EL APOGEO DE JUSTINIANO | SIGUIENTE |
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La región de Chen-la (la actual Camboya), que hasta el momento era tributaria del reino de Fu-nan, se rebeló contra éste y la larga lucha que siguió fue debilitando su poderío.
Britania llevaba ya siglo y medio sumida en el caos. Desde que las legiones romanas abandonaron la isla, los britanos tuvieron que enfrentarse por sí solos a los pictos y los escotos primero, y a los invasores jutos, anglos y sajones poco después. La situación era muy diferente a la del resto de las antiguas provincias romanas: mientras en ellas los invasores germánicos fueron una minoría que no tuvo grandes dificultades en suplantar a la aristocracia romana, asimilando la lengua y las costumbres de la población conquistada, Britania fue invadida por una cantidad mucho mayor, en proporción, de germanos, los cuales desplazaron a la población nativa, arrinconándola paulatinamente hacia el oeste y hacia el norte. El documento histórico más antiguo que se conserva sobre este periodo es el De excidio et conquestu Britanniae, escrito por Gildosio alrededor de 550. En su libro relata una gran victoria obtenida por los britanos hacia principios de siglo en un lugar desconocido llamado Monte Baden. El caudillo britano se llamaba Ambrosio Aureliano, que dio origen a una leyenda que fue creciendo con el paso del tiempo.
Dejando de lado las leyendas, lo cierto es que a mediados del siglo VI los jutos estaban asentados alrededor de Kent. Los sajones habían formado varios reinos: Essex(East Seaxe, sajones del este), con capital en Londres, Sussex (South Seaxe, sajones del sur), con capital en Chichester, y Wessex (West Seaxe, sajones del oeste), con capital en Winchester. Por su parte, los anglos habían formado el reino de Anglia Oriental y, mucho más recientemente, los reinos de Deira, con capital en York, y Bernicia, con capital en Bamburgh.
Mientras tanto Persia pasaba por un periodo de esplendor. El rey Cosroes I reorganizó la administración del Imperio, dividiéndola en cuatro distritos principales. Estableció un sistema de impuestos basado en un censo de propiedades, restauró el sistema de canales de Mesopotamia y protegió la cultura, no sólo la nativa, sino también la extranjera (filósofos griegos, cristianos nestorianos, etc.) Hubo un considerable intercambio comercial y cultural con la India. La literatura y los tratados médicos indios entraron en Persia. Bajo el reinado de Cosroes I también se difundió por Persia el ajedrez, un juego de origen indio. La palabra persa para "rey" es Shah, de donde deriva la palabra "jaque". La expresión jaque-mate también procede del persa (shah mat, el rey ha muerto).
El secreto de la seda llegó a Constantinopla. Durante siglos, la naturaleza de la seda había sido un misterio para Occidente, pero Justiniano logró sobornar a unos monjes chinos que no sólo le revelaron el secreto, sino que incluso regresaron a China y desde allí volvieron con huevos de gusanos de seda ocultos en cañas de bambú. Constantinopla inició entonces su propia producción de seda. De esos gusanos de contrabando descienden todos los gusanos usados en Europa en la producción de seda hasta tiempos modernos.
En el norte de China, el reino Wei se había fragmentado en dos mitades. La mitad oriental pasó a manos de la dinastía Qi, que había sido derrocada años antes en el sur.
En 551 un noble visigodo llamado Atanagildo se rebeló contra el rey Agila con el apoyo de la población católica. El reino visigodo cayó en la guerra civil. Mientras tanto Narsés se reveló como un capaz general luchando contra los búlgaros, así que en 552 Justiniano decidió enviarlo a Italia contra los ostrogodos. A diferencia de Belisario, Narsés contaba con la confianza del emperador, por lo que pudo disponer de un mejor ejército y no tardó en derrotar a Totila en Tadinae. Tras su muerte, los ostrogodos eligieron rey a Teias, que trató de reconstruir el ejército y tomar Cumas, donde Totila había encerrado sus tesoros, pero no tardó en ser derrotado por Narsés, con lo que el reino ostrogodo se descalabró definitivamente y no tardo en formar parte nuevamente del Imperio Romano. Narsés se convirtió en el nuevo gobernador de Italia.
En 552 un pueblo tributario de los Yuan Yuan se sublevó contra sus dominadores y se adueñó del imperio de las estepas. Eran los turcos, dirigidos por dos hermanos, Bumin e Istemi. El primero murió ese mismo año, pero Istemi continuó su obra y asumió el título de Kagan. Los Yuan Yuan tuvieron que desplazarse hacia Occidente como antaño habían hecho sus parientes los hunos. En Occidente fueron conocidos como los ávaros. Invadieron los territorios de los eslavos, los cuales a su vez presionaron sobre el Imperio Romano en los Balcanes.
En 553 Justiniano convocó un concilio en Constantinopla para abordar nuevamente el asunto de los "tres capítulos". El papa Vigilio propuso una solución intermedia, por la que se condenarían sesenta proposiciones de Teodoro de Mopsuesto, pero se absolvería a Teodoreto e Ibas. Justiniano amenazó a Vigilio con el destierro, así que el papa se convenció de que Justiniano tenía razón, y ratificó de nuevo la condena contra los tres obispos.
