Monasterios románicos de la provincia de Gerona
El monasterio benedictino de San Pedro de Roda1 (en catalán: Monestir de Sant Pere de Rodes) se halla en el término municipal del Puerto de la Selva en la provincia de Gerona de Cataluña (España). Construido en la falda de la montaña de Verdera por debajo de las ruinas del castillo de San Salvador de Verdera que le había dado protección, con una vista excepcional sobre la bahía de Llansá y del Puerto de la Selva, al norte del Cabo de Creus. Cerca del monasterio están las ruinas del poblado medieval de la Santa Cruz de Roda, del que solo queda en pie su iglesia de estilo prerrománico dedicada a Santa Elena.
Historia
Fue restaurado a raíz de la publicación del libro que presentó el hallazgo y análisis de un reducido maletín conteniendo reliquias identificables como de San Pedro Apóstol que en el año 610 fueron alejadas por mar de la ciudad de Roma donde habían sido veneradas en la subterránea cripta (la Confesión bajo el altar) de la Antigua Basílica de San Pedro. Allí nunca regresaron.
Dentro de un «maletín» decorado con láminas de hueso, y envuelto con un delantal a la medida del pontífice Gregorio Magno había diminutos relicarios. Además incluyó en su interior una ara portátil (con inscripciones) destinada a celebrar misa los religiosos custodios durante su travesía marítima, cuando Roma estuvo seriamente amenazada por una invasión oriental.
El lote de relicarios (sin tapa) fue accidentalmente recuperado justo doce siglos después de su ocultación en el muro de la cripta subterránea bajo el altar mayor de San Pedro de Roda. Las excavaciones arqueológicas posteriores a 1990 dieron muy buenos resultados, promoviendo incluso la restauración de todo el complejo abacial, y en especial la iglesia.
Dentro de un «maletín» decorado con láminas de hueso, y envuelto con un delantal a la medida del pontífice Gregorio Magno había diminutos relicarios. Además incluyó en su interior una ara portátil (con inscripciones) destinada a celebrar misa los religiosos custodios durante su travesía marítima, cuando Roma estuvo seriamente amenazada por una invasión oriental.
El lote de relicarios (sin tapa) fue accidentalmente recuperado justo doce siglos después de su ocultación en el muro de la cripta subterránea bajo el altar mayor de San Pedro de Roda. Las excavaciones arqueológicas posteriores a 1990 dieron muy buenos resultados, promoviendo incluso la restauración de todo el complejo abacial, y en especial la iglesia.
Hasta descubrirse dichas reliquias, era imposible justificar las vastas dimensiones de la iglesia y del monasterio, al ser un sector muy aislado en la costa del golfo de Rosas, pero posteriormente se hallaron allí varios tesoros: Monedas de oro y plata, antiguas baldosas de cerámica, e incluso pinturas románicas en los muros de un claustro inferior, desconocido hasta mediados del siglo XX.
