sábado, 4 de julio de 2015

Epidemiología

Epidemias

La Peste castellana de 1422 no es muy conocida, y afectó principalmente a CuencaOcañaAlcalá de Henares y Sevilla.
Enrique de Villena alude a ella en su Tratado de la consolación, en uno de cuyos manuscritos figura un incipit de Juan Fernández de Valera, personaje a quien va dirigido este tratado, que menciona un brote pestilencial que ha asolado a la población de la ciudad de Cuenca durante los últimos meses de 1422, y como consecuencia del tal ha perdido a su mujer, su hija y toda su familia. La atestigua también la Crónica de Juan II de Álvar García de Santa María, como había atestiguado las de 1400-1402 y 1413-1414.
No figura en el catálogo ofrecido por Joaquín de Villalba Epidemiología española ó historia cronológica de las pestes, contagios, epidemias y epizootias que han acaecido en España desde la venida de los cartagineses hasta el año 1801, Madrid, 1802, recientemente reeditada en versión bilingüe (español/inglés), con estudio preliminar de Antonio Carreras Panchón con el título Joaquín de Villalba (1752-1807) y los orígenes de la historiografía médica española.

La epidemia de peste en Cuenca en 1422.


Noticias sobre el brote de peste de 1422 y sus consecuencias en la ciudad y tierras de Cuenca conocemos por la obra Tratado de Consolación de don Enrique de Villena,señor de Albornoz, y habitante de su castillo de Torralba.
El señor de Albornoz dedica esta obra a Juan Fernández de Valera, «servidor e húmil fechura» de don Enrique, para consolar a su servidor conocedor de que ha sufrido en su persona y en su familia la peste. Juan Fernández de Valera era caballero de su casa y pierde la mayor parte de su familia en la peste de Cuenca de 1422. Era Juan Fernández señor de Valera de Arriba, emplazamiento de la ciudad celtibero romana de Valeria.
Juan Fernandez de Valera, tras excusar su tardanza en escribir a don Enrique, "lo uno por andar alterado e ser absenté todo lo más del tienpo que en esta Qibdat duró la pestileuQia, e lo ai por las tentaciones, males e tribulaciones que aquélla o su cabsa, syn enbargo del fuyr", le relata como ha sufrido su familia la peste que ha ocasionado la muerte de algunos de sus familiares más cercanos, «... a duras penas so guarido de la landre, de la qual ha acerca de quatro meses que so pasionado. E en este comedio finó mi muger e una fija mía, e toda mi familia, e Garci Sánchez mi padre, e mis abuelos lohan Fernandes e su muger, e dos hermanos míos, e otros sobrinos e parientes e amigos muchos, tanto e en tal manera, señor, que fablando verdat a vuestra alteza, yo me siento muy solo e desabrigado en esta qibdat". Vemos que mueren su mujer, su suegro, Garci Sánchez, sus abuelos Juan Fernández y Constanza Fernández y dos hermanos
«Ca lohan Fernandes finó primero día de otubre, e Gar;i Fernandes a diez e nueve de otubre del año de veynte e dos. E la memoria déstos tira consigo la de Costanfa Fernandes, abuela vuestra" . Sin que se mencione la posterior fecha de la muerte de la abuela. 



La crónica de Alvar García de Santa María da noticias de los brotes de peste sucedidos entre 1400 y 1402 y 1413 y 1414. Tal es así que se suprime la convocatoria a Cortes "... Esto fizo el Rey, sin llamar sobre ello á Cortes, según se solía acostumbrar, por cuanto por muchas partes del reino había pestilencia, é era peligroso que á la corte viniesen gentes de estos tales lugares".
Por don Enrique de Villena sabemos que la mujer de Juan Fernández de Valera, cuñado del contador de Juan II Alonso Álvarez de Toledo "... fue el primero día de otubre, año de veynte e dos, estando Júpiter e Venus juntos en menos de cinco grados en Leo, recebidos del Sol, e Venus refibiente al Sol en su ensaltafion. Libra, e Mars en su casa de Venus, Tauro". Es don Enrique conocido el Astrologo o el Nigromante.
Da don Enrique noticias de la muerte de una hija de Juan Fernández de Valera, Leonor, fallecida también a causa de esta epidemia, "... murió a 26 días de setienbre del dicho año de 22 por estar Venus e Júpiter juntos e acatar de sextil, de signo a signo, a Saturno, ellos en casa del Sol e Saturno en el decaymiento del Sol ' '.