En 554 el visigodo Atanagildo pidió ayuda a Justiniano contra Agila. El emperador envió tropas bajo el mando de Liberio, con cuya ayuda Atanagildo derrotó a Agila cerca de Sevilla. El rey se retiró a Mérida, donde fue asesinado por sus hombres en 555. Los visigodos reconocieron a Atanagildo como rey, pero ahora Hispania estaba ocupada por los soldados de Justiniano, así que Atanagildo tuvo que ceder al Imperio la parte sur y este de la península, con lo que el reino visigodo se redujo a un pasillo central entre los suevos y las fuerzas imperiales. En particular los visigodos perdieron su capital, Sevilla, por lo que la corte se trasladó a Toledo. Atanagildo fue tolerante con los católicos, que le habían apoyado frente a Agila. El Imperio de Justiniano llegó así a su máxima extensión.
Ese mismo año murió el papa Vigilio en su viaje de regreso a Roma, desde Constantinopla. Justiniano impuso como nuevo papa a Pelagio I, que, pese a haber nacido en Roma, fue muy mal aceptado en la ciudad. Pelagio I trató de acercar las posiciones entre Roma y Constantinopla, pero no tuvo mucho éxito.
También murió Teodebaldo, el rey de Austrasia. Como no tenía descendencia masculina, su reino pasó a manos de Clotario I. Childeberto incitó a Chramno, hijo de Clotario I, para que se sublevara contra su padre, pero tuvo que huir y refugiarse en Bretaña, bajo la protección del conde Conobrio. Clotario I venció y mató a Conobrio, capturó a su hijo y lo hizo estrangular y quemar junto con toda su familia.
Una parte de los Yuan Yuan que huía de los turcos cayó sobre el norte de China y desmembró el Estado Wei en pequeños reinos que combatieron entre sí. La parte oriental siguió en manos de la dinastía Qi, mientras que la mayor parte del reino Wei occidental pasó a la dinastía Zhou.
En 558 Childeberto murió sin descendencia, por lo que todo el reino franco quedó unificado de nuevo bajo Clotario I, como lo había estado en tiempos de su padre Clodoveo I.
Un terremoto destruyó la cúpula de Santa Sofía, pero Justiniano ordenó que se construyera otra aún mayor. Cuando llegó el invierno, una inusitada ola de frío heló el Danubio, lo que permitió a los ávaros y eslavos cruzar el río fácilmente y arrollar a la escasa guardia imperial que custodiaba la frontera. Los bárbaros avanzaron hacia Constantinopla, que estaba prácticamente indefensa, pues sus ejércitos estaban dispersos por Italia, Hispania y África.
Justiniano tuvo que recurrir una vez más al leal Belisario, que tomó como base de su defensa a los trescientos guardias del palacio, a los que sumó varios escuadrones de ciudadanos enrolados a la fuerza. Requisó los caballos de los ciudadanos adinerados y hasta de los circos. En 559 se enfrentó a los atacantes. Belisario sabía que no tendrían más estrategia que un ataque directo, así que puso a sus mejores hombres para contener dicho ataque y se aseguró de golpear al mismo tiempo por ambos flancos. Los bárbaros, tal vez ya atemorizados por la fama del Imperio, no tardaron en retirarse.
Los suevos eligieron rey a Teodomiro. La historia de los suevos durante los cien años precedentes a esta fecha es prácticamente desconocida. Teodomiro probablemente llegó al poder con el apoyo de los católicos, pues poco después se convirtió al catolicismo y el reino suevo pasó a ser oficialmente católico. El reino visigodo era ahora el último reducto del arrianismo.
En 560 los turcos son mencionados por primera vez en documentos persas. Por esta época los turcos habían absorbido los reinos tocarios, restos del antiguo Imperio Kusana. Al parecer, los persas se aliaron con los turcos para deshacerse de los hunos, ya en decadencia, lo que permitió al Imperio Persa extenderse por Sogdiana. Los turcos se convirtieron en los nuevos vecinos de los persas, y éstos pronto descubrirían que no eran mejores vecinos que los hunos
Por esta época subieron al trono en Britania los primeros reyes de los que tenemos un mínimo conocimiento histórico: Ethelberto de Kent y Elli de Deira.
En 561 Justiniano cayó enfermo y se difundieron rumores sobre su muerte. Cuando se vio que eran falsos, comenzaron las conspiraciones entre los aspirantes a la sucesión. Justiniano logró cortarlas de raíz. Varios hombres de la familia de Belisario estuvieron implicados, y fueron torturados hasta la muerte. Acusaron al propio Belisario, que, tras ser declarado culpable en un juicio, se le confiscaron los bienes y se le sometió a un arresto domiciliario.
Tras la muerte del papa Pelagio I fue elegido Catelino, que cambió su nombre por el de Juan III. Trató en vano de resolver el cisma de Aquilea, originado a raíz del asunto de los tres capítulos.
El Clodoveo I había convertido al reino franco en la mayor potencia de Occidente, pero su amenaza se disolvió tras su muerte, a causa del reparto que hizo del reino entre sus hijos. Gracias a este desmembramiento y a las subsecuentes peleas internas entre los reyes francos, los visigodos y los ostrogodos pudieron resistir mucho más fácilmente. Ahora el reino franco volvía a ser una amenaza, nuevamente unido bajo Clotario I, pero la historia se repitió: Clotario I murió dejando siete hijos de varias esposas. Los cuatro mayores asesinaron a dos de sus hermanastros y se las arreglaron para excluir de la herencia a un tercero, Gramna. Dividieron el reino en cuatro partes y se las adjudicaron a suertes. El mayor, Cariberto, se quedó con la parte oeste, con capital en París. El segundo, Gontrán, se quedó con Borgoña. Chilperico I se convirtió en rey de Neustria, con capital en Soissons. Finalmente, Sigeberto I heredó Austrasia, con capital en Metz. Clotario I tenía además una hija, Clotsvinda, que pronto se casó con el rey lombardo Alboíno, elegido ese mismo año.
En 562 el Yamato japonés fue expulsado de Corea. Desde entonces China y Japón se disputaron su influencia en la península. El reino de Paikche aceptó a Japón como aliado, mientras que el de Silla buscó el apoyo de China contra Kokuryo.
Desde los tiempos de san Patricio, la iglesia céltica irlandesa se había desarrollado notablemente y los monasterios florecían por toda la isla. La iglesia céltica había permanecido aislada del continente durante mucho tiempo, por lo que sus tradiciones diferían en algunos aspectos de la tradición romana. En 563 un monje irlandés llamado Columba recibió del rey de Dalriada una pequeña isla llamada Iona, en la costa escocesa. Allí levantó una iglesia y un monasterio, desde donde se dedicó a convertir al cristianismo a los salvajes pictos.
En 564 la presión popular obligó a Justiniano a indultar a Belisario y devolverle sus propiedades, pero éste murió poco después, en 565. Unos meses después moría Justiniano. Durante todo su reinado, no tuvo más dedicación que el gobierno. Llegó a ser llamado "el emperador que nunca duerme", pues apenas dormía, y prácticamente se abstuvo de toda clase de placeres. No tuvo hijos ni había designado heredero. Tenía siete sobrinos, pero sólo uno de ellos estaba en Constantinopla cuando murió el emperador. Se apresuró a hacerse coronar por la guardia de palacio y corrió al hipódromo para ser aclamado por el pueblo. Así se convirtió en el nuevo emperador, con el nombre de Justino II.
Narsés gobernaba Italia con mano dura, y Justiniano no había dejado de recibir quejas sobre él, de las que siempre había hecho caso omiso. Probablemente Justino II quiso asegurarse la lealtad de Italia cambiando la situación, así que no tardó en destituir al que había sido hombre de confianza de su predecesor. Se cuenta que lo hizo de forma brutal, enviándole un mensaje en que le instaba a dejar la guerra en manos de los hombres y a que se uniera a las mujeres de palacio, limitándose a tejer (en alusión a su condición de eunuco).
En 567 murió sin descendencia el rey franco Cariberto, y sus tierras pasaron a manos de su hermano Chilperico. Sigeberto I vio con preocupación el repentino aumento del poder de Chilperico, así que ese mismo año contrajo matrimonio con Brunilda, hija del rey visigodo Atanagildo. De este modo, en caso de guerra con Chilperico, Sigeberto I podría contar con el apoyo visigodo. Brunilda era arriana, pero aceptó convertirse al catolicismo sin problemas. Chilperico comprendió el juego y no tardó en contraatacar. Aunque ya estaba casado, logró que la Iglesia invalidara el matrimonio y se apresuró a casarse conGalsvinta, hermana de Brunilda. En este caso el matrimonio fue una mera estratagema, pues en realidad Chilperico estaba enamorado de Fredegunda, una sirvienta de palacio. Sin embargo, antes de que acabara el año moría Atanagildo, con lo que ambos matrimonios perdieron gran parte de su valor. Los visigodos eligieron rey a Liuva I. Fredegunda no tardó en asesinar a Galsvinta y a Chilperico no debió de disgustarle mucho la iniciativa, pues pronto se casó con Fredegunda.
Los ávaros habían llegado hasta el Elba, y allí entraron en contacto con los gépidos y los lombardos, que hacía tiempo que peleaban entre sí. Ambos trataron de lograr el apoyo de los ávaros frente a su rival, y al final lo consiguió el rey lombardo Alboíno, que selló una alianza con el kaghan Baián, y entre ambos destruyeron a los gépidos. Alboíno mató al rey gépido Cunimundo, y se casó con su hija Rosamunda,con lo que se convirtió en rey de los gépidos. Se cuenta que Alboíno convirtió el cráneo de Cunimundo en una copa para beber. Sin embargo, Alboíno vio que su pueblo no tardaría en ser dominado por los ávaros, así que decidió cambiar la servidumbre hacia los asiáticos por un futuro de aventuras en Italia. En 568 los lombardos invadieron Italia, donde hicieron una carnicería entre los católicos, pues ellos eran arrianos. Ese mismo año murió Narsés, que había permanecido en Italia tras su destitución.
En 569 Leovigildo, el hermano del rey visigodo Liuva I, se había casado con Golsvinta, la viuda de Atanagildo, y reclamaba el trono. Tenía gran personalidad y muchos partidarios, así que Liuva I no quiso enfrentarse a él y decidió repartirse el reino con su hermano. Liuva I conservó la parte noreste del reino, y Leovigildo se quedó con el resto. En 570 Leovigildo atacó al rey suevo Teodomiro, que murió ese mismo año y fue sucedido por Miro. Luego Leovigildo se volvió contra las posesiones imperiales en Hispania. Atanagildo ya había reconquistado Sevilla, y Leovigildo inició un proceso expansivo por Andalucía.
También murió el que fue recordado como san Gildosio el Sabio, el monje que escribió la primera historia de Inglaterra.
Los ávaros habían intentado forzar una vez más las fronteras del Imperio, pero se dieron por vencidos y se concentraron en el oeste, donde Sigeberto I tuvo que vérselas con ellos.
Finalmente, los hunos destrozaron por completo el Imperio Gupta, en la India. Su último rey fue Budhagupta. El territorio quedó nuevamente dividido en pequeños reinos.
En 571 Leovigildo conquistó Medina Sidonia, y en 572 ocupó Córdoba y se apoderó de toda Andalucía. Acto seguido declaró la guerra al rey suevo Miro.
Mientras tanto Alboíno fundó un nuevo reino lombardo en el valle del Po, con capital en Pavía. Poco después de tomar la ciudad, Alboíno murió envenenado por su mujer, Rosamunda. Se dice que el rey, durante la celebración de la conquista, borracho, obligó a Rosamunda a beber de la copa hecha con el cráneo de su padre, y ello la indujo a planear el asesinato. Alboíno fue sucedido por Clefi.
Los problemas de Justino II en Italia hicieron que Cosroes I atacara en Asia Menor, pero Justino II concentró sus fuerzas contra los persas y los mantuvo a raya. El dominio imperial en Italia se redujo a una franja transversal que unía Ravena con Roma, más el extremo sur de la península y además las islas, Sicilia, Córcega y Cerdeña.
En 573 un joven patricio romano llamado Gregorio decidió renunciar a la política, entregó sus posesiones a la Iglesia y se dedicó a fundar monasterios según la regla benedictina. Fundó seis monasterios en Sicilia y luego otro en Roma, en el que él mismo ingresó. A él se debe el inicio de la expansión de la regla benedictina fuera de Italia.
Ese mismo año murió Liuva I y Leovigildo se convirtió en rey de todo el territorio visigodo. Fue el primer rey visigodo que empleó distintivos regios y que acuñó moneda. Sometió a los vascos, algunos de los cuales huyeron hacia el norte y ocuparon la región que pasaría a ser conocida como Vasconia y luego Gascuña. Aquí tuvieron que enfrentarse al rey Gontrán de Borgoña. Durante los años siguientes Leovigildo libró una batalla tras otra para afirmar la soberanía visigoda sobre todos sus territorios, en especial para frenar cualquier intento de expansión por parte de los suevos.
Mientras tanto Brunilda, la esposa del rey Sigeberto I, convenció a su marido para que dejara las querellas con los ávaros y vengara la muerte de su hermana Galsvinta. Sigeberto I exigió a su hermano Chilperico que devolviera la dote que había recibido al casarse con la reina asesinada. Éste se negó y así se inició una guerra entre los dos hermanos.
En 574 murió el papa Juan III y fue sucedido por Benedicto I.
A la muerte del rey Clefi, el reino lombardo se descompuso en varios ducados independientes, entre ellos los ducados de Spoleto y Benevento, en el sur de la península itálica, que los lombardos habían ocupado durante los dos últimos años.
La tensión provocada por los ataques simultáneos de los lombardos en Italia, los ávaros y los eslavos en los Balcanes y los Persas en Asia Menor provocaron una crisis nerviosa en el emperador Justino II. Sufrió una parálisis en las piernas (posiblemente de origen histérico) y quedó claro que se necesitaba un sustituto. Su único hijo había muerto, y el emperador se llevaba mal con sus parientes más lejanos. Su esposa, Sofía, sobrina de la emperatriz Teodora, lo convenció para que adoptara a Tiberio, el jefe de la guardia de palacio, que desde ese momento ejerció como gobernante.
En 575 murió Casiodoro, el que había sido ministro bajo Teodorico y sus sucesores. Los últimos años de su vida los dedicó a la vida monástica. Viendo cómo la cultura decaía cada vez más rápidamente, fundó dos monasterios en los que se reunían y copiaban libros de toda clase. Puede atribuirse a Casiodoro la vinculación de los monjes con la copia de libros, idea que fue tomada y sistematizada por los benedictinos, gracias a los cuales la cultura antigua no se perdió totalmente en Europa.
Sigeberto I estaba arrasando el reino de su hermano Chilperico. Había llegado hasta París y todo apuntaba a que se iba a anexionar todo el territorio de Chilperico. Sin embargo Fredegunda pagó dos asesinos a sueldo que mataron a Sigeberto I. Sus hombres se retiraron desmoralizados y Brunilda fue capturada. No habría durado mucho si no hubiera sido porque se enamoró de ella Meroveo, hijo de Chilperico y su primera esposa. Meroveo ayudó a Brunilda a escapar, luego se casaron y pidieron la protección del obispo de Tours.
Chilperico hizo anular el matrimonio, pero reconoció como rey de Austrasia a Childeberto II, el hijo de cinco años de Brunilda y Sigeberto I. Brunilda quedó como regente.
El rey Aidan independizó del reino de Dalriada, en Irlanda, el territorio del mismo nombre que los escotos ocupaban en Caledonia. Probablemente el monje Columba influyó decisivamente en el proceso.
Cosroes I conquistó el Yemen y lo convirtió en una satrapía persa. El rey Kaleb murió durante la conquista. El gobierno persa no fue nada eficiente. Los canales de regadío fueron descuidados y la región se empobreció.
En el sur de la India varias tribus se unieron bajo el rey Simhavisnú, que pertenecía a la dinastía los Pallava, cuya historia puede remontarse hasta dos siglos antes, si bien sólo ahora empezaba a ser relevante. Algunas dinastías vecinas, como los Pandya o los Chalukya, trataron de contrarrestar el poder ascendente de los Pallava.
EL FIN DEL ARRIANISMO | SIGUIENTE |
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Desde la muerte de Justiniano el Imperio Romano había perdido algunas posiciones. Los lombardos dominaban la mayor parte de la península italiana y amenazaban el resto, mientras que el rey visigodo Leovigildo había reducido considerablemente las posesiones en Hispania. Leovigildo era un rey fuerte, que reprimió con mano dura cualquier intento de conspiración. Además asoció a la corona a sus hijosRecaredo y Hermenegildo, lo que en particular los convertía en herederos legítimos y privaba a la nobleza de su tradicional derecho de elegir el nuevo rey. Los nobles se indignaron, pero el rey supo contenerlos. Leovigildo abolió la ley que prohibía a los visigodos casarse con la población hispanorromana. También publicó un código de leyes que no se conserva, pero parece ser que apuntaba a la eliminación del doble sistema legal, por el que los visigodos y los hispanorromanos se regían por códigos diferentes.
En 576 Tiberio pudo firmar una paz razonablemente ventajosa con Cosroes I, lo que le permitió volcarse en Italia. Básicamente se dedicó a sobornar y conceder títulos a los lombardos más poderosos, y luego firmó también tratados con los francos para que intervinieran en Italia. Los francos seguían con sus riñas familiares. En 577 Fredegunda logró asesinar a su hijastro Meroveo, al que se la tenía jurada desde que ayudó a su enemiga Brunilda.
Mientras tanto los sajones llegaron al canal de Bristol, con lo que los britanos quedaron divididos en dos regiones inconexas. A la península situada al norte la llamaron Wealhas (tierra de extranjeros), que es la actual Gales. La península situada al sur fue llamada Cornwealhas (tierra de los extranjeros del promontorio), la actual Cornualles. Estas denominaciones alternaron durante mucho tiempo con las deGales del Norte y Gales del Sur. Los britanos resistieron tenazmente en Gales, y menos eficientemente en Cornualles, hasta el punto de que su lengua celta todavía se sigue hablando hoy en día en Gales. La lengua de Cornualles, el cárnico, se extinguió hacia 1800. En esta época se supone que vivió un tal san David, del que no se sabe gran cosa, pero que se supone que revitalizó el cristianismo entre los galeses y aún hoy es considerado el santo patrón de Gales.
En el norte de China, el reino Zhou conquistó al reino Qi, con lo que se convirtió en una gran potencia militar, muy influido por las costumbres turcas.
En 578 murió el emperador Justino II y Tiberio se convirtió en Tiberio II (ya había habido, en efecto, un emperador romano llamado Tiberio, el que fue sucesor de Augusto).
Leovigildo tuvo que hacer frente a la mayor rebelión que había surgido hasta entonces, que afectó a toda la costa noreste. En 579 su hijo Hermenegildo se casó con Ingunda, hija del recientemente fallecido Sigeberto I de Austrasia. Ella era católica y él arriano, pero antes de que acabara el año Hermenegildo se bautizó según el rito católico y tomó el nombre de Juan. Pronto se alió contra su padre con todas las fuerzas católicas presentes en Hispania: los suevos y los romanos. Ese mismo año fue nombrado arzobispo de Sevilla Leandro, que ejerció gran influencia sobre Hermenegildo y viajó a Constantinopla para solicitar ayuda contra los arrianos.
Ese mismo año murió Cosroes I, y fue sucedido por su hijo Ormuzd IV. Mientras los lombardos sitiaban Roma murió el papa Benedicto I y fue elegido en su lugar Pelagio II. En 580 trató de suscitar una alianza entre el Imperio y los francos para proteger a Roma de los lombardos arrianos.
Leovigildo trató de contrarrestar el catolicismo convocando un sínodo en Toledo que dictó medidas para facilitar las conversiones al arrianismo. Entre ellas se decretó que los católicos que se convirtieran no necesitaban volverse a bautizar. Parece ser que logró bastantes conversiones entre la población católica. En 581 se rebelaron los vascos, pero Leovigildo pudo someterlos. Como conmemoración de su victoria fundó la ciudad de Victoriaco, la actual Vitoria.
En China, el general Yang Jian, que se había emparentado por matrimonio con la familia real Zhou, consiguió que el rey Zhou, menor de edad, le cediera el trono. Fundó así la dinastía que llamó Sui. En principio fue un golpe de Estado no violento, pero lo cierto es que Yang Jian tuvo que enfrentarse inmediatamente a una rebelión encabezada por el general Gao Jiong, y sólo después de derrotar a sus tropas pudo Yang Jian consolidar su posición. A partir de ese momento su principal objetivo fue conquistar el sur de China y unificar así el país.
Ormuzd IV declaró la guerra nuevamente a los romanos. Su principal general era Bahram Subin, que había resultado victorioso contra los turcos unos años antes. Por su parte, Tiberio II contaba conMauricio, que derrotó a Bahram Subin en Constantina. A raíz de ello, Bahram Subin fue humillantemente destituido, mientras que en 582 Tiberio II (que se sentía moribundo) hizo que Mauricio se casara con su hija Constantina y lo nombró heredero. Ese mismo año murió y Mauricio se convirtió en el nuevo emperador.
El Imperio Turco se dividió en dos confederaciones, la de los Turcos Orientales, que se extendía al norte de China, y la de los Turcos Occidentales, que llegaba hasta Sogdiana.
Hermenegildo (o Juan) se rebeló definitivamente contra su padre con el apoyo de sus aliados, principalmente los suevos. Leovigildo tuvo que reclutar un gran ejército con el que tomó Mérida y Badajoz. Después de asegurarse la neutralidad de los romanos atacó Sevilla. En el transcurso de la campaña, el rey suevo Miro enfermó y en 583 sus ejércitos se retiraron. Murió poco después y fue sucedido por su hijo Eborico. El nuevo rey tuvo que someterse a Leovigildo, lo que provocó una rebelión encabezada por Andeca, que le obligó a abdicar y recluirse en un monasterio.
En China, Yang Jiang preparaba lentamente la conquista del sur. Construyó cuatro silos para asegurar el abastecimiento de la capital, Chang'an, y en 584 estableció las primeras conexiones por barco con el sur. Firmó acuerdos con los turcos para garantizar la paz en el norte.
Chilperico I tuvo un hijo con Fredegunda. Los otros dos hijos que le quedaban al rey no tardaron en morir, y el mismo Chilperico I murió cuatro meses después en una cacería, en circunstancias misteriosas. El recién nacido se convirtió en Clotario II, rey de Neustria, bajo la tutela de su madre y de su tío Gontrán de Borgoña. Gontrán había puesto en duda que Clotario II fuera realmente hijo de Chilperico I, pero Fredegunda mató al obispo de Ruan e hizo que otros obispos juraran que el hijo era legítimo. Chilperico I tenía una hija llamada Berta, que ese mismo año se casó con el rey Ethelberto de Kent. Ethelberto era pagano, pero permitió que Berta conservara su religión y que llevara sacerdotes al país.
Leovigildo logró finalmente tomar Sevilla. Hermenegildo se refugió en Córdoba, pero Leovigildo la tomó también. Entonces Hermenegildo se refugió en una iglesia y logró negociar su perdón. Fue desterrado a Valencia. Leandro, el arzobispo de Sevilla, también fue desterrado.
Los lombardos se reorganizaron de nuevo bajo el rey Autario. Sin embargo, Mauricio, con la ayuda del papa Pelagio II y con el apoyo de los francos, logró contenerlos y asegurar el dominio de una pequeña parte del territorio italiano. Así se formó el Exarcado de Ravena. Exarcado significa en griego algo así como "provincia exterior". En 585 el exarca Esmaragdo logró un tratado de paz con los lombardos por el que se fijaron unas fronteras. El exarcado era una franja que unía Ravena con Roma alrededor de la vía Flaminia. Contenía además Venecia, Génova y Nápoles.
Ese mismo año murió san Hermenegildo a manos de un enviado de su padre, llamado Sisberto, porque se negó a recibir la comunión de un obispo arriano. Luego Leovigildo tomó el derrocamiento de Eborico como excusa para hacer la guerra a los suevos. Derrotó al rey Andeca cerca de Oporto y lo encerró en un monasterio. A partir de ese momento el reino suevo quedó incorporado al reino visigodo. En586 murió Leovigildo y, de acuerdo con lo que había establecido, le sucedió su hijo Recaredo. Se cuenta que el mismo día de su coronación, apenas el obispo le hubo ceñido la corona, se levantó y señalando a un grupo de nobles dijo "Adiós, Sisberto", y el asesino de su hermano fue ejecutado allí mismo.
El rey Elli de Deira extendió sus dominios hacia el interior. Envió colonos que se asentaron en el territorio que pasó a denominarse Mercia.
En 587 Recaredo se convirtió al catolicismo, lo cual satisfizo a la mayoría de la población y le permitió apoyarse en la Iglesia para contrarrestar el poder de la aristocracia arriana. No tardó en estallar una revuelta en el noreste de la península, dirigida por el obispo Ataloco y por los condes Granista y Vildigerno. La revuelta contó con el apoyo del franco Gontrán, que era católico, pero que vio la oportunidad de sacar partido de los disturbios y pudo tomar como excusa el vengar la muerte de Hermenegildo. La revuelta fue sofocada sin dificultad ese mismo año.
Fredegunda había enviado asesinos contra Gontrán, pero éste pudo evitarlos. Luego firmó con Childeberto II el tratado de Andelot, por el cual lo nombraba su heredero. (En realidad establecía que el que sobreviviera al otro heredaría su reino, porque con los tiempos que corrían, no podía predecirse quién moriría antes, a pesar de que Gontrán tenía unos cuarenta y dos años y Childeberto II apenas diecisiete.)
El emperador Mauricio sofocó una rebelión de los bereberes en África.
En Japón el clan Soga, partidario de la cultura china, se impuso definitivamente al clan Mononobe, lo que aceleró el desarrollo cultural del Imperio Japonés.
En 588 Recaredo tuvo que hacer frente a una nueva revuelta arriana, ahora en el Oeste, urdida por el obispo Sunna y los condes Segga y Viterico. Como la anterior, también fue sofocada antes de que acabara el año, pero en 589 surgió una tercera apoyada por el obispo Uldida y Golsvinta, la viuda de Leovigildo. Nuevamente, la conjuración fue sofocada y además Recaredo logró una victoria frente a Gontrán. Ese mismo año convocó el Tercer Concilio de Toledo, presidido por Leandro, donde abjuró públicamente del arrianismo junto con varios nobles y dignatarios eclesiásticos, y anunció que devolvería a la Iglesia parte de los bienes que le habían sido confiscados durante el periodo arriano. En los años siguientes Recaredo se aseguró de que el catolicismo quedaba firmemente consolidado entre los visigodos.
Los dos primeros concilios de Toledo se habían celebrado medio clandestinamente y carecieron de toda relevancia, pero, a partir del tercero, los concilios de Toledo se convirtieron en importantes asambleas en las que se tomaron decisiones tanto políticas como religiosas. En ellos participaban tanto obispos como nobles, los cuales se retiraban una vez tratados los asuntos civiles.
Desde que Clodoveo se convirtiera al catolicismo, la Iglesia católica había ido ganando paulatinamente en influencia, tanto política como económica. En efecto, muchos propietarios habían donado sus pertenencias a la Iglesia para evitar que pasaran a la aristocracia franca, visigoda u ostrogoda. El caso era que la Iglesia terminó siendo propietaria de numerosos terrenos, ganados, casas, etc. La administración se llevó a cabo a través de las parroquias, que a su vez dependían de los obispos. El trabajo necesario para hacer productivos los bienes de las parroquias era realizado por esclavos. Una parroquia con menos de diez esclavos se consideraba pobre. En toda Europa era costumbre que la renta de una parroquia se dividiera en cuatro partes: una para el obispo, otra para el clero local, otra para la conservación de la parroquia y la cuarta para los pobres. En algunas parroquias, esta última parte se consideraba superflua y se suprimía.
