miércoles, 23 de septiembre de 2015

Términos médicos


El anismo es la dificultad para defecar por una descoordinación entre el recto y el anoque impide que puedan salir las heces con normalidad.1 Hay un bloqueo de ladefecación, sin alteración anatómica, causada por un fallo en la relajación o por una contracción paradójica de la musculatura estriada esfinteriana y del suelo pelvianodurante la defecación.2 La principal consecuencia es una dificultad para la expulsión de las heces que puede originar estreñimiento crónico.
El mecanismo por el cual se produce el estreñimiento es un fallo para rectificar el ángulo anorrectal y para acortar el canal anal por la contracción mantenida del músculo puborrectal.3
En el anismo hay una alteración de la sinergia del mecanismo de la defecación, de tal manera que la musculatura del suelo pélvico se contrae en lugar de relajarse sincrónicamente con el esfuerzo de la prensa abdominal y la relajación anal que se producen durante la defecación.
Se basa en la presencia de un cuadro clínico de estreñimiento de larga evolución, junto con los hallazgos radiológicos mediante enema opaco.
El tratamiento actual suele ser el biofeedback, que consiste en enseñar a los pacientes durante una defecación simulada a relajar los músculos estriados del suelo pélvico y el esfínter anal externo, a sentir volúmenes cada vez más pequeños de distensión rectal (disminución del umbral sensitivo rectal) y a aumentar la presión intraabdominal de forma efectiva durante la defecación. Con esta técnica mejora subjetiva y objetivamente la función anorrectal entre el 60-80% de los pacientes.5 6 7 Se encuentran en fase de desarrollo estudios de la inyección de toxina botulínica en el músculo puborrectal con resultados por definir.

Anismo
(155) Stylized depiction of action of puborectalis sling.png
Diagrama que muestra la acción del músculo puborrectal, y la formación del ángulo anorrectal. A) músculo puborrectal, B) recto, C) localización del anillo anorrectal y del ángulo anorrectal, D) canal anal, E) borde anal, F) representación del esfínter anal interno y externo, G) coxissacro, H) sínfisis del pubis, I) isquion, J) hueso púbico.
Clasificación y recursos externos
CIE-10K59.8
CIAP-2D99
Sinónimos
  • Contracción paradójica del esfínter anal
  • Contracción paradójica del músculo puborrectal
  • Contracción paradójica del piso pélvico
  • Contracción paradójica del suelo pélvico
  • Defecación disinérgica
  • Defecación obstructiva funcional
  • Disinergia del piso pélvico
  • Disinergia del suelo pélvico
  • Disinergia rectoesfinteriana
  • Síndrome del piso pélvico espástico
  • Síndrome del suelo pélvico espástico











Anomia (haplología de "*an-onomía" y del griego ὄνομα ónoma, 'nombre') es un desorden neuropsicológico, caracterizado por la dificultad para recordar los nombres de las cosas.
Anomia es el trastorno del lenguaje que impide llamar a las cosas por su nombre.1 Es la pérdida parcial o total de la capacidad para evocar los nombres, constituyendo uno de los elementos básicos de los síndromes afásicos. La mayoría de las personas sufre un grado leve o moderado de anomia con la edad, pero puede ser el comienzo de las enfermedades que cursan con demencia.

La anomia es un trastorno que se caracteriza fundamentalmente por la dificultad de recordar el nombre de las cosas, ya sea por una lesión o simplemente por el desgaste producido por el envejecimiento o enfermedades degenerativas como el alzeimer. Este tipo de pacientes describen la frustración que experimentan al ser incapaces de articular una palabra que están buscando, por lo que, con frecuencia, utilizan un sinónimo incorrecto. Las pausas frecuentes y las verbalizaciones estereotipadas suelen cubrir las lagunas de la conversación.                                                                                                                                                                                    
Algunos de los síntomas que presenta la anomia son:
 Si el paciente tiene dificultad para encontrar la palabra correcta al hablar y escribir. Por ejemplo, en lugar de usar una palabra exacta, usará palabras ambiguas o con muchos rodeos, como:
  • Usar descripciones generales en lugar de especí­ficas: decir lugar donde las personas duermen  para  decir dormitorio
  • Decir qué hace una cosa, pero no qué es:  cosa que las personas conducen para automóvil.
En la mayorí­a de los casos, el paciente puede entender el lenguaje oral y leer.
Si notamos éstos síntomas debemos consultar a nuestro médico, el cual, si lo considera oportuno, nos hará un examen neurológico, nos preguntará por los síntomas y antecedentes clínicos.
+    Es posible que le realicen un examen de los músculos del habla.
+    Exámenes para valorar las habilidades del lenguaje – por ejemplo, identificar objetos, definir palabras, y escribir
+    Tomografía computerizada (TC): un tipo de radiografí­a que usa una computadora para obtener imágenes de estructuras internas de la cabeza
+    Resonancia magnética (RM): un examen que usa ondas magnéticas para obtener imágenes de estructuras internas de la cabeza
+    Electroencefalograma (EFG):  un examen que registra la actividad cerebral al medir las corrientes eléctricas a través del cerebro (podrá realizarse en algunas situaciones)
Después el paciente puede ser derivado a un neurólogo. Éste es un médico que se especializa en enfermedades del sistema nervioso.







