lunes, 5 de septiembre de 2016

Arte de paisajes


El dormitorio en Arlés es un cuadro de Vincent van Gogh que representa el dormitorio del pintor durante su estancia en la ciudad francesa de Arlés, un motivo sobre el que pintó tres cuadros casi idénticos. El primero, conservado en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, fue ejecutado en octubre de 1888 y se deterioró en una inundación ocurrida durante la hospitalización del pintor. Cerca de un año después, emprendió la realización de dos copias: una, de mismas dimensiones, se conserva hoy en el Art Institute de Chicago; la otra, la delMuseo de Orsay, realizada para su familia en Holanda, es de tamaño más reducido.
En una carta dirigida a su hermano Théo, Vincent explica lo que le incita a pintar una obra semejante: quiere expresar la tranquilidad y resaltar la sencillez de su dormitorio mediante el simbolismo de los colores. Para ello, describe: «los muros lila pálido, el suelo de un rojo gastado y apagado, las sillas y la cama amarillo de cromo, las almohadas y la sábana verde limón muy pálido, la manta roja sangre, la mesa de aseo anaranjada, la palangana azul, la ventana verde", afirmando: "Había querido expresar un reposo absoluto mediante todos estos tonos diversos». Mediante estos diferentes tonos, Van Gogh hace referencia a Japón, a sus crespones y a sus estampas. Se justifica de este modo: «Los Japoneses han vivido en interiores muy sencillos y que grandes artistas han vivido en este país». Pese a que, para los japoneses, una habitación decorada con cuadros y muebles no parezca realmente sencilla, para Vincent es «un dormitorio vacío con una cama de madera y dos sillas». Alcanza, a pesar de todo, una cierta austeridad, por su composición constituida casi únicamente de líneas rectas y por la combinación rigurosa de superficies de color que compensan la inestabilidad de la perspectiva.

Análisis

El cuadro representa el dormitorio de Van Gogh en el número 2 de la Place Lamartine en ArlésBocas del RódanoFrancia, conocida como la Casa Amarilla. Era la primera habitación propia que tenía Van Gogh.1 En ella estuvo en 1888-1889. Lo pintó antes de la llegada a Arlés de Paul Gaugin, amigo del artista: el encuentro habría hecho nacer luego un círculo artístico.
La puerta a la derecha se abría a la planta superior y la escalera, la puerta de la izquierda servía para la habitación de invitados que preparó para Gauguin. Sobre la pared del frente se abre una ventana, por encima de una mesita, ligeramente descentrada. Esta ventana daba a la Place Lamartine y sus jardines públicos. Pero el panorama más allá de la ventana no puede verse. La habitación no era rectangular sino trapezoidal, con un ángulo obtuso en la esquina izquierda de la pared frontal y un ángulo agudo en la derecha.2 Van Gogh evidentemente no dedicó mucho tiempo a este problema, simplemente indicó que allí, de alguna manera, había una esquina.
Es un alojamiento modesto, con poco mobiliario, hecho de madera de pino: una cama a la derecha, un perchero, dos sillas, una mesilla de madera en el ángulo y cuadros en las paredes.1
Una fuerte perspectiva, con la típica leve torsión, propia del autor, refleja sus ideas sobre la pintura.

Primera versión

Van Gogh comenzó la primera versión en octubre de 1888 mientras se encontraba en Arlés. A través de las cartas que enviaba a su hermano Theo, se pueden conocer sus pretensiones con el cuadro y los medios a su alcance:
Esta vez simplemente reproduce mi habitación; sólo el color tiene que hacerlo todo, dando un estilo grandioso a los objetos con su simplificación,1 llegando a sugerir un cierto descanso o sueño. Bueno, he pensado que al ver la composición dejamos de pensar e imaginar. He pintado las paredes de violeta claro. El suelo con el material jaqueado. La cama de madera y las sillas, amarillas como mantequilla fresca; la sábana y las almohadas, de verde limón claro. La colcha, de color escarlata. La ventana, verde. El lavabo, anaranjado; la cisterna, azul. Las puertas, lila. Y, eso es todo. No hay nada más en esta habitación de contraventanas cerradas. Las piezas del mobiliario deben expresar un descanso firme; también, los retratos en la pared, el espejo, la botella, y algunas ropas. El color blanco no se aplica al cuadro, así que su marco será blanco, con la pretensión de conseguir el descanso obligatorio que me recomiendan. No he representado ninguna clase de sombra; sólo he aplicado simples colores planos, como los de las crêpes.3
Van Gogh incluyó esbozos de la composición en esta carta así como en una carta a Gauguin, escrita poco después.4
Esta versión tiene sobre la pared de la derecha miniaturas de retratos de Van Gogh de sus amigos el poeta Eugène Boch5 y el soldado Paul-Eugène Milliet. Los originales de estos cuadros de Van Gogh se encuentran en el Museo van Gogh (Ámsterdam) y el Museo de Orsay (París), respectivamente.6
Los brillantes parchazos de colores puros que contrastan entre sí constituyen uno de los rasgos más llamativos de este cuadro.
Van Gogh pretendía transmitir la idea de descanso y sueño, a partir sobre todo del uso de tonos verdosos y azulados, que sugirieran «el descanso y el sueño en general».6 Reforzaría esta idea la figuración pictórica que se encuentra sobre la cama y la escasez de objetos de la habitación, ordenada y limpia. Utilizó tres pares de colores complementarios: rojo y verde, amarillo y violeta, azul y naranja.6
A pesar de la intención de Van Gogh de dar «una sensación de solidez, de permanencia, de tranquilidad»,6 el resultado es más bien un sentimiento de angustia debido a la gruesa línea que rodea los objetos, los colores puros y privados de sombras, y las paredes inclinadas, reforzando la extraña perspectiva.
Van Gogh consideraba que era la mejor obra realizada durante su estancia en Arlés.6 La tela nunca abandonó el patrimonio de Van Gogh y está en posesión de la Fundación Van Gogh, en exposición permanente en el Museo van Gogh de Ámsterdam.

