domingo, 5 de marzo de 2017

Oraciones para rezar

Laudes cuarta semana - Lunes

Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamara tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
Salmo 89
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.
Antes que naciesen los montes o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios.
Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: "retornad, hijos de Adán."
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vigilia nocturna.
Los siembras año por año, como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.
¡Cómo nos ha consumido tu cólera y nos ha trastornado tu indignación!
Pusiste nuestras culpas ante ti, nuestros secretos ante la luz de tu mirada:
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,
y nuestros años se acabaron como un suspiro.
Aunque uno viva setenta años, y el más robusto hasta ochenta,
la mayor parte son fatiga inútil, porque pasan aprisa y vuelan.
¿Quién conoce la vehemencia tu ira, quién ha sentido el peso de tu cólera?
Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos;
por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Danos alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas.
Que tus siervos vean tu acción, y sus hijos tu gloria.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos.
Ant. 1. Por la mañana, sácianos de tu misericordia, Señor.
Ant. 2. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Cántico
Is. 42, 10-16
Cantad al Señor un cántico nuevo,
llegue su alabanza hasta el confín de la tierra;
muja el mar y lo que contiene, las islas y sus habitantes;
alégrese el desierto con sus tiendas, los cercados que habita Cadar,
exulten los habitantes de Petra, clamen desde la cumbre de las montañas;
den gloria al Señor, anuncien su alabanza en las islas.
El Señor sale como un héroe, excita su ardor como un guerrero,
lanza el alarido, mostrándose valiente frente al enemigo.
"Desde antiguo guardé silencio, me callaba y aguantaba;
mas ahora grito como la mujer cuando da a luz, jadeo y resuello.
Agostaré montes y collados, secaré toda su hierba,
convertiré los ríos en yermo, desecaré los estanques;
conduciré a los ciegos por el camino que no conocen,
los guiaré por senderos que ignoran.
Ante ellos convertiré la tiniebla en luz, lo escabroso en llano".
Ant. 2. Llegue la alabanza del Señor hasta el confín de la tierra.
Ant. 3. Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.
Salmo 134, 1-12
Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa el Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno, tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra, en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto, desde los hombres hasta los animales.
Envió signo y prodigios en medio de ti, Egipto
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos, mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos; a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad, en heredad a Israel, su pueblo.
Ant. 3. Alabad el nombre del Señor, los que estáis en la casa del Señor.
LECTURA BREVE
(Jdt. 8, 21b-23)
Recordad que Dios ha querido probarnos como a nuestros padres. Recordad lo que hizo con Abraham, las pruebas por que hizo pasar a Isaac, lo que aconteció a Jacob. Como les puso a ellos en el crisol para sondear sus corazones, así el Señor nos hiere a nosotros, los que nos acercamos a él, no para castigarnos, sino para amonestarnos.
RESPONSORIO BREVE
V. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
V. Cantadle un cántico nuevo.
R. Que merece la alabanza de los buenos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Aclamad, justos, al Señor, que merece la alabanza de los buenos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Ya que Cristo escucha y salva a cuantos en él se refugian, acudamos a él diciendo:
Escúchanos, Señor.
Te damos gracias, Señor, por el gran amor con que nos amaste; continúa mostrándote con nosotros rico en misericordia.
- Tú que con el Padre sigues actuando siempre en el mundo, renuva todas las cosas con la fuerza de tu Espíritu. Abre nuestros ojos y los de nuestros hermanos para que podamos contemplar hoy tus maravillas.
- Ya que nos llamas hoy a tu servicio, haz que seamos buenos administradores de tu multiforme gracia a favor de nuestros hermanos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres
Acudamos a dios Padre, tal como nos enseñó Jesucristo: Padre nuestro...
ORACION
Señor Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo de la tierra, y creaste la luz del sol en su servicio, concédenos hoy que, con tu ayuda trabajemos sin desfallecer para tu gloria y para el bien de nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Salmo 135
(I)
Dad gracias al Señor porque es bueno. Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios de los dioses: porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Señor de los señores. Porque es eterna su misericordia.
Sólo él hizo grandes maravillas: porque es eterna su misericordia.
Él hizo sabiamente los cielos: porque es eterna su misericordia.
Él afianzó sobre las aguas la tierra: porque es eterna su misericordia.
Él hizo lumbreras gigantes: porque es eterna su misericordia.
El sol que gobierna el día: porque es eterna su misericordia.
La luna que gobierna la noche: porque es eterna su misericordia.
Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.
