sábado, 27 de febrero de 2016

Lengua y literatura

El naturalismo en España. La poesía realista

El naturalismo (ver t21) se introdujo hacia 1882, en medio de una fuerte polémica. Los sectores conservadores lo consideraban inmoral y opuesto al catolicismo, ya que negaba la libertad del hombre para elegir su conducta. Hacia 1890 el naturalismo fue diluyéndose, lo que no impidió que Vicente Blasco Ibáñez siguiera escribiendo con éxito novelas naturalistas a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XX. La poesía siguió cultivándose y tuvo buena acogida entre el público, aunque hoy resulte alejada de nuestra sensibilidad.

Pardo Bazán

Emilia Pardo Bazán fue la primera que divulgó y defendió el naturalismo francés en España en el libro La cuestión palpitante (1881), pero rechazó sus bases teóricas cientificistas, ya que se oponían a la doctrina católica.
Retrato de Emilia Pardo Bazán. BIBLIOTECA NACIONAL, MADRID.

Etapa naturalista

La tribuna (1882) está escrita siguiendo la técnica naturalista. Se trata de una obra de tema político-social en la que se critican los ideales republicanos que defiende la protagonista.
Su novela más importante es Los pazos de Ulloa (1886), centrada en el choque de unos personajes de la ciudad con otros representativos de la aldea gallega. Los personajes aparecen determinados por el ambiente.

Etapa espiritualista

Insolación y Morriña, ambas de 1889, son novelas de transición, en las que la autora acentúa el estudio psicológico de los personajes. Una cristiana y La prueba (1890) suponen la búsqueda de un naturalismo espiritualista.
Sus últimas novelas son ya claramente espiritualistas y simbólicas: El tesoro de Gastón (1897), El saludo de las brujas (1898),La quimera (1905), La sirena negra (1909) y Dulce sueño.
El gusto por las descripciones hiperrealistas, propio del naturalismo, se aprecia en esta portada de Los pazos de Ulloa, donde se recoge la escena de un asesinato. La continuación de Los pazos de Ulloa es La madre Naturaleza (1887), que acentúa el determinismo naturalista.

Blasco Ibáñez

Vicente Blasco Ibáñez gozó de una gran popularidad en su época, en parte por su personalidad y su vida aventurera.
La extensa producción de Blasco Ibáñez puede clasificarse en tres ciclos diferentes:
  • Ciclo valenciano: comienza en 1894 y se considera el ciclo más importante.
Las obras que lo integran son novelas de técnica naturalista, que abarcan el conjunto de los ambientes de la región valenciana: la ciudad, el mar y el campo, con coloristas descripciones de los paisajes y las costumbres regionales.
Cabe destacar entre ellas Arroz y tartana (1894), novela sobre la pequeña burguesía de Valencia; Flor de Mayo (1895), sobre los pescadores valencianos; La barraca (1898), ambientada en la Huerta; y Cañas y barro (1902), situada en la Albufera.
  • Ciclo político: entre 1903 y 1906, Blasco Ibáñez publica varias novelas de tendencia anticlerical y republicana: La catedral (1903), El intruso (1904), La bodega (1905) y La horda (1906).
    Desde el punto de vista literario, las obras de este ciclo son novelas lastradas por el excesivo peso de sus opiniones políticas.
  • Ciclo final: la novela más importante de este ciclo, en una época en la que el realismo está superado, es Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1916), de gran proyección internacional por su defensa de los aliados en la guerra mundial.
Portada de La Barraca, publicada originalmente en el periódico El Pueblo, que dirigía el propio Blasco Ibáñez. En la novela se abordan con técnicas naturalistas los problemas de los campesinos pobres de la huerta valenciana. BIBLIOTECA NACIONAL, MADRID.

La poesía del periodo realista

En la producción poética de este periodo, además de la visión subjetiva de Bécquer y Rosalía de Castro (ver t23) se ponen de manifiesto dos tendencias:
  • La escéptica y prosaica de Campoamor (1817-1901).
  • La discursiva y retórica de Núñez de Arce (1834-1903).
  • A pesar de que hoy apenas se valora, la poesía de Campoamor gozó de una fama y un prestigio extraordinarios en su época. Sus libros poéticos más importantes son: Dolorosas (1846), Pequeños poemas (1873-1892) y Humoradas (1886).
    Su estilo es deliberadamente prosaico, sencillo, casi coloquial; y sus temas se basan en una mentalidad escéptica, irónica.
Ramón de Campoamor, por J. Espalter (Ateneo de Madrid).


