Caballito de totora
En algunas playas del litoral peruano, como Huanchaco (Trujillo), estas embarcaciones se utilizan también deportivamente para correr olas de forma parecida al Surf.
Incrustadas en su arena reposan estas embarcaciones de totora. Por tiempos inmemorables este fue el símbolo del respeto de la población de la costa peruana por los sutiles hilos que tejen el equilibrio ecológico.
Bordeando la playa, a lo lejos una línea verde casi imperceptible. De allí se sigue extrayendo el material utilizado durante milenios para la elaboración de estas rústicas naves. Son los totorales, los humedales, los balsares. En la antigua lengua de la zona se les llama "wachakes", palabra que puede traducirse como "ojo de agua" y que dicen da su nombre a Huanchaco, uno de los últimos reductos del caballitos de totora en el océano Pacífico.
El elemento representativo de esta antigua tradición es el uso del caballito de totora, herencia fundamental de las culturas Mochica y Chimú que se ha mantenido a lo largo del tiempo y que constituye un símbolo representativo de su identidad, con un insondable valor histórico.
Conocido también como balsares de Huanchaco es un parque ecologico que se encuentra muy cerca de las orillas del mar y cerca de la playa El Silencio en el noroeste de Huanchaco. Este parque ecológico contiene principalmente reservas de totora, de las que se extrae la materia prima para la fabricación de los milenarioscaballitos de totora utilizados desde la época de los mochicas para la pesca artesanal.
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