martes, 19 de mayo de 2020

CRUZADAS - HISTORIA Y PERSONAJES

SEGUNDA CRUZADA

Alfonso VII de León, llamado «el Emperador» (Caldas de Reyes, 1 de marzo de 1105Santa Elena,23​ 21 de agosto de 1157), fue rey de León entre 1126 y 1157. Hijo de la reina Urraca I de León y del conde Raimundo de Borgoña, fue el primer rey leonés miembro de la Casa de Borgoña, que se extinguió en la línea legítima con la muerte de Pedro I en 1369, quien fue sucedido por su hermano paterno Enrique, primer rey Trastámara.
Retomando la vieja idea imperial de Alfonso III y Alfonso VI, el 26 de mayo de 1135 fue coronado Imperator totius Hispaniae (Emperador de toda España) en la Catedral de León,4​ recibiendo homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón Berenguer IVconde de Barcelona.
Alfonso VII of Castile, 13th c.jpg


Biografía[editar]

Origen y familia[editar]

Alfonso era el segundo hijo de Urraca, hija de Alfonso VI de León, y de su primer esposo, Raimundo de Borgoña.5​ Nació el 1 de marzo de 1105, apenas dos años antes de la muerte de su padre en septiembre del 1107.5​ Tenía una hermana mayor, Sancha, que había nacido antes del 1095.5

Conflictos en Galicia[editar]

Tras la muerte del padre de Alfonso, Raimundo de Borgoña en 1107,5​ y de su abuelo Alfonso VI en 1109, su madre Urraca contrajo un nuevo matrimonio para poder acceder a los tronos del Reino de León y del Reino de Castilla.6​ El elegido por Alfonso VI resultó ser el rey aragonés Alfonso I el Batallador y provocó el rechazo de amplios sectores de la nobleza.7
Entre los contrarios a este enlace matrimonial se destacaron los nobles gallegos, debido a la pérdida del entonces infante de cinco años Alfonso Raimúndez de los derechos al trono del Reino de León tras el pacto matrimonial firmado entre Urraca y Alfonso I de Aragón, que estipulaba que los derechos de sucesión pasarían al hijo que pudieran tener. La nobleza gallega encabezada por el obispo de Santiago de CompostelaDiego Gelmírez, y el tutor del infante, Pedro Froilaz, el conde de Traba, se rebelaron y el ayo del joven príncipe proclamó a Alfonso Raimúndez con siete años de edad rey de Galicia el 17 de septiembre de 1111,8a​ lo que obligó a Alfonso el Batallador a intervenir para restablecer el orden. Es discutido el sentido de esta proclamación, sin que pueda dilucidarse si se pretendía con ello establecer un reino independiente o no; es más probable que simplemente se tratara de otorgar la categoría de correinante a Alfonso Raimúndez con un grado igual al de su madre.8​ La inhábil política de Gelmírez al no facilitar la sumisión de Portugal, cerró el camino para el triunfo de la revuelta, que obtuvo apoyo entre la nobleza gallega, pero que también generó opositores entre los sectores partidarios de Alfonso el Batallador, como ocurrió en Lugo.8​ El Batallador actuó en Galicia, pues estaba incorporada de derecho a su reino por las capitulaciones matrimoniales, que establecían que el hijo de Alfonso y Urraca podría reinar en la mayoría de los territorios de la España cristiana: AragónPamplona, y Reino de León,que incluía el territorio de Galicia Portugal,Toledo y Castilla; a excepción solo del condado de Barcelona y otros condados pirenaicos, como el de Urgel, entre otros, que eran feudatarios del rey de Francia, no pasando a serlo del Reino de Aragón hasta la firma del Tratado de Corbeil en 1258.
Alfonso I, finalmente, se dirigió contra los partidarios de Alfonso Raimúndez derrotándolos en Villadangos en octubre o noviembre de 111110​ con la ayuda del conde de Portugal, Enrique de Borgoña, tío de Alfonso VII.11​ Con esta victoria el Batallador desbarató el intento político del obispo de Santiago de Compostela y sus partidarios, capturó12​ a Pedro Froilaz (que sería liberado poco después) y debilitó a sus oponentes. Sin embargo, Gelmírez y Alfonso Raimúndez consiguieron huir.12​ La actitud de Urraca I en todo el conflicto es discutida, mientras que la Historia compostelana (que es una fuente parcial, pues se trata de una biografía dedicada a exaltar la política del obispo Gelmírez) señala que Urraca estuvo de acuerdo con la coronación de Alfonso Raimúndez (pese a que ello hubiera supuesto aceptar una corregencia dirigida por Gelmírez y sus colaboradores), existe un documento que manifiesta que el 2 de septiembre de 1111 (solo quince días antes del acto de la proclamación de su hijo como «rey de Galicia») Urraca firmaba en Burgos junto con su esposo Alfonso el Batallador una donación a favor del monasterio de Oña, y en octubre lo hacía del mismo modo en otra suscrita en Briviesca. Ambos documentos fueron redactados por el canónigo de Santiago de Compostela, cuyo cargo lo hace cercano al obispo, por lo que el juego de alianzas políticas dista de ser sencillo.13

