sábado, 18 de julio de 2015

Genomas

Genomas secuenciados

El homínido de Denísova u hombre de Denisova es el nombre dado a una posible nueva especie de Homo, identificada a través del análisis del ADN de restos óseos encontrados en Siberia, cuyo descubrimiento se anunció en marzo de 2010. Se ha sugerido que esta nueva especie vivió entre hace un millón y 40 000 años, en áreas en las que también vivían neandertales y Homo sapiens,1 2 aunque su origen se encontraría en una migración (salida de África) distinta a las asociadas con humanos modernos y neandertales.3 En caso de confirmarse como nueva especie de Homo, el nombre oficial podría ser Homo siberiensisHomo altaiensis o más probablemente Homo denisoviensis. En contra de la opinión de la mayoría de los expertos, algunos opinan que debería tratarse como subespecie de H. sapiens.- .............................................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=82cb3baa5b1132177f581b354945a09b67eb5c07&writer=rdf2latex&return_to=Hom%C3%ADnido+de+Den%C3%ADsova
denisovaNo era Homo sapiens, ni tampoco un neandertal. Los restos encontrados en la cueva de Denisova pertenecieron a un grupo de homínidos extintos que abandonaron África en un movimiento migratorio distinto al de nuestros ancestros. Ahora, los científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva han hecho público el genoma completo del homínido de Denisova, lo que servirá a científicos de todo el mundo para investigar acerca de nuestros orígenes.

En el año 2010, un grupo de arqueólogos rusos encontraba en la cueva de Denisova, al sur de Siberia, unos restos que causaron sensación entre la comunidad científica. Las secuencias de DNA mostraban que se trataba de una especie hasta entonces desconocida que fue llamada homínido de Denisova. Junto a los neandertales, estos homínidos serían los parientes extintos más cercanos a los actuales humanos.
Dos años después, los investigadores del Instituto Max Planck han desarrollado una nueva técnica que ha permitido secuenciar de forma mucho más específica el genoma completo del hombre de Denisova, utilizando para ello menos de 10 miligramos del hueso del dedo. En la versión anterior, el nivel de resolución permitía establecer el parentesco entre los denisovianos y los neandertales con los humanos modernos, pero no era posible estudiar la evolución de partes específicas del genoma.

Esta es la primera secuencia completa y de alta calidad que se tiene del genoma de un grupo de homínidos extintos. Aunque los científicos pretenden publicar un artículo describiendo su trabajo, la nueva versión del genoma ya está accesible de forma gratuita a través de Internet. La razón de compartir su descubrimiento es, en palabras del investigador principal Svante Pääbo, "que biólogos de todo el mundo puedan descubrir cambios genéticos que fueron importantes para el desarrollo de la cultura y tecnología humana y que permitieron a los homínidos modernos salir de África y extenderse rápidamente por todo el planeta".
  • Los restos del homínido de Denísova se hallaron en 2014  en Siberia
  • El homínido de Denísova se ha identificado gracias al ADN encontrado en Siberia
  • Esta especie pudo vivir (entre) hace 40.000 años o un millón.
Homínido de Denísova
Ya en el artículo “Revelado el genoma neandertal” se pinceló una descripción del hallazgo del homínido de Denísova. En este artículo se ahonda más en su descubrimiento y secuencia de genoma.
También ha sido llamado Hombre de Denísova y se presume que es una especie del géneroHomo una vez analizado el ADN de restos óseos encontrados en Siberia (con los cuales se identificó esta nueva especie).

Nuevo genoma que nos revela una nueva especie

Tras analizar un hueso del dedo, perteneciente a una niña de la cual se calcula una edad de siete años se consiguió una secuencia del genoma de Denísova.
En 2013 se publicó la secuencia mitocondrial en la revista “Nature” de un fémur procedente del yacimiento de Atapuerca (de hace 400.000 años) y cuya coincidencia es mayor con el genoma denisovano que con el neandertal. Dicha coincidencia refuerza la teoría de que existen distintas especies de Homo en Eurasia.
homínido de denísova

