viernes, 25 de septiembre de 2015

Electromagnetísmo

Álgebra del espacio físico

En física, el álgebra del espacio físico (AEF) es el Clifford o álgebra geométrica Cl_{3} del Espacio euclídeo tridimensional, con énfasis en su estructura paravectorial.
El álgebra de Clifford Cl3 tiene una representación fiel, generada por las matrices de Pauli, en la representación de spin C2.
El AEF puede ser usada para construir un formalismo compacto, unificado y geométrico para la mecánica tanto clásica como cuántica.
El AEF no debe ser confundida con el álgebra del espaciotiempo, que se ocupa del Álgebra de Clifford C1,3(R) del espacio-tiempo de Minkowski cuatridimensional.- ................................:https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=%C3%81lgebra_del_espacio_f%C3%ADsico&printable=yes




Biofotón

El biofotón (del griego βιο, que significa « vida » y φωτο, « luz ») es un fotón de origen biológico que no es el resultado de los productos de una reacción enzimática específica.
Se trata por tanto de una quimioluminiscencia de origen biológico que se distingue de la bioluminiscencia por la ausencia de mecanismo enzimático relacionado, y por una magnitud o intensidad ultra-débil (del inglés, ultra-weak spontaneous photon emission, o a veces, de forma más simple, ultra-weak photon emission). Fritz-Albert Popp, inventor del término, definió los biofotones mediante la intensidad de su emisión en la superficie de los tejidos vivientes, que es del orden de 10 a 1000 fotones por centímetro cuadrado y por segundo.1
La biofotónica concierne al estudio, investigación y utilización del conocimiento sobre los biofotones. Las investigaciones tratan por lo general sobre puntos fundamentales de biofísica y materias relacionadas — por ejemplo, el metabolismo y el crecimiento y diferenciación de la célula, las relaciones entre la así llamada «luminiscencia retardada» y el espectro de las emisiones luminosas en la bioquímica de las macromoléculas en los tejidos vivos, etc.
La magnitud típica de los biofotones en los espectros visible y ultravioleta es como mucho del orden de algunas centenas por centímetro cuadrado de superficie y segundo, es decir, mucho más débil que la de la bioluminiscencia típica, pero más fuerte que en latermodinámica en el caso de los cuerpos negros. En un primer momento, la detección de estos fotones ha sido realizada por Fritz-Albert Popp gracias al desarrollo de tubos fotomultiplicadores de sensibilidad incrementada y con ruido de fondo disminuido. No obstante, con esta técnica, solo podían analizarse muestras biológicas de pequeña dimensión, tal como fragmentos de tejidos celulares o semillas (grains). Con el desarrollo de sensores CCD y de lentes ópticas con prestaciones mejoradas, Masaki Kobayashi, del Tohoku Institute of Technology en Sendai, en Japón, ha conseguido fotografiar la emisión de biofotones macroscópicamente en la superficie de individuos en reposo con tiempos de exposición de menos de 20 minutos.2 Esto ha permitido confirmar por primera vez una correlación entre actividad metabólica y emisión de biofotones independiente de la temperatura y de la emisión de radiación infrarroja.
Hace años que se está empezando a rearticular una investigación y aplicación científica de la biofotónica en relación a posibles terapias médicas.3 Existen evidencias que indican que es necesaria la colaboración de una intensa actividad fotónica dentro de la célula para que la reactividad química alcance la magnitud que de hecho alcanza en ella: «(dicha actividad química intensa) solo es posible si existe una cavidad resonadora de ondas, que también proporciona tanto la estabilidad necesaria para las disposiciones moleculares como las fuerzas que guían su movimiento».4 Por tanto, según Popp desarrolla en el artículo citado,5 si utilizamos la hipótesis sugerida por estos hechos (la de la coherencia de los fotones) vemos que podemos predecir «una diversidad de fenómenos biológicos […] proveyéndonos con una base fiable desde donde poder examinar la teoría y obtener una comprensión más profunda de la biología».

Los biofotones son pequeñas unidades de luz que los organismos vivos almacenan y utilizan en sus procesos biológicos. Según estudios del Dr Fritz-Albert Popp son transmisores de una importante bio-información. Todos los seres vivos emiten biofotones y sus ritmos de emisión permiten ver la diferencia entre un estado saludable y un estado alterado.
Según el Dr Joseph Mercola, mientras más energía lumínica haya almacenada en los alimentos que ingerimos, mayor será el poder de sus campos electromagnéticos y mayor será la energía de la que dispondremos para mantener una salud óptima.
Compartimos contingo un extracto del artículo "Los mejores y los peores vegetales que puede comer" del Dr. Joseph Mercola en el que explica que es un biofotón y como lo utilizan los seres vivos en lo que alimentación se refiere.
El doctor Joseph Mercola es el director de la Clínica de Salud Optima en Chicago (Estados Unidos), una de las clínicas líderes en medicina natural, y es el fundador de la web Mercola.com, número uno en el ranking mundial de sitios de salud natural más visitados del mundo y la cuarta web de salud más visitada del mundo. Ha escrito diversos libros relacionados con diferentes temas como por ejemplo: La dieta sin cereales, Programa para alcanzar la salud óptima, El gran engaño de la epidemia de la gripe aviarDulce Engaño, Beneficios de la exposición solar, Responsabilízate de tu Salud y Generación XL.