La epidemia de peste bubónica de 1422 tuvo una importante extensión en el reino de Castilla siendo el otoño la estación de mayor mortandad.

El Tratado de la lepra y de como está en las vestiduras e paredes lo escribe don Enrique a petición del medico de Juan II Alfonso Chirino de Cuenca. Vive don Alfonso en Guadaiajara y casó en Cuenca con Maria de Valera, hija de Juan Fernández de Valera, regidor en Cuenca. Era María sobrina del Contador y hermana de la Leonor que aquí se cita.

Es San Roque el que nos salva de la peste y así patrón de muchos pueblos. En este sentido recordar las columnas de la peste levantadas en centro europa para alejar las epidemias y dedicadas a la Santísima Trinidad, protectora contra la peste.

SAN ROQUE. Nació en Montpellier por el 1290, cuando esta ciudad estaba bajo el dominio de Jaime II de Aragón. Su padre Juan, era el gobernador de la ciudad y su madre Libera. Peregrina a Roma. Al pasar por lo ciudad de Aquapendente se encuentra con un brote de peste y Roque se queda para curar a los apestados. Sigue su camino a Roma y durante el trayecto encontró otras ciudades también apestadas:Rimini, Cesena... y en todas ellas se ofrece a cuidar de los enfermos. Tras tres años llega a Roma rodeado de su fama. En España lo encontramos en Plasencia donde se le manifiesta la enfermedad y se retira a una cueva abandonada y lejana de la ciudad. Pero un perro cada día entraba a ella trayéndole alimentos y ropa... Durante su agonía, un ángel enviado por Dios le curó las heridas. Una vez curado, San Roque regresó a su ciudad, donde fue detenido y murió encarcelado. A este santo se le identifica por su traje de peregrino y por el perro que suele acompañarlo.








La epidemia de cocoliztli de 1576 fue una peste del virus de cocoliztli, iniciada en agosto de ese año,1 que afectó al territorio del Virreinato de Nueva España —actualMéxico— y que dejó graves consecuencias. Junto con la epidemia de cocoliztli de 1545, fue una de las peores pestes sufridas en la Nueva España.- ...........................................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=b9ccbf782f1b8caaa3d7d55637217a43469f70fc&writer=rdf2latex&return_to=Epidemia+de+cocoliztli+de+1576


La Epidemia que acabo con los nativos americanos

Siempre se ha pensado y se ha tenido constancia que las enfermedades europeas fueron la que realmente exterminaron a los indígenas americanos debido al contacto entre culturas y porque no estaban preparados contra nuestras enfermedades. Pero recientes estudios han descubiertos que la causa de la mayor mortaldad y mortalidad registrada en el nuevo mundo no fue debido a las enfermedades europeas sino a una enfermedad que en esa zona se llamaba cocoliztli.

La epidemia de cocoliztli la cual traducida significa Coco , la raíz coco está asociada al concepto de enfermedad. Cocoliztli originalmente significaba: Enfermedad, mal, peste, epidemia empezó en 1545 la cual se extendio rápidamente y afecto a los indígenas con graves consecuencias mientras que a los invasores y esclavos esta fue leve. Sus apariciones aparecian en épocas de sequia importante. Hubo varias epidemias más en 1576, 1736 y 1813.

La enfermedad consistía en los siguientes síntomas:

Fiebres contagiosas.
Lengua seca y negra.
Sed intensa.
Orina color verde.
Pulso nulo.
Ojos y cuerpo amarillo.

Además el paciente sufría de delirios y convulsiones, dolor de corazón y pecho y temblores. Sin embargo la característica principal era el sangrado de oídos y naríz, para la mayoría las recaídas eran fatales. Los enfermos tenían excesiva sed, a los dos días se tornaban locos. La muerte era dolorosa, sin embargo rápida, aproximadamente un 90% de los casos morían después de 5 o 6 días.