Una especie en coexistencia con otras dos

El fragmento del cual se extrajo el ADN pertenece a los restos óseos hallados en Siberia(concretamente en los Montes Altái) cuyo nombre es “mujer X”; fue encontrado en los estratos fechados con una antigüedad de entre 30.000 y 50.000 años de las cuevas de Denísova. Además del hueso se vieron herramientas y otros útiles.
El equipo de Antropología Evolutiva del  Instituto Max Planck (Alemania) secuenció el ADN mitocondrial, recibiendo la información de un ancestro común entre el Homínido de Denísova, el Neandertal y el Homo sapiens (el cual se calcula que pudo habitar en la Tierra entre hace un millón de años o 40.000).
La secuencia indica que es procedente de una migración desde África, la cual difiere de la del sapiens en Europa y la de los neandertales; incluso a la pronta migración del Homo erectus.
Otro descubrimiento en el mismo lugar que el hueso del dedo fue un molar, cuya morfología difiere a la del neandertal y el humano moderno, haciendo comprender que hubo un ser humano evolutivamente distinto.

Otros descubrimientos antropológicos

En Asia fueron también hallados otros fósiles como los de Homo erectus encontrados en China y Asia, e incluso el cráneo de Dalí (China, 200.000 años), el hombre de Solo (Java, entre 40.000 y 60.000 años), la mujer de Jinniushan (China, 165.000 años), el cráneo de Xuchang(China, 100.000 años) y la mandíbula de Zhirendong (China, 106.000 años).
Está demostrado que al igual que los europeos han heredado un 2,5% del genoma neandertal,la población étnica papúa junto a la de Melanesia y aborígenes australianos e isleños del Estrecho de Torres poseen entre un 4% y un 6%  del genoma denisovano.



El genoma de la leucemia mieloide aguda (LMA) de 200 muestras fue secuenciado y evaluado por los investigadores de The Cancer Genome Atlas (TCGA). Las 200 muestras que han sido registradas en la Universidad de Washington en San Luis (entre nociembre de 2001 y marzo de 2010) fueron seleccionadas de un conjunto de más de 400 muestras para el análisis, lo que representa todo el mundo, al describir los subtipos morfológicos y citogenéticos de la enfermedad, en proporciones reales.1 2 3 Esto estudio fue publicado en la revista "The New England Journal of Medicine" el 30 de mayo de 2013.4 La secuenciación del genoma completo de la LMA permite conocer los genes mutados en comparación con los genes normales de células no modificadas que afectan a los distintos enfermos, y establecer cuales son comunes o frecuentes, lo que permitirá diseñar tratamientos específicos para cada paciente.- ......................................................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Especial:Libro&bookcmd=download&collection_id=bb757d8b38ff6ae709b466bcab162b904ea9c04c&writer=rdf2latex&return_to=Genoma+de+la+leucemia+mieloide+aguda

Información general

Por fortuna, el cáncer es poco frecuente en los niños y adolescentes, aunque la incidencia general de cáncer infantil ha aumentado lentamente desde 1975.[1] Los niños y adolescentes con cáncer se deben derivar a centros médicos que cuenten con un equipo multidisciplinario de especialistas en cáncer con experiencia en el tratamiento de los cánceres que se presentan en la niñez y la adolescencia. Este enfoque de equipo multidisciplinario incorpora la pericia del médico de atención primaria, subespecialistas en cirugía pediátrica, radiooncólogos, oncólogos o hematólogos pediatras, especialistas en rehabilitación, especialistas en enfermería pediátrica, trabajadores sociales y otros, con el fin de asegurarse que los pacientes reciban los tratamientos, cuidados médicos de apoyo y rehabilitación que les permita lograr una supervivencia y calidad de vida óptimas. (Para obtener información específica sobre los cuidados médicos de apoyo para niños y adolescentes con cáncer, consultar los sumarios del PDQ sobre Cuidados médicos de apoyo).
La American Academy of Pediatrics delineó las directrices para los centros de cáncer pediátrico y su función en el tratamiento de los pacientes de cáncer infantil.[2] En estos centros de oncología infantil, se llevan a cabo ensayos clínicos para la mayoría de los tipos de cáncer que se presentan en niños y adolescentes, y la misma oportunidad se les ofrece a la mayoría de los pacientes o sus familiares. Estos ensayos clínicos para niños y adolescentes con cáncer están diseñados generalmente para comparar lo que se considera un tratamiento posiblemente mejor con el tratamiento que se considera estándar. La mayor parte de los avances obtenidos en la identificación de tratamientos curativos para el cáncer infantil se lograron mediante ensayos clínicos. Para mayor información sobre ensayos clínicos en curso, consultar el portal de Internet del NCI.
Se han logrado mejoras considerables en la supervivencia de niños y adolescentes con cáncer.[1] Entre 1975 y 2010, la mortalidad por cáncer infantil disminuyó en más de 50%. Para la leucemia mieloide aguda, la tasa de supervivencia a 5 años aumentó durante el mismo período de menos de 20 a 68% en niños menores de 15 años y de menos de 20 a 57% en adolescentes de 15 a 19 años.[1] Los niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer necesitan un seguimiento minucioso porque los efectos secundarios del tratamiento de cáncer pueden persistir o presentarse meses o años después de este. (Para mayor información específica acerca de la incidencia, el tipo y la vigilancia de los efectos tardíos en niños y adolescentes sobrevivientes de cáncer, consultar el sumario del PDQ sobre Efectos tardíos del tratamiento anticanceroso en la niñez).