Se desconoce el verdadero origen del monasterio, lo que dio lugar en el pasado a especulaciones y leyendas, como la de la fundación por monjes que desembarcaron en la zona con los restos de San Pedro y otros santos, que debían custodiar para no ser profanados por las hordas bárbaras que caían sobre Roma. Pasado el peligro, el papaBonifacio IV habría mandado construir el templo. Sin embargo, la primera documentación de la existencia del establecimiento data del año 878 siendo mencionado como una simple celda monástica consagrada a San Pedro, pero no es hasta el año 945 cuando se considera un monasterio benedictino independiente, regido por un abad. Ligado al condado de Ampurias, llega a su máximo esplendor entre los siglos XI y XII. En él se celebran jubileos hasta su decadencia en el siglo XVII. Su importancia creciente lleva a convertirlo en un punto de peregrinaje de la época. A partir del siglo XVII es saqueado en varias ocasiones y en 1793 fue abandonado por la comunidad benedictina que se trasladó a Vila-sacra y, finalmente, se instaló en Figueras en 1809 hasta que fue disuelta. En 1930 fue declarado monumento nacional, y en 1935 la Generalidad de Cataluña inicia las primeras restauraciones. Excavaciones realizadas durante 1990 y 1991 aparecieron restos del claustro del siglo XI, pinturas anteriores al siglo XII y la necrópolis del siglo X y siglo XI, entre otros restos.2
El elemento arquitectónico
El conjunto se construye en terrazas, dada su ubicación. El claustro del siglo XII es la parte central del conjunto. En torno a él se distribuyen el resto de construcciones. La Iglesia, consagrada en el año 1022, es el máximo exponente del grupo arquitectónico. De estilo románico sin comparación con las corrientes de su tiempo, aunque sugerente de la arquitectura tardorromana. Tiene planta de cruz latina con tres naves con bóveda de cañón, que son delimitadas por una doble columnata con capiteles de influencia corintia. La doble columnata descansa sobre un alto zócalo y en los laterales, unas columnas adosadas aguantan los arcos de medio punto que separan las naves. Las columnas adosadas a los pilares proceden de alguna construcción romana anterior.
La nave central es espléndida y de gran dimensión, con un deambulatorio en el ábside, que parece continuarse por las dos naves laterales. Bajo el ábside se encuentra lacripta.
Esta iglesia sintetiza con originalidad una serie de corrientes arquitectónicas anteriores, como la carolingia, el prerrománico y las construcciones romanas, por todo ello es considerada uno de los principales exponentes del románico en Cataluña.
En la fachada de poniente del monasterio se alza el campanario del siglo XII, de planta cuadrada y de influencias lombardas del siglo anterior. A su lado una torre de defensa, o del homenaje, que probablemente se inició en el siglo X pasando posteriormente por un largo proceso de construcción y reformas.
Nombre: Monasterio de Sant Pere de Rodes (San Pedro de Rodas)
Ubicación: El Port de la Selva (Gerona). Comarca del Alt Empordá (Alto Ampurdán). Comunidad Autonoma de Catalunya Época y estilo: Monasterio benedictino. Románico. Siglos X al XII Propietario: Desde 1980 la Generalitat de Catalunya. No tiene culto en la actualidad Estado: En restauración. Actividades turisticas Declarado Monumento Nacional en 1930 Situado en la montaña de Verdera, en pleno Parque Natural del Cabo de Creus
Las leyendas forman parte de la creación de numerosos monasterios, ello se explica por un deseo de dar realce y envolver en un hilo mágico la creación de los monasterios.
Se ha dicho que el asentamiento del monasterio se realizó sobre un templo pagano dedicado a Afrodita Pyrene. Para otros, tres sacerdotes que se vierón amenazados por la presencia de babilonios depositarón en esta montaña unas reliquias de San Pedro y luego huyerón por mar. Otra leyenda afirma que un grupo de cristianos naufragarón en la bahía cuando venían de Roma y prometierón la construcción del monasterio como ofrenda a Dios en este lugar. La más divulgada es la que situa la fundación del monasterio en el año 610 en tiempos del emperador de Oriente Focas. Ante el inminente peligro que sufria la ciudad de Roma, el papa ordenó poner a salvo las reliquias de la cabeza de San Pedro Apóstol, su brazo derecho y los cuerpos de Pedro el Exorcista y otros mártires de las persecuciones, asi como una botella con la sangre de Cristo. Las reliquias transportadas por fieles llegarón en barco a la zona de Rodas y de allí a la montaña Verdera donde fuerón escondidas, regresando al mar una vez cumplida su misión. Cuando regresarón a buscar las reliquias no encontrarón el lugar, decidiendo quedarse para fundar un cenobio.
Como la mayoria de los monasterios, estos se construian en lugares en cuyas cercanias existiera una fuente, en este caso encontramos al norte de la iglesia la llamada Fuente de los Monjes en la cual podemos encontrar una inscripción que dice "Qui biberit ex acqua sitiet interum" (quien pruebe de esta agua sentirá el deseo de beberla otras veces).