Dada su alta mortalidad la situación se parecia a la Europa asolada por la Peste negra , Los muertos se agrupaban en las calles con los hospitales llenos de enfermos , agotando a los misioneros que los cuidaban , incluso algunos morian de extremo cansancio.

La primera epidemia de cocoliztli reportada fue en 1545 y se calcula que, en apenas 3 años, provocó la muerte a entre el 70 y el 80% de la población indígena, que entonces oscilaba entre los 20 y 25 millones. La epidemia fue más cruda y más larga en algunas regiones, además, logró extenderse a territorios guatemaltecos. la epidemia de cocoliztli se extendieron desde lo que hoy es Venezuela hasta los bosques boreales de Canadá, y desde el Pacífico hasta el Atlántico.

Los indígenas eran los principales encargados de la agricultura, gracias a la epidemia los trabajos de agricultura fueron abandonados, provocando la escasez de alimentos.Los pueblos fueron abandonados, junto con minas, campos e industrias. Al escasear trabajadores en las minas, las bajas eran cubiertas con migrantes, atraídos por incentivos económicos.

La disminución de la población indígena «determinó una depresión secular en la economía».Las epidemias de 1563 y de 1576 «favorecieron la creación de la sociedad novohispana y su economía».29 La epidemia fue seguida por la hambruna de 1588, además de otra epidemia en 1595, conllevó la muerte de muchos indígenas, lo cual, junto con otros factores, ayudó a la adopción de la «política de congregaciones» durante 1592 a 1606.

Además de registrar las 24 epidemias de cocoliztli y matlazahuatl y su relación con el clima, su duración e identificación geográfica, Acuña determinó que la combinación de guerras y sequías –seguidas por hambrunas y contagios– acabó con las poblaciones indígenas del norte de México.

Algunas epidemias eran por varios años, mientras otras duraban un mes, pero eran destructivas, como la influenza española de 1918, que no duró 30 días, pero mató al cinco por ciento de la población del país

Posiblemente la enfermedad cocoliztli fue una convinación de tifus, viruela, sarampión y paperas o en diversas enfermedades como gripe , fiebre hemorrágica, fiebre amarilla, incluso paludismo aunque relamente no se sabe porque esos síntomas no son comunes de ninguna enfermedad actual.

“Huey cocoliztli” en el México del siglo XVI: ¿una enfermedad emergente del pasado?

Cambiamos un poco el tercio para hablar de una enfermedad que ya no existe. Aunque resulte obvio, es en cierto modo tranquilizador pensar que las enfermedades emergentes no duran siempre, y que, como ya dijimos en un post anterior, igual que emergen, desaparecen, sea de forma natural, sea erradicadas por la acción humana.
Vamos a hablar del pasado, del siglo XVI, de México (La “Nueva España” en aquella época), de las grandes epidemias que asolaron la población en aquellas tierras, y de una enfermedad que resultó especialmente devastadora: el huey cocoliztli, que, siguiendo la descripción ofrecida en un post anterior de este blog (¿Qué son los virus emergentes?) representaría una auténtica enfermedad emergente en el siglo XVI.
Figura 1. Enfermos de viruela durante el sitio a México–Tenochtitlan. Códice Florentino, libro XII f. 53v (Imagen: Wikipedia Commons)
Entre las muchas cosas que los Europeos llevamos a América se cuentan, desgraciadamente, muchas enfermedades del Viejo Mundo, incluyendo las más conocidas como la viruela y elsarampión. El impacto de las mismas en las poblaciones indígenas del Nuevo Continente fue sin duda devastador. Sin embargo, la evidencia disponible parece indicar que dos de las epidemias más mortíferas del siglo XVI en México (y probablemente de las más mortíferas de la Historia), fueron causadas por una enfermedad del Nuevo Mundo, denominada en nahuatl “huey cocoliztli“, que significa algo así como “gran peste”.
A principios del siglo XVI se estima que la población mesoamericana rondaba los 22 millones de personas. El 1519 se declaró una epidemia de viruela, probablemente introducida por las tropas de Hernán Cortés, que acababan de arribar procedentes de Santiago de Cuba. La epidemia se extendió rápidamente entre 1519 y 1520, acabando con la vida de entre 5 y 8 millones de personas en la región (figura 2).

