domingo, 5 de marzo de 2017

Oraciones para rezar

Laudes tercera semana - Jueves

Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL:
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Salmo 131
Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
"Contaré a Egipto y a Babilonia entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes han nacido allí."
Ant. 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!
Ant. 2. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Cántico Is. 41, 10-17
Mirad, el Señor Dios llega con poder, y su brazo manda.
Mirad, viene con él su salario y su recompensa lo precede.
Como un pastor que apacienta el rebaño, su brazo lo reúne,
toma en brazos los corderos y hace recostar a las madres.
¿Quién ha medido a puñados el mar o mensurado a palmos el cielo,
o a cuartillos el polvo de la tierra?
¡Quién ha pesado en la balanza los montes y en la báscula las colinas?
¿Quién ha medido el aliento del Señor? ¿Quién le ha sugerido su proyecto?
¿Con quién se aconsejó para entenderlo,
para que le enseñara el camino exacto, para que le enseñara el saber
y le sugiriese el método inteligente?
Mirad, las naciones son gotas de un cubo y valen lo que el polvillo de balanza. Mirad, las islas pesan lo que un grano, el Líbano no basta para leña,
sus fieras no bastan para el holocausto.
En su presencia, las naciones todas, como si no existieran,
son ante él como nada y vacío.
Ant. 2. El Señor llega con poder, y su recompensa lo precede.
Ant. 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro. Postraos ante el estrado de sus pies.
Salmo 98
El Señor reina, tiemblen las naciones;
sentado sobre querubines, vacile la tierra.
El Señor es grande en Sión, encumbrado sobre todos los pueblos.
Reconozcan tu nombre, grande y terrible: Él es Santo.
Reinas con poder y amas la justicia, tú has establecido la rectitud;
tú administras la Justicia y el derecho, tú actúas en Jacob.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante el estrado de sus pies: Él es Santo.
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,
Samuel con los que invocan su nombre,
invocaban al Señor, y él respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube;
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.
Señor, Dios nuestro, tú les respondías,
tú eras para ellos un Dios de perdón
y un Dios vengador de sus maldades.
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;
postraos ante su monte santo:
Santo es el Señor, nuestro Dios.
Ant. 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado de sus pies.
LECTURA BREVE
(I° Pe. 4, 10-11)
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio de los demás, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. El que se toma la palabra que hable palabra de Dios. El que se dedica al servicio que lo haga en virtud del encargo recibido de Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio de Jesucristo, Señor nuestro, cuya es la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
V. guardaré tus leyes.
R. Respóndeme, Señor.
V. Gloria al Padre, y al hijo, y al espíritu Santo.
R. Te invoco de todo corazón, respóndeme, Señor.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará de la mano de nuestros enemigos.
PRECES
Demos gracias al Señor, que guía y alimenta con amo a su pueblo, y digámosle:
Te glorificamos por siempre, Señor.
- Señor, rey del universo, te alabamos por el amor que nos tienes, porque de manera admirable nos creaste y más admirablemente aún nos redimiste.
- Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo de servirte, para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones.
- Purifica nuestros corazones de todo mal deseo, y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad. Danos un corazón abierto a las necesidades de nuestros hermanos, para que a nadie falte la ayuda de nuestro amor.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo: Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso y eterno: a los pueblos que viven en tiniebla y en sombra de muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el sol que nace de lo alto, Jesucristo, nuestro Señor. Que vive y reina contigo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Salmo 131 (I)
Señor, tenle en cuenta a David todos sus afanes.