anorexia (del griego αν- (an-), es un prefijo que denota falta, yόρεξη (orexe), apetito) se emplea para describir la inapetencia o falta de apetito que puede ocurrir en circunstancias muy diversas, tales como estados febriles, enfermedades generales y digestivas o simplemente en situaciones transitorias de la vida cotidiana. La anorexia es, por lo tanto, un síntoma que puede aparecer en muchas enfermedades y no una enfermedad en sí misma.
anorexia nerviosa, que por el contrario, no es un síntoma sino una enfermedad específica caracterizada por una pérdida autoinducida de peso acompañada por una distorsión de la imagen corporal y puede tener consecuencias muy graves para la salud de quien la sufre.

La anorexia consiste en un trastorno de la conducta alimentaria que supone una pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición. La anorexia se caracteriza por el temor a aumentar de peso, y por unapercepción distorsionada y delirante del propio cuerpo que hace que el enfermo se vea gordo aun cuando su peso se encuentra por debajo de lo recomendado. Por ello inicia una disminución progresiva del peso mediante ayunos y la reducción de la ingesta de alimentos.
Normalmente comienza con la eliminación de los hidratos de carbono, ya que existe la falsa creencia de que engordan. A continuación rechaza las grasas, las proteínas e incluso los líquidos, llevando a casos de deshidratación extrema. A estas medidas drásticas se le pueden sumar otras conductas asociadas como la utilización de diuréticos, laxantes, purgas, vómitos provocados o exceso de ejercicio físico. Las personas afectadas pueden perder desde un 15 a un 50 por ciento, en los casos más críticos, de su peso corporal. Esta enfermedad suele asociarse con alteraciones psicológicas graves que provocan cambios de comportamiento, de la conducta emocional y una estigmatización del cuerpo.

Causas

Su causa es desconocida, pero los factores sociales parecen importantes. Aunque hay muchos factores socioculturales que pueden desencadenar la anorexia, es probable que una parte de la población tenga una mayor predisposición física a sufrir este trastorno, independientemente de la presión que pueda ejercer el entorno. Por ello existen de factores generales que se asocian a un factor desencadenante o cierta vulnerabilidad biológica, que es lo que precipita el desarrollo de la enfermedad.
  • La propia obesidad del enfermo.
     
  • Obesidad materna.
     
  • Muerte o enfermedad de un ser querido.
     
  • Separación de los padres.
     
  • Alejamiento del hogar.
     
  • Fracasos escolares.
     
  • Accidentes.
     
  • Sucesos traumáticos.

Síntomas

Esta patología se caracteriza por una pérdida significativa de peso provocada por el enfermo y por una percepción errónea del propio cuerpo. En consecuencia, los problemas endocrinos se hacen evidentes en un espacio detiempo relativamente corto. Los principales síntomas que determinan la aparición de la enfermedad son los siguientes:
  • Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
     
  • Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
     
  • Percepción distorsionada del cuerpo, su peso y proporciones.
     
  • Ausencia de tres ciclos menstruales consecutivos en las mujeres (amenorrea).
Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal, vómitos, etcétera.
Pero es la familia la que detecta los síntomas que dan la voz de alarma:
  • Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos.
     
  • Constante sensación de frío.
     
  • Reducción progresiva de los alimentos.
     
  • Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte.
     
  • Utilización de trampas para evitar la comida.
     
  • Hiperactividad.
A estos síntomas se le suman otros rasgos típicos como la irritabilidad, la depresión y los trastornos emocionales o de la personalidad. Asimismo, se manifiesta una alteración de la sensación de saciedad y plenitud antes de las comidas, náuseas, hinchazón, o incluso ausencia de sensaciones. En esta patología también se observan numerosos trastornos cognitivos que se centran en los alimentos, el peso corporal y el aspecto físico:
  • Abstracciones selectivas.
     
  • Uso selectivo de la información.
     
  • Generalizaciones.
     
  • Supersticiones.
     
  • Se magnifica el lado negativo de cualquier situación.
     
