PERICARDITIS
CONCEPTO
Las pericarditis rara vez representan enfermedades independientes, por lo común corresponden a fenómenos de acompañamiento de enfermedades generales o son reacciones secundarias a lesiones localizadas en órganos vecinos. Excepciones son la pericarditis traumática tardía, la pericarditis idiopática y la pericarditis del síndrome de Dressler. Por lo general, se trata de inflamaciones inespecíficas. Hoy son raras las específicas, entre ellas, la pericarditis sifilítica gomosa, la tuberculosa y la reumática con nódulos de Aschoff.
FORMAS EXUDATIVAS
Se distinguen la serofibrinosa, la fibrinosa, la hemorrágica y la purulenta. Las dos primeras son las más frecuentes. En la pericarditis fibrinosa, llamada también pericarditis seca, la superficie pericardíaca se cubre de fibrina en forma de una capa finamente vellosa, de ahí el nombre de corazón velloso.
FORMAS PRODUCTIVAS
La pericarditis serobrinosa y la fibrinosa pueden curar ad integrum si se produce oportunamente la fibrinolisis. En caso contrario, la fibrina se organiza. En casos en que el proceso sea circunscrito y con poca fibrina, la organización origina engrosamientos focales hialinos del epicardio, que se llaman manchas tendíneas. Cuando el proceso es acentuado, se producen extensas adherencias fibrosas entre ambas hojas del pericardio, lo que se denomina pericarditis adhesiva. Las adherencias fibrosas pueden sufrir calcificación distrófica y constituir así una coraza que perturba la función cardíaca. Es la pericarditis constrictiva. Estas formas productivas se caracterizan por el desarrollo de tejido granulatorio casi siempre asociado a la organización de fibrina. Las otras formas son predominantemente linfoplasmocitarias.
FORMAS NOSOLOGICAS
Pericarditis bacteriana
Son exudativas. Cuando los agentes son gérmenes piógenos, son purulentas. Los gérmenes pueden llegar al pericardio por vía hematógena dentro de un proceso séptico o lo pueden hacer a partir de un foco supurado miocárdico que se abre al pericardio. También pueden llegar desde otro órgano vecino o a través de heridas.Pericarditis epistenocárdica
Por lo común es una pericarditis fibrinosa circunscrita sobre el territorio infartado. También las hay difusas. La pericarditis epistenocárdica puede ser serofibrinosa o hemorrágica.Pericarditis urémica
Causada aparentemente por la acción tóxica de la urea al ser excretada a la serosa en casos de uremia. Generalmente es fibrinosa.Pericarditis reumática
Por lo común corresponde a una pericarditis productiva inespecífica, con infiltrados linfoplasmocitarios y fibrina en organización. El aspecto es variable dado que la enfermedad reumática suele cursar en brotes.Pericarditis carcinomatosa y sarcomatosa
Se la observa en casos de este compromiso tumoral de la serosa. De regla es hemorrágica.Pericarditis tuberculosa
Puede ser preponderantemente caseosa o productiva. Las más de las veces se produce por extensión del proceso tuberculoso por la vía linfática a partir de ganglios caseificados en la vecindad.. La pericarditis tuberculosa tiene clara significación clínica, no así el compromiso de la serosa dentro de una tuberculosis miliar.Pericarditis aguda benigna
En algunos casos se presenta después una infección de las vías aéreas superiores y, a veces, en forma epidémica. Puede ser fibrinosa o hemorrágica. Aparentemente es causada por virus del grupo Cocksackie. Hay casos esporádicos, idiopáticos.Pericarditis del sindrome de Dressler y de la poscardiotomía
El síndrome de Dressler consiste en compromiso inflamatorio pleuropulmonar, fiebre y pericarditis. Cuando se presenta, lo hace a lo menos una semana después de ocurrido un infarto del miocardio. La inflamación del pericardio es inespecífica. Aparentemente se produce por un mecanismo autoinmunitario al destruirse tejido miocárdico. La patogenia parece ser similar a la de la pericarditis que se produce eventualmente después de una pericardiotomía.
Es una afección en la cual la cubierta similar a un saco alrededor del corazón (pericardio) resulta inflamada.
La causa de la pericarditis a menudo se desconoce o no está comprobada en muchos casos. Afecta en su mayoría a hombres de 20 a 50 años.
La pericarditis con frecuencia es el resultado de una infección, como:
- Infecciones virales que causan un resfriado o una neumonía, como los virus ECHO o el virus de Coxsackie (que son comunes en los niños), así como la influenza.
- Infecciones por bacterias (menos comunes).
- Algunas infecciones por hongos (infrecuentes).