Colapso de la población de México en el siglo XVI
Figura 2. Colapso de la población de México en el siglo XVI diezmada por diversas enfermedades, entre ellas el huey cocoliztli (tomado de Acuña-Soto et al Emerging Infectious Diseases (2002) 8:4)
Sin embargo, la viruela de 1519-1520 no fue ni la única ni la peor epidemia que asoló aquel territorio en el siglo XVI, ya que hubo dos epidemias, una en 1545-48 y otra en 1576-80, que no fueron debidas a la viruela, y que, según algunas estimaciones, pudieron acabar con la vida de entre 12-15 millones la primera, y 2 millones más la segunda (14-17 millones en total) produciendo una de las mayores catástrofes demográficas de la historia, pues al final del siglo XVI la población superviviente quedó reducida a menos de 2 millones de personas, es decir, menos del 10% de la población presente inicialmente en la región (Figura 2). La población mexicana no volvió a los niveles pre-hispánicos hasta el siglo XX.
Y si no fue la viruela ¿que fue lo que causó semejante devastación? Por fortuna, nos ha llegado una descripción clínica muy precisa, efectuada por el que fuera Doctor de Cámara de Felipe II,Francisco Hernández, médico y naturalista (tradujo los 37 libros de la Historia Natural de Plinio del latín al español) y una de las figuras más brillantes del renacimiento en España, injustamente olvidada, y que a la sazón ostentaba el cargo de  ”Protomédico de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano“. Hernández no solo fue testigo directo de la epidemia de 1576, sino que en virtud de su cargo dirigió la intervención oficial para la salud pública durante la misma. A él debemos una descripción clínica tan detallada que ha permitido a algunos investigadores actuales aventurar el agente causal (1). El hallazgo del documento, de puño y letra del propio Hernández, en el Archivo del Ministerio de Hacienda de Madrid en 1956 representa en sí una verdadera suerte, pues su legado científico se creía perdido.
Hernández designaba en su texto a esta enfermedad “cocolistle“, el término nahuatl que empleaban los indígenas, y no usó ningún término español que designara una enfermedad del viejo mundo, como la viruela, el tifus o el sarampión, con las que estaba muy familiarizado, lo que ya da muestra de que estamos ante una entidad diferente (los indígenas usaban también otros nombres para viruela -huey zahuatl, granos grandes- y para sarampión -tepiton zahuatl, granos pequeños-). Se trataba de una enfermedad contagiosa febril muy letal, que afectaba sobre todo, pero no exclusivamente, a indígenas (también había víctimas de origen europeo y africano) y a jóvenes preferentemente. Los signos incluían fiebre alta, dolor de cabeza fuerte, sed, sequedad en la boca, vértigo, ictericia, lengua y orina oscuros, disentería, dolor torácico y abdominal, abscesos en los ganglios post-auriculares y del cuello, trastornos neurológicos severos y profusas hemorragias por la nariz, ojos y boca. La muerte solía ocurrir en 3-4 días desde los primeros síntomas. A la descripción clínica el propio Hernández añade una igualmente detalladadescripción epidemiológica, con detalles sobre la población afectada (raza, edad, etc), estacionalidad, variables atmosféricas y climáticas, etc.
El propio Hernández en su descripción, muy minuciosa, parece consciente de que está ante una enfermedad distinta y pone especial empeño en describirla a sus colegas europeos. Las similitudes con ciertas fiebres hemorrágicas ha llevado a algunos autores a postular que el agente causal sería un virus hemorrágico de la familia de los Arenavirus (1). Existen una serie de virus pertenecientes a esta familia, presentes en distintas regiones Americanas. Sus hospedadores y reservorios naturales son los roedores, que mantienen el patógeno en circulación sin sufrir ningún tipo de enfermedad, y desde ahí pueden ser contagiados al ser humano. En la figura 3 se muestran las diversas  especies de arenavirus americanos, cada una de ellas adaptada a una especie distinta de roedor como reservorio, y con una distribución geográfica característica. Algunos de estos arenavirus americanos son muy patogénicos para el ser humano, causando fiebres hemorrágicas a menudo letales. Los más conocidos son el virusJunin (Argentina), el virus Machupo (Bolivia), el virus Guaranito, (Venezuela), el virus Whitewater Arroyo (Nuevo México, EE.UU.) y el virus Sabiá (Brasil).
