Ademar o Ademaro de Monteil (en francés, Adhémar de Monteil) (¿? – Antioquía, 1 de agosto de 1098), fue obispo de Le Puy de 1077 a 1098 y uno de los principales personajes de la Primera Cruzada.
Miembro de una familia noble de la región de Valence, en Francia, se hizo obispo de Le Puy en 1077 y realizó una peregrinación a Oriente en 1086-1087. Aguerrido defensor e implantador de la reforma gregoriana, dio pruebas de gran entusiasmo por la idea de la cruzada de 1095 lanzada por el papa Urbano II en el Concilio de Clermont, quien estaba aconsejado por Ademar antes del concilio.1
Fue entonces nombrado legado apostólico e indicado para liderar la cruzada,2 acompañando a Raimundo IV de Tolosa. En verdad el papa encaraba la cruzada como una expedición religiosa, por lo que su obispo sería teóricamente el verdadero líder. Mientras Raimundo y los otros nobles entraban frecuentemente en conflicto entre sí por la autoridad militar de la cruzada, Ademar fue siempre reconocido como el líder espiritual.
De camino a Levante, Ademar fue herido por mercenarios bizantinos durante algunas escaramuzas con las fuerzas imperiales, pero llegó a la capital en abril de 1097. Negoció con Alejo I Comneno en Constantinopla, restableció alguna disciplina entre los cruzados en Nicea, y tuvo un papel crucial en la batalla de Dorilea. Fue también de una ayuda inestimable en la moral de las fuerzas cruzadas durante el cerco de Antioquía mediante varios ritos litúrgicos, incluidos ayunos y la observancia de los días santos.
Después de la toma de Antioquía en 1098, y del subsiguiente cerco por el musulmán Kerbogha de Mosul, Ademar organizó una procesión por las calles y mandó cerrar los portones de la ciudad, para que los cruzados, muchos de los cuales estaban llenos de pánico, no pudieran desertar. Fue extremadamente escéptico del descubrimiento de la Lanza Sagrada (la que habría penetrado en el flanco de Jesucristo en la cruz) por el monje Pedro Bartolomé, especialmente porque tenía conocimiento de haber otra Santa Lanza en Constantinopla; sin embargo, dejó al ejército cruzado creer en la legitimidad de la reliquia por la mejora de la moral que provocaba.
Cuando Kerbogha fue derrotado, Ademar organizó un concilio para intentar resolver las disputas de los nobles, pero murió el 1 de agosto de 1098, víctima de una epidemia desconocida, probablemente tifus, pero posiblemente también peste o cólera. Su muerte dejó un vacío en el liderazgo de los cristianos ya que, amigo y enviado del papa, era el único líder de autoridad incontestada. Las disputas entre los nobles continuaron, y la marcha sobre Jerusalén fue atrasada durante algunos meses.
Sin embargo, la infantería, compuesta por las clases bajas, continuó al pensar en Ademar como su líder. Algunos llegaron a afirmar que habían sido visitados por su espíritu durante el cerco de Jerusalén, y afirmaron que este les había ordenado la realización de una procesión alrededor de las murallas de la Ciudad Santa. Efectivamente, esta fue realizada y Jerusalén fue tomada por los cruzados en 1099. Ademar nunca intentó imponer la supremacía de la Iglesia católica sobre la Iglesia ortodoxa y su muerte hizo aumentar la distancia entre Roma y Constantinopla.
Alano IV de Bretaña, llamado Alano Fergant o Alano Fergent123(c. 1060 - 13 de octubre de 1119), hijo de Hoel II de Bretaña y de Havoise de Bretaña, fue conde de Cornouaille, de Rennes y de Nantes, y por último duque de Bretaña en 1084-1113.
Biografía[editar]
Nació en el castillo de Châteaulin en 1060. Sucedió a su padre el 13 de abril de 1084 y tiene fama de ser el último duque efectivamente bretón. En 1084 confirmó todas las donaciones de su padre y su abuelo a la abadía de Sainte-Croix de Quimper4 Ese mismo año donó a la abadía de Landévennec molinos, esclusas y pesquerías que pertenecían a Châteaulin.
Para restaurar la autoridad ducal en el condado de Rennes, debió enfrentarse contra Godofredo Grenonat, que había sucedido a su medio hermano Conan II de Bretaña como conde. En 1084 Alano tomó Rennes al frente de su ejército y envió a Grenonat a Quimper, donde murió ese mismo año, recuperando así Alano el condado de Rennes5 Aquel año puso al mando del condado de Nantes a su hermano Matías, quien le servirá fielmente asistido por su tío el obispo Benito de Cornualles. Al morir Matías sin descendencia en 1103, el condado de Nantes revirtió al dominio ducal.5
Alano prefirió quedarse en la parte de habla bretona del ducado en la que había nacido, y vivió feliz en sus castillos de Auray y, sobre todo, de Carnoët, no lejos de la abadía de Sainte-Croix de Quimper gobernada por su tío el abad y obispo Binidic.