Ant. 2. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
(II)
Él hirió a Egipto en sus primogénitos. Porque es eterna su misericordia.
Y sacó a Israel de aquel país: porque es eterna su misericordia.
Con mano poderosa, con brazo extendido: porque es eterna su misericordia.
Él dividió en dos partes el mar Rojo: porque es eterna su misericordia.
Y condujo por en medio a Israel: porque es eterna su misericordia.
Arrojó en el mar Rojo al Faraón: porque es eterna su misericordia.
Guió por el desierto a su pueblo: porque es eterna su misericordia.
Él hirió a reyes famosos: porque es eterna su misericordia.
Dio muerte a reyes poderosos: porque es eterna su misericordia.
A Sijón, rey de los amorreros: porque es eterna su misericordia.
Y a Hog, rey de Basán: porque es eterna su misericordia.
Les dio su tierra en heredad: porque es eterna su misericordia.
En heredad a Israel, su siervo: porque es eterna su misericordia.
En nuestra humillación se acordó de nosotros: porque es eterna su misericordia.
Y nos libró de nuestros opresores: porque es eterna su misericordia.
Él da alimento a todo viviente. Porque es eterna su misericordia.
Dad gracias al Dios del cielo: porque es eterna su misericordia.
Ant. 2. Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.
Ant. 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
Cántico Ef. 1, 3-10
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuésemos consagrados e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya,
a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia,
que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo,
redunde en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia
ha sido un derrocha para con nosotros,
dándonos a conocer el misterio de su voluntad.
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:
hacer que toas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza,
las del cielo y las de la tierra.
Ant. 3. Dios proyectó hacer que todas las cosas tuviesen a Cristo por cabeza, cuando llegase el momento culminante.
LECTURA BREVE
(I° Tes. 3, 12- 13)
Que el Señor os haga aumentar y rebosar en amor de unos con otros y con todos, así como os amamos nosotros, para que conservéis nuestros corazones intachables en santidad ante Dios, Padre nuestro, cuando venga nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
RESPONSORIO BREVE
V. Sáname, porque he pecado contra ti.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
V. Yo dije: "Señor, ten misericordia."
R. Porque he pecado contra ti.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sáname, porque he pecado contra ti.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque Dios ha mirado mi humillación.
PRECES
Cristo quiere que todos los hombre alcancen la salvación. Digámosle, pues, confiadamente:
Atrae, Señor, a todos hacia ti.
- Te bendecimos, Señor, porque nos has redimido con tu preciosa sangre de la esclavitud del pecado; haz que participamos en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
- Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N. Y a todos los obispos de la Iglesia, para que con gozo y fervor sirvan a tu pueblo.
- Que todos los que consagran su vida a la investigación de la verdad logren encontrarla y que, habiéndola encontrado, se esfuercen por difundirla entre sus hermanos.
- Atiende, Señor, a los huérfanos, a las viudas y a los que viven abandonados ayúdalos en sus necesidades para que experimenten tu solicitud hacia ellos.
- Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa de la Jerusalén celestial, allí donde tú, con el Padre y el Espíritu Santo, serás todo en todos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a decir: Padre nuestro...
ORACION
Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque el día ya se acaba; sé nuestro compañero de camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra esperanza, así nosotros, junto con nuestros hermanos, podremos reconocerte en las Escrituras y en la fracción del pan. Tú que vives y reinas.
CONCLUSIÓN
V. EL Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Laudes cuarta semana - Martes
Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Para ti es mi música, Señor, voy a explicar el camino perfecto.
Salmo 100
Voy a cantar la bondad y la justicia, para ti es mi música, señor,
voy a explicar el camino perfecto. ¿Cuándo vendrás a mí?
Andaré con rectitud de corazón dentro de mi casa;
no pondré mis ojos en intenciones viles.
Aborrezco al que obra mal, no se juntará conmigo;
lejos de mí el corazón torcido, no aprobaré al malvado.
Al que en secreto difama a su prójimo lo haré callar,
ojos engreídos, corazones arrogantes no los soportaré.
Pongo mis ojos en los que son leales, ellos vivirán conmigo;
el que sigue un camino perfecto, ése me servirá.
No habitará en mi casa quien comete fraudes;
el que dice mentiras no durará en mi presencia.
Cada mañana haré callar a los hombres malvados,
para excluir de la ciudad del Señor a todos los malhechores.
Ant. 1. Para ti es mi música, Señor, voy a explicar el camino perfecto.
Ant. 2. No nos desampares, Señor, para siempre.