Leucemias mieloides en niños

Aproximadamente 20% de las leucemias infantiles son de origen mieloide y representan un espectro de neoplasias malignas hematopoyéticas.[3] La mayoría de las leucemias mieloides son agudas y las restantes incluyen los trastornos mieloproliferativos crónicos o subagudos como la leucemia mielógena crónica (LMC) y la leucemia mielomonocítica juvenil (LMMJ). Los síndromes mielodisplásicos se presentan con mucha menos frecuencia en los niños que en los adultos y, casi invariablemente, consisten en afecciones clonales y preleucémicas.
La leucemia mieloide aguda (LMA) se define como un trastorno clonal ocasionado por una transformación maligna de una célula madre autorrenovable, derivada de la médula ósea o progenitora, la cual muestra una disminución en la tasa de autodestrucción, al igual que una capacidad de diferenciación anómala y, a menudo, limitada. Esta actividad conlleva un aumento en la acumulación en la médula ósea y otros órganos debido a estas células mieloides malignas. Para llamarse aguda, la médula ósea generalmente debe incluir más de 20% de blastocitos leucémicos, con algunas excepciones según se observó en secciones subsiguientes.
La LMC es el trastorno mieloproliferativo crónico más común en la niñez aunque representa solo de 10 a 15% de la leucemia mieloide infantil.[3] A pesar de que la LMC se diagnostica en niños muy pequeños, la mayoría de los pacientes tienen 6 años o más. La LMC es una panmielopatía clonal que incluye todos los linajes de las células hematopoyéticas. Aunque el recuento de glóbulos blancos (GB) puede resultar extremadamente elevado, la médula ósea no muestra un número alto de blastocitos leucémicos durante la fase crónica de esta enfermedad. La LMC se caracteriza, casi siempre, por la presencia del cromosoma Filadelfia, una traslocación entre los cromosomas 9 y 22 (es decir, t(9;22)) que produce la fusión de los genes BCR y ABL. Otros síndromes mieloproliferativos crónicos, como la policitemia vera y la trombocitosis esencial, son extremadamente poco comunes en los niños.
La LMMJ representa el síndrome mieloproliferativo más común que se observa en niños menores. La LMMJ se manifiesta a una mediana de edad de 1,8 años y característicamente se presenta con hepatoesplenomegalia, linfadenopatía, fiebre y erupción cutánea con un recuento leucocitario alto y mayor número de monocitos circulantes.[4] Además, los pacientes suelen tener hemoglobina F elevada, hipersensibilidad de las células leucémicas al factor estimulante de la colonia de granulocitos y macrófagos (FEC-GM), monosomía 7 y mutaciones de las células leucémicas en un gen que está afectado por la señalización de la vía de RAS (por ejemplo, NF1KRAS/NRASPTPN11 o CBL).[4,5]
El trastorno mieloproliferativo transitorio (TMT) (también conocido como leucemia transitoria) que se observa en lactantes con el síndrome de Down representa una expansión clonal de mieloblastos que pueden resultar difícil de distinguir de la LMA. Cabe destacar que el TMT remite de manera espontánea en la mayoría de los casos en los tres primeros meses de vida. Los blastocitos del TMT son generalmente características de diferenciación megacarioblásticas y tienen mutaciones distintivas que comprenden el genGATA1.[6,7] El TMT se puede presentar en lactantes fenotípicamente normales con mosaicismo genético en la médula ósea para la trisomía 21. Mientras que el TMT generalmente no se caracteriza por anomalías citogenéticas aparte de la trisomía 21, la presencia de hallazgos citogenéticos adicionales puede pronosticar un mayor riesgo de presentar LMA más tarde.[8] Aproximadamente 20% de los lactantes con el síndrome de Down y TMT, a la larga presentan LMA, con la mayoría de casos diagnosticados en los tres primeros años de vida.[7,8] En 10 a 20% de los niños afectados se presenta muerte prematura debido a complicaciones relacionadas con un TMT.[8,9] Los lactantes con organomegalia evolutiva, efusiones viscerales y pruebas de laboratorio que muestran disfunción hepática evolutiva tienen particularmente riesgo alto de mortalidad prematura.[8]