Señor al sur del Duero[editar]

En 1116 Urraca hizo una jugada maestra para debilitar tanto al rey aragonés como a sus opositores leoneses: cedió el gobierno de los territorios al sur del Duero, dominados en esencial por el Batallador, a su hijo.14​ Alfonso marcharía a Toledo, donde quedaría bajo la tutela del fiel arzobispo Bernardo, se alejaría de sus problemáticos partidarios gallegos y disputaría la región al monarca aragonés.14​ A finales de noviembre de ese año, Alfonso ya se hallaba al sur del Duero.15​ El 16 de noviembre de 1117, entró en Toledo; la ciudad dejó de estar dominada por el Batallador y la zona volvió a someterse fundamentalmente a Urraca.16​ El joven Alfonso, por su parte, comenzó a emplear el título de emperador.16
El 25 de mayo del 1124 se encontraba en Santiago de Compostela, donde el obispo Gelmírez le armó caballero, ceremonia mediante la cual alcanzó la mayoría de edad.17​ Aunque su madre no estuvo presente, parece que el acto contó con su anuencia.18
Cuando su madre falleció el 8 de marzo del 1126 en Saldaña, Alfonso se encontraba en el cercano Sahagún.19​ Al día siguiente, marchó a León para recibir la sumisión de la nobleza, el clero y el pueblo.20​ Salvo en el caso del castillo leonés, que hubo de tomarse al asalto, el reconocimiento de la autoridad de Alfonso fue general y rápido.20

Rey de León[editar]

El 10 de marzo de 1126, tras la muerte de su madre, Alfonso VII fue coronado rey de León en la catedral de León que incluía los territorios de Galicia, norte de Portugal, Asturias,Toledo y León y de inmediato emprendió la reclamación del territorio castellano, en el que su padrastro, Alfonso I de Aragón, contaba con importantes guarniciones militares que le aseguraban su dominio. Entre estas destacan Burgos y Carrión de los Condes, cuya población se decanta por el nuevo rey y en 1127 entregan las plazas a Alfonso VII.
Alfonso el Batallador reacciona y se dirige contra Alfonso VII al frente de un numeroso ejército. Ambos se encuentran en el valle de Támara. Sin embargo no se produce un enfrentamiento entre los ejércitos debido a que los dos monarcas tienen situaciones más graves a las que hacer frente: Alfonso VII debe atender las veleidades territoriales de su tía Teresa de León y Alfonso I a las amenazas de los almorávides. Se llega entonces a un acuerdo que se plasma en un pacto conocido como las Paces de Támara, en el que se establecen las fronteras entre el reino leonés y el aragonés, volviendo a los límites fijados por Sancho III el Mayor, y se zanjan las disputas entre ambos firmatarios renunciando el monarca aragonés al título de emperador, que había utilizado entre 1109–1114 tras su matrimonio con Urraca I de León. Este matrimonio se había anulado al considerarse que no fue consumado, por lo que fue necesario esperar tres siglos para ver realizada la unión de los reinos hispánicos, aunque ya sin Portugal, en las figuras de los Reyes Católicos.
Tras el pacto alcanzado con el rey de Aragón, Alfonso VII se dirige hacia Galicia desde donde se interna en el Condado Portucalense, que rige su tía Teresa, y tras arrasarlo vuelve a León para casarse con Berenguela, hija de Ramón Berenguer III en 1128.
Ese mismo año logra que su tía Teresa de León reconociera su soberanía, aunque dicho reconocimiento sería efímero porque el 24 de junio Teresa se ve obligada a huir a Galicia cuando su hijo, Alfonso Enríquez, la derrota en la batalla de San Mamede, que será el origen de la futura independencia del reino portugués.
En 1130 depone a los obispos de León, Salamanca y Oviedo que se habían mostrado opuestos a su matrimonio con Berenguela. Esto provoca el rechazo de parte de la nobleza encabezada por Pedro González de LaraBeltrán de Risnel y Pedro Díaz de Aller que se rebelan contra el monarca y toman Palencia. Alfonso VII acude a la ciudad y restablece el orden apresando a los cabecillas.