Cántico Dn. 3, 26-27.29, 34-41
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres,
digno de alabanza y glorioso es tu nombre.
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros
y todas tus obras son verdad, y rectos tus caminos, justos todos tus juicios.
Hemos pecado y cometido iniquidad apartándonos de ti,
y en todo hemos delinquido.
Por el honor de tu nombre, no nos desampares para siempre,
no rompas tu alianza, no apartes de nosotros tu misericordia.
Por Abraham, tu amigo, por Isaac, tu siervo, por Israel, tu consagrado,
a quienes prometiste multiplicar su descendencia como las estrellas del cielo,
como la arena de las playas marinas.
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño de todos los pueblos;
hoy estamos humillados por toda la tierra causa de nuestros pecados.
En este momento no tenemos príncipes, ni profetas, ni jefes;
ni holocausto, ni sacrificios, ni ofrendas, ni incienso;
ni un sitio donde ofrecerte primicias, para alcanzar misericordia.
Por eso, acepta nuestro corazón contrito, y nuestro espíritu humilde,
como un holocausto de carneros y toros o una multitud de corderos cebados;
que éste sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia:
porque los que en confía no quedan defraudados.
Ahora te seguimos de todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro.
Ant. 2. No nos desampares, Señor, para siempre.
Ant. 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
Salmo 143, 1-10
Bendito el señor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate,
mis dedos para la pelea; mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio, que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?
¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo; sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende, toca los monte, y echarán humo,
fulmina el rayo y dispérsalos, dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba; defiéndeme,
líbrame de las aguas caudalosas, de las manos de los extranjeros,
cuya boca dice falsedades, cuya diestra jura en falso.
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,
tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
para ti que das la victoria a los reyes, y salvas a David, tu siervo.
Ant. 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.
LECTURA BREVE
(Is. 55,1)
Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid, comprad trigo, comed sin pagar; vine y leche de balde.
RESPONSORIO BREVE
V. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
V. Me adelanto a la aurora pidiendo auxilio.
R. Espero en tu palabra.
V. gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Escucha mi voz, Señor; espero en tu palabra.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. De la mano de nuestros enemigos, líbranos, Señor.
PRECES
Dios Nos otorga el gozo de poder alabarlo en este comienzo del día, reavivando con ello nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo:
Por el honor de tu nombre, escúchanos, Señor.
- Dios y Padre de nuestro Salvador Jesucristo, te damos gracias porque, por mediación de tu Hijo, nos has dado el conocimiento y la inmortalidad.
- Danos, Señor, un corazón humilde para que vivamos sujetos unos a otros en el temos de Cristo.
- Infunde tu Espíritu en nosotros, tus siervos, para que nuestro amor fraterno sea sin fingimiento.
- Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo, haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Ya que Dios nos muestra siempre su amor de Padre, velando amorosamente por nosotros, nos atrevemos a decir: Padre nuestro...
ORACION
Aumenta, Señor, nuestra fe para que esta alabanza que brota de nuestro corazón vaya siempre acompañada de frutos de vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Si me olvido de ti Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Salmo 136,1-6
Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia de Sión;
en los sauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras.
Allí los que nos deportaron nos invitaban a cantar;
nuestros opresores, divertirlos: "Cantadnos un cantar de Sión."
¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera!
Si me olvido de ti, Jerusalén, que se me paralice la mano derecha;
que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de ti,
si no pongo a Jerusalén en la cumbre de mis alegrías.
Ant. 1. Si me olvido de ti Jerusalén, que se me paralice la mano derecha.
Ant. 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Salmo 137
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti, me postraré hacia ti santuario,
daré gracias a tu nombre; por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste, acreciste el valor en mi alma.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra
al escuchar el oráculo de tu boca; canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande.
El Señor es sublime, se fija en el humilde, y de lejos conoce al soberbio.
Cuando camino entre peligros, me conservas la vida;
extiendes tu izquierda contra la ira de mi enemigo, y tu derecha me salva.
El Señor completará sus favores conmigo; Señor, tu misericordia es eterna,
no abandones la obra de tus manos.
Ant. 2. Te doy gracias, Señor, delante de los ángeles.
Ant. 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
Cántico Ap. 4, 11; 5,9-10. 12
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.
Eres digno de tomar el libro y abrir sus sellos
porque fuiste degollado y por tu sangre compraste para Dios
hombres de toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho de ellos para nuestro Dios un reino de sacerdotes
y reinan sobre la tierra.