Figura 3. Distirbución de los Arenavirus del Nuevo Mundo (complejo "Tacaribe") indicando la especie de roedor que actua como reservorio en cada caso y la fecha y lugar del primer aislamiento. Imagen tomada de Jamie Dyal and Ben Fohner Stanford University Humans and Viruses Class of 2005, disponible en: http://www.stanford.edu/group/virus/arena/2005/SabiaVirus.htm
Estos virus se transmiten a través del aire contaminado con partículas víricas aerosolizadasprocedentes de indivíduos infectados o de reservorios animales, o bien contacto directo con éstos y/o con objetos contaminados. Son importantes en la aparición de brotes de la enfermedad ciertos factores ecológicos, como las explosiones poblacionales de los roedoresque actúan como reservorio.  Estas poblaciones varían estacionalmente, pero también hay variaciones mayores que pueden deberse a cambios ambientales, a menudo causados por laactividad humana, como el incremento de la superficie de un determinado cultivo, relacionado con la disponibilidad de alimento. Igualmente, cambios en la agricultura como la mecanización de la cosecha de cereales puede ayudar a “aerosolizar” resíduos de roedores asociados a estos cultivos, como parece que sucedió en los años ’50 del siglo XX cuando se observaron los primeros casos de estas fiebres hemorrágicas en América. Estos virus son activos en la actualidad, con brotes de fiebre hemorrágica boliviana (virus Machupo) en 2004, 2007-08 y 2011-12, o de fiebre hemorrágica venezolana en 1997-98, 2002-03 y 2011-12 (Fuente:www.promed.org).
Figura 4. Calomys laucha. Los roedores del género Calomys son reservorios naturales de arenavirus como el virus Junin o el virus Machupo, causantes de fiebres hemorrágicas en Argentina y en Bolivia, respectivamente (Imagen: Wikimedia commons).
Pero aunque la presentación clínica pueda ser bastante coincidente, los brotes de fiebres hemorrágicas por arenavirus en America se limitan a unos pocos, a lo sumo decenas, de casos, y  no producen, ni de lejos,  epidemias como la que causó el huey cocoliztli. ¿Cómo explicar que arrasara de una manera tan fulminante a tanta población en tan poco tiempo? Para intentar explicarlo hay que tener en cuenta algunos factores socioeconómicos e incluso climáticos que reinaron en aquella época en la “Nueva España”. Por un lado, los españoles instauraron un régimen de “Encomiendas” para explotar los recursos, incluida la agricultura, que mantenían a los indígenas en buena medida en régimen de semiesclavitud. Ello podría explicar que éstos fueran más vulnerables a la enfermedad, ya que al trabajar en el campo podrían estar más expuestos al contagio. Por otro lado, existe evidencia (basada sobre todo en estudiosdendrocronológicos,  mediante análisis de los anillos de los árboles) de que ambas epidemias tuvieron lugar en medio de una gran sequía, algo que coincide en parte con las descripciones que Hernández hizo del ambiente que reinaba en la segunda epidemia. Algunos investigadores han propuesto que esas sequías, interaccionando con factores socioeconómicos y ecológicos, pudieron exacerbar la epidemia (2).
En conclusión, las epidemias del pasado pueden enseñarnos lecciones  útiles para el presente y el futuro: que en la naturaleza no hay compartimentos independientes, sino que todo está muy interrelacionado, y la acción humana sobre la naturaleza siempre tiene un impacto, que a veces nos rebota en forma de enfermedades emergentes tan terribles como el huey cocoloztli. Otra lección puede ser que, como dijimos al principio, igual que emergen, desaparecen. El huey cocoliztli pudo quizá ser debido a una infección por un arenavirus transmitido por roedores,  que en la actualidad se haya extinguido, o evolucionado, refugiándose en algún roedor alejado del hábitar humano. Sea así o no, los arenavirus americanos ejemplifican muy bien la adaptación perfecta de algunos virus a un  ”reservorio natural”, y que una disrupción suficientemente intensa de su ciclo infectivo puede provocar el salto a otra especie animal, lo que constituye la “marca” de una enfermedad emergente.

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