Los síndromes mielodisplásicos en niños representan un grupo heterogéneo de trastornos que se caracterizan por hematopoyesis ineficaz, deterioro en la maduración de los progenitores mieloides con características morfológicas displásicas y citopenias. A pesar de que la mayoría de los pacientes tiene médula ósea hipercelular sin un número elevado de blastocitos leucémicos, algunos pacientes pueden presentar una médula ósea muy hipocelular, dificultando la distinción entre la anemia aplásica grave y la LMA con número bajo de blastocitos.
Hay factores genéticos de riesgo relacionados con la presentación de una LMA. Hay una tasa de concordancia alta de LMA en gemelos idénticos; sin embargo, no se cree que esto se relacione con los riesgos genéticos sino, no más bien, con la circulación compartida y la incapacidad de un gemelo de rechazar las células leucémicas del otro gemelo durante el desarrollo fetal.[10-12] Hay un riesgo estimado de 2 a 4 veces más alto de que ambos gemelos fraternos presenten leucemia, hasta los 6 años de edad, después de esa edad el riesgo no es marcadamente superior al de la población general.[13,14] La presentación de la LMA también se h relacionado con una variedad de síndromes predisponentes que resultan de los desajustes o inestabilidades de los cromosomas, los defectos en la reparación del ADN, las alteraciones en el receptor de la citocina o la activación de las señales de las vías de transducción, así como una alteración de la síntesis de proteínas.[15]
Síndromes genéticos heredados y adquiridos relacionados con neoplasias mieloides malignas
  • Síndromes hereditarios
    • Desajustes cromosómicos:
      • Síndrome de Down.
      • Monosomía familiar 7.
    • Síndromes de inestabilidad cromosómica:
      • Anemia de Fanconi.
      • Disqueratosis congénita.
      • Síndrome de Bloom.
    • Síndromes de crecimiento y defectos de las vías de señalización de la supervivencia celular:
      • Neurofibromatosis tipo 1 (particularmente la presencia de LMMJ).
      • Síndrome de Noonan (particularmente la presencia de LMMJ).
      • Neutropenia congénita grave (síndrome de Kostmann).
      • Síndrome de Shwachman-Diamond.
      • Anemia de Diamond-Blackfan.
      • Trombocitopenia amegacariocítica congénita.
      • Síndrome de la línea germinal de CBL (en especial, en la LMMJ).
  • Síndromes adquiridos
    • Anemia aplásica grave.
    • Hemoglobinuria nocturna paroxística.
    • Trombocitopenia amegacariocítica.
    • Monosomía 7 adquirida.
  • Síndrome mielodisplásico familiar (SMD) y síndromes de LMA[16]
    • Trastorno plaquetario familiar con propensión a presentar LMA (relacionada con mutaciones en la línea germinal de RUNX1).
    • Síndromes de MDS y LMA familiares con mutaciones en la línea germinal deGATA2.
    • Síndromes de MDS y LMA familiares con mutaciones en la línea germinal deCEBPA.
    • Trastornos de las características biológicas de los telómeros debido a una mutación en TERC o TERT (es decir, disqueratosis oculta congénita).
También está en estudio la susceptibilidad genética asindrómica a la LMA. Por ejemplo, la homozigocidad de un polimorfismo IKZF1 específico se relacionó con un mayor riesgo de LMA infantil.[17]

No hay comentarios:

Publicar un comentario