Dignos es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría,
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.
Ant. 3. Digno es el Cordero degollado de recibir el honor y la gloria.
LECTURA BREVE
(Col 3, 16)
Que la palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente. Cantad, a Dios, dadle gracias de todo corazón, con salmos, himno y cánticos inspirados.
RESPONSORIO BREVE
V. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
V. Tu fidelidad de generación en generación.
R. Más estable que el cielo.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Tu palabra, Señor, es eterna, más estable que el cielo.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, obras grandes por nosotros, porque tú eres poderoso y tu nombre es Santo.
PRECES
Invoquemos a Dios, esperanza de su pueblo, diciendo:
Escúchanos, Señor.
- Te damos gracias, Señor, porque hemos sido enriquecidos en todo por Cristo, tu Hijo; haz que por él crezcamos en todo conocimiento.
- En tus manos, Señor, están el corazón y la mente de los que gobiernan; dales, pues acierto en sus decisiones para que te sean gratos en su pensar y obrar.
- Tú que a los artistas concedes inspiración para plasmar la belleza que de ti procede, haz que con sus obras aumente el gozo y la esperanza de los hombres.
- Tú que no permites que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas, da fortaleza a los débiles, levanta a los caídos.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Tú que nos has prometido la resurrección en el último día, no te olvides de tus hijos que ya han dejado el cuerpo mortal. Unidos fraternalmente como hermanos de una misma familia, invoquemos al Padre común: Padre nuestro.
ORACION
Puestos en oración ante ti Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que nuestras palabras concuerden siempre con los sentimientos de nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. EL Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Laudes cuarta semana - Miércoles
Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.
Salmo 107
Dios mío, mi corazón está firme, para ti cantaré y tocaré, gloria mía.
Despertad cítara y arpa, despertaré a la aurora.
Te daré gracias ante los pueblos, Señor, tocaré para ti ante las naciones.
Por tu bondad, que es más grande que los cielos;
por tu fidelidad, que alcanza a las nubes.
Elévate sobre el cielo, Dios mío, y llene la tierra tu gloria;
para que se salven tus predilectos, que tu mano salvadora nos responda.
Dios habló en su santuario: "Triunfante ocuparé Siquén,
parcelaré el valle de Sucot; mío es Galaad, mío Manasés,
Efraím es yelmo de mi cabeza, Judá es mi cetro;
Moab, una jofaina para lavarme, sobre Edom echo mi sandalia,
sobre Filistea canto victoria".
Pero ¿quién me guiará a la plaza fuerte,
quién me conducirá a Edom, su tú, ¡oh Dios!, nos has rechazado
y no sales ya con nuestras tropas?
Auxílianos contra el enemigo que la ayuda del hombre es inútil;
con Dios haremos proezas, él pisoteará a nuestros enemigos.
Ant. 1. Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme.
Ant. 2. El Señor me ha revestido de justicia y santidad.
Cántico Is. 61, 10- 62, 5
Desbordo de gozo en el Señor, y me alegro con mi Dios:
porque me ha vestido un traje de gala
y me ha envuelto en un manto de triunfo,
como a un novio que se pone la corona,
o a una novia que se adorna con sus joyas.
Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará justicia ante todos los pueblos.
Por amor de Sión no callaré, por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que despunte la aurora de su justicia
y su salvación llamee cono antorcha.
Los pueblos verán tu justicia, y los reyes, tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán "abandonada"; ni a tu tierra, "Devastada";
a ti te llamarán "Mi favorita", y a tu tierra, "Desposada",
porque el Señor te prefiere a ti, y tu tierra tendrá marido.
Como un joven se casa con su novia, así te desposa el que te construyó;
la alegría que encuentra el marido con su esposa,
la encontrará tu Dios contigo.
Ant. 2. El Señor me ha revestido de justicia y santidad.
Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.
Salmo 145
Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente, que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos, el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos;
sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad.
Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.
LECTURA BREVE
(Dt. 4, 39-40ª)
Has de reconocer hoy y recordar que el Señor es Dios, en lo alto del cielo y abajo en la tierra, y que no hay otro. Guarda los mandatos y preceptos que te voy a dar hoy.
RESPONSORIO BREVE
V. Bendigo al señor en todo momento.
R. Bendigo al señor en todo momento.
V. Su alabanza está siempre en mi boca.
R. En todo momento.
V. gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Bendigo al señor en todo momento.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad todos nuestros días.