Aspiraciones territoriales[editar]

Óbolo de Alfonso VII con la leyenda "Imperator Leoni".
Tras la muerte sin descendencia del rey de aragoneses y pamploneses Alfonso I el Batallador (1134), Alfonso VII reclamó el trono de su padrastro alegando para ello ser tataranieto de Sancho III el Mayor. La candidatura de Alfonso no fue aceptada, ni por los nobles aragoneses, que nombraron rey de Aragón al hermano de Alfonso I, Ramiro II el Monje, ni por los nobles pamploneses que eligieron como rey de Pamplona a García Ramírez.
A pesar de ello Alfonso ocupa La Rioja y Zaragoza, ciudad que entregaría al recién nombrado rey aragonés a cambio de su juramento de vasallaje.
Posteriormente, apoyado por nobles del norte de los Pirineos, controló amplios territorios del sur de Francia, llegando hasta el río Ródano, lo que le valió para retomar la vieja idea imperial de Alfonso III y, el 26 de mayo de 1135, se hace coronar, en la Catedral de León,4​ Imperator totius Hispaniae (Emperador de toda España) por el obispo Arriano ante Guido de Vico, legado del papa Inocencio II. En dicha ceremonia recibirá el homenaje, entre otros, de su cuñado Ramón IVconde de Barcelona, de su primo el rey García Ramírez de Pamplona, del conde Alfonso Jordán de Tolosa y otros señores y embajadores de Gascuña y del Mediodía francés, como el conde de Cominges,b​ el conde de Foix y el señor de Montpellier, de Ermengol VI de Urgel, y de representantes de varios de los principales linajes musulmanes, como el caudillo ismaelita Sayf al-Dawla más conocido como Zafadola. No asisten su también primo Alfonso Enríquez ni el rey aragonés Ramiro II de Aragón con el que se encuentra enemistado por la ocupación de Zaragoza.
La enemistad con el monarca aragonés se resuelve en 1136 cuando Alfonso VII desposee del señorío zaragozano al rey navarro y se lo ofrece a Ramiro II el Monje en el pacto por el que llegan tras acordar la boda de sus hijos Petronila y Sancho, aunque finalmente el matrimonio no se celebrará ya que Petronila se casa con el conde barcelonés Ramón Berenguer IV, lo que va a suponer la unión entre el condado de Barcelona y el reino de Aragón.
Asegurado el flanco aragonés de su reino Alfonso centra su mirada en la reconquista de las tierras en manos de los musulmanes.

Reconquista[editar]

Desde 1138 Alfonso VII centra su atención en el sur peninsular ocupado por los almorávides y los almohades. Para ello intervino activamente en los enfrentamientos entre las dos dinastías bereberes y llevó a cabo expediciones y ataques de saqueo incitando a las poblaciones a sublevarse contra ellos, para lo cual contó con la ayuda de dos caudillos hispanomusulmanes: el ya citado Zafadola e Ibn Mardanish conocido como «el rey Lobo».
En 1139 tomó la fortaleza de Oreja desde la que se amenazaba Toledo,22​ en 1142 se hace con Coria,23​ en 1144 con Jaén y Córdoba, aunque esta última volverá a caer ese mismo año en manos musulmanas.
En 1146 se produce una invasión almohade que tras desembarcar en Algeciras se hace con importantes territorios, por lo que Alfonso VII se ve obligado a pactar con el caudillo almorávide Ibn Ganiya para organizar la resistencia. Se entrevista con Ramón Berenguer IV y con García Ramírez y acuerdan la conquista de Almería en poder de los almohades. Para ello cuentan además con el apoyo de la flota genovesa y con cruzados franceses que responden al llamamiento que ha realizado el papa Eugenio III. Almería es tomada en octubre de 1147.
En 1150 falleció el monarca pamplonés García Ramírez y Alfonso VII firma, el 27 de enero de 1151, con el rey de Aragón el Tratado de Tudilén, un acuerdo por el que ambos acuerdan repartirse el reino de Pamplona y se reconoce a Ramón Berenguer IV el derecho de conquista sobre ValenciaDenia y Murcia.
En 1157, los almohades recuperaron el control de la ciudad de Almería y Alfonso VII parte para intentar reconquistarla. Fracasa en el intento y cuando regresaba a León, muere el 21 de agosto. Su hijo Fernando le sucedió en el trono de León mientras que su otro hijo Sancho ocupó el trono de Castilla.