Cómo juró al Señor e hizo voto al Fuerte de Jaco:
"No entraré bajo el techo de mi casa,
no subiré al lecho de mi descanso,
no daré sueño a mis ojos, ni reposo a mis párpados,
hasta que encuentre un lugar para el Señor,
una morada para el Fuerte de Jacob."
Oímos que estaba en Efrata, la encontramos en el Soto de Jaar:
entremos en su morada, postrémonos ante el estrado de sus pies.
Levántate, Señor, ven a tu mansión, ven con el arca de tu poder:
que tus sacerdotes se vistan de gala, que tus fieles te aclamen.
Por amor a tu siervo David, no niegues audiencia a tu Ungido.
Ant. 1. Que tus fieles, Señor, te aclamen al entrar en tu morada.
Ant. 2. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
(II)
El Señor ha jurado a David una promesa que no retractará:
"A uno de tu linaje pondré sobre tu trono.
Si tus hijos guardan mi alianza y los mandatos que les enseño,
también sus hijos, por siempre, se sentarán sobre tu trono."
Porque el Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella:
"Ésta es mi mansión por siempre, aquí viviré, porque la deseo.
Bendeciré sus provisiones, a sus pobres los saciaré de pan;
vestiré a sus sacerdotes de gala, y sus fieles aclamarán con vítores.
Haré germinar el vigor de David, enciendo una lámpara para mi Ungido.
A sus enemigos los vestiré de ignominia, sobre él brillará mi diadema."
Ant. 2. El Señor ha elegido a Sión, ha deseado vivir en ella.
Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
Cántico Ap. 11, 17-19; 12, 10b-12ª
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente, el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran poder y comenzaste a reinar.
Se encolerizaron las naciones, llegó tu cólera,
y el tiempo de que sean juzgados los muertos,
y de dar el galardón a tus siervos los profetas, y a los santos
y a los que temen tu nombre, y a los pequeños y a los grandes,
y de arruinar a los que arruinaron la tierra.
Ahora se estableció la salud y el poderío, y el reinado de nuestro Dios,
y la potestad de su Cristo;
porque fue precipitado el acusador de nuestros hermanos,
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.
Ellos le vencieron en virtud de la sangre del Cordero
y por la palabra del testimonio que dieron,
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.
Por esto, estad alegres, cielos, y los que moráis en sus tiendas.
Ant. 3. El Señor le dio el poder, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.
LECTURA BREVE
(I° Pe 3, 8-9)
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con ternura, con humildad. No devolváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario, responded con una bendición, porque vuestra vocación mira a esto: a heredar una bendición.
RESPONSORIO BREVE
V. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
R. Nos alimentó el Señor con flor de harina.
V. Nos sació con miel silvestre.
R. Con flor de harina.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. nos alimentó el Señor con flor de harina.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor derriba del torno a los poderosos y enaltece a los humildes.
PRECES
Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda de su pueblo, diciendo:
Señor, refugio nuestro, escúchanos.
- Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia; haz que seamos fieles a esta dignación de tu amor.
- Tú que has encomendado al Papa Juan Pablo II, la preocupación por todas las Iglesias, concédele una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita.
- Da a los pecadores la conversión, a los que caen, fortaleza, y concede a todos la penitencia y la salvación.
- Tú que quisiste habitar en un país extranjero, acuérdate de los que viven lejos de su familia y de su patria.
- A todos los difuntos que esperaron en ti, concédeles el descanso eterno.
Se pueden añadir algunas intenciones libre.
Ya que por Jesucristo somos hijos de Dios, oremos con plena confianza a Dios nuestro Padre. Padre nuestro...
ORACION
Dios todopoderoso, te damos gracias por día que termina e imploramos tu clemencia para que nos perdones benignamente todas las faltas que, por la fragilidad de la condición humana, en él hayamos cometido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Laudes tercera semana - Viernes