La afección se puede observar con enfermedades, como:
- Cáncer (incluida la leucemia)
- Trastornos en los cuales el sistema inmunitario ataca el tejido corporal sano por error
- Infección por VIH y SIDA
- Hipotiroidismo
- Insuficiencia renal
- Fiebre reumática
- Tuberculosis (TB)
Otras causas abarcan:
- Ataque cardíaco
- Cirugía cardíaca o traumatismo en el tórax, el esófago o el corazón
- Ciertos medicamentos, como procainamida, hidralazina, fenitoína, isoniazida y algunos fármacos empleados para tratar el cáncer o inhibir el sistema inmunitario
- Hinchazón o inflamación del miocardio
- Radioterapia del tórax
El dolor torácico casi siempre está presente y:
- Puede sentirse en el cuello, el hombro, la espalda o el abdomen.
- Con frecuencia, aumenta con la respiración profunda y al acostarse en posición horizontal; puede incrementarse con la tos y la deglución.
- Puede ser agudo, punzante.
- A menudo se alivia sentándose derecho y recostándose o inclinándose hacia adelante.
Se pueden presentar fiebre, escalofríos o sudoración si la afección es causada por una infección.
Otros síntomas pueden abarcar:
Al auscultar el corazón con un estetoscopio, el médico puede oír un ruido llamado roce pericárdico. Los ruidos cardíacos se pueden percibir como leves o distantes. Asimismo, puede haber otros signos de líquido en el pericardio (derrame pericárdico).
Si este trastorno es grave, puede haber:
- Crepitación pulmonar
- Disminución de los ruidos respiratorios
- Otros signos de líquido en el espacio que rodea los pulmones
Los siguientes exámenes imagenológicos se pueden hacer para revisar el corazón y el tejido alrededor de éste (pericardio):
- Resonancia magnética del tórax
- Radiografía del tórax
- Ecocardiografía
- Electrocardiografía
- Tomografía computarizada o resonancia magnética del corazón
- Gammagrafía con radionúclidos
Para buscar daño al miocardio, el médico puede ordenar un examen de troponina I. Otras pruebas de laboratorio pueden ser, entre otras:
- Anticuerpo antinuclear (AAN)
- Hemocultivo
- Conteo sanguíneo completo
- Proteína C reactiva
- Tasa de sedimentación eritrocítica (ESR, por sus siglas en inglés)
- Examen para VIH
- Factor reumatoideo
- Prueba cutánea de tuberculina
La causa de la pericarditis se debe identificar en lo posible.
A menudo se administran altas dosis de antiinflamatorios no esteroides (AINES), como el ibuprofeno. Estos medicamentos disminuyen el dolor y reducen la hinchazón o inflamación del saco alrededor del corazón.
Un medicamento llamado colchicina se puede agregar, si la pericarditis no desaparece después de 1 o 2 semanas o si reaparece semanas o meses más tarde.
Si la causa de la pericarditis es una infección:
- Los antibióticos se usan para las infecciones bacterianas.
- Los medicamentos antimicóticos se utilizan para la pericarditis por hongos.
Otros medicamentos que pueden utilizarse son:
- Los corticosteroides, como la prednisona (en algunos pacientes).
- Los diuréticos para eliminar el exceso de líquido.
Si la acumulación de líquido hace que el corazón trabaje de manera deficiente, el tratamiento puede incluir:
- Drenar el líquido del saco. Este procedimiento, llamado pericardiocentesis, se puede hacer utilizando una aguja guiada por ecocardiografía.
- Hacer un pequeño agujero (ventana) en el pericardio (pericardiotomía subxifoidea) para permitir que el líquido infectado drene hacia la cavidad abdominal.
Si la pericarditis es crónica, reaparece después del tratamiento u ocasiona cicatrización o rigidez del tejido alrededor del corazón, se puede necesitar una cirugía llamada pericardiectomía. La operación implica cortar o extirpar parte del pericardio.
La pericarditis puede variar desde enfermedad leve que mejora por sí sola hasta una afección potencialmente mortal. La acumulación de líquido alrededor del corazón y el funcionamiento cardíaco deficiente pueden complicar el trastorno.
El pronóstico es bueno si el trastorno se trata de inmediato. La mayoría de las personas se recupera en 2 semanas a 3 meses. Sin embargo, la pericarditis puede reaparecer. Esto se denomina recurrente, o crónica si los síntomas o episodios continúan.
La cicatrización y el engrosamiento de la cubierta similar a un saco y el miocardio se pueden presentar cuando el problema es grave. Esto se denomina pericarditis restrictiva y puede causar a largo plazo problemas similares a los de la insuficiencia cardíaca.
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