sábado, 27 de febrero de 2016

Lengua y literatura

La prosa del siglo XVIII

El género literario más importante de la prosa del siglo XVIII es el ensayo; la novela, en cambio, se cultivó menos y, salvo algunas excepciones, no produjo obras de gran calidad. La prensa va adquiriendo importancia a lo largo del siglo como vehículo de las nuevas ideas y contribuyó a la creación de una prosa suelta y ágil que abrió el camino al auge periodístico del siglo XIX.

El ensayo

El ensayo es un género de longitud y estructura muy variada, que recibe distintos nombres: memoria, carta, discurso... Se utiliza para exponer, desde unaperspectiva personal y sin carga erudita, temas científicos o de pensamiento.
Los ensayistas elaboraron una prosa directa y precisa, a medio camino entre la disertación científica y la conversación, reflejo de la lengua culta y animada que se utilizaría en las tertulias y que no excluye el tono vehemente cuando la polémica lo requiere.

La novela

  • Diego de Torres Villarroel (1694-1770) escribió la novela Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor don Diego de Torres Villarroel (1743-1759), una autobiografía novelada que recuerda por su tono y estructura a la novelapicaresca.
    El autor, a la vez que narra sus aventuras, ofrece una sátira caricaturesca de la decadencia cultural y científica.
  • En 1758 se publica la Historia del famoso predicador fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, del jesuita padre Isla, sátira contra los defectos de la predicación que mantenía aún la complicación retórica barroca y la carga de citas latinaspropias de las obras eruditas.

Feijoo

A los cincuenta años comienza fray Benito Feijoo su tarea educadora, que persigue un doble fin:
  • Deshacer los errores populares basados en la tradición o en la rutina.
  • Combatir una idea de la ciencia, la de las universidades de la época, que daba por válidas las afirmaciones científicas de la Biblia, Aristóteles, Santo Tomás, etcétera.
La importancia de Feijoo no radica tanto en la innovación ni en la investigación como en la divulgación de las novedades científicas y de pensamiento europeas.
Su obra está compuesta por los ocho tomos de largos ensayos del Teatro crítico universal (1727-1739) y los cinco tomos de las más breves Cartas eruditas y curiosas. Se trata de una prosa clara y directa, lejos del estilo abarrocado que aún perduraba y del lenguaje académico.
Retrato de Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764) que figura en una edición de 1944 de sus Ensayos escogidos. BIBLIOTECA NACIONAL, MADRID.

Jovellanos

La vida de Jovellanos refleja las contradicciones en que se debatía la Ilustración española, de la que fue su mayor representante. Su honradez personal y sus ideas reformistas chocaron continuamente con la incomprensión y la intolerancia de los sectores más tradicionalistas.
La mayor parte de la prosa de Jovellanos no es propiamente literaria, ya que consiste en ensayos dedicados a la reforma de diversos aspectos de la sociedad.
Su obra más destacada es el Informe sobre la ley agraria (1794), en el que estudia las causas del atraso de la agricultura y propone una serie de medidas para superarlo.
En la Memoria sobre espectáculos y diversiones públicas (1796) estudia la historia de diversos juegos y espectáculos y propone una serie de reformas. Lo que más le preocupa es el teatro, que seguía dominado por los autores posbarrocos (ver t20). Su defensa del teatro neoclásico obedece a la finalidad educadora que Jovellanos veía en él.
Son muy importantes sus ensayos sobre la educación, en especial la Memoria sobre educación pública (1802), en la que expone unas ideas pedagógicas muy avanzadas. Para él, la educación es la base de la prosperidad económica y de la felicidad individual.
Melchor Gaspar de Jovellanos, por Francisco de Goya (Museo del Prado, Madrid).

Cadalso

Cadalso es valorado hoy por sus obras en prosa, en las que experimenta con diferentes moldes narrativos.

Cartas marruecas (1793)

La obra es un conjunto de epístolas que se intercambian tres corresponsales:
  • Gazel, joven marroquí, que viaja por España y cuya mirada extranjera permite ofrecer una visión crítica de las costumbres y la sociedad nacionales.
  • Ben Beley, su preceptor.
  • Nuño, español que sirve de guía de Gazel. Este personaje añade un ángulo diferente desde el que observar la realidad.
La crítica de la nación se centra fundamentalmente en la historia y la sociedad española del siglo XVIII. El autor propone emprender un proyecto de reformas ilustradas. Sin embargo, se debate entre el deseo de conservar la tradición y la apertura a las corrientes europeizantes.

Noches lúgubres (1790)

La obra, dividida en tres «Noches», es un diálogo en el que se narra cómo Tediato, loco de amor por su amada muerta, quiere desenterrar su cadáver para llevárselo a casa y morir junto a él.
La visión desolada de Tediato, la exaltación del yo, a través de cuya sensibilidad se percibe el mundo exterior, y el tono sentimental y declamatorio que domina en las Noches convierten a esta obra en un preludio importante del Romanticismo español.