Laudes
Oración de la mañana
SALUDO INICIAL
V. Señor abre mis labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia de mí.
Salmo 50
Misericordia, Dios mío, por tu bondad;
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito, limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa, tengo siempre presente mi pecado:
contra ti, contra ti solo pequé, cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón, en el juicio brillará tu rectitud.
Mira, que en la culpa nací, pecador me concibió mi madre.
Te gusta un corazón sincero, y en mi interior me inculcas sabiduría.
Rocíame con el hisopo:quedaré limpio;
lávame quedaré más blanco que la nieve.
Hazme oír el gozo y la alegría, que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta de mi pecado tu vista, borra en mí toda culpa.
¡Oh Dios!, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme; no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación, afiánzame con espíritu generoso:
enseñaré a los malvados tus caminos, los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, ¡oh Dios, Dios salvador mío!, y cantará mi lengua tu justicia. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Los sacrificios no te satisfacen; si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado:
un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias.
Señor, por tu bondad, favorece a Sión, reconstruye las murallas de Jerusalén: entonces aceptarás los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
Ant. 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor, ten misericordia de mí.
Ant. 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.
Cántico Jr. 14,17-21
Mis ojos se deshacen en lágrimas, día y noche no cesan:
por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad, desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá? ¿tiene asco tu garganta de Sión?
¿Por que nos has herido sin remedio? Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres, porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre, no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
Ant. 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad, hemos pecado contra ti.
Ant. 3. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño
Salmo 99
Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con aclamaciones.
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre:
"El Señor es bueno, su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades."
Ant. 3. El Señor es Dios y nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño
LECTURA BREVE
(II° Cor. 12, 9b -10)
Muy a gusto presumo de mis debilidades, porque así residirá en mí la fuerza de Cristo. Por eso vivo contento en medio de mis debilidades, de los insultos, las privaciones, las persecuciones y las dificultades sufridas por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
RESPONSORIO BREVE
V. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
V. Indícame el camino que he de seguir.
R. Hazme escuchar tu gracia.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. En la mañana hazme escuchar tu gracia.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES
Invoquemos a Cristo, que nació murió y resucitó por su pueblo, diciendo:
Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu gracia.
- Te bendecimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio de la cruz: mira con bondad a tu familia santa, redimida con tu sangre.
- Tú que prometiste a los que en ti creyeran que manarían de su interior torrentes de agua viva, derrama tu Espíritu sobre todos los hombres.
- Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio, haz que los cristianos anuncien tu palabra con fidelidad.
- A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos de tu pasión, concédenos fortaleza y paciencia.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Llenos del Espíritu de Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común diciendo: Padre nuestro.
ORACION
Ilumina, Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras voluntades, para que sigamos siempre el camino de tus mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
  • HIMNO
  • SALMODIA
Ant. 1. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Salmo 134 (I)
Alabad el nombre del Señor, alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor, en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno, tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob, a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra, en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte, con los relámpagos desata la lluvia,
suelta a los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto, desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios -en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón, y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos, mató a reyes poderosos.
A Sijón, rey de los amorreos;
a Hog, rey de Basán, y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad, en heredad a Israel , su pueblo.
Ant. 1. El Señor es grande, nuestro dueño más que todos los dioses.
Ant. 2. Casa de Israel, bendice al Señor, tañed para su nombre, que es amable.
(II)
Señor, tu nombre es eterno; Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo y se complace de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata, hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen, cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor; casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor; fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor, que habita en Jerusalén.
Ant. 2. Casa de Israel, bendice al Señor, tañed para su nombre, que es amable.
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en su acatamiento, Señor.
Cántico Ap. 15, 3-4
Grandes y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos, ¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor, y glorificará tu nombre?
porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en su acatamiento, Señor.
LECTURA BREVE
(St. 1, 2 - 4)
Hermanos míos, si estáis sometidos a tentaciones diversas, consideradlo como una alegría, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce constancia. Pero hace que la constancia dé un resultado perfecto, para que seáis perfectos e íntegros, sin defectos en nada.
RESPONSORIO BREVE
V. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
V. Y ha hecho de nosotros un reino y sacerdotes para el Dios y Padre suyo.
R. Por la virtud de su sangre.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Cristo nos ama y nos ha absuelto por la virtud de su sangre.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose de su misericordia.
PRECES
Invoquemos al Hijo de Dios, a quien el Padree entregó por nuestras faltas y lo resucitó para nuestra justificación, diciendo:
Señor, ten piedad.
- Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados de los que se confiesen culpables, y en tu bondad otórganos el perdón y la paz.
- Tú que, por medio del Apóstol, nos has enseñado que donde se multiplicó el pecado sobreabundó mucho más la gracia, perdona con largueza nuestros muchos pecados.
- Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en la misericordia infinita; vuélvete a nosotros para que podamos convertirnos a ti.
- Salva a tu pueblo de sus pecados, Señor, y sé benévolo con nosotros.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Tú que abriste las puertas del paraíso al buen ladrón , ábrelas también para nuestros hermanos difuntos, reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios, digamos confiadamente: Padre nuestro...
ORACION
Señor, Padre santo, que quisiste que tu Hijo fuese el precio de nuestro rescate, haz que vivamos de tal manera que, tomando parte en los padecimientos de Cristo, nos gocemos también en la revelación de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
CONCLUSIÓN
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

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