Lugar de fallecimiento[editar]

El lugar exacto del fallecimiento de Alfonso VII está en duda, aunque existe constancia histórica de que acaeció en el paraje de «La Fresneda»1​ a su regreso del sitio de Almería, el 21 de agosto de 1157. Así se puede leer en la versión que ofrece la Crónica de Castilla escrita hacia el año 1300:
[...] E tornóse el emperador para Baeça con grande onrra e dexó ý a su fijo, el ynfante don Sancho, por guarda de su tierra. E passó el puerto del Muradal e llegó a vn lugar que llaman las Feynedas. E ferióle ý el mal de la muerte, e morió ý so vna enzina. E leuáronlo a Toledo e enterráronlo aý muy honrradamente [...]
En coherencia con este texto, la tradición sostiene que se corresponde con el actual paraje conocido como «Fuente del Emperador» situado en el municipio de El Viso del Marqués (hasta el S.XVI, «Viso del Puerto», provincia de Ciudad Real) en cuyo extenso término municipal se halla el Puerto Muradal que nombran las crónicas y que ya había traspasado el Rey antes de morir (antesala de Sierra Morena desde La Mancha y principal paso natural hacia el desfiladero de Despeñaperros, pero no parte integrante de este). Las aguas y torrentes de esta localidad confluyen en el río llamado Fresnedas (cabecera del Jándula en la vertiente Norte de Sierra Morena).
Escritores posteriores renacentistas introdujeron elementos nuevos que modifican la historia. El talaverano Juan de Mariana en su Historia General de Castilla (1601) refiere que el emperador cae enfermo en el «bosque de Cazlona» (que se ha querido identificar con Cástulo), aunque no dice en absoluto que muriese allí. Sin embargo, esta referencia topográfica hacia la Alta Andalucía es aprovechada por el jienense Martín Ximena Jurado para redactar motu proprio en sus "Anales del municipio Albense Urgavonense o villa de Arjona" (1643) que la localización de la muerte tuvo lugar «en el término de Baeza (adonde bolviéndose con su ejército [...]) le asaltó la muerte» en un paraje que se quiere hacer corresponder con el actual de «La Aliseda» en Santa Elena. Estas circunstancias (que reubican el emplazamiento decenas de leguas hacia el sur y nos hablan de un retroceso no justificado de las tropas alfonsinas) no están recogidas en la revisiones de los más importantes historiadores de la actualidad: no figuran en "Noticias y documentos para la historia de Baeza" (2007) de Fernando de Cózar Martínez, ni tampoco aparecen en ninguno de los ensayos acerca de Baeza de José Rodríguez Molina.23​.

Sepultura[editar]

Catedral de Toledo, donde fue sepultado Alfonso VII el Emperador.
Después de su defunción en agosto de 1157, el cadáver de Alfonso VII el Emperador fue conducido a la ciudad de Toledo, donde recibió sepultura en la Catedral de la ciudad, siendo el primer soberano leonés en ser inhumado allí.24
Los restos mortales del rey fueron depositados en un sepulcro, que probablemente sería colocado en el presbiterio de la primitiva catedral toledana. Décadas más tarde, el rey Sancho IV de Castilla ordenó edificar en el interior de la Catedral de Toledo la Capilla de la Santa Cruz, a la que el 21 de noviembre de 1289 fueron trasladados los restos de los reyes Alfonso VII el Emperador, Sancho III de Castilla y Sancho II de Portugal, que se encontraban sepultados en la capilla del Espíritu Santo de la catedral.25​ Posteriormente, en 1295, Sancho IV el Bravo fue sepultado en la Catedral de Toledo, en un sepulcro colocado junto al que contenía los restos de Alfonso VII.
A finales del siglo XV, el cardenal Cisneros ordenó edificar la actual capilla mayor de la Catedral de Toledo, en el lugar que ocupaba la capilla de Santa Cruz. Una vez obtenido el consentimiento de los Reyes Católicos, la capilla de Santa Cruz fue demolida y, los restos de los reyes allí sepultados, fueron trasladados a los sepulcros que el Cardenal Cisneros ordenó labrar al escultor Diego Copín de Holanda, y que fueron colocados en el nuevo presbiterio de la catedral toledana. Debido a la nueva colocación de los mausoleos reales, Alfonso VII compartió mausoleo, en el lado del Evangelio del presbiterio, con el infante Pedro de Aguilar, hijo ilegítimo de Alfonso XI de Castilla, cuya estatua yacente aparece colocada por encima de la que representa a Alfonso VII el Emperador.
La estatua yacente representa a Alfonso VII con barba, ceñida la frente con corona real y descansando la cabeza sobre dos almohadones recamados. El monarca aparece vestido con una túnica de amplios pliegues y cubierto por un manto real. Las manos aparecen cruzadas sobre el regazo y sus pies, que calzan chapines, se apoyan sobre una figura de león. La caja del sepulcro presenta dos escenas simétricas entre columnas, en las que se representan sendos ángeles afrontados sujetando entre sus manos el escudo de Castilla y el de León.24