  • Pensamiento dicotómico.
     
  • Ideas autorreferenciales.
     
  • Inferencia arbitraria.
En cuanto a las consecuencias clínicas, los síntomas son los siguientes:
  • Las pulsaciones cardiacas se reducen.
     
  • Se producen arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
     
  • Baja la presión arterial.
     
  • Desaparece la menstruación en las mujeres (amenorrea).
     
  • Disminuye la masa ósea y, en los casos muy tempranos, se frena la velocidad de crecimiento.
     
  • Disminución de la motilidad intestinal.
     
  • Anemia.
     
  • Aparece un vello fino y largo, llamado lanudo, en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
     
  • Estreñimiento crónico.
     
  • La disminución del gasto energético produce una sensación constante de frío.
     
  • La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
     
  • Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carótenos en las glándulas sebáceas.
     
  • Las uñas se quiebran.
     
  • Pérdida de cabello.
     
  • Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.

Prevención

Al tratarse de un trastorno que suele iniciarse en la adolescencia, la observación por parte de la familia es crucial para detectar en el menor hábitos que supongan una señal de alerta. Estos son algunos factores de riesgo:
  • Malos hábitos de comidas: muchos adolescentes comen solos mientras ven la tele o se comunican con sus amigos vía whatsapp. La falta de horarios fijos y de supervisión por parte de los padres acerca de lo que comen incrementan las probabiidad de desarrollar un trastorno de la alimentación.
     
  • Mala comunicación con los padres: conocer las preocupaciones de los hijos, sus gustos y su círculo de amigos puede ayudar a prevenir este tipo de desorden o a detectarlo en una fase inicial.

Tipos

En la anorexia nerviosa se pueden distinguir dos subtipos:
  • Subtipo restrictivo: la reducción de peso se consigue mediante dietas o ejercicio físico intenso y el enfermo no recurre a sobreingestas, atracones o purgas.
     
  • Subtipo bulímico: El enfermo recurre a las purgas aunque haya ingerido una pequeña cantidad de alimento.

Diagnóstico

La anorexia nerviosa se diagnostica, generalmente, basándose en una intensa pérdida de peso y los síntomas psicológicos característicos. La anoréxica típica es una adolescente que ha perdido al menos un 15 por ciento de su peso corporal, teme la obesidad, ha dejado de menstruar, niega estar enferma y parece sana.

Tratamientos

Los objetivos globales del tratamiento son la corrección de la malnutrición y los trastornos psíquicos del paciente. En primer lugar se intenta conseguir un rápido aumento de peso y la recuperación de los hábitos alimenticios, ya que pueden implicar un mayor riesgo de muerte. Pero una recuperación total del peso corporal no es sinónimo de curación. La anorexia es una enfermedad psiquiátrica y debe tratarse como tal. El tratamiento debe basarse en tres aspectos:
  • Detección precoz de la enfermedad: conocimiento de los síntomas por parte de los médicos de atención primaria y de los protocolos que fijan los criterios que el médico debe observar.
     
  • Coordinación entre los servicios sanitarios implicados: psiquiatría, endocrinología y pediatría.
     
  • Seguimiento ambulatorio una vez que el paciente ha sido dado de alta, con visitas regulares. Las hospitalizaciones suelen ser prolongadas, lo que supone una desconexión del entorno que puede perjudicar el desarrollo normal del adolescente. Por ello son aconsejables, siempre que se pueda, los tratamientos ambulatorios.
     
El ingreso en un centro médico es necesario cuando:
  • La desnutrición es muy grave y hay alteraciones en los signos vitales. 
     
  • Cuando las relaciones familiares son insostenibles y es mejor aislar al paciente.
     
  • Cuando se agravan los desórdenes psíquicos.
El tratamiento ambulatorio es eficaz cuando:
  • Se detecta de manera precoz.
     
  • No hay episodios de bulimia ni vómitos y existe un compromiso familiar de cooperación.
De esta manera se inicia el tratamiento con la realimentación, que en ocasiones puede provocar molestias digestivas, ya que el cuerpo no está acostumbrado a ingerir alimentos. Con el tiempo se restablece la situación biológica y vuelve la menstruación. Después comienza el tratamiento psicológico, que intenta reestructurar las ideas racionales, eliminar la percepción errónea del cuerpo, mejorar la autoestima, y desarrollar las habilidades sociales y comunicativas entre el enfermo y su entorno. La familia debe tomar parte de manera activa en el tratamiento porque en ocasiones el factor desencadenante de la enfermedad se encuentra en su seno y, además, la recuperación se prolonga inevitablemente en el hogar.


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