puntos, luego las líneas, las entidades de dos dimensiones, las entidades de tres dimensiones, los cuerpos y, culminando, los cuatro elementos, tierra, agua, fuego y aire, a partir de los cuales se construye el resto de nuestro mundo.
Según Hipólito de Roma, este punto de vista fue inspirado por los pitagóricos, que llamaron a la primera cosa en existir, la mónada, que engendró a la díada, que engendró a los números, que engendró el punto, generando líneas o finitud, etc.6
Platón en
Filebo, V 15 b, definió las mónadas como
ideas para evidenciar su esencialidad y su lejanía de la realidad empírica.
Representación de la mónada pitagórica.
la Mónada,
el Uno,
el Absoluto Teleos Aion (
elEón perfecto, αἰών τέλεος),
Bythos (
la Profundidad o
la Gran Profundidad, Βυθός),
Proarchē (
Antes del Inicio, προαρχή ) y
Hē Archē (
el Comienzo, ἡ ἀρχή) y
el Padre Inefable.
El Uno es la fuente primordial del
pleroma, la región de la luz. Las diversas emanaciones de "el Uno" se llaman
eones.
En determinadas variaciones del gnosticismo, especialmente las inspiradas por
Monoimo, la mónada era el
dios supremo que creó
dioses menores o elementos (similares a eones).
En algunas versiones del antiguo gnosticismo, especialmente las derivadas de
Valentín el Gnóstico, una deidad menor conocido como el
Demiurgo tuvo un papel en la creación del mundo material, adicionalmente a la función de la Mónada. En estas formas de gnosticismo, el Dios del
Antiguo Testamento a menudo se considera que fue el Demiurgo, no la Mónada o, a veces, diferentes pasajes se interpretan referidas a una o a otro.
Esta Mónada es la fuente
espiritual de todo lo que
emana del pleroma y puede ser contrastada con la oscuridad de la
materia pura.
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