La Importancia de Comprar Vegetales Frescos

Comprar sus vegetales de una fuente local y orgánica es la forma ideal de asegurarse que sus vegetales estén frescos y que sean de alta calidad. Le recomiendo firmemente evitar los vegetales marchitos de cualquier tipo, porque cuando los vegetales se marchitan, pierden mucho de su valor nutricional. De hecho, los vegetales orgánicos marchitos podrían ser menos saludables que los vegetales convencionales frescos.
Otra razón para comprar su vegetales orgánicos en una fuente local es que mientras más frescos sean, mayor será su contenido de biofotones.

¿Qué Son los Biofotones?

Los biofotones son pequeñas unidades físicas de luz, que son almacenadas y utilizadas en todos los organismos biológicos.
El Dr. Fritz-Albert Popp fue el primero en sugerir que esta luz dentro de todos los organismos biológicos debe originarse, al menos en parte, de los alimentos que come. Cuando usted come alimentos de origen vegetal, se cree que las ondas de luz (fotones) se asimilan en las células de su cuerpo. El propósito de estos biofotones es mucho más importante de lo que se cree, porque son los transmisores de importante bio-información utilizada en muchos procesos vitales del cuerpo.
Todo organismo vivo emite biofotones o bajos niveles de luminiscencia (luz con una longitud de onda entre 200 y 800 nanómetros). Se cree que mientras más alto sea el nivel de energía de luz emitido por una célula, mayor será la vitalidad y el potencial de transferir la energía de la luz a su cuerpo. En otras palabras, mientras más luz haya almacenada en un alimento, más nutritivo será al momento de consumirlo. Los vegetales frescos y orgánicos son ricos en esta energía de luz biofotónica.

Las enfermedades pueden presentarse cuando la emisión de Biofotones no está sincronizada

La investigación realizada por el  Dr. Popp también demostró que las emisiones de luz de las personas sanas siguen una serie de ritmos biológicos durante el día y la noche y también durante la semana y el mes. Sin embargo, en sus estudios, las emisiones de luz de los pacientes con cáncer no tuvieron tanto ritmo, parecían revueltos, lo que sugiere que sus células no se comunicaban apropiadamente. Asimismo, de acuerdo con la investigación del Dr. Popp, los pacientes con esclerosis múltiple tenían exceso de luz, lo que provocaba lo que él considera una confusión a nivel celular.
Incluso el estrés puede influir en la emisión de biofotones, provocando un aumento cuando el estrés aumenta. También se sabe que los productos químicos causantes de cáncer alteran la emisión de biofotones, interrumpiendo la comunicación celular adecuada, mientras que ciertas sustancias naturales pueden ayudar a restaurar la comunicación adecuada.
Por ejemplo, el Dr. Popp descubrió que el muérdago parece restaurar las emisiones de biofotones de las células tumorales a un nivel normal. Curiosamente, incluso la medicina convencional confirmó que el extracto de muérdago parece tener un efecto benéfico en el cáncer1, con un estudio2 publicado en Alternative Therapies in Health and Medicine, demostrando que las tasas medias de supervivencia casi se duplicaron entre las pacientes con cáncer de mama que recibieron extracto de muérdago.

Un consejo importante para recolectar la valiosa energía de la Luz

Como ya lo saben las personas que leen mis artículos con frecuencia, he recomendado durante mucho tiempo que su alimentación se base en alimentos CRUDOS con el fin de mantener una salud óptima. Esto debido a que los alimentos crudos tienen el mayor contenido de energía biofotónica.
Mientras más energía de luz haya almacenada proveniente de los alimentos crudos (esto no debe ser confundido con el estado de su vitamina D, que es producido por el sol en su piel), mayor será el poder de sus campos electromagnéticos en general y por consecuencia habrá más energía disponible para curar y mantener una salud óptima.
Creo firmemente que es sólo cuestión de tiempo antes de que la importancia de la energía de la luz en su salud y bienestar sea ampliamente reconocida y aplicada en el campo de la medicina. Mientras tanto, debe recordar que su cuerpo no está compuesto únicamente de tejidos, vasos sanguíneos y órganos- sino que también está compuesto de luz.









buscador de satélites (o sat finder) es un medidor de señal de satélite utilizado para orientar con precisión una antena parabólica hacia los satélites de comunicaciones en órbita geoestacionaria.1 2 3
Por lo general los modelos sencillos están provistos de un s-meter y un potenciómetro de sensibilidad. Al apuntar la antena hacia el satélite, el s-meter se satura, entonces, se puede ajustar la sensibilidad para poder alinear con más precisión. El SAT FINDER debe colocarse entre el Low-Noise Block Down Converter (LNB) y el receptor de satélite.
Los antenistas los utilizan frecuentemente para orientar las antenas de recepción de radio y televisión y obtener así la mejor señal, tanto para la televisión terrestre como para la que se emite vía satélite y luego para medir la señal llega a las tomas de usuario, para verificar que lo hace adecuadamente.
También es utilizado para localizar emisiones de señales electromagnéticas, (ondas de radio, generalmente), que en algún momento pudieran interferir en otros canales.


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