El teatro y la poesía en el siglo XVIII

El panorama teatral del siglo XVIII se caracteriza por las frecuentes y enfervorizadas polémicas entre los defensores del teatro posbarroco, continuista y popular, y los que propugnan una renovación neoclásica. La poesía, por su parte, evoluciona desde los modelos barrocos hasta una sensibilidad prerromántica, pasando por la poesía neoclásica de Meléndez Valdés.

El teatro posbarroco

En la primera mitad del siglo XVIII se representan diferentes tipos de comedias, herederas de los estereotipos barrocos.
El sainete se caracteriza por la pintura de costumbres y tipos populares y por su lenguaje realista y cómico. En la imagen, ilustración de una edición de 1882 de Las castañeras picadasBIBLIOTECA NACIONAL, MADRID.
  • Comedias puramente continuistas del teatro barroco: los dramaturgos dieciochescos se limitan a repetir el modelo de Lope y Calderón (ver t16 y t17), pero sin su ingenio, habilidad y originalidad.
  • Comedias de magia: tuvieron gran éxito en el XVIII, sobre todo entre el pueblo, ya que su única finalidad era entretener y divertir por medio de encantamientos, monstruos y cualquier otro espectáculo donde predominase lo sorprendente.
  • Comedias heroicas: el gusto popular por lo asombroso explica igualmente el desarrollo de la comedia heroica.

El teatro neoclásico

El teatro del último tercio del XVIII adquiere un carácter didáctico.
Los neoclásicos abogan por la renovación del drama español, no sólo en los aspectos formales, sino también en los morales. Aparece así un teatro que pretende ser estructuralmente perfecto y de contenido educativo.
La reforma neoclásica afecta a la tragedia y a la comedia, y sus modelos más inmediatos son de inspiración francesa.

Leandro Fernández de Moratín

Moratín supo aunar en la comedia la estricta ideología neoclásica con el éxito popular. Para él, la comedia debía perseguir por encima de todo una finalidad didáctica y había de ridiculizar comportamientos que nacían de la barbarie, la ignorancia y las malas costumbres.

Producción dramática

Su producción dramática se limita a cinco comedias, que satirizan los matrimonios concertados (El viejo y la niña, El barón y El sí de las niñas), la educación de los jóvenes (La mojigata) y las comedias populacheras de la época (La comedia nueva o el café).

Etapas de la poesía

  • Desde finales del siglo XVII hasta 1750
    En esta fase los modelos son los grandes poetas barrocos: Góngora, Quevedo y, en ciertos aspectos, Lope de Vega (ver t13t14 y t15). Estos modelos estaban ya desgastados.
  • Desde 1750 a 1770
    La poesía recoge ya las nuevas tendencias estéticas: enfrentamiento al barroco y vuelta a modelos grecolatinos y del siglo XVI (ver t12 y t13).
    Lo más característico es la vuelta a los temas pastoriles y, con ello, a una nueva visión de la naturaleza y a una nueva sensibilidad, más sensual y tierna, que se manifiesta, sobre todo, en la anacreóntica.
  • Desde 1770 a 1790
    Aparecen los temas más gratos a los ilustrados: la amistad, la solidaridad, el bien común, etcétera.
    Una de sus vertientes más características es la poesía filosófica y utilitaria, que pretende utilizar el verso para la trasmisión deleitable de las nuevas ideas. Así, se podrán escribir odas a la imprenta o a los descubrimientos médicos o geográficos.
    Otra vertiente, que será mucho más fecunda, ahonda en los sentimientos y se manifiesta, sobre todo, en epístolas en verso que se dirigen a poetas amigos.
  • Desde 1790 a 1820
    El tono sentimental se hace más agudo y se sirve de recursos estilísticos que preludian la retórica romántica. Muy característica es la poesía patriótica o civil.

Juan Meléndez Valdés

Meléndez Valdés fue el mejor poeta español de su tiempo, gracias a su excelente formación clásica y moderna y unas dotes líricas poco comunes.
Sus poesías son una muestra de todos los géneros que se practicaron a lo largo del periodo. Él fue quien difundió la denominada oda anacreóntica, que siguió practicando hasta su muerte.
Compuso también las primeras Odas filosóficas y sagradas, la más importante poesía ilustrada intimista en las Elegías y Epístolas dedicadas a amigos o a los dirigentes de la nación, e inició la moda del romance descriptivo e histórico-legendario y de la canción patriótica.
En prosa compuso la comedia Las bodas de Camacho el Rico y una colección de Discursos forenses, muy interesantes por sus avanzadas ideas ilustradas.

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