Las primeras noticias de que disponemos del monasterio datan de finales del siglo VIII, en un diploma concedido por Carlomagno y en el cual se cita la celda de Sant Pere (celda = pequeño cenobio). Será en el año 902 cuando en una donación se cite de manera explicita a la comunidad monástica de Sant Pere de Rodes, pero no será hasta la primera mitad del siglo X cuando alcanza la categoria de abadia. Los mayores mecenas de este monasterio fuerón un noble llamado Tasio, su esposa Hisblanda y su hijo Hildesindo que pusierón su fortuna y poder al engrandecimiento del lugar, siendo este último el primer abad del monasterio independiente (año 944). Para el engrandecimiento del lugar contarón con la ayuda inestimable de la Casa Condal de Ampurias-Peralada y Rosellón que extendió su protección al monasterio y lo dotarón con una importante dotación territorial. Entre los miembros de la Casa Condal destaca el conde Godofredo que estableció una politica de dominio sobre el territorio, amparandose en el poder territorial que el monasterio ejercia sobre los alrededores. Será durante el periodo que va de los años 926 con Tasio hasta el fallecimiento de Hildesindo en el año 991 cuando el monasterio alcance su época de mayor esplendor. En el año 979 el papa Benito VII concede una bula que concede indulgencias a los peregrinos que lleguen a Sant Pere de Rodes, de la misma manera que si lo hubieran hecho ante la tumba de San Pedro en Roma. Será durante el año 1088 cuando se establezcan los jubileos plenísimos de la Santa Cruz, por una bula del papa Urbano II. Durante los siglos XI y XII continua el periodo de esplendor configurandose el monasterio con la actual estructura que nos ha llegado hasta la actualidad. Durante este tiempo el cenobio irá creciendo gracias a numerosas donaciones y privilegios. El monasterio sufriría diversas reformas en los años sucesivos, pero a finales del siglo XIV (1348) con el comienzo de la peste bubonica que afecto a Europa, empezó un periodo de decadencia que se prolongaria con diversos altibajos en el tiempo. En el año 1708 durante la guerra de Sucesión a la Corona Española el general francés duque de Noailles robó del monasterio la Biblia de Sant Pere de Rodes realizada por Ripio en el siglo XI y que actualmente se encuentra en la Biblioteca de Paris. Durante el siglo XVII los bandoleros asolan continuamente el monasterio y por fin en el año 1798 los últimos monjes abandonan el monasterio desplazandose al Castillo de Vila-Sacra. Con la desaparición de los monjes el monasterio fué saqueado y arruinado. Durante todo este tiempo de decadencia, empezando por la peste, las continuas guerras con Francia, piratas, bandoleros y los distintos abades comendatarios que olvidarón sus obligaciones para con el monasterio, el traslado del poder feudal hacia las zonas del sur, darian con el punto y final a la vida del cenobio. Lugar de peregrinación desde el siglo XI hasta el 1697. En la edad media era uno de los tres lugares de jubileo de España, junto con Santiago de Compostela y Santo Toribio de Liebana En las cercanias encontramos las ruinas del pueblo de Santa Creu de Rodes, donde vivían las gentes que estaban al servicio y cuidado de los monjes, en la parte alta del mismo monte está el castillo de San Salvador de Verdera, donde había una guarnición militar como protección de los monjes y vigilancia de la frontera francesa. En la villa encontramos la iglesia prerrománica dedicada a Santa Helena. Este pueblo en la actualidad permanece arruinado y abandonado, sólo quedando en pie la iglesia antes citada.
El conjunto monastico se estructura mediante terrazas, algunas realizadas por la mano del hombre y otras propias del terreno. La iglesia se encuentra en uno de los niveles mas bajos del conjunto.
No se puede encuadrar en ninguna de las corrientes dominantes de aquel momento, sino que hay que considerarlo como una tendencia autonoma. Este estilo no creó escuela en Cataluña donde se impuso el estilo lombardo. Si tuvieramos que buscar influencias habría que buscarlas entre las construcciones carolingias y las del Bajo Imperio Románo. Fué en tiempos del abad Hildesindo, con la ayuda de los condes Gausfredo I de Ampurias, Sunyer y Borrell de Barcelona y Guifredo de Besalú, cuando comenzarón las obras y edificaciones del monasterio y muy especialmente de la iglesia. Etapas de construcción: Primera etapa: Siglo X. Iglesia, refectorio, hospital y el primitivo edificio de entrada. Segunda etapa: Siglos X-XI. Claustro primitivo, galilea, absidiolos, campanario, locutorio, torre de defensa, conjunto escultórico en mármol de la portada. Tercera etapa: Siglo XII. Claustro Superior. Claustro Se trata de dos claustros superpuestos, el inferior o primitivo situado al nivel de la iglesia (siglos X-XI) y el claustro románico o segundo claustro cimentado sobre el claustro primitivo del siglo XII. Alrededor del claustro como es habitual en los monasterios benedictinos encontramos las distinas dependencias del cenobio: la sala capitular, los dormitorios, el refectorio, la cocina, la biblioteca y scriptorium, el locutorio etc. Claustro inferior o primitivo. De finales del siglo X o principios del XI. De dimensiones mas reducidas que el superior, es de planta trapezoidal. Tiene cuatro galerias porticadas que estaban cubiertas con bóvedas de cañón de las que unicamente se mantiene completa la del lado este. El claustro se adapta a las irregularidades del terreno. El aparejo de los muros es rustico y se revocó con mortero pulido. En el lado este se puede ver unos restos de pintura mural que representa la Crucifixión. Nos muestra la figura de Cristo con los ojos abiertos, uno de los ladrones, soldados con lanzas y mazas y encima de todos ellos el sol y la luna. Las pinturas estan fechadas en el siglo X. En el lado sur encontramos otro resto de pintura mural con la representación de un león dentro de un recuadro con cenefa. Se ve al león con la pata izquierda levantada y la musculatura se refuerza con color rojo. Fechadas también en el siglo X. Claustro superior o románico. Último tercio del siglo XII. Situado a nivel superior que la iglesia y al sur de esta. De estilo románico, su construcción es posterior a la iglesia y a las demás dependencias del entorno. Conviene destacar que el claustro, sobre todo en sus lados sur y este se encuentran completamente reconstruidos de forma bastante desafortunada en relación a la obra original, sobre todo en lo que respecta a las cubiertas del mismo. De planta ligeramente trapezoidal, su lado este mide 9,65 metros, su lado oeste 9,85 metros, el norte 16,5 metros y el lado sur 16,9 metros. Los pasillos disponen de bóvedas de sección de cuarto de esfera y galerias con arcos de medio punto. Se alternan las dobles columnas con capiteles y los pilares macizos. El claustro disponía hasta de 44 capiteles de los cuales sólo se conservan cuatro. Los capiteles tienen decoración vegetal de hojas y palmetas y otros historiados representando la infancia de Jesús, la Natividad y a un grupo de monjes. En el centro del claustro encontramos el brocal de la cisterna tallado en mármol en época renacentista. Por una escalera situada en su lado norte se accede al transepto y por lo tanto al interior de la iglesia a traves de una puerta.
Refectorio Siglo X. Situado en el lado sur del claustro, de dos plantas, es coetanea a la iglesia y anterior al primer claustro.
Locutorio y Calefacctorio En el lado oeste del claustro, en la fachada principal del monasterio y entre las dos torres, encontramos el locutorio en el piso inferior y el calefactorio en el superior. Sala Capitular Se emcontraba en una dependencia situada en el lado este.
Torre del campanario Siglo XI. Situada sobre la fachada oeste del claustro, al lado de la iglesia. Simboliza el poder religioso o espiritual del monasterio. Se trata de una torre cuadrangular con influencias del arte lombardo-catalán de siglo XI. Mide 27 metros de altura y dispone de tres pisos con ventanales y un coronamiento de pared que oculta el casquete piramidal de la cubierta superior. Tiene ocho ventanas por piso, a razón de dos por lado. Los dos primeros pisos disponen de ventanas de arco de medio punto, mientras que el tercer piso los ventanales son geminados con arquillos de medio punto y maineles con pequeña columna y capitel trapezoidal. Este piso tiene decoración lombarda realizada con lesenas, un friso de arcuaciones o arcos ciegos y otro dentado bajo la cornisa. En el coronamiento encontramos tres aberturas por cada lado.
Esta torre esta construida sobre un edificio posiblemente de siglo X que sería una zona de paso de entrada al claustro. De este edificio pocos restos quedan de su existencia. Torre de defensa o del Homenaje Siglo XI, reformada en el siglo XIV. Situada también en la fachada oeste del claustro pero en el lado contrario a la torre del campanario, simboliza el poder feudal de la abadia. Se trata de una torre cuadrangular de similar altura que la torre campanario. Sus muros son opacos, con alguna aspillera y pequeñas aberturas de arco de medio punto. Su interior se cubre con bóvedas de cañón. Entre ambas torres, corre la fachada sur del monasterio. En esta fachada encontramos una puerta con arco de medio punto que da acceso al antiguo locutorio y de aqui al claustro. Dispone de dos filas de ventanas que actualmente sólo son grandes huecos como consecuencia del expolio sufrido. En sus paredes podemos encontrar la típica forma de construcción de opus spicatum. La fachada se remata con almenas. Iglesia abacial Siglo X. Iglesia consagrada en el año 1022. Situada en el lado norte del claustro, es obra capital y única del románico catalán. Se trata de una iglesia de planta de cruz latina, tres naves de cinco tramos, en las que las dos naves laterales acaban es una especie de deambulatorio o girola. A los pies de la iglesia un nartex o galilea. Las medidas de la iglesia son 38,20 metros de longitud por 12,20 metros de ancho. El transepto tiene una longitud de 22,80 metros por 6 metros de ancho. La altura de la iglesia es de 16 metros. La entrada a la iglesia se realiza por su fachada oeste, primero encontramos un espacio llamado antegalilea, que es un añadido post-medieval. En esta entrada encontramos un gran arco coronado por una escultura de un busto femenino. Ya en la galilea del siglo XI, encontramos una puerta de un solo arco de medio punto. Esta era la puerta Santa que abria el abad con ocasión de los jubileos. Esta galilea tiene una estructura de tres naves, la central con bóveda de cañón y las laterales de cuarto de esfera. En este espacio se encontraban sarcofagos de personajes de cierta relevancia. Aquí en la galilea encontramos pinturas murales de temática arquitectónica. Una columna con capitel de color rojo y refuerzos de dibujo en negro. Fechadas en el siglo XI. También encontramos la figuración de la enseña de los condes de Ampurias rojo y amarillo en una ancha franja horizontal. Ya en el interior de la iglesia, está se encuentra cubierta con bóvedas. La central con bóveda de cañón reforzada por arcos torales de medio punto. El transepto y la girola también se cubre con bóveda de cañón. La de los ábsides se cubren con bóveda de cuarto de esfera precedida por un tramo de cañón. La cubierta de la iglesia es única a dos aguas o vertientes. La nave central es de una riqueza decorativa y grandiosidad excepcional. En su interior encontramos arcos de medio punto sostenidos por columnas cilindricas, coronadas por grandes capiteles. Las columnas de la nave central descansan sobre grandes podios o basamentos. Los capiteles de grandes proporciones, estan provistos en su parte inferior de un collarin, y en su parte superior coronados por un ábaco o cimacio