miércoles, 7 de septiembre de 2016

Monumentos por países - Argentina


El Colegio del Uruguay (actual Colegio Superior del Uruguay «Justo José de Urquiza») es una institución educativa argentina, creada por el general Justo José de Urquiza el 28 de julio de 1849. Fue el primero en el país de carácter laico y gratuito.
El «Colegio del Uruguay» posee un histórico edificio habilitado en 1851. En 1942 fue declarado «Monumento Histórico Nacional». En 1999 en ocasión de su 150º aniversario, se reformó habilitando el Museo Histórico del Colegio.
Su primer director fue Lorenzo Jordana.








Colegio Militar de la Nación Argentina es una institución educativa militar dependiente del Ejército Argentino que tiene como misión educar a los futuros oficiales del Cuerpo Comando y del Cuerpo Profesional, capacitándolos para ejercer el mando de la fracción básica de su arma, especialidad o servicio. Se encuentra en El PalomarBuenos Aires.
Además, como Unidad Académica integrante del Instituto de Enseñanza Superior del Ejército (IESE), proporcionará los conocimientos de especialidades militares, carreras de grado y de pre grado establecidos por dicho instituto. El Colegio pertenece a la Dirección de Educación Operacional y Doctrina del Comando de Educación y Doctrina Tte. Gral. D. Pablo Riccheri del Ejército Argentino.

Formación

Hoy en día es fuente de formación de los oficiales del cuerpo de comando: Infantería, Caballería, Artillería, Ingenieros y Comunicaciones y de las especialidades de Arsenales e Intendencia y servicio de Sanidad (enfermeras profesionales).
También ha pasado a ser un Instituto Universitario de donde uno reside como «cadete», con opciones de estudio entre las que se encuentran las carreras de licenciatura en Conducción y Gestión Operativa (Cpo Cdo) y Enfermería Profesional. Pero el principal Título con el cual uno egresa es el de Subteniente del Ejército Argentino.
Actualmente cuenta con 2500 cadetes pero puede albergar a más de 3000 de ellos. No todos pueden soportar la dura instrucción militar y el régimen de internado, por lo que terminan pidiendo retirarse del instituto. Los cadetes cuentan con variadas instalaciones para el estudio, como Aulas de Computación, Aulas de Cartografía, Laboratorios de Idiomas y Química/Física, una Biblioteca con más de 20000 volúmenes y otros servicios.

Historia

Domingo Faustino Sarmiento
En 1869, aún no acallados los ecos de la Guerra del Paraguay, siendo Presidente de la Nación Domingo Faustino Sarmiento, surgió la inquietud de organizar un instituto de formación de oficiales para el Ejército. La idea no era nueva, pues varios ensayos se habían hecho en ese sentido desde los días de mayo de 1810, sin embargo todos ellos tuvieron corta existencia.
Unos años antes, en 1860, en un mensaje que Derqui leyera ante el Congreso de Paraná como Presidente de la Confederación, hizo una serie de consideraciones sobre la necesidad de crear una escuela militar, si bien lamentó los inconvenientes e imposibilidad de organizarla en ese momento.
El 9 de agosto de 1869 cuando aún no había cumplido el primer año de su mandato constitucional, Sarmiento envió un mensaje a la Cámara de Diputados adjuntando un proyecto para la creación de una escuela castrense que proveyera de oficiales altamente capacitados para mandar al Ejército.
Así el Congreso se abocó al estudio del mismo y tras algunos debates fue aprobada la Ley por ambas cámaras con el número 357 que autorizó al Poder Ejecutivo para la formación de una escuela militar.
Promulgada el 10 de octubre de ese mismo año esa Ley 357 se convirtió en la piedra fundamental del Colegio Militar de la Nación.
De inmediato el gobierno designó una comisión militar especial a efectos de proponer el reglamento y plan de estudios de la nueva escuela. Se recurrió para esta tarea a un selecto grupo de oficiales, veteranos de muchas campañas y que habían acreditado destacadas condiciones intelectuales; eran ellos el Brigadier General D. Emilio Mitre, el General D. Indalecio Chenaut, el Coronel D. Mariano Moreno, el Coronel D. Juan F. Czetz y el Sargento Mayor V. L. Peslouan.

Coronel D. Juan F. Czetz

Juan Czetz, primer director
Cerca de dos meses llevó a la comisión completar la tarea, que permitió al P.E. dictar un decreto el 22 de junio de 1870, oficializando lo propuesto. Dicho documento, firmado por el presidente Sarmiento y refrendado por el Ministro de Guerra General Martín de Gainza, designó como cuartel del Colegio Militar al edificio que sirviera de residencia a Juan Manuel de Rosas y al mismo tiempo nombra Director del Colegio Militar al Coronel de origen húngaro D. Juan F. Czetz y a los primeros oficiales.
Ramón L. Falcón, primer alumno del Colegio, que luego destacaría por su represión del movimiento obrero.
El edificio, que desde Caseros había sido destinado a distintos menesteres en forma temporaria, era de estilo colonial y de grandes proporciones para la época. En sus aulas y recintos se mantenían aún, muebles, estufas, alfombras, arañas y espejos que ornamentaron el lugar en tiempos de su primitivo propietario. Algunos de ellos, como un conjunto de rojos sillones de jacarandá, un escritorio de caoba, una cómoda y una caja de caudales, forman hoy el mobiliario del museo que funciona en la casa histórica de Caseros, dentro del predio del Colegio Militar en El Palomar.
El edificio se erguía al N.O. de la ciudad, distante de ella cerca de una legua, en los terrenos limitados por el arroyo Maldonado y el Río de la Plata. Su construcción databa de 1838.
La primera tarea del flamante director, el Coronel Juan F. Czetz, fue la adaptación de las instalaciones para la nueva función. Meses más tarde, el 19 de julio de 1870, ingresaba el primer alumno del Colegio, Ramón L. Falcón.
Este edificio, que había sido construido para albergar a una familia y al personal de servicio, llegó a cobijar en 1892 a 118 cadetes a los que había que agregar el cuadro de oficiales, el claustro de profesores y el personal de tropa y servicio.
Por espacio de 22 años, el caserón de Palermo de San Benito sirvió como cuartel del Colegio Militar y 17 promociones de oficiales egresaron de sus aulas, antes de ser abandonado en 1892 en búsqueda de mayor espacio.
Para entonces, el Colegio habría alcanzado un alto prestigio académico, formando a los cadetes en un riguroso secundario que, por la época, se consideraba de excelencia y se ubicaba entre las mejores academias militares del mundo

