La evidencia arqueológica demuestra que los humanos habitaron la región del actual Camerún 50 mil años atrás y da cuenta de importantes reinos y estados en épocas más recientes, destacándose el Reino de Sao, fundado en la vecindad del lago Chad, alrededor del siglo V d. C. Los pobladores ancestrales de Camerún, los bakas (pigmeos), hoy habitan los bosques de provincias del sur y este de la región. Los bantú, originarios de las tierras altas, fueron los primeros grupos en trasladarse, a partir del siglo II a. C., hacia el este y sur del continente, inaugurando el cultivo de nuevas especies y la metalurgia del hierro.
La inserción de la región en un ámbito económico mayor se debió a la migración de los fulani en el siglo XVII (pastores del oeste de Sahel, de los primeros musulmanes en expandirse por África Occidental), que fundaron el emirato de Adamaua (centro-norte del país), subyugando y desplazando a los habitantes no musulmanes. Los fulani nómades vivían en cabañas trasladables y raramente mataban ganado para usar su carne. Los fulani urbanos eran fervorosamente musulmanes, mientras que los pastores eran menos proclives a la práctica religiosa.
En 1472, Fernando Po (explorador portugués), bautizó «de los Camarones» al río Wouri, repleto de esos gigantes crustáceos, derivando luego en el nombre del país. Los portugueses arribaron a Camerún en el 1500 y comenzaron la explotación de caña de azúcar y el comercio de esclavos. La malaria impidió la proliferación de asentamientos europeos y la conquista del interior del territorio, hasta el 1800, cuando la quinina (medicamento contra la enfermedad), estuvo disponible.
En 1884 comenzó la penetración alemana: el enviado Gustav Nachtigal acordó un protectorado con jefes dualas (pueblos de la costa). En 1885, la Conferencia de Berlín adjudicó Camerún a Alemania. En 1894, se incluyó formalmente Adamaua, codiciada por los ingleses. El protectorado fue conflictivo en su origen: los dualas comerciaban entre la costa y Yaoundé, centro de intercambio del sur con Adamaua, que los alemanes querían controlar. Los dualas mantuvieron durante cuatro años (1897-1901) una sangrienta guerra contra los alemanes, que usurparon las tierras más fértiles a los africanos, que murieron de hambre por millares.
En 1918 Francia e Inglaterra invadieron Camerún: los franceses tomaron el 75% del territorio y los ingleses el resto. La tensión entre las potencias coloniales favoreció los movimientos populares en favor de la independencia. En 1945, se creó la Unión Popular de Camerún (UPC), dirigida por Rubem Um Nyobé, que con gran apoyo popular lideró protestas legales, entre 1948 y 1956, fecha en que fue proscrita. Los dirigentes nacionalistas huyeron hacia la parte occidental, dominada por los ingleses, organizando un movimiento guerrillero. Por primera vez en el África subsahariana, la UPC creó zonas liberadas en las selvas y conformó gobiernos autónomos. La eficiencia guerrillera permitió soportar el asedio de tropas francesas hasta 1960 (en 1958, Nyobé murió, pero la rebelión continuó).
La resistencia de UPC obligó a los franceses a combinar la represión con cambios políticos. París creó la Unión Nacional de Camerún (UNC), fusión de dos partidos conservadores, dirigidos por políticos norteños de origen islámico. En 1960 el líder de UNC, Alhaji Ahmadou Ahidjo asumió como presidente luego de que la parte de Camerún dominada hasta entonces por los franceses lograra la independencia y formación de la República de Camerún. Al año siguiente se formó la República Federal de Camerún, luego de la unificación con la parte británica de Camerún, al sur de su territorio. La reunificación cumplió una aspiración nacionalista, pero no pudo ser capitalizada por los líderes de la UPC, en la clandestinidad o el exilio. Ahidjo instauró uno de los más eficientes sistemas represores del África subsahariana de la época. Grupos de derechos humanos europeos denunciaron la existencia de millares de presos políticos en el país.
Ahidjo renunció súbitamente en 1982; lo sustituyó su ex primer ministro, el abogado Paul Biya. Políticos fieles a Ahidjo junto con militares intentaron un golpe de Estado, resistido en las calles por la juventud y los estudiantes. En 1984, para reforzar su poder, Biya anticipó las elecciones, aunque con partidos proscritos, y fue electo presidente. La inestabilidad condujo a otro intento golpista y a sangrientos incidentes. En esos años, la UNC pasó a llamarse Agrupación Democrática del Pueblo de Camerún (ADPC), pero la línea política no cambió.
Biya creó nuevas provincias para atenuar el peso económico y político del norte musulmán. La extracción de petróleo reavivó rivalidades étnicas y entre las regiones anglófonas y francófonas. Las empresas francesas controlaban casi el 44% de las exportaciones. El gobierno aplicó un reajuste estructural y buscó estabilizar las finanzas a través del apoyo del Banco Mundial (BM) y el FMI y de la refinanciación de sus deuda con el Club de París.