Matrimonios y descendencia[editar]

Entre finales de 1127 y principios de 112826​ contrajo matrimonio, en el Castillo de Saldaña, con Berenguela de Barcelona, hija del conde Ramón Berenguer III. Fruto del primer matrimonio del rey nacieron los siguientes hijos:
Volvió a casarse en la ciudad de Soria31​ en 1152d​ con Riquilda de Polonia, hija del duque Vladislao II el Desterrado. Tuvieron una hija.34
De su relación extramatrimonial con Gontrodo Pérez36​ nació:
De su relación extramatrimonial con Urraca Fernández de Castro,3940​ hija de Fernando García de Hita y de Estefanía Armengol y viuda del conde Rodrigo Martínez, fue padre de:













Alfonso I de Portugal, más conocido como Alfonso Enríquez (en portugués: Afonso HenriquesGuimarães o Viseu,a​ 25 de julio de 1109b​-Coímbra6 de diciembre de 1185),3​ fue el segundo conde del Condado Portucalense de la casa de Borgoña y el primer rey de Portugal.
Gracias a sus conquistas que, a lo largo de cuarenta años, sobrepasaron el doble del territorio legado por su padre, fue conocido como el Conquistador; también se le llamó el Fundador y el Grande. Los musulmanes, en señal de respeto, le llamaron Ibn-Arrik ("hijo de Enrique") o El-Bortukali («el portugués»).

D. Afonso Henriques - Compendio de crónicas de reyes (Biblioteca Nacional de España).png

Biografía[editar]

Primeros años y la regencia materna[editar]

Alfonso era hijo de Enrique de Borgoña, el primer conde de Portugal de la casa de Borgoña, y de Teresa, hija natural de Alfonso VI de León.4​ Aunque no se sabe con certeza dónde nació, la creencia popular lo hace oriundo de Guimarães, ciudad donde con toda probabilidad fuera criado y viviera hasta 1131, año en que se trasladó a Coímbra.5​ Otros historiadores sostienen, sin embargo, que el lugar de nacimiento del primer rey de Portugal fue la ciudad de Viseu donde su madre pasó largas temporadas en el año de su nacimiento según consta en documentos otorgados por la condesa Teresa.1
El 22 de mayo de 1112 murió su padre, el conde Enrique de Borgoña, en su señorío de la ciudad de Astorga.6​ Con apenas tres años de edad, Alfonso quedaba huérfano de padre y heredaba el condado,1​ mientras que su madre tomaba las riendas del gobierno durante la minoría de su hijo.7
Ya en 1120 Alfonso había tomado una posición política opuesta a la de su madre, quien por su relación sentimental con el conde Fernando Pérez de Traba, con quien tuvo descendencia, apoyaba al partido de los Traba8​. El arzobispo de Braga, Paio Mendes, uno de los más acérrimos opositores de la condesa Teresa, después de haber sido hecho preso y liberado posteriormente por influencia del papado, se exilió en el reino de León y se llevó al joven Alfonso quien el día de Pentecostés de 1125 «se hizo armar caballero por sus propias manos en la Catedral de Zamora».9
Este acto constituía simbólicamente su primer gesto de emancipación y de oposición a los ricoshombres que apoyaban la causa de doña Teresa, subordinada a la política del obispo Gelmírez de Santiago y de los poderosos Trabas.
10

Soberanía sobre el Condado Portucalense[editar]

