Iris es un género de plantas bulbosas de la familia Iridaceae con vistosas flores, cuyo nombre deriva del latín arco iris, refiriéndose a la extensa variedad de colores florales que poseen sus muchas especies y cultivares de jardín. Además de nombre botánico del género, iris es comúnmente usado para referirse a todas las especies, así como a otros varios géneros estrechamente emparentados y a una subdivisión dentro del género.
Las especies están ampliamente distribuidas por todas las regiones templadas del hemisferio norte. Sus hábitats son muy diversos, abarcando desde las regiones frías en laderas herbosas, dehesas, ribazos de ríos hasta desiertos de Europa, Medio Oriente y África del Norte y por toda Norte América. La altitud no tiene gran importancia.
Son plantas herbáceas perennes que crecen de rizomas rastreros (iris rizomatosos) o, en climas más secos, de bulbos (iris bulbosos). Poseen largos y erectos tallos florales, que pueden ser simples o ramificados, macizos o huecos. Estos tallos pueden ser aplanados o con secciones circulares transversales. Las hojas, en número de 3 a 10, en forma de espada forman una densa masa en la parte basal de la planta.
Las inflorescencias surgen en forma de abanico y contienen una o más flores de seis lóbulos simétricos y ligeramente fragantes. Los tres sépalos se abren o se inclinan hacia abajo, expandiéndose desde la estrecha base hacia afuera, a menudo están adornados con líneas o puntos. Los tres, en ocasiones reducidos, pétalos se yerguen, parcialmente detrás de los sépalos basales. Algunas pequeñas especies tienen los seis lóbulos apuntando directamente hacia fuera. Los sépalos y pétalos difieren el uno del otro. Están unidos en la base al tubo floral situado sobre el ovario. Los estilos se dividen hacia el ápice convirtiéndose en ramificaciones petaloides.
La variedad de jardín más común es el iris barbado, también llamado Iris germanica. Las diferentes formas silvestres e híbridos naturales de Iris pallida e Iris variegata forman el pilar de la mayoría de los híbridos barbados modernos. Los iris medianos (intermedios, miniatura altos, etc.) derivan de cruces entre las variedades altas y enanas. Otros tipos de iris comunes de jardín son I. siberica y sus híbridos (iris siberianos) e I ensata y sus híbridos (iris japoneses).
La variedad de iris barbado es también la más fácil de cultivar y de propagar, creciendo en cualquier zona libre de jardín con buena tierra. Solamente las variedades más pequeñas y delicadas necesitarán la ayuda de compuestos más nutritivos, ya sea turba o arcilla, para mantenerlos tersos y luminosos. Las más precoces en florecer son las variedades enanas de Iris pumilla, que lo hacen durante marzo, abril y mayo; y durante este último mes y todo junio florecen la mayoría de los "barbados altos", tales como I. germanica, I. florentina, I. pallida, I. variegata, I. amoena, I.flavescens, I. sambucina, I. neglecta, I. ruthenica y sus híbridos. I. unguicularis es una destacable especie de invierno, procedente de Argelia con flores azul cielo manchadas de amarillo que se dan (en el hemisferio norte) a intervalos regulares desde noviembre hasta marzo, el periodo más escaso del año.
Muchas otras especies pequeñas de iris bulbosos son propensas a perecer por exceso de humedad, por lo que debe proporcionárseles una cama de tierra bien drenada, rica y porosa en alguna zona soleada y en invierno protegerlos por unos 15 cm de hojas secas o virutas de fibra de coco. A este grupo pertenecen I. milifolia, I. junonia, I. danfordiae, I. reichenbachii y algunos otros, que florecen en febrero y marzo.
La flor de iris es de especial interés como ejemplo de la relación entre las plantas florales y los insectos polinizadores. La forma de la flor y la posición de las superficies receptoras del polen y los estigmas en los pétalos exteriores forman una pista de aterrizaje para un insecto volador, el cual, al explorar el periantio para obtener el néctarentrará en contacto con los tres estambres sobre una superficie en espiral sostenida y el ovario formado por los tres carpelos. La proyección transversal en forma de repisa sobre la espiral interior situada a los lados de los estambres y por debajo el estilo arqueado bajo el estigma, permite que el insecto entre en contacto con la superficie cubierta de polen solamente tras pasar éste, mientras que al salir de la flor toma contacto con la cara inferior no receptiva del estigma. De este modo, un insecto que transporte polen de una flor y entre en otra depositará el polen sobre el estigma y cuando salga de ella, el polen que lleva no se frotará con el estigma de la misma flor.
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