La Puerta del Sol es una puerta situada en la localidad española de Toledo.1 Tiene un estilo mudéjar y fue construida para dar acceso a la ciudad amurallada.
Se trata de una puerta de albarrana, de carácter conmemorativo, de gran influencia nazarí. Está fechada en el último cuarto del siglo XIV.
El arco de acceso es un arco de herradura y es acogido por un arco de herradura apuntado. Está construida en piedra, sillería y mampostería. Las almenas, los merlones y el friso de la puerta son de ladrillo. Con arcos lobulados entrelazados.
La Puerta del Vado, realizada entre finales del siglo XI y comienzos del siglo XII, se localiza en el barrio de Antequeruela en la ciudad de Toledo (España). Este barrio era conocido tras la reconquista de la ciudad de Toledo como arrabal de San Isidoro, zona de importante tradición alfarera.
Esta puerta, debido a su ubicación, en la salida natural de la vaguada que articula el mencionado barrio de la Antequeruela, y por ser el lugar donde se arrojaban desechos de los alfares cercanos, se fue paulatinamente cubriendo de materiales y sedimentos; así, a finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI se producen en ella una serie de remodelaciones, como la elevación de su pavimento más de un metro por encima del original.
A pesar de las remodelaciones señaladas, a partir del siglo XVII la Puerta del Vado fue cayendo en desuso; siendo definitivamente abandonada a finales de dicho siglo y quedando únicamente a la vista su parte superior.
En el siglo XIX, se pierde todo rastro de la puerta; si bien en el siglo XX vuelve el interés por ella, a consecuencia de unas labores de limpieza llevadas a cabo dentro de un proyecto general de restauración de las murallas de Toledo, emprendido a finales de los años 90 del pasado siglo.
La Puerta del Vado es muy similar, tanto en su tipología como en sus proporciones, a la Puerta de Bisagra Vieja. La parte de la puerta que en la actualidad es visible desde la calle corresponde a su cuerpo superior. La fachada principal está realizada en mampostería encintada y tiene cuatro ventanas, con arcos de medio punto; en el lateral norte aparecen tres ventanas, y dos en el sur, donde también se observa un contrafuerte de fabrica de sillares.
La Puerta del Vado es de acceso recto, precedido por un pequeño pórtico, cobijado entre los dos arcos de la fachada principal y defendido por una buhedera abierta entre ambos. El arco exterior es de medio punto, fabricado en ladrillo; mientras el interior es de herradura enjarjado, realizado en gneis, si bien una de sus impostas es de arenisca. Este primer espacio comunica con tres tramos de planta rectangular, definidos por arcos de ladrillo con jambas de sillares de gneis, cubiertos con bóveda de medio cañón. Con respecto al suelo de la puerta, se ha de señalar que el mismo está realizado en dos momentos constructivos: uno, el de las reformas llevadas a cabo a finales del siglo XV, y otro, el correspondiente al suelo original, que se puede observar gracias a un sondeo realizado en el interior de la puerta.
El primer tramo de la puerta era el destinado a albergar las dos hojas que cierran la salida extramuros. El tramo central podría comunicar con un patio de armas, a través de un postigo que luego será inutilizado, en las reformas del siglo XV, con la construcción de un zócalo de mampostería. El último tramo, donde se situaban las hojas que cerraban el acceso intramuros, posee comunicación con el cuerpo superior de la puerta, mediante una escalera de piedra a la que se accede a través de un pequeño vano adintelado. Entre estos dos últimos tramos existe una ranura vertical, flanqueada por sendos arcos de medio punto, que sirvió para alojar un rastrillo.
El interior del cuerpo superior de la puerta se divide, a su vez, en tres niveles: el más bajo, que tiene una pequeña habitación compuesta por bóveda de medio cañón; este nivel tiene además un segundo espacio, delimitado por una gran bóveda baída, donde se localizan la ranura del rastrillo y el acceso tanto a la escalera que comunica los cuerpos inferior y superior, como a una segunda escalera, hoy desaparecida, que comunicaría con la línea de almenas. El nivel intermedio, que cuenta con bóvedas baídas y con ventanas, al exterior, con arcos de medio punto de ladrillo. Y el propiamente superior, de almenas, hoy bastante alterado.
La Puerta de Bisagra o Puerta Nueva de Bisagra es una puerta monumental situada en las murallas de la ciudad española de Toledo, Castilla-La Mancha. Es conocida con el título de «Nueva» debido a que existe otra puerta en las inmediaciones —de menor tamaño— llamada Puerta Antigua de Bisagra o Puerta de Alfonso VI. Su nombre musulmán era bab al Shaqra.1
Existe cierto debate en lo referente a su origen y antigüedad, pudiendo ser este primero árabe o mudéjar.2 Sufrió una reconstrucción a mediados del siglo XVI,3 que debió de comenzar hacia 1540;4 participarían en ella Nicolás de Vergara el Viejo,4 Juan de Benavides, Eugenio Sánchez5 y hacia 1547-1548 Alonso de Covarrubias.4 Las obras finalizarían en 1576.6
Está formada por dos cuerpos independientes con dos altos muros almenados que los unen, formando un patio entre ellos, 7 donde se encuentra una estatua de Carlos V.8 El lado externo está formado por un arco de medio punto con sillares almohadillados, sobre el que se encuentra un gran escudo de la «Ciudad Imperial», con su inconfundible águila bicéfala,7 además de un frontón con una escultura de un ángel custodio.8 Flanquean esta entrada dos grandes torreones circulares. El cuerpo que da a la ciudad tiene otra puerta de arco de medio punto, flanqueada por dos torreones cuadrados rematados por tejados piramidales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario