sábado, 27 de febrero de 2016

Lengua y literatura

Introducción a los Siglos de Oro

«Siglo de Oro, Siglos de Oro o Edad de Oro» son los términos que en la actualidad se utilizan en historia literaria para denominar el periodo que corresponde aproximadamente a los siglos XVI y XVII. En el aspecto cultural, y especialmente en el literario, no hay duda en considerarlo el periodo más importante de la historia de España. La literatura española desde La Celestina (1499) hasta Calderón de la Barca (1600-1681) abrió nuevos caminos y su influencia es extraordinaria.

Contexto histórico-social, cultural y religioso

La época que denominamos Siglos de Oro abarca aproximadamente desde finales del reinado de los Reyes Católicos hasta la muerte del último de los Austrias, Carlos II (1700). En estos dos siglos España alcanza su máximo esplendor político y territorial.
En este periodo tienen gran importancia en todos los aspectos (desde el económico hasta el literario y, por supuesto, el social) los problemas religiosos.
  • En 1492, los Reyes Católicos decretan la expulsión de los judíos que no aceptaran convertirse al cristianismo. Los que sí se convirtieron recibieron el nombre de conversos y sus descendientes, cristianos nuevos.
  • Tras la toma de Granada se permitió a los moriscos mantener su religión y sus costumbres, pero la intransigencia de los gobernantes condujo a numerosas revueltas y, finalmente, a su expulsión en 1608.

La Reforma. El erasmismo

Desde el siglo XV existió en Europa un gran interés por la reforma de las órdenes religiosas y, sobre todo, por la pureza de las creencias. Se quería recuperar la religión primitiva y la palabra bíblica.
También es la época de transición de la España imperial de Carlos V a la España cerrada de Felipe II.
Uno de los autores más importantes por su gran talla intelectual y la difusión de su obra y pensamiento fue Erasmo de Rotterdam. Sus obras, religiosas, literarias o gramaticales, fueron leídas por un público amplísimo.

La lengua

Durante esta época, el español fue adquiriendo, tanto en la pronunciación como en el vocabulario gran parte de los rasgos actuales. Aunque la ortografía era en general, bastante caótica, la imprenta sirvió para fijar la de las voces más comunes.

Fonética

  • La f- inicial etimológica (facerfermosura) pasó a transcribirse como h, que todavía en algunas zonas se pronunciaba aspirada.
  • La distinción entre sibilantes sordas y sonoras de la Edad Media (ver t2) se perdió, y a principios del siglo XVII ya abundaba la pronunciación actual de sz y j.
  • La vacilación del timbre de algunas vocales y de los grupos cultos fue muy frecuente, alternando oscuro y escuro oefecto y efeto, por ejemplo.

El libro y el escritor

La invención de la imprenta supuso una revolución intelectual de consecuencias extraordinarias. Aunque la transmisión manuscrita siguió existiendo, en particular en la lírica, con la difusión del texto impreso se llegó a un número muy elevado de lectores de distinta condición social.
La preocupación renacentista por la enseñanza hizo que en el siglo XVI se forjara un verdadero plan de estudios que facilitaba el acceso de los futuros escritores a los modelos clásicos y modernos.
Por esto, en los Siglos de Oro, si bien primaba el modelo renacentista del escritor soldado, hubo autores de todos los estratos sociales de la época.

Renacimiento y Barroco

En la actualidad es habitual dividir los Siglos de Oro en dos periodos históricos: Renacimiento y Barroco.

Renacimiento

Es un periodo que abarcó desde el siglo XIV hasta finales del XVI, en el que conviven corrientes muy diversas y aun contradictorias:
  • El movimiento nace en las ciudades-estado italianas, que quisieron reconstruir el esplendor grecolatino. De ahí el nombre de Renacimiento (¿volver a nacer¿) para el cual fueron fundamentales los humanistas (ver t7), verdaderos conocedores de la Antigüedad.
  • El ideal del perfecto renacentista se describe en un célebre libro, El Cortesano (1528), de Baltasar de Castiglione. La regla de oro que preside la obra es la naturalidad.
  • El Renacimiento es tardío, pero arraigó con fuerza desde Nebrija (1442-1522). Fueron muchos los humanistas españoles de fama universal en su tiempo, procedentes de todas las ramas del sabe, como el helenista Hernán Núnez, Luis Vives, Antonio Agustín, el médico Andrés Laguna, el botánico Nicolás Monardes, el jurista Francisco de Vitoria, etcétera.
Elio Antonio de Nebrija (1442- 1522) fue uno de los más importantes humanistas españoles. Su Gramática (1492) es la primera que se elaboró de una lengua romance.