Sede en San Martín

La nueva sede se fijó en la localidad de San Martín, donde hoy se encuentra el Liceo Militar General San Martín. Ese ámbito, al igual que el primero, no fue construido al efecto sino que se aprovechó una edificación ya existente destinada anteriormente a un Colegio de Artes y Oficios. El reacondicionamiento se efectuó con sendas partidas presupuestarias otorgadas a ese efecto por el Congreso.
Más allá de la importancia de la nueva sede en San Martín, pronto las limitaciones de la construcción evidenciaron la necesidad de buscar un espacio especialmente diseñado. Así surgió el proyecto para construir la sede definitiva del Colegio que se hará realidad en el año 1937. Los viejos campos del Palomar de Caseros fueron los elegidos, considerados un espacio ideal por su amplitud y cercanía a la Capital Federal.

Nuevas instalaciones en El Palomar

Pablo Ricchieri
La piedra fundamental del nuevo edificio fue colocada por el General Pablo Ricchieri en 1904. Sin embargo, recién en 1921 bajo la presidencia de Hipólito Irigoyen, comenzaron efectivamente los trabajos de construcción.
Se adjudicaron las obras del pabellón «Dirección» a la empresa Bonnen Ibero, Parodi y Figini, iniciándose los trabajos el 19 de julio, con asistencia del entonces Ministro de Guerra Dr. Julio Moreno. Se descubrió en dicha oportunidad una placa adosada al «Palomar» histórico, que más tarde fue colocada al pie del busto del General de División Domingo Faustino Sarmiento, en inmediaciones del arco de entrada del Instituto.
El Ministro de Guerra que seguía de cerca los trabajos, ordenó suspenderlos en 1922 con el objeto de ampliar la capacidad del edificio para 1500 cadetes. Se encontraba ya construida para ese entonces parte de la Plaza de Armas, pavimentada con adoquinado de granito de Tandil, circundando con trazo elíptico al Palomar de Caseros.
Como consecuencia de la ampliación resultante del Plan de Obras, fue necesario abarcar la totalidad del terreno circundante, que incluía la antigua Escuela de Caballería.
A mediados de 1923 el Poder Ejecutivo aprobó el nuevo Plan de Obras, con una inversión superior a $ 13.500.000 moneda nacional que contemplaba prácticamente el actual Colegio Militar de El Palomar.
Hasta el año 1929 se asignó una partida de $ 500.000 Moneda nacional anuales para la continuación de la obra, en cumplimiento del nuevo contrato celebrado con la «Compañía Nacional de Pavimentación y Construcciones».
En 1930, la crisis económica, obligó a paralizar las obras por total falta de recursos. Llegando así al año 1935, en el cual se reinician por parte del Presidente Justo, ex director del Colegio, quien destinó los fondos necesarios para terminar en dos años de intensa actividad la obra.
El actual edificio, menos el pabellón C de dormitorios, las tribunas laterales del Campo de Deportes, el Casino de Oficiales y la primera Capilla, fueron inaugurados finalmente el 23 de diciembre de 1937 en ocasión del egreso anual de oficiales.
Con los años esas instalaciones se fueron ampliando, hoy los cadetes cuentan con numerosos espacios para su uso, se destacan una biblioteca informatizada en permanente expansión de más de 16.000 volúmenes, aulas interactivas, aulas tácticas, laboratorios de idiomas, física, química, polígono de tiro, capilla, salas de conferencias, cine, casino y un importante campo de deportes con gimnasio cubierto, salón de complementos, esgrima y pileta olímpica climatizada.
Además el Colegio Militar tiene el privilegio de contar con un patrimonio histórico único, ya que alberga dos sitios declarados Monumentos Históricos Nacionales: el Palomar y la Casa de Caseros, testigos mudos de importantes hechos del pasado como la Batalla de Caseros, antesala de la Constitución Nacional o las conversaciones preliminares del Pacto de San José de Flores, que consolidó la unión definitiva del país.

Historia reciente

La historia reciente encuentra al Colegio Militar en una etapa de grandes cambios, en los últimos años el Colegio Militar ha pasado a ser un Instituto Universitario que también otorga a los Subtenientes un título de grado que cuentan con el aval del Ministerio de Cultura y Educación. Así los cadetes pueden optar entre las Licenciaturas en Administración, en Enfermería Profesional o Contadores Públicos.
Otro hito importante en este proceso de cambio ha sido la incorporación de la mujer. Ellas hoy ingresan al Colegio Militar en una total igualdad de condiciones que sus pares varones, experiencia que ubica a esta institución como una de las más abiertas del mundo en su tipo.
Así llegamos al presente, que encuentra a este Instituto transitando el camino del afianzamiento y consolidación de esos cambios sin dejar de lado su finalidad esencial que es la de educación y formación de los futuros conductores del Ejército Argentino.

Colegio Militar de la Nacion (Argentina).jpg

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