Segunda versión


El dormitorio en Arlés (segunda versión), 1889, óleo sobre lienzo, 72 x 90 cm, Art Institute de Chicago.
En abril de 1889, van Gogh envió la versión inicial a su hermano lamentando que resultó dañada por la inundación del Ródano, mientras él se encontraba ingresado en el hospital de Arlés. Theo le propuso devolvérselo para que lo copiara antes de restaurarlo, lo que expresaba la admiración de Theo por este cuadro.
Esta repetición a la escala original (el término de Van Gogh es «répetition») se ejecutó en septiembre de 1889. Ambas pinturas fueron devueltas entonces a Theo.7
Desde 1926 ha estado en poder del Art Institute de Chicago.8

Tercera versión


El dormitorio en Arlés (tercera versión), 1889, óleo sobre lienzo, 57,5 x 74 cm, Museo de Orsay, París.
Cuando Van Gogh, finalmente, en el verano de 1889, decidió rehacer algunas de sus «mejores» composiciones en un tamaño menor (el término que usó fue réductions) para su madre y su hermana Wil, El dormitorio se encontraba entre los que escogió.9 Estas réductions, acabadas a finales de septiembre de 1889, no son copias exactas.
En El dormitorio el retrato en miniatura de la izquierda recuerda al autorretrato de Van Gogh Campesino de Zundert. El de la derecha no puede ser asociado de manera convincente a ninguna pintura existente de Van Gogh, aunque el de la derecha podría ser su amigo Paúl Gaugin o su padre, o aunque lo puso tal vez para adornar el cuadro.
Esta tercera versión, previamente en poder de la hermana de Van Gogh, Willemien y más tarde adquirida por el Príncipe Matsukata, entró en las colecciones nacionales francesas en 1959, después del acuerdo de paz franco-japonés, y forma parte de la exposición permanente del Museo de Orsay en París.
Vincent van Gogh - De slaapkamer - Google Art Project.jpg





El Jardín de Eden con la Caída del hombre o El Paraíso Terrenal con la Caída de Adán y Eva es una  pintura de 1617 realizada por Peter Paul Rubens (figuras) yJan Brueghel el Viejo (flora y fauna). Está albergado en el MauritshuisPaíses Bajos. La pintura describe el momento justo antes del consumo de la fruta prohibida y lacaída de hombre.
Adán y Eva se representan debajo del árbol del conocimiento del bien y del mal, donde crecen varias frutas. En el lado opuesto está el árbol de la vida, también cargado con fruta. La escena es una referencia al Génesis 2:8–14. Un mono, que muerde una manzana a la izquierda, simboliza el pecado.1  En la analogía, el mono próximo a Adán es el impetuoso que no puede resistir la tentación, mientras que el gato cercano al pie de Eva representa la astucia cruel.1 En el simbolismo cristiano, varios racimos de uva en el follaje detrás de Adán y Eva representan la muerte de Cristo en la cruz, así como el vino representa su sangre.








El juicio de Salomón es un cuadro pintado por el maestro italiano del RenacimientoGiorgione (1500-1501). Se encuentra en la Galleria degli Uffizi de Florencia.
El trabajo es de dimensiones y temática similar a La prueba de fuego de Moisés, también en los Uffizi.

Se muestra a Salomón, rey de los judíos, en el trono, con los dignatarios de la corte y dos mujeres a sus pies. Las dos mujeres habían reclamado al mismo hijo como propio y habían apelado al rey. La decisión de Salomón de cortar al niño en dos y dar una mitad a cada una puso al descubierto a la que fingía serlo.1 Detrás de los personajes se encuentran dos grandes robles que dividen el cuadro en dos partes.
La pintura manifiesta algunos rasgos propios del autor, como la ropa lujosa, reflejo del modo de vida burgués y los contrastes de luces y sombras.2
El tema es muy representado en la Historia del arte, como puede verse en los siguientes ejemplos:3



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