La tranquilidad en la que vive el ducado permite a Alano Fergant responder a la llamada del papa Urbano II, y en compañía de otros señores bretones se une en el verano de 1096 a la Primera Cruzada. El contingente bretón se alistó en el ejército comandado por el duque de Normandía Roberto Courteheuse y el conde Roberto II de Flandes. Alano Fergant estuvo ausente de Bretaña durante cinco años, dejando el ducado bajo la firme autoridad de su esposa Ermengarda.2
Al regresar de la cruzada y bajo la influencia de su piadosa esposa, Alano se centró cada vez más en cuestiones religiosas y apoyó la reforma del clero secular. Fue también un benefactor particular las abadías del valle del Loira.5
Esta tendencia hacia lo espiritual no le impidió tomar parte a favor del rey Enrique I de Inglaterra en el conflicto de éste con su hermano Roberto Courteheuse, y participar en la batalla de Tinchebray (1106).6 Mientras tanto, continúa la instalación de barones bretones en Inglaterra: Enrique I concede tierras a Olivier de Dinan, Guillermo d'Aubigny y Alain Fitzflaad, senescal de Dol.5
Según Orderico Vital, en marzo de 1113 durante la entrevista de Ormeteau-Ferré entre Luis VI de Francia y Enrique I de Inglaterra, el monarca francés "concede la Bretaña" a Enrique I, es decir, el duque de Bretaña se convierte en "vasallo del rey inglés",5 y luego compromete a su hijo Conan con la hija ilegítima del rey de Inglaterra, Matilde FitzRoy.6 Enfermo, Alano debió delegar el gobierno en su hijo, que interviene por primera vez como duque de Bretaña en 1115.5
Alano Fergant se retiró a la abadía de Saint-Sauveur de Redon, y murió allí el 13 de octubre de 1119.
Matrimonio y descendencia[editar]
La rivalidad tradicional entre Bretaña y Normandía continuaba a fines del siglo XI. La guerra de 1064-1065 fue el resultado del apoyo dado por Guillermo el Conquistador a los bretones que se rebelaron contra el abuelo de Alano, Conan II de Bretaña. Para evitar nuevas hostilidades con Bretaña, Guillermo casó a su hija Constanza con Alano en 1087.7 El matrimonio pudo haber tenido lugar en Bayeux, Normandía. Guillermo de Malmesbury escribió que Constanza no era popular en la Corte bretona por su forma "severa y conservadora".7 Guillermo de Malmesbury también alega que Alano IV había envenenado a Constanza, pero esto no ha sido verificado7 Sin embargo, Orderico Vital escribe que como duquesa, Constanza hizo todo lo posible para promover el bienestar de los bretones, que se afligieron profundamente por su muerte en 1090.76
En 1093, se casó por segunda vez con Ermengarda de Anjou, hija de Fulco IV de Anjou y biznieta de Fulco Nerra. De esta unión nacieron tres hijos:
- Conan III, duque de Bretaña.
- Godofredo Rufus, que murió en Jerusalén en 1116.
- Agnès (o Havoise), casada alrededor de 1110 con Balduino VII de Flandes, hijo de Roberto II de Flandes.
Con una o dos amante(s) de la(s) que no se conoce su nombre(s), Alano Fergant tuvo dos hijos:
- Brian FitzCount († 1147/1149), señor de Wallingford, un firme partidario de la emperatriz Matilde en la guerra civil por el trono de Inglaterra, conocida como la Anarquía.
- Guyomar, que fue aprisionado por los sarracenos.
Alan IV, Duke of Brittany | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 1060 Châteaulin (Francia) | |
Fallecimiento | 13 de octubre de 1119 Redon (Francia) | |
Sepultura | Redon Abbey | |
Religión | Cristianismo | |
Familia | ||
Familia nobiliaria | Cornualles (Bretaña) | |
Padres | Hoel II, Duke of Brittany Hawise, Duchess of Brittany | |
Cónyuge |
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Hijos | Conan III, Duke of Brittany | |
Información profesional | ||
Ocupación | Político | |
Conflictos | Primera Cruzada y Batalla de Tinchebray |
Alejo I Comneno (en griego: Ἀλέξιος Αʹ Κομνηνός; 1048-15 de agosto de 1118) fue emperador bizantino entre 1081 y 1118.
Fue el tercer hijo de Juan Comneno y Ana Dalasena1 y sobrino de Isaac I Comneno, emperador entre 1057 y 1059. El padre de Alejo rechazó el trono cuando Isaac abdicó, y entre 1059 y 1081 reinaron cuatro emperadores pertenecientes a dinastías diferentes. Durante el reinado de uno de ellos, Romano IV Diógenes (1067-1071), Alejo sirvió con honores en el ejército combatiendo contra los turcos selyúcidas.2 Posteriormente, bajo Miguel VII Parapinaces (1071-1078) y Nicéforo III Botaniates (1078-1081), combatió, junto con su hermano mayor, Isaac, a los rebeldes en Asia Menor, Tracia y Epiro.