La crisis económica, agudizada por la devaluación del franco, afectó a la sociedad camerunesa. La corrupción policial y la ineficiencia judicial condujeron a la creación de grupos dentro de la milicia o la policía que incurrían en flagrantes abusos de poder.
En 1990, organizaciones sociales y políticas denunciaron la represión gubernamental. El gobierno autorizó la creación de partidos políticos y, un año después, fijó elecciones legislativas para 1992. La oposición reclamó, en vano, la modificación previa de la Constitución y de la ley electoral. En los primeros comicios multipartidarios de 1992, Siete partidos habían registrado candidatos: entre ellos el FSD, de John Fru Ndi, principal opositor y representante de la comunidad inglesa, y la Unión Democrática de Camerún (UDC), de Adamu Ndam Njoya. Rodeada de acusaciones de fraude, la victoria del gobierno (39,98% contra 35,97% del FSD), provocó incidentes en la Provincia del Noroeste, anglófona, reducto de Fru Ndi. Los observadores internacionales confirmaron el fraude, pero la Suprema Corte no anuló la votación. Fru Ndi se autoproclamó presidente. El gobierno decretó el estado de emergencia en el Noroeste, y Fru Ndi y sus colaboradores fueron puestos bajo arresto domiciliario.
Ante la presión internacional, a fines de 1992, Biya puso fin al estado de emergencia y liberó a Fru Ndi. Biya resultó finalmente reelecto; la censura de prensa aumentó y se suprimió el cargo de primer ministro.
El ADPC ganó nuevamente la mayoría de las bancas del parlamento en 1997. Biya fue otra vez reelecto presidente, en una segunda vuelta boicoteada por la mayoría de la oposición. Sólo tres de los seis millones de habilitados fueron convocados a votar; el resto fue excluido por el gobierno, alegando que eran «extranjeros».
Tras la difusión, en 1999, de un informe de Transparencia Internacional que colocaba a Camerún como el segundo país más corrupto, Biya anunció en 2000 una campaña anti-corrupción y la continuación de reformas económicas. Prometió, además, implementar los cambios constitucionales aprobados por el parlamento en 1996: creación del senado, consejos regionales y un consejo constitucional.
El Tribunal Internacional de La Haya se pronunció, en 2002, a favor de Camerún, en su disputa fronteriza con Nigeria, presentada a la corte en 1998. El caso había comenzado con un reclamo de Camerún en 1994, exigiendo soberanía sobre la península de Bakassi –rica en pesca y yacimientos petrolíferos– y se convirtió en un problema de límites fronterizos, que afectó además a Guinea Ecuatorial. Nigeria rechazó el dictado, manteniendo sus fuerzas de ocupación en el área.
Luego de algunas conversaciones entre ambas partes, en 2003, los nigerianos resolvieron permanecer en la península, al menos por tres años. En diciembre, igualmente, Nigeria entregó a Camerún 32 pueblos bajo su control.
Un acuerdo para el patrullaje común a lo largo de la frontera fue firmado en enero de 2004. La reunión de Biya, Olusegun Obasanjo (Nigeria) y Kofi Annan en Ginebra sirvió, además, para planificar un futuro control común de los yacimientos de Bakassi.
Finalmente ambos países alcanzaron un acuerdo definitivo sobre Bakassi en agosto. Autoridades de ambos países mantuvieron una serie de encuentros y llegaron al acuerdo de que Bakassi quedara en poder de Camerún antes del 15 de setiembre. El ministro Amadou Ali, de Camerún, y el príncipe Bola Ajibola, de Nigeria, se reunieron con el líder de Organización de Naciones Unidas para el Oeste de África, Ahmedou Ould- Abdallah, para asegurar una transición pacífica de la península, de acuerdo con la decisión del Tribunal Internacional de Justicia.
En diciembre de 2004, Biya nombró un nuevo gabinete; designó a Ephraïm Inoni como primer ministro y encargado de enfrentar decididamente la corrupción. El año anterior, Transparencia Internacional, había señalado que los sobornos eran «omnipresentes» en el país.
Con la economía estancada por la crisis financiera, las obligaciones de la deuda y la sucesión de desastres naturales, Camerún enfrentaba, en octubre de 2005, la hambruna cada vez más extendida en la provincia del norte, donde más de un millón de personas se encontraban en situación de emergencia extrema.
Alrededor del 27% de la deuda camerunesa con los organismos internacionales (incluyendo el FMI y BM) fue cancelada. Los 4.900 millones de dólares fueron condonados cuando Camerún se convirtió en el 19º país en completar el programa de la iniciativa de los Países Pobres Fuertemente Endeudados.
El Banco Africano de Desarrollo (BAD) anunció en mayo de 2007 que financiaría la construcción de un astillero en la costera ciudad de Limbe, al suroeste del país. La obra demandaría unos 47 millones de dólares y era uno de los 58 proyectos de inversión del BAD, por los que habían ya ingresado al país unos 1.000 millones de dólares.
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