Barroco

Este periodo, que comprende todo el siglo XVII y los primeros años del XVIII, coincide en muchos aspectos con el Renacimiento y exagera otros:
  • Se desarrolla en una sociedad que desconfía de sí misma, muy preocupada por sus normas, esto es, por el deseo y el miedo a subir o bajar socialmente.
  • Los temas principales serán el desengaño, la vida como sueño, el estoicismo, el lujo... El tema del honor es un claro reflejo de una escisión entre lo privado y lo público.
  • A diferencia del Renacimiento, el rasgo barroco esencial es el artificio, la afectación, la sorpresa, el engaño.




Introducción a la literatura del siglo XVIII

Después de la crisis del siglo XVII, en Europa se produce un gran desarrollo económico, en especial en Inglaterra, donde tiene lugar la llamada «Revolución industrial». La burguesía, verdadero sostén de la economía pero carente de poder político, acoge las nuevas ideas ilustradas. Los nuevos planteamientos, la mayoría de ellos de carácter reformista, desembocaron, en el ámbito político, en la Revolución Francesa (1789), y en la corriente neoclásica en el artístico.

La Ilustración

Se denomina así a la ideología innovadora del siglo XVIII, que tuvo especial desarrollo en Francia, donde destacan Voltaire, Montesquieu y Rousseau (ver t60). Sus principales características son:
  • Racionalismo: la razón se considera la única base del saber, lo cual favorece el desarrollo del pensamiento científico.
  • Utopismo: se cree que la aplicación de la razón a todos los aspectos de la vida humana permitirá una mejora constante de la sociedad y un progreso económico y cultural ilimitado.
  • Reformismo: para lograr estos objetivos, los ilustrados proponen modernizar la sociedad mediante lentas reformas emprendidas por reyes y gobiernos de carácter absolutista.
  
En el siglo XVIII se produjo un importante desarrollo de las ciencias, como consecuencia de la defensa de la experimentación como método científico. Retrato del botánico Celestino Mutis por J. A. De Machado (Real Academia Nacional de Medicina, Madrid).

El neoclasicismo

En el ámbito de las ideas estéticas, el siglo XVIII supone la vuelta al modelo clásico greco-latino. Las características principales del neoclasicismo son:
  • Tendencia a expresar modelos genéricos, universales, y no temas personales o nacionales. Por ello, el arte neoclásico es muy homogéneo en toda Europa.
  • El arte y la literatura se ven sometidos a unas normas fijas, controladas por instituciones del Estado (Reales Academias).
  • Propósito educativo: la finalidad de la literatura es que sirva para educar al público más que para distraerlo.

El siglo XVIII

El atraso general de la sociedad y su aislamiento respecto del resto de Europa hicieron que las ideas ilustradas tuvieran escaso desarrollo.
En este periodo comienza el debate sobre la europeización de España, que concluye en la necesidad de modernización de la sociedad, de reformar las costumbres, con el objeto de superar las diferencias entre España y Europa. La literatura de la época refleja intensamente este conflicto entre tradición y modernización.
Podemos distinguir tres periodos en el siglo XVIII español:
  • De 1700 a 1758: al instaurarse la dinastía de los Borbones franceses se introducen las ideas ilustradas, que chocan con los gustos del público, fiel al estilo posbarroco. El escritor más representativo es Feijoo (ver t19).
  • De 1759 a 1788: impulsada por el Gobierno, se produce la propagación de las ideas reformistas e ilustradas. Los escritores más importantes son Cadalso, Jovellanos (ver t19) y Meléndez Valdés (ver t20).
  • De 1789 a 1808: retroceso de las reformas por temor a la Revolución Francesa. El escritor más significativo es Leandro Fernández de Moratín (ver t20).

El marco social

A principios de siglo la población contaba con poco más de cinco millones de habitantes, pero a lo largo del siglo, con las mejoras de las condiciones económicas y sanitarias, llegó a duplicarse.
  • La nobleza estaba constituida por los grandes terratenientes, que residían en la Corte; por una nobleza menor, que siempre vivía en función de las apariencias; por una nueva nobleza, que había obtenido sus títulos como consecuencia de poner sus dotes intelectuales al servicio del Estado, como Floridablanca o Campomanes; y por una nobleza provincial, muy ilustrada.
  • El clero siguió teniendo un gran poder social y económico.
  • Los artesanos y oficiales vivían en las ciudades y estaban agrupados en gremios muy cerrados.
  • Los campesinos, sobre todo en los grandes latifundios, vivían en condiciones muy precarias.
Retrato del conde de Floridablanca, por Francisco de Goya. Floridablanca fue ministro de Carlos III y autor de reformas administrativas y culturales que buscaban la modernización de España.

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