Restablecida la paz, Alfonso volvió a su condado. Mientras, unos incidentes provocaron la invasión del condado Portucalense por su primo Alfonso VII de León que, en 1127, asedió Guimarães donde se encontraba Alfonso Henriques.11​ Al prometerle lealtad, Alfonso VII desistió de conquistar la ciudad. En diciembre de ese año, «varios castillos al norte del Duero tomaron voz por el joven infante».10​ Unos meses más tarde, el 24 de junio de 1128, las tropas de Teresa de León se enfrentaron en la batalla de San Mamede con las de su hijo Alfonso que venció, consagrando su autoridad en el territorio.12
El canónigo del monasterio de Santa Cruz de Coímbra, «el más antiguo historiógrafo de la monarquía» describe esta batalla en los Anais de D. Afonso, Rei dos Portugueses:13
Na era de 1166 [ano de 1128], no mês de Junho na festa de S. João Baptista, o ínclito infante D. Afonso (...) com o auxílio do Senhor e por clemência divina, e também graças ao seu esforço e persistência (...) apoderou-se com mão forte do reino de Portugal. Com efeito, tendo morrido seu pai, o conde D. Henrique, quando ele era ainda criança de dois ou três anos, certos [individuos] indignos e estrangeiros pretendiam [tomar conta] do reino de Portugal; sua mãe, a rainha D. Teresa, favorecia-os, porque queria, também, por soberba, reinar em vez de seu marido, e afastar o filho do governo do reino. Não querendo de modo algum suportar uma ofensa tão vergonhosa, pois era já então maior idade e de bom carácter, tendo reunido os seus amigos e os mais nobres de Portugal, que preferiam, de longe, ser governados por ele, do que por sua mãe ou por [pessoas] indignas e estrangeiras. Acometeu-os numa batalha no campo de S. Mamede, que é perto do castelo de Guimarães e, tendo-os vencido e esmagado, fugitam diante deles e prendeu-os. [Foi tanto que] se apoderou do principado e da monarquia do reino de Portugal.
Después de esta batalla, ganada no solamente por sus méritos sino también gracias al apoyo de la nobleza y el clero, Alfonso prendió al conde Fernando Pérez de Traba y sus colaboradores, y también, según la tradición, a su madre. Sin embargo, poco después el conde gallego y Teresa se encontraban libres y en Galicia, según consta en la documentación.14​ Parece que hubo una reconciliación ya que Fernando Pérez de Traba cruzó más de una vez el Miño y su presencia se registra, por ejemplo, el 20 de julio de 1130 cuando confirmó una donación de Alfonso a la catedral de Braga y otra del mismo infante en septiembre del mismo año, así como a principios de 1131 cuando realizó una donación a la catedral de Coímbra en sufragio por el alma de su madre, Teresa de León, fallecida el 1 de noviembre de 1130.15
En 1131, mudó su corte a Coímbra, posiblemente para distanciarse e independizarse de la poderosa nobleza señorial norteña que se atribuía la victoria en la batalla de San Mamede.16​ Al mismo tiempo, como Coímbra estaba cerca de la frontera de los territorios ocupados por los musulmanes y constantemente atacada por ellos, Alfonso, una vez establecido ahí, reforzó las defensas de la ciudad y desde ahí, destruyó los centros militares de los enemigos en Santarén y en Lisboa.17​ Según el historiador José Mattoso:
O estabelecimento de Afonso Henriques em Coimbra abre o caminho para o alargamento do território, e este alargamento, por sua vez, torna posível a sobrevivência de Portugal como país independente.
18
Alfonso apoyó generosamente la fundación del Monasterio de Santa Cruz en Coímbra que eligió como panteón familiar. La iniciativa para la fundación de este nuevo cenobio fue del arcedinano Telo Odoáriz. Alfonso donó unas propiedades al lado de la muralla de la ciudad y financió su construcción que comenzó en junio de 1131, además de otorgarle posteriormente, varios privilegios y dominios que convirtieron a este establecimiento religioso en uno de los más ricos de Portugal.19

Proclamación del Reino de Portugal[editar]