PRECES
Cristo, reflejo de la gloria del Padre, nos ilumina con su palabra; acudamos pues a él diciendo:
Rey de la gloria, escúchanos.
- Te bendecimos, Señor, autor y consumador de nuestra fe, porque de las tinieblas no has trasladado a tu luz admirable.
- Tú que abriste los ojos de los ciegos y diste oído a los sordos, aumenta nuestra fe.
- Haz, Señor, que permanezcamos siempre en tu amor, y que este amor nos guarde fraternalmente unidos.
- Ayúdanos para que resistamos a la tentación, aguantemos en la tribulación y te demos gracias en la prosperidad.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Dejemos que el espíritu de dios, que ha sido derramado en nuestros corazones, se una a nuestro espíritu, para clamar. Padre nuestro...
ORACION
Recuerda, Señor, tu santa alianza consagrada con el nuevo sacramento de la sangre del Cordero, para que tu pueblo obtenga el perdón de sus pecados, y un aumento constante de salvación. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Señor, tu saber me sobrepasa.
Salmo 138, 1-18- 23-24 (I)
Señor, tú me sondeas y me conoces;
me conoces cuando me siento o me levanto,
de lejos penetras mis pensamientos;
distingues mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares.
No ha llegado la palabra a mi lengua, y ya, señor, te la sabes toda.
Me envuelves por doquier, me cubres con tu mano.
Tanto saber me sobrepasa, es sublime, y no lo abarco.
¿A dónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada?
Si escalo el cielo, allí estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;
si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar,
allí me alcanzará tu izquierda, tu diestra llegará hasta mi.
Si digo: "Que al menos la tiniebla me encubra,
que la luz se haga noche en torno a mí",
ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día.
Ant. 1. Señor, tu saber me sobrepasa.
Ant. 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.
(I)
Tú has creado mis entrañas, me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias, porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras; conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra, tus ojos veían mis acciones,
se escribían todas en tu libro,
calculados estaban mis días antes que llegase el primero.
¡qué incomparables encuentro tus designios,
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!
Si me pongo a contarlos, son más que arena;
si los doy por terminados, aún me quedas tú.
Señor, sondéame y conoce mi corazón,
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,
mira si mi camino se desvía, guíame por el camino eterno.
Ant. 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, sondeo las entrañas, para dar al hombre según su conducta.
Ant. 3. Todo fue creado por él y para él.
Cántico Col. 1,12-20
Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de lo pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
las Celestes y terrestres, visibles e invisibles,
tronos, dominaciones, principados, potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres,
así del cielo como de la tierra.
Ant. 3. Todo fue creado por él y para él.
LECTURA BREVE
(I° Jn. 2, 3-6)
Sabemos que hemos llegado a conocer a Cristo si guardamos sus mandamientos. Quién dice: "Yo lo conozco ", y no guarda sus mandamientos, miente; y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra posee el perfecto amor de Dios. En estro conocemos que estamos en él. Quien dice que está siempre en él debe andar de continuo como él anduvo.
RESPONSORIO BREVE
V. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
R. Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
V. A la sombra de tus alas escóndenos.
R. Como a las niñas de tus ojos.
V. Gloria al padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. 
Guárdanos, Señor, como a las niñas de tus ojos.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Haz, Señor, proeza con tu brazo, dispersa a los soberbios y enaltece a los humildes.
PRECES
Invoquemos a dios, cuya bondad para con su pueblo es más grande que los cielos, y digámosle:
Que se alegran los que se acogen a ti, Señor.
- Acuérdate, Señor, que enviaste a tu Hijo al mundo, no para condenarlo, sino para salvarlo; haz que su muerte gloriosa nos traiga la salvación.
- Tú que constituiste a tus sacerdotes servidores de Cristo y administradores de tus misterios, concédenos un corazón fiel, ciencia abundante y caridad intensa.
- Tú que desde el principio creaste hombre y mujer, guarda a todas las familias unidas en el verdadero amor.
- Haz que los que has llamado a la castidad perfecta por el reino de los cielos, sigan con fidelidad a tu Hijo.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Tú que enviaste a Jesucristo al mundo para salvar a los pecadores, concede a todos los difuntos el perdón de sus faltas, movidos por el Espíritu Santo y llenos de su amor, dirijamos al Padre nuestra oración: Padre nuestro.
ORACION
Acuérdate, Señor, de tu misericordia, y, ya que a los hambrientos los colmas de bienes, socorre nuestra indigencia con la abundancia de tus riquezas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. EL Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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