muy destacado. Dichos ábacos son de sección plano y bisel, en su parte baja estan biselados y decorados con un friso, mientras que en la parte alta es lisa. Los capiteles son de tradición corintia, de tipo califal y con lacerias o entrelazados vegetales. Junto con la estructura de la cabecera, la extraordinaria singularidad de la iglesia de Sant Pere de Rodes consiste en el sistema utilizado en los pilares de apoyo de los arcos y bóvedas. Consiste en un doble orden de columnas que soportan los arcos torales de la nave más proxima al ábside, y en un orden sencillo que soporta los arcos formeros, los cuales todos arrancan de un basamento elevado. De entre los escultores que trabajarón en Sant Pere, destaca el maestro Cabestany. Un maestro nómada que sorprende por la calidad expresiva de sus personajes y los ritmos que les imprime. La obra de este maestro se encuentra dispersa por el Museo de Figueres y el Museo Marés de Barcelona, que conserva un bellisimo relieve con la escena de la vocación de San Pedro. La decoración de la portada que ahora queda dentro del nartex o galilea fué realizada como hemos dicho por el maestro Cabestany, en el siglo XII y en mármol. La misma ha sido totalmente expoliada. Lo que podemos observar hoy dia in situ son reproducciones del original, el resto se ha perdido o se encuentra en manos de museos y colecciones privadas.
En el transepto del lado norte de la iglesia, se eleva la torre conocida como de San Miguel en cuyo interior podemos encontrar una capilla, también conocida como de San Miguel. A ambos lados del transepto encontramos dos absidiolos de planta semicircular. En este absidiolo, junto a la torre de San Miguel, encontramos en su interior una estancia con bóveda muy baja que recibe el nombre de Capilla del Anacoreta o Capilla de San Martín, aunque en realidad parece ser una especie de cripta de la capilla de San Miguel. A destacar que la torre esta almenada, al igual que muchas partes del monasterio lo que le confiere un aspecto de fortaleza típico del medievo.
En el transepto del lado sur encontramos la puerta de comunicación de la iglesia con el claustro. El ábside central de planta semicircular es de grandes proporciones y contiene como ya hemos dicho un deambulatorio o girola doble de dos pisos. Bajo el ábside se halla la cripta de planta semianular y cabecera semicircular. El deambulatorio o girola está abierto hacia el presbiterio por una galería de arcadas en la parte inferior y por tres ventanales a modo de triforio en la superior. Al mismo se accede por una escalera de caracol que lleva a la capilla de San Miguel. En la girola encontramos algún pequeño resto de pintura mural, que se supone la figura de Cristo dirigiendose a los apostoles. Fechadas en el siglo XII. Al lado del ábside, destaca un edificio muy arcaico, construido con grandes sillares que pertenece a un edificio preexistente al monasterio y que fué modificado para incorporarlo al conjunto monastico. Puede datarse en el siglo VI o anterior y es el edificio más antiguo de todo el monasterio, de los que se conservan en pie. Palacio abacial Al Noroeste de la iglesia se encuentra la casa o Palacio Abacial, un edificio gótico de dos plantas que se edificó sobre otras construcciones más antiguas de la primera época del cenobio. Siglos XIV-XV. Hoy se dedica a actividades culturales. Sacristias Nuevas En el lado norte de la iglesia, fué la última construcción del monasterio realizada poco antes del abandono de los monjes del monasterio. Hospital o Refugio de peregrinos Siglo X. Se trata de una construcción externa al monasterio. En sus cercanias encontramos la Fuente de los Monjes antes citada. En esta obra podemos admirar el tipo de construcción con que están realizadas las partes mas antiguas del monasterio, es el llamado opus spicatum, que se puede definir como hileras o franjas de piedras en forma de espiga de una forma muy caracteristica. Se trata de un edificio de forma rectangular de 11,6 x 5 metros. Ha perdido la cubierta. |
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