Los éxitos de los Comnenos provocaron los celos de Botaniates y sus ministros. Los hermanos tomaron las armas contra el emperador, y entraron en Constantinopla. Botaniates fue forzado a abdicar y recluido en el monasterio de Peribleptos. Isaac renunció a la corona en beneficio de su hermano, y Alejo fue coronado solemnemente por el patriarca de Constantinopla Cosme Hierosolimites el 4 de abril de 1081, a la edad de 33 años.
Familia[editar]
Alejo era por entonces amante de la emperatriz María Bagrationi, hija del rey Bagrat IV de Georgia, que había sido esposa primero de Miguel VII Ducas y luego de Botaniates, y era célebre por su belleza. Alejo y María no disimulaban su relación, y vivían juntos en el palacio de Mangana. El joven hijo de María y de Miguel VII, el príncipe Constantino Ducas, fue adoptado por Alejo y proclamado su heredero. Esto procuró a Alejo cierta legitimidad dinástica, pero pronto la madre del emperador, Ana Dalasena, consolidaría la conexión con la familia Ducas arreglando la boda de su hijo con Irene Ducas, nieta del césar Juan Ducas, cabeza de la poderosa familia feudal y principal valedor del antiguo emperador Miguel VII.
La relación de Alejo con María continuó, sin embargo. Poco después de su nacimiento, la primera hija de Alejo e Irene, Ana Comnena, fue prometida en matrimonio al heredero Constantino Ducas, y se trasladó a vivir al Palacio Mangana, con los dos amantes. No obstante la situación cambió drásticamente cuando Irene tuvo un hijo varón, Juan: se deshizo el compromiso matrimonial entre Ana y Constantino, quien perdió su condición de heredero imperial; la princesa fue llevada al palacio principal para vivir junto a su madre y su abuela y Alejo rompió su relación con María. Poco tiempo después murió el joven Constantino, y María fue recluida en un convento.
Guerras[editar]
El largo reinado de Alejo I Comneno (37 años) estuvo lleno de problemas. En sus inicios, tuvo que afrontar el ataque de los normandos Roberto Guiscardo y su hijo Bohemundo, quienes conquistaron Dyrrhachium y Corfú, y pusieron sitio a Larissa, en Tesalia.3 Tuvo que pactar una paz con los turcos selyúcidas de Rum para hacer frente a la amenaza que representaba Roberto Guiscardo en el Epiro. El peligro normando fue providencialmente conjurado por la muerte de Roberto Guiscardo en 1085, y los territorios perdidos fueron recuperados por el Imperio.
Posteriormente se vio obligado a repeler en Tracia las invasiones de los pechenegos, con quienes habían hecho causa común los bogomilos, secta maniquea; la invasión fue frenada por la victoria bizantina en la batalla de Levounion. En tercer lugar, debió enfrentarse al creciente poder de los selyúcidas en Asia Menor.
Primera cruzada[editar]
La crisis más difícil que tuvo que afrontar Alejo fue la causada por la llegada de los caballeros de la Primera Cruzada, organizada a consecuencia de la petición de sus propios embajadores ante el papa Urbano II en el Concilio de Clermont de 1095.4
Pero Alejo había pedido simplemente fuerzas mercenarias para combatir a los infieles, y no las inmensas huestes que empezaron a llegar. El primer contingente de cruzados, guiado por Pedro el Ermitaño, fue hábilmente desviado por Alejo hacia Asia Menor, donde fue masacrado por los turcos selyúcidas en 1096. El segundo contingente era una fuerza mucho más organizada, y estaba conducido por Godofredo de Bouillón. Alejo los envió también a Asia, comprometiéndose mediante juramento a auxiliarles en caso de necesidad. Los cruzados recobraron para el Imperio bizantino varias ciudades e islas, como Nicea, Quíos, Rodas, Esmirna, Éfeso, Filadelfia, Sardes, y el tercio occidental de Asia Menor.
La habilidad de Alejo con los cruzados es considerada por su hija, la historiadora Ana Comnena, un ejemplo de diplomacia, en tanto que los historiadores occidentales que relatan los hechos de la primera cruzada consideran al emperador un ejemplo de falsedad y traición. Los cruzados creyeron que había quebrantado su juramento al no haberles ayudado durante el asedio de Antioquía; Bohemundo, autoproclamado príncipe de Antioquía, declaró la guerra al emperador, pero terminó por aceptar convertirse en su vasallo tras firmar el Tratado de Devol (1108).
Últimos años[editar]
Durante los últimos veinte años de su vida, perdió gran parte de su popularidad. Estos años estuvieron marcados por la persecución de los herejes paulicianos y bogomilos —una de sus últimas decisiones fue la de quemar a Basilio el Médico, líder de los bogomilos, con el que había mantenido una controversia teológica—, así como por nuevos enfrentamientos con los turcos selyúcidas (1110-1117). Además, se desataron intrigas por sucederle: su esposa, Irene Ducas, y su hija Ana conspiraron para que nombrara sucesor al marido de Ana, Nicéforo Brienio.
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