Con la conversión de Recaredo, la única potencia arriana que quedaba eran los lombardos. Eran más bien salvajes e intolerantes con los católicos, pero su inconveniente principal residía en su escaso número, que les impedía abarcar más territorio del que ya ocupaban. El exarca Smaragdo fue sustituido en Ravena por Román, que continuó manteniendo a raya con éxito a los lombardos. El papa Pelagio II pudo dedicarse enteramente a las cuestiones eclesiásticas. Trató de resolver el cisma de Aquilea, que se había iniciado con la cuestión de los tres capítulos, pero fracasó igual que sus antecesores.
Este mismo año Yang Jian logró convertirse en emperador de toda China, unificada nuevamente bajo la dinastía Sui. Tras su muerte, el nuevo emperador fue divinizado con el nombre de Sui Wendi. El emperador continuó con una campaña de obras públicas iniciadas años antes para facilitar las comunicaciones entre el norte y el sur. Se construyeron tanto vías fluviales como carreteras imperiales. Los trabajadores eran reclutados a la fuerza entre la población.
El rey persa Ormuzd IV había tratado de seguir los pasos de su padre en cuanto a tolerancia con los cristianos. Sin embargo, los sacerdotes mazdeístas consideraron que el hijo era más débil que su padre y se atrevieron a conjurar contra él. Pronto se ganaron para su causa al general Bahram Subin, que había sido depuesto años antes por su derrota frente a los romanos y estaba ansioso de vengarse. Finalmente organizó el asesinato del rey, al parecer con el consentimiento de su hijo, que pasó a ser el nuevo rey persa, con el nombre de Cosroes II. Sin embargo, en 590 Bahram Subin decidió que él mismo podía ser rey de Persia, y Cosroes II tuvo que huir a la corte de Constantinopla.
El emperador Mauricio tenía cada vez más problemas con los ávaros, así que pensó que una forma de garantizar la paz con Persia sería ayudar a Cosroes II a recuperar su trono. No debía de ser una empresa difícil, pues el pueblo persa no estaba contento con un rey que no era sasánida. La parte arriesgada era confiar en la futura gratitud de Cosroes II.
La iglesia celta de Irlanda había hecho grandes progresos. Sus monjes llegaron a aprender griego y durante varios siglos fueron los únicos occidentales que conocieron esta lengua. En los monasterios irlandeses se copiaron numerosos libros antiguos. Un monje irlandés llamado Columbano decidió pasar al territorio de los francos, donde creó numerosos monasterios y difundió el cristianismo celta por el continente. No tardaría en entrar en conflicto con los benedictinos.
Ese mismo año murió el papa Pelagio II, y la situación en Roma era trágica: el Tíber se desbordaba y había una epidemia de peste. El clero romano, en completo acuerdo con el pueblo, decidió elegir papa a la única persona de la que no cabía duda que contaría con el beneplácito divino: el monje benedictino Gregorio. Parece ser que Gregorio no quiso aceptar el cargo, y que llegó a enviar un mensajero a Constantinopla pidiendo al emperador que no ratificase su elección, pero el mensajero fue interceptado y, tras muchas presiones, Gregorio tuvo que ceder y aceptar la dignidad papal. Así se convirtió enGregorio I. Fue el primer papa enérgico desde los tiempos de Gelasio I. Bajo su pontificado los monjes benedictinos aumentaron su poder frente a los obispos. Gregorio I no fue un gran teólogo, pero sus muchos escritos tuvieron mucha influencia sobre la doctrina de los siglos siguientes. Tratan sobre ángeles y demonios, sobre el purgatorio, sobre la penitencia, milagros, reliquias, etc. Llevó a cabo ciertas regulaciones sobre el canto en los monasterios. Es el Gregorio al que alude el término "canto gregoriano", pero se trata de un error. El tipo de canto en tiempos de Gregorio I es el llamado "romano antiguo",que cayó en desuso en el siglo XIV, mientras que el canto gregoriano surgió aproximadamente un siglo después del pontificado de Gregorio I.
Gregorio I reorganizó la administración de la Iglesia, y así pudo sacar partido al hecho de que en realidad la Iglesia era la mayor potencia económica de Italia. Pudo reclutar un ejército con el que hacer frente a los lombardos, descuidados por el emperador. También pudo repartir alimento entre la población romana, con lo que se convirtió en el auténtico gobernador de Roma, aunque reconocía formalmente la autoridad del exarca.
Ese mismo año había muerto Autario y su viuda, Teodelinda, conservó el poder, pero los barones lombardos la instaron a casarse de nuevo. Eligió como esposo a Agilulfo, que se convirtió así en el nuevo rey. Gregorio I no usó su ejército para combatir contra él, sino que lo empleó únicamente como arma de presión, que, combinada con unos donativos adecuados, logró ganarse la confianza del lombardo. Además, Teodelinda era católica, y el papa logró que el heredero al trono fuera bautizado como católico. Finalmente, el propio Agilulfo cedió y se convirtió también. De todos modos, Gregorio I estableció al mismo tiempo contactos con el rey franco Childeberto II, por si acaso.
El Khan turco recibió como esposas a varias princesas chinas.