«El milagro de Ourique». Óleo en tela. Domingos Sequeira (1793)
Después de una gran victoria en la batalla de Ourique que se libró el 25 de junio de 1139, fiesta litúrgica de Santiago, contra un potente contingente del Imperio almorávide,20​ Alfonso Henriques fue aclamado rey de Portugal por sus tropas. Se celebraron grandes fiestas en Coímbra el 15 de agosto de ese año y, una misa solemne por el obispo de la diócesis.21​ El primer diploma auténtico donde aparece con el título de rey data del 10 de abril de 1340 de julio de 114022
Aun así, nunca usó, entre 1128 y 1139, el título de rey, sino de «príncipe» o «infante», lo que significa, de hecho, que no podía resolver la cuestión de su categoría política por su cuenta; es decir, debía admitir que esta dependía del consentimiento de Alfonso VII que era, de hecho, el heredero legítimo de Alfonso VI. Tampoco utilizó jamás el título de «conde» que le colocaría en una clara posición de dependencia del rey de León y de Castilla. (traducción)23
Según la tradición, la independencia fue confirmada más tarde, en las cortes de Lamego, al recibir del arzobispo de Braga la corona de Portugal. Tras la victoria portuguesa en el torneo de Arcos de Valdevez en 1141, el reconocimiento por parte de Alfonso VII de León el emperador de la «dignidad regia» de Alfonso Henriques llegó en 1143 mediante el tratado de Zamora cuando ambos monarcas se reunieron el 4 y 5 de octubre en dicha ciudad con el legado papal, el cardenal Guido de Vico. El rey leonés, aparte de reconocer el título de rey, le entregó el señorío de Astorga «lo que significaba de su parte [de parte de Alfonso Henriques] que por la posesión de esa tenencia se consideraba su vasallo.»20​ En dos documentos de la chancillería del rey de León emitidos en esas fechas, se menciona la presencia de Alfonso Henriques con el título de rey.24
Consciente de la importancia de las fuerzas que amenazaban su poder, se concentró en negociar con la Santa Sede con un doble objetivo: conseguir la completa autonomía de la iglesia portuguesa y el reconocimiento del reino. Desde entonces, Alfonso I procuró consolidar la independencia. Realizó importantes donaciones a la iglesia y fundó diversos conventos. Intentó también conquistar terreno en el sur, poblado entonces por musulmanes, y conquistó Santarém y Lisboa en 1147 tras el sitio de Lisboa y la batalla de Sacavém.

Conquistas provisorias de plazas leonesas[editar]

Desde 1166 hasta 1168, Alfonso I se había apoderado de varias plazas pertenecientes a la Corona leonesaFernando II de León repobló por aquellos días a Ciudad Rodrigo, y Alfonso, sospechando que su yerno la fortificaba con el propósito de molestarle, envió contra aquella plaza un ejército mandado por su hijo, el infante heredero Sancho. Acudió Fernando II de León en auxilio de la plaza amenazada, y en un encuentro que tuvo con las tropas portuguesas las puso en completa derrota, haciendo gran número de prisioneros. Despechado Alfonso I, entró por Galicia, se apoderó de Tuy (Pontevedra) y de otros muchos castillos, y en el año 1169 acometió primero la plaza de Cáceres. Luego acometió contra Badajoz poseída por los sarracenos, pero que pertenecía, en caso de conquista según el tratado de Sahagún, a la monarquía de León. Esto no obstante, Alfonso, atacó la plaza y quiso hacerla suya. Lo había casi logrado, y los musulmanes habían sido encerrados en un extremo de la población, cuando Fernando se presentó con sus huestes.
Alfonso I, que conoció la imposibilidad de sostener la lucha, quiso huir a uña de caballo, pero al pasar la puerta pegó contra uno de los hierros que la guarnecían y se rompió un muslo, siendo por consecuencia capturado por Fernando. Esta campaña dio por resultado un tratado de paz entre ambos reyes, en virtud del cual Alfonso recobró la libertad, en cambio de devolver al leonés las plazas de CáceresBadajozTrujilloSanta Cruz de la SierraMontánchez y Monfragüe que en sus dominios le usurpara.

Apoyo portugués al monarca castellano e independencia definitiva por bula papal[editar]

En 1178, en vista de una invasión de Fernando II de León a Castilla, Alfonso I apoyó a Alfonso VIII de Castilla y envió en su auxilio a un ejército comandado por su heredero Sancho. La paz de 1180 entre Fernando II y Alfonso VIII evitó una nueva guerra.
El 23 de mayo de 1179 el papa Alejandro III, a través de la bula Manifestus Probatum, reconoció a Alfonso el título de rey y a Portugal como reino independiente y como vasallo de la Iglesia.25

Muerte y sepultura[editar]

Sepulcro del rey Alfonso I de Portugal en el Monasterio de Santa Cruz (Coímbra)
El rey Alfonso Henriques falleció con 76 años de edad el 6 de diciembre de 1185 y fue enterrado en el monasterio de Santa Cruz en Coímbra que ayudó a fundar donde había sido sepultada anteriormente su esposa la reina Mafalda de Saboya. En julio de 1520, sus restos fueron trasladados desde el sencillo sepulcro original a otro más elaborado que fue mandado a labrar por su descendiente el rey Manuel I de Portugal.3

Descendencia[editar]