Modernismo

A finales del siglo XIX aparecen las primeras manifestaciones estéticas de carácter renovador que se oponen a las tendencias literarias en boga. El modelo realista que había triunfado durante la segunda mitad del siglo está ya agotado, y la poesía triunfalista y prosaica de Campoamor y Núñez de Arce (ver t26) ya no responde a las exigencias del momento. El modernismo surgió como una reacción rebelde e inconformista ante todo lo establecido.

El modernismo literario

El concepto de modernismo literario define la variante del modernismo que preconiza una independencia literaria de Hispanoamérica hacia la supremacía de España y cuya máxima es la belleza absoluta y la perfección formal de la obra de arte.

Orígenes

El modernismo literario surge en Hispanoamérica hacia 1880, primero en prosa y después en verso. Lo encabezan el cubano José Martí (1853-1895) y el nicaragüense Rubén Darío (1867-1916) (ver t84).
Los modernistas buscan distanciarse del casticismo español y afirmar sus raíces americanas. Para ello, se inspiran en la tradición romántica, simbolista y parnasiana francesa.

Características

  • De los románticos adoptan el descontento ante la vida, el culto a la muerte, la soledad, la melancolía, la nocturnidad, lo misterioso, la imaginación y la fantasía.
  • De inspiración parnasiana son la búsqueda de la perfección formal, la evocación de la Antigüedad grecolatina y la idea del arte por el arte.
  • La idea de la sugestión y la musicalidad (ritmo, rima interna, etcétera) proceden del simbolismo.
  • La belleza modernista se consigue a través de las imágenes visuales, el color, la música y los efectos sonoros.
  • Entre los metros preferidos destacan el alejandrino y el dodecasílabo. Abundan las variantes de las estrofas clásicas.
  • Gran riqueza léxica. Ligado con los puntos anteriores, se busca en la palabra todas sus posibilidades expresivas.
Portada de Lira guerrera, de José Martí, perteneciente a una edición de sus Obras completas, publicada en 1925. BIBLIOTECA NACIONAL, MADRID.
Torres del templo la Sagrada Familia, de Barcelona, obra del arquitecto Antonio Gaudí. Se empezó a construir en 1862. La experimentación modernista alcanzó a todas las artes.

Rubén Darío

Félix Rubén García Sarmiento, Rubén Darío, (1867-1916) nació en Metapa (Nicaragua). Fue diplomático y periodista, por lo que visitó numerosas ciudades de Europa y América. En París conoció a parnasianos y simbolistas y se introdujo en el mundo de la literatura francesa. Murió en León (Nicaragua).
La obra de Darío ¿en prosa y en verso¿ sirvió, junto con sus viajes por Europa y América, para difundir y consolidar el modernismo. Destacan tres obras:
  • Azul... (1888): consta de composiciones escritas en verso y en prosa, donde se ponen de manifiesto las directrices de la nueva estética.
  • Prosas profanas (1896): significa la consolidación de la línea elegante y refinada que se había iniciado en su obra anterior.
  • Cantos de vida y esperanza (1905): supone un cambio en la trayectoria de Darío. Sus tres ejes temáticos son:
    • La evasión aristocrática de la sociedad.
    • La preocupación social y política: Darío exalta España y recurre a su pasado contra el imperialismo norteamericano.
    • La inquietud personal: reflexiona sobre la propia existencia, el tiempo, la muerte.
Fotografía de Rubén Darío. Los primeros versos del primer poema de Cantos de vida y esperanza aluden a las creaciones anteriores de Darío, a la vez que marcan un cambio en su trayectoria.

El modernismo en España

El modernismo fue menos brillante, exótico y atrevido que en Hispanoamérica. Su gusto por lo sensual y sensitivo dio lugar a modalidades más intimistas. Se adopta la estética fundamental, pero se rechaza el escapismo arquetípico de Rubén Darío.
Los principales poetas modernistas españoles fueron Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Eduardo Marquina y Manuel Machado.

Manuel Machado (1874-1947)

Hermano del también poeta Antonio Machado (ver t31), está considerado como una de las figuras más importantes del modernismo español. Fue autor de numerosas composiciones, recogidas en Alma (1902), Caprichos (1905), Cantares (1907),Cante Hondo (1912), etcétera.
En su poesía se combina el andalucismo con la visión cosmopolita de la vida. Junto a ligeras composiciones populares ¿dedicadas a los toros, la guitarra o el cante hondo¿, aparece un Machado más profundo y religioso, autor de sonetos de gran espiritualidad y fe.
Manuel Machado escribió, además de sus composiciones poéticas, algunas obras de teatro en colaboración con su hermano.

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