En 591 Cosroes II, con la ayuda de los romanos, estaba de nuevo en su trono. Bahram Subin tuvo que huir a territorio turco, pero los turcos recordaron las derrotas que habían sufrido ante él años atrás y lo mataron. La estrategia de Mauricio funcionó correctamente, pues Cosroes II mantuvo en todo momento la paz con el Imperio Romano y le cedió algunos territorios. Mauricio tuvo que volver precipitadamente de Persia, pues los ávaros se presentaron ante las murallas de Constantinopla. Por primera vez desde hacía casi dos siglos, un emperador romano dirigía personalmente los ejércitos, pero pronto los dejó en manos de su general Prisco.
En 592 Gregorio I pudo firmar un tratado de paz con los lombardos en contra de los planes del emperador Mauricio.
En 593 murió el rey Gontrán de Borgoña, y rápidamente Childeberto II de Austrasia ocupó el reino para hacer valer el acuerdo que lo convertía en legítimo heredero. Ahora sólo quedaban dos reyes francos: Clotario II (de nueve años) y Childeberto II (de veintitrés), pero las gobernantes reales eran sus madres respectivas: Fredegunda y Brunilda, que se odiaban a muerte.
También murió el rey Elli de Deira. A la sazón el rey de Bernicia era Ethelfrith, quien rápidamente invadió Deira y unió ambos reinos en lo que pasó a llamarse reino de Northumbria (el reino al norte del río Humber), con capital en York. Pero Elli tenía un hijo llamado Eduino, que salvó su vida huyendo al reino de Anglia Oriental, donde reinaba Redvaldo. Eduino presionó a Redvaldo para que le ayudara a recuperar el reino de su padre, mientras que Ethelfrith le presionaba con sobornos y amenazas para que le entregara a Eduino. La situación permaneció estacionaria gracias a la gran influencia del rey Ethelberto de Kent.
En 595 el general Prisco había obligado a los ávaros a retirarse más allá del Danubio.
En 596 murió Childeberto II (las malas lenguas dicen que envenenado por Fredegunda) y el reino fue repartido entre sus dos hijos: Teodeberto II (de nueve años) heredó Austrasia y Thierry II (de ocho años) heredó Borgoña. Ambos estaban bajo la tutela de su abuela Brunilda. Fredegunda instó a su hijo Clotario II a declarar la guerra a los dos hermanos, que sufrieron una derrota en Laffaux, pero la guerra continuó. En 597 murió Fredegunda, pero Clotario II continuó implacablemente la guerra. El rey apenas tenía trece años. Era evidente que una mujer (aunque tuviera el vehemente carácter de Fredegunda) no podía gobernar abiertamente a los rudos francos, así que ésta había gobernado a través de hombres de confianza a los que ella había situado en altos cargos para tener su lealtad. Ahora el hombre más poderoso de la corte pasó a ser Landy, el Mayordomo de Palacio. En principio las funciones del Mayordomo de Palacio consistían simplemente en dirigir el Palacio Real, pero Fredegunda lo había convertido en una especie de primer ministro.
Se cuenta que un día el papa Gregorio I pasó frente a un puesto en el que estaban expuestos para su venta un grupo de jóvenes esclavos anglos. Eran hermosos, con largos cabellos rubios. Gregorio I se interesó por ellos, y preguntó de dónde procedían. "Son anglos", le respondieron, a lo que él replicó, "Non Angli, sed angeli" (no son anglos, sino ángeles). Sea cierta o no esta anécdota, lo que sí es cierto es que Gregorio I se interesó por la evangelización de lo que él llamó Angla terra (la tierra de los anglos), y desde entonces la antigua Britania fue conocida en Europa como Inglaterra. El papa envió como misionero a Inglaterra a un monje llamado Agustín, que desembarcó en Kent con un grupo de cuarenta monjes. Llevaba una carta de Gregorio I para Ethelberto, al que trataba como "rey de los anglos" (si bien él era juto y no reinaba sobre los anglos, aunque es cierto que tenía gran influencia sobre ellos). Ethelberto recibió a los enviados cortésmente, pero con cautela. Sólo les permitió predicar al aire libre, con la esperanza de que así la magia cristiana se diluiría. Luego, como no parecía que los cristianos trajeran malos efectos, les permitió usar la iglesia construida para su esposa cristiana y sus sacerdotes. Poco a poco, Agustín fue haciendo progresos frente al paganismo.
En 599 Teodeberto II y Thierry II derrotaron a Clotario II en Dormelles.
Mientras tanto Gregorio I había hecho grandes progresos con los lombardos. Hacia 600 la mayoría de los lombardos eran católicos y habían aceptado la lengua y las leyes de sus súbditos. A partir de este momento el arrianismo dejó de tener influencia alguna y no tardó en desaparecer por completo. Más aún, Gregorio logró persuadir a los lombardos de que los obispos eran tan independientes del poder secular como el propio papa, y así las ciudades más importantes fueron gobernadas por sus obispos, de modo que los lombardos sólo dominaron realmente los territorios rurales. Ante tanta muestra de poder, el cisma de Aquilea terminó definitivamente, y la autoridad papal en Italia no tuvo ya oposición alguna.
Los turcos atacaron china y se aproximaron a la capital, aunque no pudieron tomarla.
También Teotihuacán sufrió diversas invasiones de pueblos chichimecas (este término es equiparable al de bárbaro). La ciudad fue incendiada y abandonada. Su población se refugió en otras ciudades vecinas. En la ciudad totonaca de El Tajín se construyó la pirámide de los nichos, constituida por siete plataformas escalonadas.
En el sur de la India murió el rey Simbhavisnú y fue sucedido por su hijo Mahendravarman I. Sometió a los Pandya y a los Chalukya y extendió las fronteras de su reino. También fue dramaturgo y poeta. Se conserva su pieza teatral Mattavilasa-prahasana (El juego del borracho) en la que se burla de los budistas y de los devotos de Siva.
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