Contrajo matrimonio con Mafalda de Saboya, hija del conde Amadeo III de Saboya, en 1146 y ya en mayo de ese año se menciona el nombre de su esposa en las confirmaciones de documentos regios.26​ De este matrimonio nacieron los siguientes hijos:27
  • Enrique (5 de marzo de 114728​-1155), llamado igual que su abuelo, falleció con apenas ocho años de edad. Representó a su padre, a pesar de su corta edad, con unos tres años en un concilio en la ciudad de Toledo;29
  • Urraca (114829​-121130​). Contrajo matrimonio con el rey Fernando II de León, hijo de Alfonso VII el Emperador, rey de León, y fue la madre del rey Alfonso IX de León. Ingresó como freira en la Orden de San Juan de Jerusalén y fue sepultada en el Monasterio de Santa María de Wamba, situado en la actual provincia de Valladolid;
  • Teresa (115129​-121831​), condesa de Flandes por su primer matrimonio con Felipe I32​ y duquesa de Borgoña por su segundo matrimonio con Eudes III;
  • Mafalda (115329​-después de 1162). En enero de 1160, su padre y el conde de BarcelonaRamón Berenguer IV, pactaron el matrimonio de Mafalda con el futuro Alfonso II de Aragón28​ que tenía unos tres o cuatro años de edad. Después de la muerte del conde de Barcelona en el verano de 1162, el rey Fernando II de León convenció a la reina viuda, Petronila de Aragón, para que anulase el compromiso del infante aragonés con Mafalda y se acordó su matrimonio con la infanta Sancha, hija del segundo matrimonio de Alfonso VII de León.33​ Se desconoce el año de la muerte de Mafalda que falleció siendo niña.
  • Sancho I de Portugal (11 de noviembre de 1154-26 de marzo de 1211). Bautizado con el nombre de Martín (Martinho) por haber nacido el día de dicho santo.29​ Sucedió a su padre en el trono y fue el segundo rey de Portugal;
  • Juan (1156-25 de agosto de 1164);34​ y
  • Sancha (24 de noviembre de 1157-1166/67), nació diez días antes de la muerte de su madre y murió antes de cumplir los diez años,3536​ según el libro de los óbitos del monasterio de Santa Cruz en un 14 de febrero.28
Antes de su matrimonio con Mafalda tuvo un hijo, el primer varón, de Chamoa Gómez, hija del noble gallego Gómez Núñez de Pombeiro y de Elvira Pérez de Traba, hermana de Fernando y de Bermudo Pérez de Traba:3738
  • Alfonso (1140-1207). Nacido alrededor de 1140, según recientes investigaciones, este es el mismo que también aparece llamado Fernando Alfonso que fue alférez del rey y después gran maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén. Su presencia se registra en la corte por primera vez en 1159 y sucedió en el cargo de alférez real a su medio hermano, Pero Pais da Maia (Pedro Peláez de Maia), hijo del matrimonio legítimo de su madre con el señor de Maia,39​ que ocupó el cargo desde 1147 hasta 1169, refugiado en el reino de León después de la derrota en Badajoz.3940
Con Elvira Gálter tuvo a:
  • Urraca Alfonso.41​ En 1185 su padre le donó Avô. En la donación estipula que el señorío solamente podía pasar a los hijos tenidos con su marido Pedro Alfonso de Ribadouro (también llamado Pedro Alfonso Viegas) nieto de Egas Moniz, «el Ayo».42​ lo que puede indicar otro matrimonio, anterior o después de enviudar de Pedro Alfonso. En 1187 cambió este señorío de Avô por el de Aveiro con su medio hermano, el rey Sancho I de Portugal. Falleció después de 1216 ya que en enero de ese año el matrimonio realizó una donación al monasterio de Tarouca.43​ Una hija de Urraca y su esposo Pedro Alfonso de Ribadouro fue Sancha Pérez de Lumiares que contrajo matrimonio con Pedro Rodríguez Girón.44
  • Teresa Alfonso (1135-?), en algunas genealogías aparece como hija de Elvira Gálter,45​ y en otras como hija de Chamoa Gómez. Se casó en primeras nupcias con Sancho Núñez de Barbosa de quien tuvo a Urraca Sánchez, la esposa de Gonzalo Méndez de Sousa, padre del conde Mendo González de Sousa llamado el «Sousaõ».46​ Después volvió a contraer matrimonio con el ricohombre Fernando Martins Bravo, señor de Braganza y de Chávez de quien no tuvo sucesión.46
También fue padre de:

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